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Categoría: Incestos

Vacaciones de verano con mi tía (III)

Después de la noche tan espectacular que tuve con mi tía Claudia caí rendido de casación, la luz de la ventana me despertó, me tía seguía desnuda dormida boca abajo sobre la cama y para darles los buenos días no se me ocurrió nada mejor que darle un beso en su culazo



–Buenos días tías –dije acomodando mi cabeza en su culazo



– ¿Qué hora es Toño? –pregunto estirándose en la cama



–Las 11 tías –respondí



–Se nos fue toda la mañana –dijo levantándose de la cama –será mejor que te des una ducha mientras preparo el desayuno



Mi tía se vistió poniéndose una bata corta gris, me dio un último beso y se fue a la cocina, por mi parte fui a ducharme, estando bajo el agua aun no podía creer que me hubiera cogido a mi tía Claudia a placer, hicimos todas las posiciones que tanto soñé con hacer con ese culazo, tantas fantasías por fin hechas realidad



Salí de la regadera rápidamente me vestí y fui a buscar a mi tía en la cocina, estaba preparando unos huevos estrellados, se veía muy sensual con la bata puesta, apenas le cubría el culazo y resaltaba sus curvas, me acerque por atrás abrazándola y besándola



–Que rico huele tía –menciones arrimándole mi verga a su culazo



–Quieto Toño –dijo aventándome con su culazo –se me van a quemar los huevos



Volví a acercarme a ella pero de repente sonó el teléfono



–Lo más seguro es que es tu tío –me dejo el sartén de los huevos y se fue a contestar la llamada, tardo unos 5 minutos hablando con mi tío y regresando me dio el teléfono para hablar ahora conmigo, duramos unos minutos hablando me pregunto cosas como ¿Cómo estaba? ¿Si la estaba pasando bien? Y ¿Qué tal me parecía Acapulco?, solo pude responder que ¡Magnifico!



Termine de hablar con mi tío y le devolvía el teléfono a mi tía, me señalo que ya estaba listo mi plato sobre la mesa y me fui a sentar para comer mi desayuno, mi tía acabo de hablar con mi tío y se sentó enfrente de mí, la bata de mi tía no estaba bien cerrada y lentamente se fui abriendo dejando escapar una de sus tetas.



–Se me escapan –dijo riendo y cubriéndose de nuevo



Yo me estaba excitando, mi verga comenzaba a ponerse dura pero antes de mencionar algo mi tía Claudia se levantó.



–Me voy a duchar, termina tu desayuno que nos vamos a la playa –dijo cerrándose bien la bata –y nada de espiarme en el baño



Acabe mi desayuno y me fui directo al baño para repetir lo de anoche con mi tía, pero esta vez estaba cerrado el baño con seguro, sin nada que hacer me fui a la sala a ver televisión mientras esperaba a mi tía, dure casi una hora esperándola y solo puedo decir que valió por completo la espera la pena



Llegamos a la playa y mi tía de inmediato llamo la atención, traía puesto un pareo color azul con estampados blancos que cubrían el mismo bikini color negro que había comprado después de lo sucedido con el vestidor, unas gafas de sol y un sombrero de playa.



Nos ubicamos en unas sillas de playa para acomodarnos y por si no fuera suficiente con todos los mirones que tenía, cuando se despojó de su pareo quedando solo en bikini luciendo un tremendo escote y su gigantesco culazo se robó todas las miradas de media playa



Algunos eran muy descarados y uno que otro se atrevía a sacar su celular y disimuladamente le tomaban foto, pensé que eso incomodaría a mi tía pero al contrario me dijo que ella ya estaba acostumbrada a las miradas de los fisgones, que siempre le pasaba lo mismo cuando salía con mi tío y que lo mejor era ignorarlos



Hice caso al consejo de mi tía Claudia y los ignore concentrándome solo en ella, se dio la vuelta acostándose boca abajo resaltando su magnífico culazo y me pidió que por favor le untara bloqueador a su espalda



–Por supuesto tía –respondí encantado



Saque la crema bloqueadora de su bolsa y comencé a derramarla por su espalda, en ese momento era la envidia de todos en la playa, me sentía muy orgullo no solo porque todos me veían con celos por estar con semejante mujeron sino también porque era el segundo hombre después de mi tío que se había montado ese tremendo culazo como lo confeso mi tía la noche anterior.



Comencé a untar bloqueador por toda su espalda, bajando lentamente hasta llegar a su culo para saltar hasta sus piernas bien torneadas, no podía dejar de mirar su culo al momento de untar el bloqueador, tenía unas ganas tremendas de sujetar ese par de nalgas y darles una fuerte nalgada



Lentamente fui pasando y rosando mi mano por su culo sin que los entrometidos y curiosos se dieran cuenta, mi tía solo estaba relajada por el masaje que le daba a su espalda.



–No te olvides de lo más importante –dijo mi tía regalándome una sonrisa pícara.



Con su aprobación y que sin que nadie nos viera unte bloqueador en sus nalgas dándoles un pequeño masaje, tenía mi verga muy duro pero con tanto mirón no podíamos hacer nada, continúe hasta que mi tía me dijo que con eso bastaba y que muchas gracias.



Me quede muy duro y para no pensar tanto en mi tía, me metí al mar esperando a que bajara, mientras tanto mi tía seguía rodeada de mirones, estuvimos casi todo el día en la playa, comimos, nadamos y a punto de caer la tarde nos regresamos a la casa. En cuanto estuvimos solos me lance sobre ella besándola



–Tranquilo Toño –dijo mi tía calmándome– tenemos todo la noche para eso, dúchate para quitarte los restos de arena primero.



De in mediato me fui a duchar, me metí y salí del baño en menos de 5 minutos solo me enrede la toalla en mi cintura y aun con mi cabello mojado fui a buscarla en la cocina, mi tía se había quitado el pareo y solo estaba con su bikini puesto, la mire de arriba abajo admirando su culazo y me perdía en sus grandes tetas. Ella me estaba preparando un sándwich.



–Que rápido te duchaste Toño –menciono riéndose y dándome el sándwich– come algo primero.



Mi tía sabía perfectamente que no aguantaba más y mi verga estaba a punto de reventar, la tenía tan dura que se escapaba de la toalla, pero ella seguía tomando su tiempo y prolongando mi espera. En un acto de desesperación me levante de la mesa la tome por la cintura y le di un beso largo, la voltee de espaldas empinándola sobre la mesa y me incline a besarle su inmenso culo.



–¿Tanto así te gusta mis nalgas? –pregunto mi tía.



–Me encanta tía y no soy el único –respondí sin dejar de besarle las nalgas– todos en la playa no dejaban de verte.



Seguí apretando su culazo, moví a un lado la tela del bikini para tener mayor acceso a su coño, comencé a lamer alrededor de sus labios y clítoris lentamente, mi tía no tardó en reaccionar y gemir por lo que le estaba haciendo, pase mi lengua por todo su coño hasta que sentí que ya estaba bien húmeda.



Me quite la toalla que tenía puesta y enfile mi verga a la entrada de su coño clavándosela toda de una embestida, no quería perder nada de tiempo así que rápidamente acelere el movimiento de mis caderas, mi verga entraba y salía fácilmente de su húmeda y caliente vagina, mi tía Claudia se retorcía de gozo en toda la mesa a cada embestida que le daba y sus gemidos fueron aumentando.



Mi tía no paraba de gemir a cada estacada que le daba a su culazo, deslice mis manos sobre su espalda quitando el nudo de su bikini dejando libre sus tetas, le apreté con ambas manos mientras seguía dándole duro, en ese momento estaba tan excitado que mis embestidas eran tan fuertes que la mesa se comenzó a mover de lugar.



–Detente Toño –articulo mi tía entre gemidos– vas a terminar rompiendo la mesa. Vamos a mi recamara.



Apenas pude detenerme, mi tía me tomo de la verga con su mano y apretándola me llevo todo el camino a su recamara. Se sentó en la orilla de la cama con mi verga en frete de su cara me dio un beso en la punta e introdujo mi verga en su boca dándome un leve corta pero intensa mamada, se acomodó nuevamente sobre la cama abriéndose de piernas formando una V. Me acomode en medio de sus piernas y ella tomo mi verga con su mano dirigiéndola a la entrada de su coño.



–Ahora si Toño con todas tus fuerzas.



Me deja caer sobre ella metiéndosela toda, nuestras caras quedaron una frente a la otra y nos comenzamos a besar, seguí bombeando su coño sin parar, le comía las tetas mientras chocaban nuestras pelvis, mi tía tenía una cara de deleite que me motivaba a seguir dándole más duro, sentí como su coño ejercía más presión en mi verga.



—Me vengo Toño —susurro mi tía a mi oído.



Todo su cuerpo se sacudió y comencé a sentir las contracciones de su coño sobre mi verga, dando un fuerte grito mi tía se terminó viniendo manchando las sabanas de la cama con su orgasmo. Ya no aguantaba más estaba a punto de eyacular, intente salirme y correrme afuera pero mi tía me sujeto con sus piernas mi espalda atrapándome con ellas.



–Córrete dentro de mí –dijo mi tía besándome.



La inmensa presión en mi verga y ese beso me hicieron soltar una lluvia de leche que inundo por completo el coño y útero de mi tía Claudia, me recosté sobre sus tetas mientras disminuía el ritmo de mis embestidas .Mi tía continuaba atrapándome con sus piernas mientras me acaricia el cabello. Termine de eyacular y nos dimos un beso largo y placentero.


Datos del Relato
  • Categoría: Incestos
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