Vuelve Osita con ustedes.

De la noche del cluib, que fue hace 10 días, quedamos locos de calentura con mi marido.

Como teníamos el celu de Marcelo le hablamos y volvimos a Rosario, ahora en su departamento. Yo volví a ir desnuda bajo mi jean y mi blusa.

Marcelo y Luis nos esperaban con unos tragos que bebimos de apuro porque yo ya me acababa de pensar en lo que vendría.

Nos fuimos al dormitorio y nos desnudamos de apuro. Mis machos se acostaron panza arriba, con sus increíbles pijas bien paradas y yo comencé la mamada que ansiaba. Osito, mientras, se hacía una paja de esas que sabe hacerse él.

Mamé y mamé con desesperación de puta recaliente, en un momento Luis y después Marcelo eyacularon en mi sedienta boca y bebí esos líquidos tan maravillosos.

Luis me metió la pija hasta el tronco en la concha y Marcelo, desde atrás me enculó con saña. Mi madre!!! Qué desgarron me hizo en el culo, si ya lo tenía roto ahora me quedaría una caverna donde cualquier pija me haría sumamente feliz.

Marcelo me acabó en el fondo de las tripas y yo sentía que no podría frenar las ganas de evacuar, pero con ese tapón en el culo no podría salir nada.

Pedí más, pero los varones decidieron que ya bastaba y a pesar de mis ruegos no me penetraron más.

Como Osito todavía no había acabado se pusieron los tres sobre mí y pajeandose me acabaron encima, tetas, ombligo, cara y boca fueron lecheadas con ganas.

Después los tres me llevaron a la bañera y acostándome en el fondo orinaron sobre mi cuerpo y mi cara. Debo decir que bebí unos buenos tragos.

Me duché y me llevaron a la cama, allí vi como Osito pajeaba a Marcelo hasta que acabó por tercera vez.

Quedamos en encontrarnos frecuentemente para que me sigan abriendo los agujeros.

Cuando volvimos a casa, Osito y yo acabamos tres veces más.