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Mi vida sexual: La madre de Susy (3 de 6)

Al día siguiente mi madre me dijo que había llegado a media noche y que la tía Raquel ya se había aliviado, como todos mis primos fue varón, yo seguía reinando por ser la única sobrina de mis tíos, lo triste es que pronto partiría a la capital y no podría darme otra revolcada con mi papito, recordé que también tenia pendiente una visita con Don Simón, tuve que decirle a mi madre que quería dejarle su despensa por mas tiempo y que iría con Don Simón esa misma tarde.

Cuando entre a la tienda del viejo Simón casi tartamudeo de la felicidad que le provocaba mi visita, como siempre deje descansar mis hermosos senos en su mostrador que gustoso miraba descaradamente, rapidísimo surtió mi despensa y me invito a pasar nuevamente adentro, puso la misma música, sin preguntar nada ni ofrecerme un refresco me invito a bailar, me acomodo a su antojo y puso sin dudar sus manos en mis nalgas restregando su paquete que ya estaba a punto de abrirse paso para cogerme ahí mismo, pasado un momento me dijo que quería jugar conmigo, que si aceptaba me iba a gustar mucho, consistía en que yo era su madre y el mi pequeño hijo y como tal lo debía tratar, si lloraba iba a darle su alimento como lo hacen las madres, entendí su tonto juego y acepte, tuve que desabrocharme la blusa para poder dar de mamar a mi hijito, tuve que aguantarme la risa cuando el empezó a lloriquear, sonriendo y siguiendo el juego saque mi pecho, me acerque a su cara y empezó a mamar mi seno, sus lamidas y chupadas eran tan exquisitas que el juego empezó a gustarme.

Ante tal gusto hábilmente me quito por completo la blusa y mi sostén según el para amamantarlo mejor, de esa manera succionaba gustosamente los dos, me chupaba uno y otro, en ese momento quiso tener dos bocas para mamarlos al mismo tiempo, de momento y con audacia se puso encima de mi y abrió mis piernas para el quedar en medio, cuando toco mi pelvis contra la suya cerro los ojos y paro mas su verga, sentí como la enterraba en medio de mis piernas, me dijo que mejor jugáramos otro juego, consistía en que el era un niño y yo su paleta, eso quería decir que me chuparía a su antojo, igualmente acepte, me quite toda la ropa y me recostó, empezó a chuparme los pies, eso provocaba una que otra risita en mi, por lo que me dijo que cerrara los ojos que me iba a gustar mucho ese juego, después siguió por mis piernas, el solo lengüeteo en mi vagina provoco una ansiedad en todo cuerpo, pues no se detuvo a mamar como mi papito, sino que siguió por mi vientre, mis costillas, al llegar a mis pechos su chupeteo fue mas frenético, quería realmente comerse mis senos, los mamo a su entera satisfacción, eso provoco que tuviera mi primer orgasmo, de pronto sentí como con sus dedos empezó a juguetear con mi vagina, en ese momento ya chupaba y lamía mi cuello, mis oídos y me decía que estaba muy rica, las corrientes eléctricas por mi cuerpo no descansaban, busco en varias ocasiones mi boca porque me resistía, fue mas grande su insistencia, el condenado quiso meterme su lengua hasta la garganta, abría y succionaba ricamente mi boca, pasado un momento, ya a punto de quemarme por el fuego que abría prendido en mi cuerpo bajo sin separar su lengua de mi cuerpo hasta mi vagina, sus lamidas eran lentas y suaves, eso me hizo recordar la espléndida mamada que me dio mi papito, en ese instante mi primer orgasmo estaba en su punto, no pude evitar que mi cuerpo se colvuncionara por lo intenso que fue, de lo cual Simón lo noto enseguida y bruscamente se pego a mis labios succionando violentamente para provocarme otro orgasmo, se detuvo  abrí los ojos y en su rostro se dibujaba una cínica sonrisa, se acerco a mi oído y suavemente me dijo que quería jugar al caballito, que el seria el caballo y yo la domadora, me volteo quedando arriba de el con las piernas totalmente abiertas.

Empezamos a brincar y restregarnos a mas no poder, tomo mis senos desnudos con tus manos y los empezó a amasar ricamente, me dijo que tomara sus brazos que esos eran los lazos del caballo, todo eso provocaba en mi el mas exquisito morbo me excitaba mucho saber que el pobre de Don Simón me creía inocente, yo brincaba y me restregaba gustosamente sin que el dejara de apretar mis senos,  vi como empezó a sudar y a gemir, se detuvo y me dijo que tenia mucho calor que porque se quitaría la ropa, supe lo que quería, tuve que idear una excusa para que pudiera cogerme sin espantarse al saber que ya no era virgen, le dije que si jugaríamos el mismo juego que jugué con Andrés un chico que tuvo que desaparecer por haber embarazado a tres chicas, abrió sus ojos mas que gustoso, me pregunto si alguien mas lo sabia le dije que nadie, me pregunto como fue, le dije que estábamos en campo y siempre jugábamos este juego hasta una vez también me dijo que hacia mucho calor que nos quitamos la ropa y seguimos jugando, solo que yo sentí mucho dolor en medio de mis piernas y el me dijo que de por si dolía cuando uno como mujer montaba un caballo que por eso estaba prohibido que la mujer montara un caballo, el viejo me pregunto si hubo sangre, le dije que si, también me pregunto si Andrés regó algo blanco, le dije que si que vi como orinaba leche, el viejo se sonrió y me dijo que jugaríamos el mismo juego, solo que el no me lastimaría, al contrario me iba a gustar, se quitó la ropa, vi que abrió su cajón y saco una envoltura, la rompió y le dije, quiero ver como se pone ese globo, Andrés me dijo que para la otra se pondría un globo que viene en un paquete como el que rompió para que no orinara la leche, sorprendido volteo y vi como su verga colgaba, no estaba parada como la de mi papito, sino colgaba aun así era grande y gruesa, vi como se coloco el condón, rápidamente se acostó y me dijo que primero montara la silla, me hizo señas que encima de su cara, gustosa lo hice y empezó nuevamente a mamar exquisitamente.

Tuve que aguantar mis gemidos para que no sospechara nada, rato después me dijo que montara ya su caballo, tuvo que levantar su vergota pues esta reposaba en su pierna, la fue metiendo poco a poco hasta que me lleno todita sin poder evitarlo cerré mis ojos el disfrute era delicioso, me pregunto si me gustaba, le tuve que mentir nuevamente, siento que entro algo tan rico que me dan ganas de gritar, me dijo que no reprimiera mis gritos, que me haría sentir tan delicioso que no iba a poder evitarlo, empezó a moverse, el condenado viejo me tenia sujeta de cadera y me jalaba hacia abajo la penetración era mas de lo normal, se coloco una almohada debajo de sus nalgas y sentí que me partía en dos, el movimiento fue subiendo de ritmo, cabalgue hasta encontrar un orgasmo tras otro, me restregaba y revolcaba como una loca, hasta tener casi cinco orgasmos, no supe en que momento termino el viejo, cuando supo que no quedaba ni gota por derramar, me abrazo tiernamente preguntándome si había gozado ese juego, le pregunte porque sentí la electricidad en mi cuerpo, satisfecho me dijo que eran orgasmos, que salían cuando se disfrutaba este juego, me besaba la frente y mi cuello, ya no permitía que tocara mi boca, le dije que tenía que irme pues se hacia tarde, también le dije que tendría que irme a estudiar a la capital, me suplico casi me rogó que cuando viniera al pueblo no dejara de visitarlo, que el también había disfrutado mucho este juego y que lo repetiríamos en cada visita que yo hiciera, satisfecha me retire igualmente con una sonrisa de felicidad...

Como lo habíamos acordado tuve que empacar e irme a la capital, al llegar a la terminal hable por teléfono a la casa de mi tía, pero no contestaban, intente varias veces pero no pude, tenía hambre y ya se estaba haciendo de noche, aborde un taxi y le dí la dirección de la escuela, tardamos mucho en llegar, me baje en la escuela y quise buscar un hotel cerca de ella, tenía suficiente dinero para estar tranquila, me hospede en un hotel, no era la gran cosa pero estaba cerca de la escuela, el cansancio me venció y me quede profundamente dormida, al otro día volví a llamar con la tía y tampoco me respondieron, me inscribí en la escuela y el resto de la tarde di un paseo por ese lugar, encontré un lugar alejado en donde solicitaban una mesera de medio tiempo, no lo pensé y entre a ver de que se trataba, me recibió una señora mal encarada y me dijo lo que tenía que hacer y el sueldo, total el dinero no me iba a hacer mucha falta, como tampoco me iba a durar mucho, acepte el empleo.

Por la mañana asistía a la escuela y por la tarde a ese pequeño comedor, ahí conocí a una mujer muy simpática por lo menos tendría como unos 25 años, tenia buen cuerpo, unas piernas estupendas, unas nalgas bien paradas y altísima la condenada, su mirada era triste, sus manos, así como sus senos eran grandes, se llamaba Mitzy, poco a poco nos fuimos conociendo, la invite al hotel en donde estaba hospedada, platicamos de cómo nos gustaría vivir, era soltera con muchas ganas de encontrar un macho para casarse pero me decía que estaban escasos, me llevo conocer parte del lugar donde habitábamos, a comprarme ropa, ya que la que usaba no era adecuada para la ciudad, en el comedor me daba cuenta como coqueteaba con algunos hombres, que por cierto eran feos, sabía que pronto llegaría el ardor a mi cuerpo, tampoco sabría como saciarme, quería regresar al pueblo a cogerme tanto con mi papito como don Simón, pero no sabía como, supuestamente venía a superarme así que no quería decepcionarlos, también supe que la tía Elogia se había cambiado tanto de casa como su teléfono, estaba incomunicada tanto con mis padres como con la tía.

Llego la calentura que empezaba invadir mis partes, recuerdo una noche que estaba tan caliente que ni siquiera el agua fría saciaba mis ganas, me di cuenta que había una vela gruesa encendida, algo morboso y sucio me vino a la mente, salí a comprar condones, al regresar saque uno y se lo coloque a la vela, me acomode en la cama, me unte aceite, cerré los ojos, recordé imágenes vividas tanto con mi papito con el viejo Simón, esto fue el principio para que con furia atacara mi vulva con la vela que por lo gruesa que era superaba las vergas de mis amantes, fue tanta mi ansiedad que alcancé solamente un orgasmo que dejo temblando mis brazos y mis piernas, quise continuar pero como siempre el cansancio pudo mas que mi ansiedad.....

Datos del Relato
  • Categoría: Confesiones
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