Aquel día, yo tenía clase de educación física y nos tocaba hacer un examen de velocidad, resistencia, fuerza y elasticidad mediante un recorrido o circuito.
El examen era personal, es decir, el profesor examinaba al alumno dentro del gimnasio, mientras los demás jugaban a algo en el patio.
Era mi turno, estaba tranquila porque yo misma voy a un gym a ponerme en forma y las pruebas me resultaban fáciles.
El profesor me situó en la salida, yo miraba atentamente el recorrido mientras él situado detrás de mí, me agarraba por la cintura.
Me dijo: estás tocando la línea de salida. Me colocó un poco más atrás y nuestros cuerpos se pegaron. Pude notar su miembro en mi trasero, lo cual me excitó bastante.
Hay que tener en cuenta que el profesor tiene 22 años y yo 17 y es un chico apuesto, no muy alto, delgado y hablaba de una forma sensual.
Echó mi espalda hacia delante y me dijo: cuando cuente tres, sales corriendo.
Así lo hice, me tocaba primero la prueba de abdominales y el se puso para sujetarme los pies. Al tener que tocar con la barbilla en las rodillas, mi cara quedaba justo delante de su verga y en un momento el se echó un poco para delante y mi boca la tocó. Él se dio cuenta y se puso un poco más adelante y me decía que tenía que llegar hasta las rodillas. Pude notar que se le había parado. Mi boca cada vez le tocaba la polla más y en una de esas se la besé.
Él se quitó y me ayudó a levantarme, me acercó hasta su cuerpo y me besó mientras me tocaba el culo y me susurraba al oído que quería que se la besase en serio. Se bajó los pantalones a media altura y me puso de rodillas, apretó mi cara contra su miembro y me puse a chuparlo. Le encantaba, su cara me lo decía. Cuando estaba a punto de venirse, me sacó la boca y me recostó en la esterilla, se tumbó encima de mí y empezó a masajearme los pechos con suma delicadeza, la cual me puso a 100.
Mi coño estaba mojado y mis pezones duros. Bajó una de sus manos hasta mi vagina y se metió en mi pantalón, me lo bajó y comenzó a besarme los pechos, bajando por mi barriga para llevar a mi conchita. Me la lamió de forma excepcional y luego colocó su verga a la entrada y así suavecito me la fue metiendo, mientras me tocaba una y otra vez las tetas y me ls chupaba.
Nos corrimos, fue genial notar su leche dentro de mí y nos levantamos. Fuimos a un vestuario y me puso de espaldas a él, en frente de una camilla. Echó mi espalda en la misma y me abrió las piernas. Con su lengua recorrió mi espalda y llegó a mi culo, el cual besó y lamió todo lo que quiso. Luego me introdujo su verga que al principio un poco me dolía, pero luego me encantó.
Con una mano me tenia sujeta de la cintura y empujaba, con la otra me masturbaba tocándome el clítoris. Tuvimos unos orgasmos geniales y casi al tiempo.
Me ordenó que le limpiara la polla con al lengua y muy gustosamente así lo hice.
Me quitó las bragas y él se quitó los calzoncillos, ambos manchados de nuestra leche. Las mias las olió y las chupó, se las restregó por el paquete e hizo movimientos como si las follara, luego poniéndolas alrededor de su verga, se masturbó y se limpió con ellas. Las dobló y las metió en su maleta. Cogió sus calzoncillos, me abrió las piernas y me limpió con ellos, me los pasó por las tetas y por el culo. Me dijo que los guardara en mi cartera y que el próximo día nos los devolveríamos.

Para la próxima clase me pidió que llevara...

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