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Categoría: Confesiones

Sandra, una alumna seductora

Ese era mi último año como preceptor en el colegio ya que se me hacía difícil congeniar mis horarios; tenía a mi cargo un curso de 3° y otro de 5° año. En realidad este curso no me correspondía pero mis alumnos del año anterior querían que yo estuviese con ellos en este su último año. El curso era realmente excelente muy compañeros, educados, respetuosos. Cuando iba hacia el colegio en el camino, llevaba casi todos los días a tres alumnos. Sandra, alumna de mi curso y dos alumnos de 2° año. Sandra vivía a dos cuadras de mi casa, por lo tanto la llevaba y traía todas las noches, conocía a sus padres, a su hermano mayor, y a su abuela.

Los directivos de mi escuela siempre me recomendaron que para evitar problemas no llevase en el auto a los alumnos, pero no podía hacer eso los encontraba en el camino y no podía ignorarlos. En realidad ellos se referían a Sandra, pero no podía dejar de hacerlo ella había tenido problemas con el ex novio y yo me había comprometido con los padres a llevarla y traerla todos los días que ellos no pudiesen.

La relación con ese curso era especial tal vez por la edad, yo era 6 años mayor que ellos, entonces entablamos una relación que iba más allá del ámbito escolar, ya que algunos fines de semana nos reuníamos y salíamos juntos, yo tenía muy en claro, que mi relación con todo el grupo no debía exceder la amistad, en especial con mis alumnas. En el curso había diez chicas

Estaba convencido que ese vínculo podía manejarlo sin inconvenientes a pesar de Sandra, a ella la veía más seguido porque vivía a pocas cuadras de casa.

Sandra era espectacular por donde se la mire, media 1,75 m., rubia, cabello abundante y largo, ojos marrones, grandes y vivaces, bonita de cara, labios carnosos, su rostro era muy parecido al de Pamela Anderson y físicamente estaba muy bien dotada, sus medidas 98-70-95, dulce, simpática, seductora por naturaleza y caprichosa. Si bien en el colegio iba vestida con ropas holgadas, más el guardapolvo blanco, cuando salíamos con algunos alumnos del grupo, ya sea a cenar, al cine ella lo hacía con ropas ajustadas y escotadas que marcaban cada uno de sus atributos físicos. Caminar con ella al lado no era fácil ya que desde los autos se escuchan todo tipo de piropos, alguno de ellos, bastante subidos de tono.

Ese viernes de octubre había un festival en la escuela, para juntar fondos para el laboratorio. El festival terminó a eso de la 4 de la mañana. Cargué un par de chicos junto a ella y los llevé en el auto. A ella la dejé en su casa.

Al otro día, cerca de las 15 hs. sonó el teléfono de casa era Sandra la que llamaba.

S- Prece…ah no sé qué hacer….está trabada la llave de la puerta de casa….no puedo salir…necesito su ayuda.

Fui a su casa, intenté abrir pero resultaba imposible, en la casa había otra llave de emergencia por lo cual fui hasta la cerrajería para cortarle una paleta y abrirla. Volví y conseguí abrirla. Ella me lo agradeció y me invitó a tomar unos mates, había hecho un pastel, yo quería ir a mi casa para ver el partido pero ella dijo:

S- Podes verlo aquí mientras tomamos mate

 Terminé aceptando su invitación, miraba el partido pero por momentos mis ojos se concentraban viéndola a ella, estaba hermosa y muy provocativa, llevaba su cabello rubio, largo suelto y revuelto en forma desalineada, sus ojos sin maquillar, sus labios carnosos, con un rouge rojo muy suave, camisa de jean celeste lavado  sin mangas con sus botones sin abrochar hasta la altura de sus senos, debajo de su busto un nudo que dejaba su vientre al aire, no llevaba corpiño pero su camisa insinuaba pero no mostraba sus senos, pantalones de jean justados al tono con su camisa y unas sandalias viertas de taco alto.

 Estaba mucho más seductora  que otras veces, se sentó a mi lado y me cebó mate mientras mirábamos el partido, tanto ella como toda su familia coincidíamos futbolísticamente, éramos hinchas de San Lorenzo. El partido terminó y yo me iba a ir cuando ella dijo poniendo su carita dulce y seductoramente mimosa dijo:

S- Dale… quédate, porfi…estoy sola y aburrida,  me gusta estar con vos y charlar, quédate un rato más…

G- Tus viejos salieron?

S- Si estamos solitos…

Sentí que mi cara se ruborizaba y ella dijo

S- Y prece no se ponga colorado, estoy bromeando…si, ellos se fueron a Mar del Plata con mi hermano a ver el departamento que tienen allá, y yo no fui porque no quería faltar al festival de la escuela.

Ella estaba frente a mí, con esos ojitos vivaces y seductores, llevó sus manos a su cabellera y lo acomodó con ambas manos, en ese momento sus senos se irguieron y pude ver un poco de la redondez de ellos, bajo sus brazos y dijo

S- Podríamos ir al cine esta noche…..o no se… ir a cenar…a pasear por el centro…dale me invitas? Salgamos juntos…Si?.... no importa el lugar quiero estar con vos…me gustas, y sé que yo también te gusto…

Besó suavemente mis labios, casi apenas rozaron mis labios por un segundo, yo la mire entre sorprendido y con deseos por besarla, ella entrecerró sus ojos, al abrirlos dijo:

S- Te amo no puedo ocultarlo más, te amo desde que te vi por primera vez en la escuela.

G- Yo también te amo

Nos besamos apasionadamente, durante largos minutos el silencio de la casa solo surcaron el sonido de esos besos apasionados, caímos al sofá, ella sobre mí y seguimos besándonos cada vez con mayor pasión, mis manos por sobre el jean acariciaban las redondeces de sus nalgas y mis caricias la ponían más apasionada, ese momento  se prolongó por unos quince minutos. Luego ella se incorporó sentándose sobre mí, llevó sus manos a la camisa, desató el nudo debajo de sus senos y lo desató, dejando sus inconmensurables senos libres.

Yo los acariciaba, perfectos,  redondos, firmes y duros, mientras yo disfrutaba de ellos, ella desabotonó mi camisa y se sentó sobre mí, yo me incorporé y comencé a besar sus senos, ella gemía, apretaba mi cabeza contra sus senos y jugaba con mi cabello, era hermoso sentir sus pezones firmes y duros dentro de mi boca, luego de algunos minutos con desesperación ella me hizo acostar, desabotonó y abrió el cierre de mi cremallera, y su boca se apodero de mi pene , lo succionaba con desesperación y lo masturbaba al mismo tiempo.

Ella me miraba golosa y seductora, dejó de succionarlo y volvió a sentarse sobre mí, tomo mi cabeza con sus manos y volvimos a besarnos en la boca, gire y la recosté en el sofá, debajo mío, bese nuevamente sus senos mientras comenzaba a  abrir su jean, su respiración era violenta y agitada,  se bajó del sofá bajamos juntos el jean, debajo tenía una muy diminuta bombacha calada blanca, la bajé, vi su vulva totalmente depilada y la bese, un profundo grito mezclado con sus gemidos se apodero de la habitación, y luego volvió a recostarse sobre el sofá, bese sus senos para luego colocarme entre sus piernas, las abrió y fui a su vagina mi lengua entró y saboreó sus efluvios mientras mi mano se apoderaba nuevamente de sus senos.

Ella se revolcaba de placer y su boca no paraba de gemir durante varios minutos saboree su néctar, su boca gemía constante y profundamente, ardiente y apasionado explotó en miles de convulsiones en un dulce y apasionado orgasmo, cuando su cuerpo se calmó ella se incorporó nos abrazamos  y nos besamos con desesperación y con voz entrecortada dijo:

S- Te amo…es el momento más maravilloso de mi vida, con vos me siento en otro mundo, soy la mujer más feliz del mundo

G- Yo también te amo, sos la mujer más hermosa del mundo.

Nos acomodamos en el sofá, no tenía mucha experiencia en el sexo, me puse pegado a su cuerpo de costado, su pierna derecha por sobre mi cuerpo y coloque mi sediento pene en su lubricada vagina, entro un poco y su boca gimió profundamente, empecé lentamente a mover mi pene dentro de su vagina, sus gemidos estaban un poco ahogados por mis besos, cuando sentí su vagina lubricada mi pene recorrió su vagina profundamente, al tiempo que no parábamos de besarnos. Mis movimientos recorriendo su vagina se aceleraban al máximo quería acabar junto a ella, ella gritaba, gemía, y yo sentía que en segundos mi semen recorrería su cuerpo avasalladoramente y fue apoteótico porque juntos compartimos nuestro primer encuentro en una acabada pletórica de placer.

Cuando nuestros cuerpos se aquietaron, ella rodeó con uno de sus brazos mi cuello y nos besamos dulce y apasionadamente Luego sin sacar mi pene de su cuerpo, nos acomodamos de manera que ella quedó sentada sobre mi dándome la espalda , la abracé acariciando sus senos, bese su cuello y su boca y dije:

G- Ahora vos vas a cabalgar sobre mí, hacelo sin sentir incomodidad, busca la posición en que más disfrutes, ahora vos manejas los tiempos de placer, te amo Sandra hagamos que este nuestro primer encuentro sea inolvidable.

S- Yo también te amo, me siento muy feliz en tus brazos.

Sentada sobre mí, con mi pene dentro de su vagina y siguiendo ciertas indicaciones ella apoyó sus manos en el sofá al costado de mi cuerpo, con una pierna en el piso y la otra en el sofá la tome con ambas manos por la cintura y comenzó a moverse cabalgando sobre mí, yo la alentaba diciendo

G- Así mi amor, es hermoso, sos maravillosa cielo

Ella tomó más confianza y comenzó a cabalgar cada vez más aceleradamente, y sus gritos y gemidos eran atronadores, a veces detenía sus movimientos entonces era yo el que me movía penetrándola y pistoneando su vagina lubricada, al rato era ella la que volvía a cabalgar sobre mí, el placer y el deseo eran inconmensurables, llevábamos varios minutos así cuando ella con voz entrecortada dijo:

S- Gabi…no puedo…más…siento que… voy a…acabar…de nuevo

G- Lo se amor… esperame un poquito…dame solo un par de segundos…volvamos a hacerlo juntos.

Los últimos segundos fui yo el que la penetraba, y entonces dije:

G- Ahora amos hagámoslo juntos

Mi pene volvió a lanzar dentro de su cuerpo torrentes de cálido semen, al tiempo que se cuerpo se convulsionaba con otro orgasmo, su cuerpo se recostó sobre el mío, gritaba y gemía, yo acariciaba uno de sus senos mientras mi boca besaba y chuponeaba el otro, estuvimos así largo tiempo, cuando mi pene salió de su cuerpo ella se recostó sobre mí, nos besamos, nos acariciamos durante muchos minutos.

Después yo me senté en el sofá y ella sobre mí seguimos besándonos, acariciándonos, ella con sus brazos en mi cuello, los besos de lengua, los chupones, besar y lamer sus tetas, sentir erguirse sus pezones dentro de mi boca, y pene volviendo a desearla, me miró y dijo:

S- Si esto es un sueño no quiero despertar nunca, estando así con vos me siento en otro mundo, soy tan feliz en tus brazos

Dicho esto ella se bajó y se arrodilló en el piso, tomó mi pene con su mano, lo pajeo un poco, luego deslizó su lengua por él, beso mi glande dulcemente con sus labios carnosos, su lengua ardiente jugueteo por segundos y luego comenzó a introducirlo en su boca mientras yo gemía de placer y mi mano acariciaba su cabellera, después de un par de minutos mi pene estaba deseoso por volver a penetrarla.

La subí al sofá la hice poner en 4 patas, ahí acaricié los bordes de su ano, ella gemía enloquecedoramente, luego lo besé y fui en busca de su vagina que a esta altura estaba muy lubricada, la besé, introduje mi legua y saboree su néctar luego me incorporé, me arrodille detrás de ella, la sujete por las caderas y penetré nuevamente su vagina, y ella en medio de gemidos decía:

S- Si así…ay mi amor,…es hermoso…quiero ser tuya…estoy viviendo en la gloria te amoooo

Mientras la penetraba ella gemía, gritaba, giraba su carita y me miraba ofreciéndome en su mirada placer, deseo y amor, seguía penetrándola a un ritmo cada vez más acelerado, detuve por un instante mis movimientos ella me miró con dulzura, ahora se movía ella mientras yo con uno de mis dedos acariciaba su ano, luego de eso volví a penetrarla cada vez más aceleradamente, en medio de nuestros gemidos hasta que nuestros cuerpos volvieron a agitarse y convulsionarse juntos, cuando nuestros cuerpos se calmaron, volvimos a besarnos a acariciarnos. Estuvimos disfrutándonos varios minutos, mas calmos pero con la pasión y el deseo intactos

Después dije, extendiéndole la mano:

G- Quiere bañarse junto a mi belleza

S- Si por supuesto va a ser hermoso

Ella se trepó en mí, abrazó mi cintura con sus piernas, tomó con sus brazos mi cuello y nos besábamos apasionadamente.

Por la noche fuimos a cenar y luego volvimos a su casa, y tuvimos sexo varias veces más, nuestra pareja duró seis meses, luego se fue apaciguando la llama hasta aplacarse y decidimos que la hora de la despedida había llegado, y a pesar de la pasión que hubo entre ambos seguimos siendo amigos, hice lo posible por no tener una relación de pareja con ella, sucedió porque Sandra la busco y fue lo mejor que pudo haber hecho, estar a su lado fue lo mejor que me pudo pasar;  ella demostró que  no solo que era hermosa físicamente, lo era mucho más como mujer junto a ella viví algo especial. Por eso Sandra te deseo lo mejor….

Datos del Relato
  • Categoría: Confesiones
  • Media: 6
  • Votos: 1
  • Envios: 1
  • Lecturas: 1005
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