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Esta es la historia de la primera vez que tuve sexo con mi hermanito m

Esta es la historia de la primera vez que tuve sexo con mi hermanito menor, me hizo suya y ahora no puedo estar con nadie mas

 

Una tarde cuando regresaba a casa de que había sacado a pasear mi perrito sentí a alguien en el patio, primero me asuste un poco pero luego vi que era mi hermano menor que me estaba observando mientras cerraba la reja de la calle y pude notar que tenía las manos en las bolsas del pantalón tocándose la verga; y no me extraña mi hermano acababa de cumplir 14 años y yo estaba a punto de cumplir 17. Como era mediados de octubre toda vía hacía calor por el día pero en la noche empezaba a refrescar así que yo llevaba puesto un short pegadito de mezclilla que se pegaba a mis nalgas y una sudadera que no era muy holgada pues desde que estaba en secundaria tengo el más grande busto que la mayoría de mis compañeras de hecho ya a esa edad me gustaba dejar un poco abierto el cierre para que se notaran más mi pechos. Cuando vio que lo vi se puso rojo como tomate. Unos días después paso que estaba en la casa y cuando iba al baño que los dos compartimos entre y él estaba orinado prácticamente desnudo pues iba a bañarse pude ver su cuerpo de adolescente alto y delgado brazos flacos y casi en las costillas pero lo que llamo realmente mi atención fue su pene su gorda verga, no era larga ni mucho menos pero si era muy ancha y eso que estaba flácida porque estaba orinando. Ese día empecé a obsesionarme con la verga de mi hermanito, trataba de espiarlo cuando se bañaba por la ventana del baño que da al patio de atrás pero casi siempre se empañaba cuando él se bañaba, casi siempre teníamos la casa solo para nosotros tres (tenemos otra hermana más chica) porque mi mamá trabajaba casi todo el día y es soltera.

Un fin de semana que mi mamá iba a llevar a mi hermana a un viaje a otra ciudad Salieron el viernes por la tarde y no iban a regresar hasta el domingo a medio día por lo que me quede a cargo de mi hermano para cuidarlo. Él me dijo que se iba a bañar así que en cuanto se metió al baño corrí al patio para asomarme por la ventana, esta vez las ventilas estaban abiertas por lo que el vapor no empaño la ventana y pude ver como mi hermano se tallaba el cuerpo y acariciaba su gruesa vara de carne hasta ponerla tiesa, a lo mejor fue mi imaginación pero estoy segura que creció casi el doble de su tamaño. Cuando termino de bañarse y empezó a secarse, voleo a la ventana y me oculte, pero no sabía si me había visto.

Corrí a mi cuarto por la toalla porque cuando él saliera me iba a meter a bañar yo, cuando salió mi hermano me metí al baño y apenas entre a la regadera escuche que la puerta se abrió. Mi hermano se había metido al baño y me dijo que ahora le tocaba a él verme, yo le dije “¿De qué hablas?” “no te hagas mensa, tú me ves cuando me baño y ya me toca verte encuerda hermanita” yo quise decirle que no era cierto y que se saliera, pero antes de que terminara de hablar me interrumpió y me dijo “no me mientas, te gusta verme el fierro ¿verdad?” mientras se acariciaba la verga sobre el short que llevaba, se acercó más a mí y con la mano que se había estado acariciando la verga me acaricio la mejilla incluso podía sentir el aroma de su verga. Me intento besar y me saco de un jalón de la regadera, estaba mojada y casi me resbalo. “Que buena estas hermanita” dijo mi hermano paso su delgado brazo de adolescente por mi cintura y empezó a acariciar mis nalgas mientras me besaba el cuello “que rico hueles y que suaves nalgas tienes”. Yo sentía su verga creciendo pegada a mis piernas y mi corazón latía como loco, lo bese con calentura y me llevó al cuarto de mamá que tenía una cama más grande.

En el cuarto de mamá me siguió sobando me besaba el cuello me decía que tenía ganas de chuparme las tetas, de darme nalgadas, de chuparme la panocha, de cogerme bien rico…” yo le dirigí una mano a mis nalgas y la otra a mi vagina, y luego lo agarre de la cabeza y dirigí su cara a mis generosas tetas que el empezó a chupar como bebé con mucha fuerza que me hizo un poco de daño lo que me hizo gemir de dolor y eso lo éxito aún más. Se arrancó el short rápidamente y me dio a chupar los dedos que había metido a mi vagina y que ya estaban empapados de mis jugos, los chupe con gusto, me encanta probar mis sabores. Cuando su pene estuvo libre me lance sobre él y empecé a chupárselo, me encantó el sabor de la verga de mi hermano. Él me dijo que me quería chupar la pucha y lo deje, me acosté empapada como estaba y él se bajó a jugar en mi entrepierna con su lengua, con muy poca destreza y nada de delicadeza.

Para cuando me di cuenta él ya se estaba acomodando para penetrarme, y aunque por un momento me dio miedo que me embarazara, antes de poder decir algo yo misma estaba dirigiendo su miembro con mi mano por mi vagina, porque él lo hacía sin habilidad, se notaba que no tenía experiencia, le pregunté si lo había hecho antes, me dijo que no, y lo bese le dije que yo le iba a quitar lo virgencito y lo iba a convertir en todo un macho, entonces lo deje penetrarme y apenas me metió su gorda verga tuve un orgasmo, iba a penas la mitad y yo ya estaba sintiendo temblores en mi vientre y cuando me metió el resto tuve otro orgasmo aún más intenso que me hizo gritas como poseída, “¿te gusta verdad perra? ¿Quieres que te de verga?” yo me mordía los labios y movía la cabeza asintiendo. El placer aumento cuando me bombeaba y yo me movía para acompañar sus embestidas, la fuerza con que me cogía mi hermano hacía que mis tetas temblaran. Esos movimientos no duraron mucho y empecé a sentir como mi hermanito regaba chorros de su semilla en mi vientre, “que rico se sienten tus calientes chorros de semen dentro de mii vagina hermanito, quiero volver a sentirlo hermanito” le dije mientras me estiraba.

Coger con mi hermano como novio duró hasta el domingo en la mañana; pero ese fin de semana lo hicimos por todos lados, el último encuentro termino unos minutos antes de que mi madre y mi hermana llegaran. Era genial tener una pareja en la casa para quitarme las ganas; coger con mi hermano menor era de lo mejor, le aumentaba mucho morbo el tabú y lo prohibido, por lo que nos volvimos muy discretos y el empezó a mejorar mucho, incluso le dije que si seguía así de bien podíamos convencer a nuestra hermana menor para que se dejara coger a ver si a si se le quitaba lo ñoña. Él me dijo que a la que se quería coger como a mí era a mi mamá que la pondría de perrito y le dejaría todos su mecos en la pucha. A veces se me ocurría la idea de que me dejara embarazada. Cuando se lo decía él se reía y me decía que estría bien chingón dejarnos a las tres preñadas y que algún día nos vería a las tres bien panzonas. Yo me mojaba de solo imaginarnos a mi mamá, a mi hermanita y a mí con sendas barrigas caminado por la calle o en alguna plaza con ropas de maternidad buscando ropitas, cunas y de más cositas para los bebés de mi hermano.

Saludos incestuosos a todos los lectores.

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