Cada vez más Blanc es acidua a la lesbiana de su vecina que la llena de mucha pasión manteniendo a toda costa esa llama encendida de amor como enamoramiento. Haciendo sus juegos divertidos de alcoba que la dejan peculiarmente excitada igualmente placentera a pedir de boca que no pide más que la confianza, el cariño como el amor genuino de la vecina lesbiana; dejandose ver y relacionarse en los acontecimientos en donde circula y participa en compañía compartida y grata de Blanc que se deslumbra por los reflectores alumbrando la brillantes como la vibrante presencia hasta exhibición de la gala y glamour de la vecina lesbiana es también guapa y sexy como la propia Blanc hoy día por las bendiciones colmadas en espiritualidad como gentileza inclusive, divina como glorificante y emocionadisima que irradian y expiden las dos como unas fragancias finas de marca famosa como cotizadas a pedir de boca siendo la embidia corroida de las otras parejas de lesbianas que ven colmadas de toda la felicidad reafirmante como vigorosamente de ambas en el circulo social que concurren a la fecha del día de hoy acceptando su nuevo rol y su nueva vida que pensaba Blanc que solamente iba a tener relaciones con el hombre de su vida que es su enamorador también iba a experimentar como conocer sus tendencias de relaciones lesbianas al mismo tiempo que lo encuentra fabuloso como experimentalmente como fuera una realidad impregnada a su piel como a sus pensamientos igualmente a su corazón hasta a su alma en todos los esplendores del mundo no tiene nada que ocultar, ni siquiera negarlo, ni tampoco alborotarse de lo que diran que le viene sin ningún importancia que no le pondra en absoluto oído ni atención alguna solamente le interesa a ella y a su vecina la lesbiana.