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Categoría: Lésbicos

Con vistas a la ciudad

Recibí una invitación a una fiesta que daban en homenaje a nuestro jefe de contabilidad, por jubilarse de la empresa, la verdad es que no me decía nada pero por respeto acudí

―Buenas noches Srta Marta

―Buenas noches Sr.

Así iba saludando uno a uno a todos sus empleados el Gerente de la multinacional, a medida que el personal llegaba al Hotel donde se haría la recepción, cena y celebración en general. A lo lejos vi a mis compañeros de departamento así que me dirigí hacia ellos

―Hola guapa

―Hola Raquel, que tal chicos, hay novedades de las que me tenga que enterar?

A ninguno le apetecía estar allí, así que decidimos mirar y criticar a los demás departamentos de la empresa el como iban vestidos, si habían nuevas parejas, o simplemente intentar pasar la noche lo mas distraídos posible

―Pues de momento nada fuera de lo normal, un verdadero aburrimiento, ya te lo dije y tu insististe en venir

―Lo se Raquel pero a mi me cae bien Oscar y es la última vez que lo veremos, porque a parte de jubilarse, se va del país , me dijo que viajaría mucho

―Lo se, lo se y por eso y solo por eso estamos aquí todos, en vez de estar bebiendo cervezas en el bar de Toni , jajajajaja― soltando una gran risa.

―Que loca estas nena, bueno voy al servicio, ahora vengo

―Ok, no tardes que el brindis empezara en breve

Subí las escaleras de mármol enorme dejando que el trocito de cola de mi vestido tapara el escalón inferior y al final de esta me enamore de la visión que ofrecía de toda la recepción de la sala, el ir y venir de la gente todos arreglados con trajes chaquetas y vestidos preciosos de todos los colores, de los camareros de etiqueta con sus bandejas haciendo malabares entre la gente, la puerta principal con el Gerente dando la mano a todo el mundo.

―Que vista verdad?

Ni me había dado cuenta que a mi lado se encontraba una chica no la escuche acercarse y cuando la mire para contestar me quedé atónita, era preciosa unos ojos verdes con una luz deslumbrante una melena morena y un vestido ajustado dando forma a su cuerpo escultural

―Eh? Si una vista… impresionante― le dije sin poder casi gesticular

―Dime la verdad, estas ceremonias son aburridas verdad?

―Ufff pues si, pero tenemos que venir, ya sabes hay que quedar bien con los jefes.

―Claro, bueno por lo menos tenemos buenas vistas― mirando hacia la gente― y la comida me han dicho que también esta muy bien, jajajaja

―Bueno voy al servicio que de aquí nada empezara el brindis y hay que coger las mejores copas jajajaja

―Ok nos vemos

Entre en el servicio y tras cerrar la puerta di un gran suspiro, Dios pero de donde ha salido esta hermosura, de que departamento será?, seré idiota no se lo he preguntado, se lo tengo que explicar a Raquel

Volviendo al rincón donde estaban mis compañeros, agarre a Raquel del brazo y la retire un poco de todos

―Que pasa nena, parece que has visto al lobo

―Estaba arriba observando toda la sala , que la verdad la vista impresiona y he conocido a una mujer bellísima, no se ni como se llama ni de que departamento es, pero tengo que localizarla.

―Tranquila respira hija, escuchemos el discurso del Gerente y luego la buscamos entre las dos vale?

―Si, si

Empezó el discurso del Gerente, como siempre dando alabanzas del personal que tenia y del Sr Oscar que después de 35 años en la empresa ahora le llegaba el momento de viajar de estar con los nietos con la mujer etc, etc

Al final del discurso, pidió un gran aplauso a la persona que había hecho posible que esa noche todos estuviésemos reunidos para darle una gran despedida al Sr Oscar y por haberse encargado de que todos nosotros recibiéramos la citación a este gran evento

―Un gran aplauso a la persona que ha hecho esta noche posible, a mi hija Sandra

Y todo el mundo se puso a aplaudir, cuando mis ojos vieron la mujer que subía a dar dos besos al Gerente.

―Raquel,

―Que?

―Raquel que es ella, es la hija del Gerente, me quiero morir

―Porque? Que le dijiste?

―Que estábamos aquí a la fuerza, uffffff tierra trágame, ya no es necesario que la busquemos todo lo contrario , ayúdame para desaparecer , ella a montado todo esto y yo solo lo he criticado y encima a su cara

―Madre mía Marta, vamos disimuladamente hacia la puerta y si alguien nos pregunta te encuentras mal vale?

―Si por favor, que vergüenza

Nos dirigíamos a la puerta disimuladamente, cuando una mano se pone encima de mi hombro

―Ya te vas? Tan aburrida es la fiesta?

Al girarme, deseé que la tierra se me hubiese tragado, era ella y tenia la misma mirada cautivadora, pero esta vez yo no podía ni mirarla a la cara

―Es que no se encuentra bien―dijo Raquel mientras yo seguía mirando al suelo con la cara blanca como el papel.

―A pues entonces deja que yo la acompañe, tengo la Limosina ahí afuera e ira mas cómoda no crees? Mirando a Raquel con una sonrisa picarona en la cara,

―Si claro como desees

En ese momento mire a Raquel con una cara de te mato, yo te mato pero que haces sácame de aquí, no me puedes hacer esto

―De acuerdo, pues vamos

―Pero tu tienes que estar en la fiesta, tu padre que dirá si desapareces―dije para intentar escapar de aquella locura

―No te preocupes, ya esta acostumbrado de que desaparezca de estas fiestas tan aburridas―guiñándome un ojo y soltando una risilla

Me puse mas blanca si se podía y me encamine hacia la salida, realmente esa situación me estaba sentando realmente mal tenia el estomago revuelto y tenia ganas de vomitar.

Al salir el chofer abrió la puerta de la Limosina y entre en ella

Era grande muy espaciosa con grandes asientos de piel negro con un mini bar con botellas de Whisky, Coñac. Ron y refrescos

Dio unas instrucciones al chofer y entro en la Limosina sentándose en un asiento contiguo al mío. En cuanto la Limosina arranco el cristal que separaba los asientos del chofer se subió dejándonos al completo solas, se escucho como el hilo musical se activaba y el aire acondicionado también.

―Quieres tomar algo?

―Un agua estaría bien

―Pues si que es verdad que no te encuentras bien, pensé que me pedirías un Whisky riéndose

―La verdad es que tengo el estomago revuelto

―Bueno tu sabes como me llamo pero me gustaría saber como te llamas?

―Oh si perdona me llamo Marta

Y tras decir esto mi estomago hizo reacción y empecé a vomitar como una descosida. Siempre que me ponía nerviosa y ante una metida de pata de tal calibre mi estomago tenia vida propia y los nervios siempre se me desencadenaban en el estomago.

Sandra se sentó a mi lado y sujetándome la cabeza, daba instrucciones al chofer tras el telefonillo

―Cambio de planes Alberto, llévanos al hospital mas próximo, rápido

―No tranquila no es necesario, me encuentro mejor – acto seguido volví a vomitar

―Si ya lo veo con una leve sonrisa

―Mira como te estoy dejando la Limosina, me da mucha vergüenza, lo siento

―Tranquila, no te preocupes ya llegamos al Hospital

Agarro unos hielos entre servilletas y me los puso en la nuca tirando mi cabeza hacia detrás, para que respirara profundamente.

Llegamos al Hospital y chofer abrió la puerta ayudándome a salir

―Alberto ve a casa y tráenos ropa para cambiarnos que estamos perdidas de… y no siguió hablando solo señalo los vestidos.

―Si Srta. ahora mismo vuelvo, con el otro coche

Me atendió una enfermera y me dirigió a uno de los Boxers, me hizo cambiar y me dio una camisola azul, a Raquel la llevaron a sala de espera

Al cabo de un rato el chofer volvía al Hospital con ropa de cambio, Raquel le dio instrucciones de que se fuera para casa dándole dinero para el taxi dejándole allí el coche. Se cambio de ropa y en una bolsa metió los dos vestidos y se la dio al chofer con instrucciones de llevarla al día siguiente a la tintorería

Se quedo en la sala de espera muy diferente de cómo había llegado, con unos tejanos un jersey y unas bambas, y lo mismo en otra bolsa para mi

El doctor después de reconocerme, me dijo que todo estaba bien y que seguramente serian nervios , a lo que afirme como sabiendo de lo que me hablaba por otras ocasiones

Salio a la sala de espera y llamo a Raquel, le explico lo mismo y la dejo pasar al Boxer

―Hola, que tal?

―Mejor, el medico me ha dicho que son nervios.

―Si me lo ha dicho a mi también.

―Me da vergüenza que te encuentres en esta situación por mi culpa.

―De eso nada, no es de nadie la culpa

―Te quiero pedir disculpas por lo que dije antes

―Antes? Cuando? Si solo vomitabas jijijij

―No antes de eso, al final de la escalera en la recepción de la fiesta.

―Ah eso, tranquila , ya te dije que para mi también es un rollo ese tipo de fiestas

Y entre sonrisas me dio la ropa.

―Toma ponte esto y nos vamos vale?

―Gracias, te puedo hacer una pregunta?

―Si claro dime

―A donde íbamos antes de que me pusiera a vomitar como una posesa, que yo sepa no te dije en ningún momento mi dirección?

―Lo se…

―Ahh mírala no me lo vas a decir?

―Ummm no. Hoy porque estas enferma pero otro día si que te llevare a ese misterioso sitio quieres?

―Si, claro, pero me encuentro mucho mejor si quieres podemos ir a hora

―Estas segura?

―Si, por favor vamos, quiero saber a donde se dirigía la Limosina

―Ok, pues Srta. Marta vamos , jjajaja

Salimos del Hospital y nos subimos en el coche que el chofer había dejado estacionado en el parking

―Vaya, tu si que tienes una colección de coches.

―Bueno la Limosina es de mi padre, este es el mío, la verdad me siento mas cómoda con mi coche

―Bueno y dime a donde vamos?

―No seas impaciente, y relájate

Hacia unas horas que nos habíamos conocido y parecía que éramos amigas de toda la vida, cuando me hablaba parecía como si supiese lo que iba a decir y a ella le pasaba lo mismo, estábamos conectadas. Tras media hora subiendo por una carretera oscura y bastante desgastada llegamos a un plano donde paro el coche.

―Este sitio es único para mi, tiene un encanto especial , cuando quiero estar sola vengo aquí

Bajamos del coche, y ante mi se abrió toda la ciudad, las luces de la noche de todas las calles casas y coches se percibían en la lejanía, me quede muda ante tal visión , no tenia forma de explicar lo que mi cuerpo empezó a experimentar cuando su mano rozo la mía ante toda aquella belleza, el silencio y las luces en mis pupilas me tenían atontada

―Te gusta lo que ves

Y girando hacia el lado que estaba ella le dije

―No hay visión mas perfecta que esta― sin quitar la mirada de sus ojos de sus labios de toda ella.

Volví a mirar hacia la nada de la inmensidad de la ciudad , mientras su mano agarraba la mía, tenia la piel suave y tersa.

―Tienes la mano fría― me decía mientras que encerraba mi mano entre las suyas para darle calor.

Yo no quería que aquella situación acabase nunca, pero la verdad es que estaba bastante floja y algo mareada, aunque intentaba disimular.

―Teníamos que haber venido otro día, veo que no te encuentras bien, ven te llevare a tu casa

―No, tranquila estoy bien, estoy maravillada de esta espectacular vista.

Pero una de mis rodillas le fallo las fuerzas y casi caigo al suelo, Sandra me agarro fuerte para que no cayera al suelo.

―Ves si casi no tienes fuerzas no me he dado cuenta hasta que tu mano fría como el hielo te ha delatado

―Quizás tengas razón― con una sonrisa floja

Me dejo en mi casa, no sin antes darle mi número de móvil y ella el suyo.

―Mañana te llamo, para ver como andas vale?

―Gracias por todo Sandra.

―No me las des,

Al día siguiente mi estomago estaba dolorido del esfuerzo de la noche anterior y me dolía la cabeza , pero solo con pensar, de la noche tan mágica que pase con Sandra se me quitaba todo lo malo, no podía creer que me llevara al Hospital que se quedara conmigo, y que después me enseñara un sitio tan especial para ella,

Me estaba enamorando de una chica a la que apenas conocía y que para colmo era la hija de mi Jefe

El sonido del móvil me hizo volver a la realidad, en la pantalla salía un numero desconocido, mire el papel que me dio Sandra y era el mismo número, era ella, me volvían a temblar las manos , que me estaba haciendo esa chica, solo el pensar que era ella la del otro lado del teléfono mi corazón se me salía del pecho. Dejo de sonar y no tuve el valor de contestar, al minuto sonaba el timbre de un mensaje

" hola preciosa, supongo que estas descansando, como estas del estomago?, bueno recupérate y si lees este mensaje llámame , besos"

Tras leerlo se dibujo una sonrisa en mi cara y me quede casi todo el Domingo durmiendo.

Al día siguiente tocaba ir a la oficina y ya me encontraba mucho mejor, así que me levante me duche me vestí y partí hacia la empresa

Al llegar me estaba esperando como siempre Raquel en la puerta para tomar el café.

―Hola nena, que tal el Sábado? No me digas que no te hice un favor eh?

―Calla,, calla que si te explico

―Explica, explica

Cuando acabe de explicarle toda la nochecita, se me quedo mirando se me acerco y me dijo

―Tu te has enamorado

―Pero no has escuchado todo lo que te he explicado?

―Si, pero tu te has enamorado, que nos conocemos, no has visto con que cara me has explicado todo lo sucedido, parecías una niña con un caramelo en la mano

―Jjajaja que bruja eres, pues no voy a negarte que esta chica me tiene como loca, pero tampoco hemos tenido tiempo para hablar sin que yo saque por mi boca cosas que no son palabras jajajja entiendes

―Mira, tía

―Que?

―Ahí, en la puerta, nunca había venido por la empresa y ahí la tienes, nena esta chica también se ha enamorado me da que si― y subiendo a la oficina, me dejo ahí plantada mirando a Sandra.

Se le veía guapísima, la verdad es que nunca había venido a la empresa y era raro que apareciera por ahí

Me miro y me sonrió, saliendo detrás de ella su padre (ósea mi Jefe), le sonreí y subí las escaleras hacia la oficina

―Srta. Marta.

Escuche a lo lejos

Me gire y era el Sr Gerente quien me llamaba al lado de su hija

―Si , Sr.

―Me ha contado mi hija que no se encontró muy bien el sábado noche y que por eso tuvo que ausentarse de la fiesta?

―Si Sr. pero nada serio, ayer pase el día en la cama y hoy como nueva Sr.

Sandra me miraba con una dulzura que me estaba matando

―Bien si ve que no se encuentra bien, por favor vaya usted de nuevo al medico y haga reposo

―Gracias Sr., no será necesario

Separándose de nosotras para hablar con los Directivos que aparecían por la puerta nos quedamos solas cara a cara

―Como te encuentras te llame ayer

―Bien si lo vi , pero me pase todo el Domingo durmiendo y me sentó bien hoy estoy como nueva. Y tu? Que haces por aquí? Nunca habías venido antes verdad?

―No, pero…

―Bueno Srtas entremos― dijo el Gerente― Sandra te enseñare la oficina que ocuparas, ahora que Oscar ya no esta necesito una contable competente, estas lista?

―Si, claro

Me miro y con la mano me hizo una señal de "hasta luego".

El día transcurrió con normalidad, no la vi en todo el día, así que llego la hora de irme a casa, estando en la parada del autobús, se paro un coche bajando la ventanilla, me incline y vi que era ella

―Hola te puedo acercar a tu casa?

―Hola pero tu no has venido en el coche de tu padre?

―Si pero a la hora de comer he pasado por casa y me he traído el mío, ya sabes prefiero conducir yo a que me lleven , jijiji

Abrí la puerta y entre en el coche, no se como pero sin darme cuenta me dio dos besos, en las mejillas, pillándome desprevenida totalmente

―Y bien, te apetece que vayamos a tomar algo

―Si claro, la verdad es que tengo algo de hambre

―Muy bien entonces vayamos a cenar, te parece

―Ok

Me llevo a un restaurante, con un estilo muy hogareño, la comida muy casera, me encanto la sencillez pero a la vez lo bueno que estaba todo. Nos dieron la 1 de la madrugada sin darnos ni siquiera cuenta

―Madre mía, mira que hora es, se me ha pasado volando el tiempo―le dije

―Si es verdad a mi también me ha volado, me siento muy bien contigo…

Y un silencio se levanto por primera vez entre las dos.

Salimos del local y me llevo a mi casa, al llegar al portal , apago las luces del coche y el motor

―Me lo he pasado genial sabes?

―Yo también Sandra, quieres subir a tomar la última copa?

Me miro a los ojos, me agarro de la mano, la cual yo cerré entre mis manos sin dejar de mirar sus ojos.

―Sandra yo no se , si tu, estas sintiendo lo mismo que…

Sus labios estaban rozando mis labios, mientras acababa la frase con una ternura y una calidez que me envolvía toda

―Espero que tengas la respuesta a esa pregunta, ahora Marta me tengo que ir es muy tarde, mañana nos vemos vale?―dándome otro beso tierno

La noche la pase en vela, pensando en esos tiernos besos, no me lo podía creer, hasta que caí rendida y me dormí.

Al abrir un ojo, pegue un salto de la cama, Dios me había dormido, recogí mis cosas y salí corriendo hacia la oficina

Al llegar a mi puesto, Raquel se me acercó

―Nena que ha pasado, si tu nunca te duermes

―Lo se,, lo se, pero es que ayer llegue tarde a casa y hoy no me ha sonado el despertador.

―Ahh y como es eso que llegaste tarde?

―Es que estuve con Sandra

―Con Sandra? Nuestra Sandra?

―Si, con ella, jajaj que te pasa? Te noto rara diciendo su nombre,

―Es que, bueno nada, nada

―Que pasa Raquel, dime no me hagas eso que sabes que no me gusta sacarte la información a tirones

―Es que hoy ha venido a trabajar muy bien acompañada

―Con su padre? Como ayer?

―No, no su padre ha venido en otro coche

―Entonces con quien,?

En ese momento pasaba por el pasillo que da a nuestro departamento cogida del brazo de un chico alto y apuesto.

Se veían muy bien sonrientes y charlando muy amenamente, en un momento dado de la conversación, el chico se inclina a Sandra y le da un beso en los labios.

Me quería morir, no podía estar viendo lo que tenia delante de mis ojos.

Al entreabrir los ojos Sandra me vio, y sutilmente se retiro del chico , el cual desapareció por la puerta de entrada y ella por el pasillo hacia su oficina, con la vista clavada en el suelo

―Se han despedido muy cariñosamente, verdad Raquel?

―Nena no te hagas mala sangre, esta gente de dinero son así

―Raquel ayer Sandra me beso, me beso igual que ahora a ese chico―le dije mirando a los ojos mientras se precipitaban de ellos unas lágrimas rodando por mi mejilla

Salí de la oficina y fui al baño, pero como puedo ser tan tonta, pero porque me beso y al día siguiente se esta besando con un hombre, que esta pasando, no quiero saber nada mas de ella, lo peor que te pueden hacer es que jueguen con tus sentimientos.

Al salir del baño me tope con ella

―Marta espera.

―Que?

―No me hables así, deja que te explique

―Ok , no tienes nada que explicar, me ha quedado suficiente claro con la explicación practica, no es necesario que me expliques la teórica― apartándola un poco para pasar por el pasillo

―Espera , por favor,

―No Sandra, no se juega con los sentimientos, como me puedes estar besando a mi ayer por la noche y hoy estas comiéndole los morros a un tío, por favor déjame si?

Seguí caminando y me senté en mi sitio, mirando el ordenador sin saber que hacia, transcurrió todo el día, ni siquiera comí no tenia fuerzas ni para levantar la vista de la pantalla, no quería volver a ver esos ojos que me cautivaban

―Nena se que no quieres hablar, pero porque no has dejado que se explique?

―No hay nada que explicar, ella es libre de estar con quien quiera, menos conmigo, no quiero sufrir Raquel.

Llame a un taxi y a los 10 minutos estaba en la puerta esperándome.

―Buenas tardes, para donde

―Me podría llevar por favor al mirador que hay en la montaña del Puerto Val― mientras de mis ojos volvían a resbalar esas gotitas de agua, que me decían lo triste que tenia el alma

La verdad no se porque dije al taxista que me llevara allí, pero fue el primer sitio que se me ocurrió para estar tranquila,

Tras pagar al taxista, me senté en una piedra grande que sobresalía de la montaña, dejando una gran caída a mis pies, la tarde se iba apagando y el sol se iba ahogando en el gran mar era una puesta de sol preciosa , las luces se empezaban a encender, dando paso a la noche.

El sonido de mi móvil, me volvió a la Tierra, era un mensaje.

" por favor escúchame, necesito verte, estoy en la puerta de tu casa , dime donde estas? Marta te amo"

Cuando leí "te amo" casi se me cae el móvil al precipicio, tuve que cogerme fuerte de la roca, porque mi cuerpo tembló de nuevo. Le contesté.

"estoy donde tu me enseñaste, donde me enamoraste"

Veinte minutos mas tarde un coche frenaba bruscamente iluminando todo el mirador, yo estando retirada encima de la roca, observaba como se bajaba del coche y me buscaba, estaba realmente preciosa

―Marta!!, que haces ahí sentada, no ves que te puedes caer y matarte?

―Me levante y volví a pasar la vaya de madera que nos separaba.

―Sandra, porque? Porque?

―Marta lo que viste fue una despedida para siempre. Si es cierto que estaba saliendo con el, pero por imposición de mi Padre― mientras me agarraba de las manos fuerte, una lágrima resbaló de sus ojos

―Como que por imposición?―mientras que con mi mano secaba esa lágrima que caía recorriendo su mejilla

―Si , aunque parezca mentira aun se lleva eso, de que los padres impongan los novios a sus hijas, con tal de que la empresa tenga un heredero y siga la Gerencia en manos de la familia, pero no pude seguir con esa farsa y aun menos cuando te conocí , Sergio sabia que yo no podía amarlo y sabia que me gustaban las mujeres y la verdad nos hicimos grandes amigos, guardando las apariencias ante mi padre, cuando se lo dije me felicito por plantarle cara a mi padre, y el beso que viste no fue de amor sino de amistad

Se volvió hacer ese silencio tan molesto entre las dos.

―Cuando te vi ahí, en el Hotel mirando a toda la gente desde la escalera, me quede prendada de ti, ver como tus ojos se fijaban en cada detalle de la sala y que decirte el poder besarte y que correspondieras a mis besos, sentí que me moría por dentro cuando recordé que estaba con Sergio por no tener la fuerza suficiente para encarar a mi padre y tu, solo tu me la diste así que esa misma noche hable con mi padre, y quede con Sergio para dejar las cosas claras y explicarle que mi padre ya sabia toda la verdad y no era necesario que continuásemos con la farsa. A partir de ahí viste el resto

Sujetando sus manos me acerque mas a ella y la bese, un beso tierno y largo mientras nuestras manos se separaban y buscaban nuestros cuerpos ansiosos de ser acariciados

―Sandra quiero hacerte el amor, me muero por besarte todo el cuerpo y acariciarte―mientras mis labios bajaban por su cuello arrancándole un suspiro

Llegamos a mi casa y mientras las ropas volaban por los aires, nuestras manos no daban tregua a nuestro cuerpo, nuestros labios recorrían cada centímetro de nuestra piel.

Caímos en la cama casi a la vez, quedando ella encima mío, cogiendo mis manos y pasándolas por encima de mi cabeza, me besaba el cuello llegando a mis pechos los cuales los mordió, lamió y succiono

―Tienes un cuerpo muy hermoso, me vuelves loca

―No me hagas sufrir de esta manera Sandra

Se lanzo a mi ombligo dándole besitos y acariciando con las dos manos mis pechos, mientras mi espalda se arqueaba a cada movimiento suyo, su lengua juguetona llego a mi parte mas intima y no pude mas soltando un gemido, se movía de arriba abajo pasando por cada rincón de mi vagina, jugando con sus dedos dentro de mi, yo estaba enloqueciendo con lo que me estaba propinando hasta llegar al orgasmo mas fuerte que recordaba, mientras mi cuerpo seguía temblando no paro de lamer y beber todo mi ser.

Subió por mi cuerpo rectando como una serpiente hasta llegar a mis labios me beso intensamente buscando mi lengua y enredándose en ella

―Sandra?

―Ummm

―Te amo,

―Yo también te amo cariño

Y dándonos un beso largo e intenso, me coloque encima suyo, y bese todo su cuerpo sin dejar ni un rincón , dándole lo mismo que ella me había echo sentir a mi unos minutos antes

El amanecer nos sorprendió amándonos y enredándonos en nuestros cuerpos hasta caer rendidas en esa cama de amor.

Datos del Relato
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