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Categoría: Orgías

Salomé

Hola me llamo Salomé
Y esta historia es absolutamente real; sucedió hace 3 meses un domingo por la tarde; Tengo 30 años, soy casada y como muchas mujeres insatisfecha sexualmente al punto que disfruto más masturbándome a solas con una buena película porno que con mi pareja. Para que se hagan una idea más clara soy delgada, alta, cabellos castaños claros hasta la cintura y bastante sexy a pesar de mi busto pequeño pero bien levantado. Bueno esto sucedió un domingo a eso de las 5:00 p.m.; Después de una fuerte discusión con mi esposo salí de casa sin rumbo fijo; tomé un autobús que me llevaría al centro de la ciudad y mientras viajaba pensaba en lo bien que me haría el tener un amante en este momento y comencé a imaginar todo lo que me gustaría hacerle y que él me hiciera y mis pensamientos sumergidos en un sexo salvaje con este personaje imaginario hicieron que me humedeciera tanto que empecé a acariciarme casi instintivamente por encima de la ropa y gracias a que iba en la última silla del autobús nadie podía notarlo; llevaba esa tarde un vestido corto rosado ceñido al cuerpo con botones en el frente que me permitían tocarme deliciosamente la conchita abriendo solo algunos de ellos; Fue entonces cuando el autobús frenó bruscamente y me hizo salir de mi fantasía; Así que decidí bajarme y buscar un lugar donde pudiera hacerlo, quiero decir, masturbarme sola tranquilamente; creo que caminé una o dos cuadras buscando un restaurante o algo así para utilizar un baño y terminar con lo que había empezado cuando vi que en esa misma esquina había un teatro era uno de esos cines xxx es decir donde proyectan películas porno, yo nunca había entrado a uno de esos pero siempre había tenido curiosidad de las cosas que ocurrían allí dentro y les confieso amo la pornografía y con la calentura que tenía era definitivamente el lugar adecuado para mis fines así que hice a un lado la vergüenza y ante la mirada atónita de algunas de las personas que estaban en la calle entré. Era un cine como cualquier otro había alrededor de unas 15 o 20 personas entre ellas algunas parejas y yo algo tímida busque un sitio sola y cómoda donde pudiera ver la película y tocarme a mi antojo; en ese momento la película mostraba a un trío donde una mujer era penetrada por dos hombres mientras ella daba deliciosos gemidos de placer, yo mientras tanto me acomodé y empecé a tocarme suavemente y pensando que nadie me veía desabotone cada uno de los botones de mi vestido quedando casi desnuda para facilitar mis maniobras; pase mis dedos por mis labios y luego toqué la punta de mis pezones bajando directo a mi clítoris el cual estaba listo como esperando abultado y palpitante; lo acaricié suavemente con un dedo mientras que buscaba mi orificio con la otra mano para introducir mis dedos en él y en eso estaba cuando unos suaves jadeos me hicieron abrir los ojos y justo en la silla de al lado había llegado una pareja eran dos chicas y una le hacía en mis narices una mamada magistral a la otra quien miraba fijamente como me masturbaba; yo no podía dar crédito a los que mis ojos veían y cómo no las sentí llegar; entonces intenté taparme pero la chica me agarró fuertemente la mano y empezó a besarme los senos yo quería detenerla pero mi cuerpo no me respondía estaba paralizada, asustada y ya para ese momento muy caliente, solo podía sentir el placer que me producía su profesional lengua en mis pezones y ella lo notaba por mi forma de moverme así que se acomodó y sin dejar de besarme los senos empezó a acariciarme la conchita por encima del panty, empecé a mover la vulva adelante y atrás, muy suavemente. Pensé que mi reacción era automática, involuntaria, pero en mi interior sabía que lo hacía queriendo. Por un momento me quedé parada, horrorizada pensando que realmente estaba empezando a gustarme aquella situación, que me gustaría correrme bajo la masturbación a la que me sometía la chica. Pero ese momento de aparente horror pronto pasó, mi excitación era demasiado intensa. Nada importaba, solo seguir sintiendo los dedos en mi concha mojada. Seguí moviendo mi cintura. La mujer me miró por un breve instante. Una fugaz sonrisa de comprensión aleteó en sus labios, luego volvió a lo suyo, y la intensidad y rapidez de los movimientos de su mano aumentó. Y yo pasé de una reacción inicial de rechazo a una aceptación y atrevimiento total. Mi fantasía empezó a desbordarse, me imaginé en mi cama con ella, mientras esos dedos se movían sobre mi concha caliente. Eso me dio una idea, ¿porqué no?. Paseé la mirada alrededor rápidamente. Nada había cambiado. Y sin pararme a pensarlo llevé mis manos a mi cintura, levanté un poco mi falda y tiré hacia abajo de mi panty, lo tenía ahora en mis rodillas, rápidamente me lo bajé hasta los tobillos acabando por quitármelo del todo. Lo introduje rápidamente en mi bolso y me senté. Nadie se había percatado de lo que había hecho. Nadie excepto las dos chicas, por supuesto, abrí las piernas, invitando a la chica a proseguir el juego. No se hizo esperar, esos dedos ahora conocidos empezaron a hurgar en mi interior, mojándose a medida que la frotación continuaba. Emití un suspiro inaudible, empezando a moverme de nuevo. Aquello era el delirio. Nunca había imaginado que pudiera ocurrir algo así y menos con otra mujer, pero ahora no quería que acabase nunca. Me movía cada vez más rápido, como aquellos deditos juguetones, que pasaron a moverse de forma circular, rápidamente, con los movimientos exactos que yo misma utilizo para llegar al éxtasis cuando me masturbo en mi habitación. El orgasmo no se hizo esperar, llegaba en lentas oleadas de placer intenso, húmedo y caliente al mismo tiempo. Empecé a temblar de gusto. Muy pronto iba a correrme sobre aquella mano y aquello me ponía tan cachonda que apenas podía controlarme. Mordiéndome los labios hasta casi hacerme sangre para no gritar de placer, apretando entre mis puños mi minifalda, me corrí como nunca en mi vida lo había hecho, experimentando un placer más allá de todo pensamiento racional. Sentí el orgasmo empezando en mi coño y expandiéndose por todo mi cuerpo. Otro gemido involuntario esta vez mucho más fuerte que no pude impedir escapó de mi garganta en el momento en que pequeños chorritos de flujo vaginal escapaban de mis labios vaginales, dejando pringosos aquellos dedos que se movían fuerte y velozmente sobre mi jugosa fruta. Casi pierdo el conocimiento por el intenso placer; fue entonces cuando la otra se separó de ella, se arrodilló frente a mi y empezó a pasarme su lengua por mi clítoris mientras la anterior sacaba de su bolso un enorme vibrador el cual humedeció primero con saliva y luego lo dirigió a su vagina y lo sacaba y lo metía con fuerza mientras la otra jugaba con su lengua en mi concha primero de arriba abajo y luego en círculos lamiendo todos mis jugos y yo apretaba mis ojos para disfrutar plenamente de ese regalo y para ignorar que eran dos mujeres quienes sin mediar palabra me estaban haciendo llegar al orgasmo más delicioso que existiera y yo que nunca contemplé esa posibilidad ya que me considero totalmente hetero pero era tan delicioso lo que sentía, tanto que no me había dado cuenta que mis jadeos se oían fuerte y claro por todo el cine. Yo ya había tenido tres orgasmos seguidos con la lengua de esta chica cuando abrí los ojos y casi me desmayo del susto al ver frente a mi cinco desconocidos con sus vergas en la mano haciéndose una paja con el espectáculo que esas dos chicas y yo les dábamos en vivo y en directo, no podía ver sus rostros debido a la oscuridad del teatro pero así era mejor, Al darse cuenta la del vibrador, tomo una de las vergas y empezó a mamarla como si fuera un dulce mientras que con la otra mano masajeaba la de otro tipo y se llevaba a la boca las dos vergas; los tipos se acercaron y uno empezó a lamerle a una la concha ; esta se movía como poseída y la otra le pedía al otro tipo que la penetrara orden que el tipo obedeció e inmediatamente se dispuso a introducirle todo el miembro en la concha lo metía y lo sacaba de una forma tan deliciosa que yo que ya había perdido toda vergüenza llena de envidia por lo que mis ojos veían empecé a masturbarme estirándome de manera que con la mano que me quedó libre alcance la verga de otro de los desconocidos y se la sobaba implorándole que me penetrara necesitaba sentir una verga dentro mío; el hombre lo entendió y me la introdujo pero en la boca, la besé y con mi lengua empecé a juguetear con la punta de su palo. Sus ojos se cerraban de gozo mientras me decía: sigue, sigue!!!, no pares!!! me vuelves loco!!! La introduje entera en mi boca y cogiéndola del tronco la meneaba de arriba hacia abajo. La dejé jugosita, mojadita, de la miel de mis labios, mientras él jadeaba de gusto. Era una verga muy grande casi sentía que me ahogaba pero seguía mamándola y pasándole mi lengua de arriba abajo, estaba tan excitada por estar participando en esta orgía que no podía parar de chuparsela y tuve otro orgasmo ahí mismo el lo notó y me dijo: acerca tu concha a mi boca!!!, la coloqué en su cara, cambiando a la postura 69 y nos pusimos a comernos como locos. Del placer que me provocaba, el paso de su lengua por mi concha, se me olvidaba chuparle su palo, invadiéndome por completo el deseo, mi concha chorreaba a mares, estaba inundada. Levanté mi concha de su cara y de culo a él le supliqué: ¡¡¡méteme la verga!!!, ¡¡¡méteme la verga!!!.
Se incorporó y cogiéndome de las caderas con sus manos introdujo su palo en mi agujero, hasta el fondo, me la metía y me la sacaba con sacudidas fuertes y suaves a la vez, inundándome más y más en el placer y en la locura. Me encantaba sentir sus manos en mis caderas. Dejó de moverse, la sacó, yo me subí en su montura y comencé a cabalgar, a trotar, como una fiera en celo, como una zorra, uuummm, ooohhh, si, si, sigue... me decía. Mi clítoris rozaba en su abdomen al compás de mis movimientos, y ya sentía como mi cuerpo llegaba al clímax del deseo, y le dije: córrete!!!, córrete conmigo!!!. Estas palabras chocaron en él produciéndole la excitación máxima, pudiendo los dos llegar al orgasmo a la vez. Un temblor atravesó nuestros cuerpos, temblor producido por el deseo y la pasión, temblor de placer......... Acabamos los dos empapados en el sudor de nuestros cuerpos, yo encima de él y sus brazos rodeando mi cuerpo. Mientras me recuperaba lamiendo de su propia verga las ultimas gotas de leche que salían, sentía que otra mano me acariciaba la concha y una fuerte envestida me hizo gritar estaba siendo penetrada nuevamente por otro desconocido este que me acariciaba el clítoris mientras me penetraba como un animal y yo como otro animal gozaba de su grandiosa y habilidosa verga que entraba y salía de mi cuerpo sin descanso mientras la otra entraba y salía de mi boca y cuando podía miraba hacia atrás y veía como las otras dos chicas estaban siendo penetradas por los otros dos tipos y gritando como locas pero faltaba uno donde estaba? Pues en medio de mi locura no había atinado a darme cuenta que tenía su verga agarrada con mi otra mano y le masturbaba así que cambie y me la introduje en la boca y empecé a chuparsela hasta el pegue cuando tuve otro orgasmo este mejor que todos los anteriores sentía gritos, jadeos, placer, placer que delicia esto era más de lo que mi cuerpo podía resistir; cuando unos fuertes brazos me levantaron de mi posición y el desconocido que tenía su verga en mi boca se sentó en una silla y yo fui literalmente sentada encima de su verga metiéndomela hasta el fondo de la concha, comienzo a bajar y subir sobre ella sintiendo toda su longitud recorrer mi agujero, me muevo con movimientos lentos y profundos, llevando su palo justo hasta llegar casi a salir de mi concha, para volver a metérmelo hasta el fondo y sentir su dureza en el fondo, acelero mis movimientos como desenfrenada y de pronto bajo el ritmo concentrándome en el otro desconocido que en ese momento lamía e introducía su lengua en mi culito yo no paraba de moverme cuando sentí que uno de sus dedos humedecido por su lengua me penetraba por detrás como dilatándolo consiguiéndolo muy fácilmente pienso que debió ser por la excitación ya que yo era de culo virgen hasta ese momento y de pronto sentí un fuerte dolor era como si me desgarraran por dentro; era su verga que había entrado por mi orificio trasero y se movía salvajemente dentro de mi logrando que poco a poco el dolor se fuera convirtiendo en placer yo me movía como poseída como enloquecida solo atinaba a pedir más cuando otro me agarró por la cabeza e introdujo su miembro en mi boca y yo le chupaba la verga desesperada; era increíble tres vergas dentro de mi eso superaba todas mis expectativas ... Me empiezan a bombear cada quien con un ritmo diferente, lo que ocasiona que la pared entre mi concha y mi ano, se sintiera muy frotada y en algunos instantes tan aprisionada como si me dieran un pellizco en la pared de mi vagina, me duele mucho pero también me gusta....Me hace sentir súper PUTA y me empiezo a mover formando pequeños círculos cadenciosos con mis nalgas.. Con un ritmo delicioso mientras ellos me la sacan y me la clavan nuevamente, solo se escucha un leve chasquido al chocar sus vergas y sus huevos en mi pelvis y contra mis nalgas y así seguimos un rato pero ya estamos en el vaivén de la marcha las metidas son mas fuertes y tengo que hacer milagros para no gritar.. Así siguen duro y continuo entrando y saliendo yo moviendo mi culo de uno a otro lado y de arriba abajo, hasta sentir como sus huevos chocaban con mi piel...Sintiéndome poseída por tres machos desconocidos llenándome de sensaciones deliciosas y a punto de tener un orgasmo increíble....de pronto el que estaba en mi boca empezó a eyacular haciéndome tomar toda su leche lo que me hizo tener otro orgasmo que desencadenó el del que estaba en mi culo llenándomelo de leche y el que estaba en mi conchita me hizo arrodillar y me llenó la cara y el vientre de su leche mientras las dos chicas me pasaban la lengua por el cuerpo limpiándome todos los fluidos masculinos que corrían por mi cuerpo y ordeñando a su vez las vergas flácidas que nos rodeaban; yo estaba tan agotada que no podía sostenerme en pie las piernas me temblaban, la conchita me dolía casi no podía respirar así que me acomodé en una silla para recuperar el aliento y creo que me dormí por que cuando reaccioné ya no estaban los desconocidos ni las chicas no sabía cuanto tiempo había pasado la película seguía proyectando en la pantalla a una mujer masturbándose frente a un espejo había pocas personas; nadie cerca de mi, así que me acomodé la ropa y me fui al baño me limpié con agua y jabón del lavamanos como pude me maquillé y salí del cine me dolían las piernas; Tomé un taxi y me dirigí a mi casa sin poder todavía dar crédito a que la experiencia más placentera que he tenido haya sucedido de esta manera y en ese lugar.... fue sensacional y no me arrepiento pero si les soy honesta no me atrevo a repetirla así que desde entonces no he vuelto por ese teatro no se si otro día lo haga pero si es así les prometo que les cuento lo único que puedo decirles es que cuando quiero tener un orgasmo fenomenal solo cierro mis ojos y empiezo a recordar ese domingo por la tarde.



Salomé
Datos del Relato
  • Autor: septiembre
  • Código: 17968
  • Fecha: 13-01-2007
  • Categoría: Orgías
  • Media: 5.36
  • Votos: 58
  • Envios: 4
  • Lecturas: 4485
  • Valoración:
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