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Categoría: Confesiones

Mi Noche de Prostituta

Hola, mi nombre es Karin, actualmente tengo 19 años y vivo en Lima – Peru. Supongo que en el interior de la mayoría de mujeres existe en secreto un morboso pensamiento, que es el saber lo que sienten las prostitutas de la calle al estar con varios hombres diferentes y que te paguen por tener sexo. Yo siempre he tenido una vida sexual muy activa y satisfecha, pero siempre me picaba ese bichito de saber lo que se siente que desconocidos te paguen por darles placer. Esos pensamientos siempre venían a mi mente cada vez que pasaba por alguna zona donde había prostitución, entonces veía a esas mujeres, en las calles ofreciendo sus servicios a los hombres. Imaginar que eso les sucedía todos los días me excitaba de una forma extraña pero deliciosa.

Un día que regresaba a la casa de mis tíos en un taxi, al pasar por la zona, fingí sentirme indignada, y le comente al taxista que eso no debía de estar pasando en las calles. El me dijo que era normal, que las prostitutas se ganaban la vida así, entonces entre charla y charla, el me dio los pormenores de que cuanto cobraban, como buscan a sus clientes y demás cosas. Cuando llegamos a mi casa me sentía tan excitada que me metí rápido a mi habitación y me masturbe pensando en que yo era una prostituta de la calle complaciendo a mis clientes. Tuve un orgasmo tan intenso que me prometí a mi misma que seria una fantasía que tenia que experimentar pronto para poder sentirme tranquila. Decidí que seria el próximo fin de semana si o si.

Los días previos al fin de semana me encontraba muy ansiosa, inclusive tenia dificultades para dormir pensando en lo que iba a hacer. Al fin llego el día sábado y como a eso de las 10 de la noche me empecé a arreglar, de manera que me viera como una de esas prostitutas de la calle. Mientras lo hacia me empecé a excitar de una forma muy extraña. Como era una noche caurosa me vestí muy ligera de ropa. Entonces tome un taxi que me dejo a unas cuadras y me dirigí caminando hacia la calle donde estaban todas las prostitutas. Entonces al llegar enseguida me rodearon tres de ellas y me dijeron que ahí no me podía quedar por que era su zona, entonces les dije que solo seria por esta noche, que no fueran malas y me dejaran trabajar solo por hoy, después de estar discutiendo un rato dijeron que estaba bien si les pasaba el 50 % de lo que yo ganara. Yo les dije que si. Las chicas me veían de forma extraña, tal vez les sorprendía que alguien como yo estuviera prostituyendose en la calle,.

Estaba muy excitada de sentirme una mas de esas callejeras esperando que algún hombre se acercara a pedirme mis servicios. Al fin llego mi primer cliente, era un tipo viejo y feo. Me dijo que cuanto le cobraba por solo una mamada, entonces le dije que tanto, el dijo “estas muy elevada de precio, pero me gustas mucho y te lo voy a pagar”. Entonces con muchos nervios y con gran excitación me subí a su auto, y le pregunte a donde iríamos. El se rió y dijo que no, que se lo hiciera en el auto. Busco un lugar oscuro y se estaciono, entonces se bajo la cremallera y se saco su pene, me tomo por la cabeza y me la bajo. Yo primero le empecé a pasar mi lengua por su glande, estuve así por unos minutos. Después me la metí toda y se la empecé a mamar mientras le acariciaba sus testículos, pero solo duro unos instantes y me dijo “no quiero mancharme así que trágatelo todo”. Al terminar de decir esto mi boca se lleno de abundante semen. Estaba tan excitada de sentirme una puta callejera que me lo trague todo y seguía succionando su miembro hasta que quedo totalmente flácido y totalmente limpio. Terminado todo me fue a dejar al lugar donde me había encontrado.


Al llegar al lugar tuve que repartir mi dinero, con las otras para que me siguieran dando chance de trabajar. No paso mucho tiempo y se paro un auto cerca de mi posición, era una pareja marido y mujer. El me dijo cuanto les cobraba por atenderlos a ambos y les di el precio. Sin decir nada me pagaron me subí al coche en la parte delantera en medio de ellos. Entonces la mujer, me metió la mano entre mis piernas y me empezó a masturbar suavemente. Llegamos a unos departamentos y entramos, fuimos a una habitación nos desnudamos los tres y ella se recostó. El me empujo hacia ella y le empecé a chupar su clítoris mientras ella le mamaba la tranca a el. Después de un rato cambiamos de posición, entonces el la penetro y me dijo que me sentara en la cara de ella. Así lo hice y me empezó a chupar deliciosamente. Así estuvimos largo rato cambiando de posiciones, tiempo en el cual hasta que el estuvo a punto de acabar. Nos puso a las dos hincadas de frente a su pene y lanzo abundantes chorros de semen en la boca de cada una, los chorros parecían interminables. Cuando termino de venirse nos ordeno que tragáramos su semen. Como ya había tragado el semen de mi primer cliente, no me importo hacerlo de nuevo. Después entre las dos lamíamos su tranca sintiendo como cada vez se hacia menos dura. Terminamos con un gran beso, entre ella y yo, compartiendo el poco semen que nos quedaba en nuestras bocas. Me fueron a dejar a donde me habían encontrado y de nuevo repartí parte de mis ganancias con las demás.

Al poco rato llego una camioneta con 4 tipos dentro. Se acercaron hacia mi, y me preguntaron que cuanto les cobraría por una fiestecita privada, entonces les di el precio y me dijeron que me darían lo doble pero a condición que hiciera todo lo que ellos querían. Después de pensarlo por un momento, les dije que estaba bien pero si me daban un poco mas de dinero. Entonces discutieron un rato y me dijeron que si. Me subí en la parte de atrás con dos de los tipos. Yo me imaginaba que ahí iba a empezar todo pero ni me tocaron. llegamos a una casa distante del centro de la ciudad, entramos a esa casa y me llevaron hacia una habitación. Entonces de momento uno de ellos me empujo a la cama, caí en ella al darme vuelta vi que todos se estaban desnudando. Yo solo me quede ahí inmóvil pensando en lo que estaba por sucederme. Vi que todos tenían unas trancas descomunales, entonces uno de ellos se me acerco y me dijo “desnúdate”. Yo lo hice rápidamente, no quería hacerlos enojar. Entonces se acerca a mi y puso su tranca a la altura de mi boca y me dijo que se la agarrara. Así lo hice, entonces me dijo escúpela, y la escupí. “Y ahora trágatela y de un solo golpe” me dijo y me la metí a la boca de una mientras los otros me pellizcaban los senos y me metían sus dedos dentro de mi vagina.

Después de un rato, uno de ellos me empezó a escupir en mi vagina y empezó a tratar de meterme todos los dedos de su mano en mi rajita, luego me levanto e hizo que me sentara en su tranca y me la clave hasta el fondo. Entonces otro se puso de frente a mi y con mucha fuerza también me la metió. Tenia dos trancas dentro de mi vagina al mismo tiempo. La verdad es que al principio me dolió un poco por la sorpresa, pero después mi vagina se dilato que fue algo muy placentero. Después de un rato se separaron de mi, y los otros dos me tomaron, me monte sobre uno de ellos y el otro por atrás me la metió en el ano. Estaba siendo doblemente penetrada, los otros dos se pusieron frente a mi y yo me turnaba en chuparles el pene a cada uno. Estuvimos por largo tiempo así, ellos turnándose y cambiando de lugar.

Momentos después se separaron, me sentaron y tenia las cuatro trancas cerca de mi boca. Entonces uno a uno se empezaron a venir eyaculando en mi boca. Mientras lo hacían me agarraban del cabello y me decían “trágatelo perra o te jodes”. Yo excitada y asustada así lo hice, me trague la leche de los cuatro tipos. Terminado todo me pagaron muy bien yo ya estaba cansada, dos de ellos me fueron a dejar al lugar donde me habían encontrado.

Al llegar, de nuevo repartí el dinero entre mis compañeras. Eran las 5:00 am del domingo y pense que ya habia sido suficiente trabajo por hoy. Asi que tome un taxi de regreso a casa. Durante el camino se me ocurrió una forma muy deliciosa de terminar la jornada. Al llegar a mi destino le dije al taxista “Disculpe, no tengo efectivo pero si usted quiere le puedo pagar de otra forma”, mientras con una de mis manos le acariciaba su vega por encima de su pantalón. Su silencio me lo dijo todo. Asi que le saque su tranca y me esforcé por darle la mejor mamada de su vida. Después de unos minutos siento que sus chorros de semen empiezan a salir llenándome toda mi boquita. Por un momento pensé en escupirlo todo, pero venia de tragar tanto semen que no me importo tragarme una dosis mas de leche y me lo trague todo dejándole su pija limpiecita también.

Karin.

k a r i n i s i l @ h o t m a i l . c o m
Datos del Relato
  • Autor: Karin
  • Código: 17261
  • Fecha: 25-08-2006
  • Categoría: Confesiones
  • Media: 5.87
  • Votos: 45
  • Envios: 4
  • Lecturas: 3274
  • Valoración:
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Comentarios


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3 comentarios. Página 1 de 1
Marco Antonio
invitado-Marco Antonio 06-09-2006 00:00:00

realmente increible ojala yo hubiera sido uno de esos clientes

harvin solarte padilla
invitado-harvin solarte padilla 30-08-2006 00:00:00

Esta bien la parte inicial del relato, pero luego inicia una fantasia irrealizable, demasiada exagerada, creo que se deben clasificar, por lo menos por rerspeto al lector.

Milton
invitado-Milton 25-08-2006 00:00:00

Muy exagerado y fantasioso. En última instancia, para hacerlo más atractivo, debiste inventar determinados detalles que lo hicieran diferente a todos los que has escrito con anterioridad.

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