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Categoría: Confesiones

La puta de mi familia -2

Hola ya les conté la historia de cómo me cogieron en un recital, para los que no lo recuerdan me llamo Ángeles, soy de Bs As tengo 42 años, dos hijastros, un esposo, su nombre es Carlos, es 5 años mayor que yo, siempre está muy ocupado y aunque es muy atento , últimamente nos está faltando algo de buen sexo, es por eso que estamos experimentando nuevas cositas, ya que después de lo que me sucedió en el estadio, comencé a sentirme una mujer deseada, nueva, con ganas de sexo todos los días, pero sobre todo puta, muy puta. Mido 1, 65, peso 56 kg, mis pechos tienen 92 con unos retoques de cirugía, pero se ven muy lindos, bien levantados, mi cola y caderas miden 96 pero ha pasado por mucho gym y junto a mis piernas dan una armónica visión de mi cuerpo que, con mi abdomen plano, todavía atraigo las miradas de muchos tipos grandes y no tan grandes.

Una tarde de mucho calor estaba en el fondo de casa tomando un poco de sol, al costado de la pileta, aprovechando que en casa no había nadie y sabiendo que todos no vendrían sino hasta la noche, decidí ponerme algo más liviano, llevaba puesta tan solo la parte inferior de la bikini, ya que quería dar un poco de sol a mis tetitas, en un momento me quede dormida de cara al cielo, me desperté cuando sentí la mano de alguien que me tocaba los hombros, asustada, no veía bien por el resplandor del sol, tan solo atine a taparme mis pechos, aunque ya era tarde quien fuera que me llamaba, ya había visto todo, al abrir los ojos vi la figura de un chico, que un poco avergonzado me dijo:

—hola señora, disculpe me mando su hijo Joaquín y me dio las llaves de su casa, para que le lleve unos apuntes de la facultad, ya que él no va a poder venir a buscarlos, pero no los puedo encontrar.

—dame un minutito, me meto al agua, porque no doy más de calor y lo buscamos.

—ok, me doy vuelta así puede meterse tranquila.

—está bien, ya viste todo, además soy una vieja para vos.

—no Ángeles... Por favor, usted está muy linda. Bueno se lo digo con todo respeto.

—sí, sí... Dale…

Me metí en la pileta, y al salir el chico, que se llama Martín, me envolvió con un toallon, me pareció muy tierno, nos fuimos a la habitación de mi hijo a buscar esos apuntes, pero antes me puse una remera, que, aunque sin sostén y con el cuerpo un poco mojado se pegaba a mis curvas dejando que mis pezones se notaran más que bien, estábamos en la búsqueda y Martín dijo algo que sonó como un disparo:

—Angy usted nunca pensó en ser modelo?

—Jaja no, por qué?, ¿te parece podría haber sido modelo?

—Si es muy linda y tiene un lindo cuerpo.

—Si seguís tratándome de “usted” voy a sentirme modelo de geriátrico.

—Bueno perdón, pero te conozco desde que era chico y nunca había notado que sos tan linda.

—Mi Amor!!! Te está afectando el calor.

—Nooo, perdóname si te molesta lo que te digo, pero es verdad.

Entonces me acerque a él lo abrace, tome su cara con mi mano y le di un beso, en agradecimiento por sus cumplidos, él también me abrazo y pude notar su paquete sobre mi pierna derecha, pensé en salirme de esa situación ya que era evidente que el chico estaba excitado, pero lo malo era que yo también lo estaba, entonces me quede y solo deje que el hiciera lo que tenía ganas y se atreviera a hacer con la mama de su amigo, no quería ser yo quien provocara la situación, el chico devolvió el beso que le di, besándome la mejilla muy cerca del ovulo de mi oreja derecha, yo cerré los ojos, él fue por mas y poquito temeroso puso sus labios en mi cuello, el corazón mío comenzó a acelerarse, podía notar como mis pezones empezaban a tomar un estado de dureza, mi respiración cambiaba, el, que ya me tenía abrazada, tímidamente bajaba su mano tratando de tocar mis nalgas, pero no lo hacía, aunque si ya besaba más fuerte mi cuello, los dos sabíamos que esto ya se estaba pasando, entonces tome su mano, esa que buscaba entrar en mi bikini, lo mire a los ojos y le dije:

—Martín esto me gusta, pero si lo vamos a hacer tiene que ser nuestro secreto.

Dicho esto, nos fuimos a mi cuarto, él se quitó la ropa, tenía un lindo tamaño de pene, comencé a mamárselo, no lo podía creer me estaba cogiendo al amigo de mi hijo y en la misma cama que lo hacía con mi marido, en eso alguien toco timbre, yo muy nerviosa, le dije

—Vestite.

—No te preocupes yo atiendo.

Se puso un short y salió, e hizo entrar a alguien, se escuchaba que hablaban, y reían en un tono más bien bajo, de complicidad, yo estaba en la habitación a medio vestir, cuando entro Martín acompañado de Alejandro otro de los amigos de mi hijo, quede anonadada, entonces Martín me dijo

—A Ale lo conoces?

—Sí, sí, pero...

—Pero nada, putita, ni tu hijo, ni tu marido se van a enterar solo te pido que nos des un poquito de placer a los dos.

—Están locos?

—Dale...si no vamos a tener que contarle a todo el mundo.

—Bueno ok, ok.

—Te vamos a coger y nada más...

—Bien, pero júrame que de esto ni una sola palabra.

—Chupa, cállate y quédate tranquila, que estas muy buena para perderte de putita.

Comencé a chuparle la verga a Martín, mientras que Ale jugaba con su lengua en mi ano y mi argolla yo volaba de placer, la situación sin dudas era extraña, dos vergas jóvenes y bien duritas para mi sola, era la primera vez que me sucedía algo así, Ale me la introdujo y se sentía muy bien, el chico sabia como coger a una mujer, Martín llenaba mi boca con su verga y me decía

—Decime quien sos?

—Ahora soy la puta de los amigos de mi hijo.

—Y que vas a hacer?

—Todo lo que me pidan.

—Muy bien putita, ahora te la vamos a meter los dos, así que relaja el culito.

Él se acostó debajo mío, me ordeno que me subiera a su pene, lo hice y deje el culito a merced de Ale quien, mientras Martín me penetraba por la vagina, el me la metía por el culo, yo me sentía en el cielo, esas dos vergas eran mías... me dieron hasta que los dos dejaron su leche en mi interior... Quería más... Pero ellos se vistieron y se marcharon.

Esa noche me sentí totalmente libre, con ganas de que se repitiera y la calentura con la que había quedado me llevo a coger con mi marido como hacía mucho tiempo que no lo hacíamos y al otro día luego del desayuno, ya cuando mi marido había salido para su trabajo fui a la habitación de mi hijo, a despertarlo pues tenía que salir para sus quehaceres, al entrar en el cuarto de Joaquín había un colchón en el piso y alguien más durmiendo en él, creí conocer a quien dormí en ese lugar, pero le reste importancia ya que muchas veces los amigos de mi hijo se quedaban estudiando hasta muy tarde y no se iban a su casa, fui a llamar mi hijo, pero él ya estaba despierto, me tomo la mano y me dijo recuéstate a mi lado, necesito sentir tus mimos, lo hice para complacerlo, me abrazo y acercando sus labios a mi oído me dijo

—Así que mi mamita es la putita de mis amigos?

Yo me quede helada, paralizada, no sabía que responderle, entonces el volvió con la pregunta.

—Así que mi mamita se coge a mis amigos y mi papa no lo sabe?

—Fue una sola vez, te juro hijo que me equivoqué- dije yo cargada de nervios.

—No, no, no vos sabes no fue una sola vez, porque en el recital también te cogieron dos amigos míos.

—Vos que sabes de lo del recital? Bueno hijo ya basta.

—Lo es absolutamente todo... ok, basta de fingir si querés ser putita vamos a hacerlo bien, o sino papa se va enterar.

—Joaquín esto me puede costar el divorcio, por favor, que querés?

—Muy bien, esa es la palabra correcta.

—Por favor hijo no me corras con dinero porque sabes que no cuento con mucho.

—No, no el dinero va a salir de otra parte.

Yo estaba súper nerviosa, me temblaban las manos, él me tenía abrazada desde atrás, tomada de mi cintura, en posición de lo que llamamos cucharita y podía sentir en como su pene se apoyaba en mis nalgas, algo morboso pasaba por su mente y me estaba asustando, entonces besándome el cuello de manera tan sensual que me erizo la piel, bajo su mano derecha lentamente por mi plana pancita y fue introduciéndola cuidadosamente en mi zona púbica hasta llegar a mi conchita, la tomo con toda su mano, yo estaba bastante húmeda y él lo noto, introdujo un dedo en ella suave y dulcemente, yo le dije:

—Hijo soy tu mama- mientras tiraba mi culito hacia atrás, instintivamente, pues muy a pesar de todo me calentaba la situación, el volvió a besarme, mientras jugaba con su dedo en mi clítoris ya muy mojado, yo explotaba de calentura, pero entonces le dije:

—No querrás cogerme?

—Yo no, además no soy tu hijo de sangre, pero solo quiero que te cojas a los amigos que te traiga, vos tenés tus aventuras y yo tendré un dinerito extra para mis salidas, y a papa, ni una sola palabra.

—No podés hacerme esto.

—Mamita, si puedo y acá esta Patricio, despertalo con una mamada mientras yo me baño y atendelo bien porque ya me pago.

—Pero hijo!!!

—La putita se tiene que quedar callada y obedecer, ¿esta?

—Ok, lo haré, pero una sola vez.

—No, no todas las veces que yo te lo pida y ahora tenemos que quitar la ropita.

Luego de decir esto me saco el culot que llevaba yo puesto, quito mi remera, dejándome completamente desnuda ante sus ojos, me acaricio todo el cuerpo y la verdad se sentía muy lindo, saco del cajón de su mesa de luz un pote de vaselina en pasta y lo unto en mi ano e introdujo un dedo en él, luego fue el turno de untar mi conchita, aunque estaba bien lubricada y dijo

—Te pongo esto porque Patricio la tiene muy grande y no me gustaría que te lastimen... debo cuidar muy bien putita que me dará mucho dinero, ya estas lista a trabajar.

No tenía más alternativa, Joaquín salió de la habitación y me fui directamente en busca del pene de su amigo, me sentía una puta, la puta de mi hijo, lo raro era que me gustaba, el chico se despertó.

Y me tomo de la nuca para que me metiera su pene en toda mi boca, luego de un rato de lamer sus jugos me pidió que subiera encima suyo, yo como buena puta obediente subí a su enorme pija que entro hermosamente en mi conchita, me hacía estremecer en cada empujón, sentía un tremendo falo entrando y saliendo de mi almejita, en un momento no pude contenerme más y comencé a gritar como loca, el muchacho la saco de la vagina y guío su artefacto asía mi ano, lentamente lo fue metiendo, mis gritos ya se oían por toda la casa, estaba muy excitada, largue mi primer orgasmo y el seguía, mi hijo entro en el cuarto y al verme así me dijo:

—Te gusta putita.

—Siiiiii- le dije y no me importo nada, yo tan solo quería seguir disfrutando de esa hermosa pija que ya llevaba un buen rato jugando conmigo, hasta que por fin descargo todo su caliente semen dentro mío, yo quede destrozada tirada en el colchón, desnuda y culito para arriba, el muchacho se vistió me dio un beso, agradeció a mi hijo y se marchó, entonces Joaquín dijo:

—A ver mamita levanta el culito que quiero probar la mercadería.

Le pedí que no lo hiciera, pero igual lo levante y el metió su pene hasta el fondo y lo peor es que se sentía muy lindo me cogió a sus antojos y lo disfrute como loca....

CONTINUA....

Datos del Relato
  • Categoría: Confesiones
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