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Un hombre afortunado (40)

Soy de un poblado del Estado de Guanajuato, Mexico, del área de San Luís de la Paz, esta historia es de finales de los ochentas y noventas, desde mi tierna infancia recuerdo con cariño a mis padres, mi padre Pedro, hombre trabajador de sus tierras y temporalmente se iba al norte (USA) a trabajar para mandarnos dinero, mi madre Azucena, atendía también el campo y los animalitos, así como la casa y un pequeño tendajon, con ayuda de mi hermana mayor, mis padres siempre eran amorosos y ahora a la distancia puedo decir que cachondos, siempre se andaban besuqueando y la mayoría de las noches se escuchaba ajetreo en su cuarto, ustedes entienden, pujidos, groserías, suspiros, gritos.



Mi padres, los dos a finales de sus treintas, morenos, el delgado, correoso, gallardo, no muy alto 1.65m., mi madre de igual estatura, no muy agraciada de cara, pero ahora se, con un cuerpazo, excelentes senos, cintura diminuta y hermosas piernas que sostienen a la fecha unas regias posaderas, cuando estaban juntos todo era armonía y alegría, una familia común, pero cuando mi padre se iba en esas temporadas que a veces eran hasta de ocho meses, mi madre, los primeros días estaba inconsolable, de mal genio, pero al cabo de unas semanas ya estaba otra vez rozagante, como siempre, yo no entendía mucho de esos cambios, suponía que le pasaba igual que a mi por la ausencia de mi padre, cuando empecé a darme cuenta de las cosas o sea cuando me cayo el veinte, como dicen, empecé a observar situaciones, los primeros días después de las partidas de mi padre todo era silencio en las noches en mi casa, pero después de unos quince días mi madre, acostumbraba a encender el radio a un volumen un poco alto por las noches y a veces por las madrugadas, algún día le pregunte el por que y ella solo me contesto que no podía dormir y por eso lo prendía, así las cosas una noche que encendió el radio yo ya no podía conciliar el sueño y me pare y salí al patio trasero de la casa a fumar un cigarro cosa que siempre hacia a escondidas de mis padres, cuando estaba terminando de fumar apague el cigarro y entonces escuche un ruido en la ventana de mi mama y vi como una silueta se deslizaba hacia fuera de su cuarto, en la penumbra no pude bien distinguir quien era, pero si pude observar que era un hombre ya que distinguí el sombrero muy usual en los hombres del campo, esa noche ya no pude dormir aunque mi madre habia apagado el radio, al día siguiente, mi madre al despacharnos para la escuela, estaba recién bañada rozagante y con una sonrisota que no podía ocultar, todo ese día estuve rumiando la idea de que mi madre tenia un amante, un querido, un sancho, pues, como decimos por acá, nuevamente en la noche se volvió a encender el radio, en el cuarto de mi madre y yo me levante con la intención de ir a observar lo que pasaba, iba camino a la puerta trasera, pero en eso mi hermana que dormía en el mismo cuarto que yo, se empezó a convulsionar, las sabanas de su cama estaban revueltas echadas a un lado y ella se acariciaba tremendamente su entrepierna, ahogando quejidos y mordiendo la almohada que tapaba su rostro, yo contemple el cuerpo juvenil de mi hermana, la copia al carbón del de mi madre, pero en joven y ella si mas hermosa, abría sus piernas y se metía la mano bajo del calzón y se zangoloteaba toda, parecía esos gusanos que le echan sal, un olor diferente invadía nuestra alcoba, esto duro unos minutos hasta que se calmo toda, quedando como muerta, yo me acerque a ella y le quite la almohada de la cara, para ver si estaba bien, ella se espanto…



Que pasa Horacio?...me estabas viendo?



No manita, es que me despertaron tus quejidos y creí que tenías algún dolor, discúlpame…



No pasa nada me dijo recogiendo sus sabanas, ya duérmete, mañana te explico, yo regrese a mi cama tratando de conciliar el sueño, el radio se apago, pasaron unas horas, en las cuales yo no podía dormir y cuando ya casi conciliaba el sueño, de nuevo se prende el radio, en el cuarto de mi madre…chingao…ya dejen dormir pensé…



Al otro día por ser sábado, no fuimos a la escuela y me levante tarde, cuando llegué al tendajon de mi madre que estaba acondicionado enfrente de nuestra casa, estaban platicando mi mama y mi hermana, mi madre me dijo…



Lacho, mi hijito…ya te estas haciendo hombrecito, y ya es hora de que duermas aparte, por que no arreglas este fin de semana el cuarto del fondo y cambias tus cosas para que estés mas cómodo…



Y se sonrieron las dos, como en complicidad…



Si mama…conteste y es que no me quedaba de otra, y pensé que estaba mejor, ya que no me molestarían mas, mi madre con el radio ni mi hermana con sus gemidos, me apure y esa misma parte ya tenia mi propio cuarto, mi propia hermana me hizo unas cortinas y me ayudo con mis cosas, al preguntarle de sus quejidos, me dijo que eran cosas de mujeres y que algún día entendería.



Esa noche dormí como lirón y así continuaron unos días, el fin de semana siguiente habia una fiesta en el barrio vecino y invitaron a mi madre, así que fuimos al baile, mi madre y mi hermana bailaron con varios tipos, con ninguno en particular, yo me entretenía con mis amigos contando chistes a lo lejos, no muy tarde como a media noche, nos retiramos, en el camino a la casa, vi como dos hombres nos seguian a lo lejos, venían separados uno de cada lado de la cuadra, a mi se me hizo normal, así llegamos a la casa, comentamos un poco lo buena que habia estado la fiesta y nos retiramos cada quien a su respectivo cuarto, yo no podía dormir y me salí al patio a fumar un cigarro y observe que en cada ventana de los cuartos habia una luz tenue, me acerque sigilosamente al cuarto de mi hermana y me asome por la ventana…



Mi hermana estaba trenzada con un hombre, parecían que se que se quisieran hacer daño, me alarme un poco, pero observe que mi hermana no pedía ayuda, solo se dejaba manosear por el sujeto, se besaban, el le metía la mano debajo de camisón magreándole sus nalgas y piernas, le besaba sus chiches y aunque quedito, podía escucharlos…



Mamacita…estas re buenota…bien sabrosa…ahora si te voy a coger…



Dame…dame…que esperas…



Déjame disfrutarte mamacita…desde cuando me traías bien caliente…así que ahora te voy a disfrutar a mis anchas, sin dejar de acariciarse, se empezaron a desnudar el uno al otro…cuando ya estaban en pelotas, mi hermana se acostó en la cama abriendo sus piernas, el sujeto, se jalaba su verga como haciéndola crecer mas, era de tamaño regular, nada que ver con las dimensiones de las que se hablan en hésete tipo de relatos, se la escupió y se la fue metiendo despacito a mi carnala…



Aaaaahuuummmmm…aayyymmmm…aughhhhhh…gemia mi hermana…



Así papaíto…me estas estrenando Cleofás…eres el primero amorcito…



Cleofás?...Cleofas?...pensaba yo…el hijo de mi madrina?,,,me respondía yo mismo y enfoque mas y lo pude distinguir bien si era el cabron del Cleofás que se estaba desquitando a mi hermana, estaban en un frenético mete y saca, en posición de misionero, yo me jalaba mi verga, tratando de aprovechar el espectáculo, pero estaba totalmente muerta, no se me paraba a pesar de los jalones que le daba…en eso…



Asiiiii…asiiii…compadrito…déjemela caer hasta el fondo compadrito…



Escuche desde la ventana del cuarto de mi madre…



Sorprendido me dirigí a la ventana del cuarto de mi madre que al igual estaba iluminado por una veladora y lo primero que vi como mi madre abiertota de patas, recibía al gordo grasiento del compadre de mi padre, solo veía las piernas abiertas de par en par de mi madre y el compadre en medio de ellas, parecía un marrano parado, como los veía yo en nuestro establo…



Le gusta mi verga comadrita?...le gusta?...



Si compadre…me encanta…coge usted muy sabroso…mas…mas…que ya me vengooooo… compadrito…



El ojete (desgraciado) del compadre de mis padres, se estremecía metiéndole mas la verga, solo podía ver su espalda y las manos de mi madre que lo arañaban a cada rempujón de verga…



Yo me jalaba de nuevo la verga, pero igual, nada…



Ya…yaa…yaa…me vengo comadrita…



Se hecho un poco para atrás sacándole la verga, yo adivinaba se estaba chaqueteándosela afuera, para venirse en el vientre de mi madre, para no preñarla y estaba en lo cierto, después de unos minutos de estremecimiento se rodó (nunca mejor dicho) a un lado de mi madre, y así con su terrible panzota peluda quedo boca arriba cesando, como jalufo (cerdo), pude ver su "verga", si a eso se le podía llamar verga, un hilacho flaquillo, que le colgaba, eso si tenia unos huevotes grandes, como el buen marrano que era…



Me vengo…me vengooo…alcance a escuchar en la otra ventana, ya se me habia olvidado que también a mi hermana se la estaban cogiendo, igual de sigiloso, me acerqué y vi como tenia el cabron del Cleofás, a mi hermana en cuatro patas y solo alcance a ver unos chisguetes de mocos que le caían en la espalda a mi hermana que estaba con la cabeza agachada y los ojos cerrados.



Escuche como se abría la ventana del cuarto de mi madre y me escondí detrás de un árbol, pude ver como el compadre, brincaba con agilidad increíble del cuarto de mi madre y lo vi alejarse, a los pocos minutos también salio Cleofás, por la ventana del cuarto de mi hermana, prendió un cigarro, creí que la resolana, me iba también a alumbrar a mi, pero el con una mano tamo el resplandor, le dio una bocanada al cigarro y también se fue por distinta dirección, nervioso, por el espectáculo que habia presenciado, me fui a mi cuarto, me dio un sentimiento de rabia, impotencia, celos?, no se me sentía defraudado, eso mismo sentí muchos años después, cuando vi cogiendo a mi esposa, con otro cabron, pero esa es otra historia que les contare después, con la ayuda de mi amigo,



Pero regresando, ya no dormí bien esa noche…al otro día, mi hermana me levanto…



Buenos días hermanito…flojo naso ya levántate, el sol esta en lo alto, el día es muy hermoso…lalalalala…



Solo sonreí en mis adentros, hasta cantando vienes de rota de ejote que te dieron…



Me estaba levantando y entro silbando mi madre…



Hola muchachos, vamos a desayunar, por que traigo un hambre…que pa que les cuento…



Yo solo movi la cabeza y respirando hondo, nos fuimos los tres al comedor, ellas estaban tremendamente alegres, yo por mi parte me sentía mal.



La siguiente noche, volví salir a espiar, la luz del cuarto de mi hermana estaba apagada, no así la del cuarto de mi madre que hasta la ventana estaba abierta, igual me acerque y en esa ocasión vi como mi madre estaba cabalgando arriba del macho, pero no era el compadre…era un hombre mas bien flaco, que tenia tomada por las caderas a mi madre, la cual se acariciaba sus hermosas chiches y echaba su cabeza hacia atrás, pude ver claramente como hasta sacaba la lengua del gozo que estaba recibiendo y dando…



Ahí…ahiii…así…que rico coge Don Esteban…



Don Esteban?... el comisariado ejidal?...si el era flaco y alto deduje



Así…métamela hasta el fondo…métamela bien…ayyyy como gozo su comote…aaaahhhh…



Seguía cabalgando con frenesí, mi madre por varios minutos hasta que…



Ahí te van…ahí te van Azucena…ya llegooooo…



Mi madre se desmonto y pude ver el largo y flaco como el camote de Don Esteban, mi madre lo tomo con las dos manos y se lo chaqueteo y este se vino sobre su mismo vientre, lanzando chisguetes de mocos que se elevaban varios centímetros de altura, cuando acabo de descargar, mi madre se acostó a un lado de el y se volteo de un soplido apagando la vela que pobremente iluminaba la habitación, yo me retire quedito y me fui a mi cuarto, casi amaneciendo, escuche el ruido de un motor que se alejaba y supuse que era el sonido de la vieja camioneta de Don Esteban.



Así siguió transcurriendo mi vida y la de mis familiares, con todo respeto mi madre, era una putona que se dejaba coger por cuanto cabron quería, recuerdo que por ella pasaron el repartidor del Bimbo, (Panadería nacional Mexicana), el repartidor de la coca cola, el repartidor de la cerveza y el que señor del almacén que surtía de víveres al tendajon, este venia solo cada mes de San Luís de la Paz y se la cogia toda la noche, el del gas, el carnicero, el marrano de su compadre, el comisariado ejidal, el lechero no, por que nosotros teníamos nuestras propias vacas y mi hermana era la que las ordeñaba y también uno que otro vecino pasaron por los muslotes de mi querida madre.



Mi hermana fue exclusiva por unos meses del cabron de Cleofás, hasta que también se fue pa’l norte a trabajar, pero de ahí también no dejaba títere con cabeza, andaba de noviera y doy fe que se la bombearon bastantes bueyes.



Esto sucedía mientras mi padre estaba ausente, por que cuando el llegaba, todo era diferente, todos saludaban respetuosamente a mi padre, como si no pasara nada y como si nadie supiera lo putarracas que eran mi madre y mi hermana, estaba unos meses y de vuelta se iba y la misma cantaleta, mis familiares volvían a las andadas.



Un buen día, y digo buen día por que finalmente iban a pavimentar los terraplenes que teníamos por carreteras, mi padre no tenia mucho que se habia regresado al norte, por que no le vio ganancia trabajar en lo que le ofrecían las compañías constructoras que ocupaban mano de obra local, el por buenos ganaba mas allá en el norte, la carretera y el nuevo proyecto pasaba casi en la puerta del tendajon de mi madre, empezó el ir y venir de camiones y camionetas, mucha gente llego a los alrededores, para la famosa pavimentación.



Mi madre y mi hermana se alegraron, por que parecía que estaban en buffet, habia hombres altos, bajitos, morenos, blancos, bueno de todo, uno de los primeros que empezó a llegar al tendajon de mi madre fue un tal Ing. García, alto, en sus treintas también, con cara de cabron, siempre con su casco blanco y bien vestido, solo sus botas de trabajo siempre estaban empolvadas, mi madre se deshacía al verlo, empezó a arreglarse mas se compro vestidos nuevos al igual que mi hermana y se empezaron a pintar la cara mas cargaditas, ese hombre venia casi todas las tardes y se tomaba una cerveza y le dijo a mi madre que por unos meses compraran mas mercancía ya que iba a venir mas gente y siempre hacia mucha falta provisiones, empezó a hacer amistad con nosotros, diariamente se desplazaba por todos los frentes de construcción desde San Luís de la Paz y era un poco tedioso, así que consultándonos mi mama, le planteamos rentarle otro cuarto de los que teníamos en la casa, así el estaba casi en medio de toda la obra y solo tendría que ir cada tercer o cuarto día a su central a reportarse, a el le pareció buena la idea y al otro día ya estaba instalado en un cuarto que habíamos acondicionado para el, ese primer día el llego tarde, mi madre estaba nerviosa esperándolo desde mas temprano, ya le habia preparado la cena y daba vueltas asomándose a la puerta para cuando el llegara, el llego mas tarde y mas sucio de lo acostumbrado, nos comento que habia habido algunos problemas, mi hermana y yo ya habíamos cenado, pero mi mama, lo espero para cenar con el, se fue a bañar primero y no tardando mucho, regreso cambiado y peinado hasta perfumado y se sentó en el comedor de la casa al lado de mi madre, esta, nos mando a ver si ya habia puesto la marrana (o sea nos mando a cuidar el tendajon), como a las dos horas vino mi madre contenta y nos ordeno cerrar la tienda, se habia tomado unas cervezas durante la cena con el ing., García, al estar cerrando vimos como agarro otro seis de cerveza y no hecho por delante a mi hermana y a mi y vio como nos metimos a nuestros respectivos cuartos, yo me fije por mi ventana y observe como se dirigía al cuarto del Ing. García con el seis en la mano, toco y platicando por unos segundos en la puerta, ella volteo a ver hacia los cuartos de nosotros y se metió rápidamente…



No deja de ser una putona mi madre…pensé deje que pasaran unos minutos y sigilosamente, sali de mi cuarto y me dirigí a la ventana del cuarto designado para el Ing. García. Me acerqué y asomándome, pude ver que ya estaban en pleno agasajo, el ya se habia quitado la camisa quedándose en sus pantalones y empezaba a desnudar a mi madre, no habían siquiera abierto las cervezas…



Estoy muy caliente…alcance a escuchar a mi madre que le decía al Ing., García, desde que llegaste te traigo ganas, me tienes loquita y se estremecía, al ir cayendo todas sus prendas, nada sexy pero eso si nuevas y de marca como decía mi madre, en ese entonces no se acostumbraba a raparse la panocha y menos en mi pueblo, así que pude apreciar el chuminote bien peludo de mi madre, mientras se iba recostando en la cama a la vez que el Ing. García se despojaba de sus pantalones, quedando solo en truza, diferente a los demás que habia visto como se copian a mi madre, este la empezó a besar suavemente en la boca y se fue descendiendo por su cuello, le amasaba sus chiches a mi madre y se las mamaba, seguía bajando por su vientre bien conservado y moreno y plano, se fue acomodando entre sus piernas, mi madre jadeaba de lo caliente que estaba, pero el con una calma seguía besándole cada vez mas abajo hasta llegar a sus pies y se los besaba delicadamente y regreso para arriba acariciando el voluptuoso cuerpo de mi madre…



Que me haces…papito…me quieres volver loca…ya métemela…ya métemela…le exigía mi madre, el seguía calmadamente besándola como si no escuchara y se metió en la entre pierna de mi madre, con un movimiento le abrió sus piernones, y con otro le peinaba su biscocho y se lo empezó a mamar…



Que me haceeeessss…hooo…hummm…divino…divino…haaa quítate…que me viene…quítate…lo jalaba del pelo mi madre, pero el mas se emperraba y seguía mamándoselo, en eso vi como mi hermana salio de su cuarto y me hacia señas, yo también me puse un dedo en la boca, como para que guardara silencio y a señas la llame, ella se acerco y l e dije se estan cogiendo a mama, ella abrió sus ojotes con una mirada lujuriosa y nos fuimos los dos a seguir viendo lo que acontecía en aquel cuarto…



El Ing. García seguía en su labor de mamarle el biscocho a mi madre, ella respingaba y lo contenía por los hombros y tuvo otra enorme corrida, gritando sin importar que se escucharan sus gritos…



Asiiii…asiii…hay papazote…ya me hiciste venir mucho y sin meterme tu cosa…



El se levanto limpiándose con el antebrazo los fluidos de mi madre que seguía espatarrada, entonces se bajo los calzones y apareció una verga grande, un poco menos larga que la de Don Esteban, pero tremendamente gruesa y bien cabezona, cuajada de venas…



Ya…yaaa…métemela te digo…como me haces esperar amor… decía descocada mi madre.



El con una mano la llamo y la hizo sentar en la cama…



Mamamela…se escucho la orden fuerte…



Es que nunca he mamado, decía hasta temblorosa mi madre…solo a veces se la he besado a mi marido, pero el no pedía mas y como yo no se pues nunca lo he hecho…



Empieza a basármela mamita, yo te enseño, le respondió, mi madre le tomo su pene y se lo empezó a besar tímidamente, en verdad estaba impresionada por el grosor de aquella vergota…



Ahora abre la boquita y empieza a chuparla. Como paleta le decía…



Sabe raro…le contesto…como saladita…huele a camarón, pero no le hacia el feo seguía mamando…



Con tu otra mano le dijo el Ing., García, acariciame los huevos…



Ella obedecía y seguía tomándole el gusto a la mamada de verga, el la tomo por la nuca y jalaba hacia el, haciendo mas profunda cada vez la mamada, casi se tragaba la mitad de aquel basto, mi madre tiene labios grandes y carnosos, solo así podía abarcar el ancho de el camote que mamaba, pero hasta las lagrimitas se le salían del esfuerzo…



Yo empecé a oler ese aroma de mujer caliente, que también enardeció mis sentidos empalmándome la verga, era imposible que hasta afuera del cuarto saliera el olor, pero era mi hermana que tenia ya los calzones en los tobillos y se estaba sobando su verija atenta a lo que ocurría en el cuarto, mi verga se acabo de parar totalmente, estaba como piedra, yo me afloje los pantalones y me la saque y me la empecé a jalar despacito, también observando la mamada de mi madre…



En una de esas le saco la mazacuata de la boca a mi mama y se dio dos estirones y una cascada de leche baño el rostro de mi madre, que no alcanzaba a entender lo que le estaba pasando, abría la boca tratando de cachar algunos mocos y al ver la abundancia de estos se quería hacer hacia atrás, pero la mano izquierda fuerte del Ing. La detenía por la cabeza…



Solo mugía, el Ing. García, como toro embravecido…



Mmmmmmuuhhhhmmm…muuhuuuu…ya me sacaste la leche mamazota, le dijo y la soltó, ella medio atarantada y segada por el cúmulo de mocos que le cubrían sus ojos y cara buscaba algo con que limpiarse, el recogió sus calzones y empezó a limpiarle la cara…



Esto esta bárbaro…alcanzo a decir mi madre, que venidota te diste…yo también me vine de la emoción, decía, metiéndose la mano en su biscocho y sacándola empapada…



Y esto es solo el comienzo mamacita…le dijo el besándola, su verga no estaba del todo muerta, estaba a medios chiles como decimos, así que siguió besándola y acostándola al mismo tiempo su verga se iba erectando, tomando su buen tamaño nuevamente, mi madre en automático abrió sus piernones y jalándolo hacia ella, se hecho en la cama, increíblemente y sin apuntarle, su pistón entro en la funda, de uno y no paro hasta que su pelvis choco contra la de mi madre.



Aaaayyyyy…cabron…como te sientoooo… que gruesa…me duele…decía arrebolada mi madre



El con el mismo paso que entro, salía y entraba nuevamente, sacándole gritos desesperados de mi madre…



Para…para…me estoy vaciando…paraaaaa… pero el seguía haciendo oídos sordos…



Me estoy viniendo…me estoy miandoooo…aaayyyy…me muerooooo…



Y le enterraba las uñas en los hombros del macho, le dio unas cuantas rinconeadas que pusieron mas loca a mi madre y se la saco, claramente vi la cara de mi madre desorientada, fuera de este mundo, así acostados, se puso detrás de ella, le alzo una pierna y se la volvió a encajar…



Yo y mi hermana seguíamos viendo y masturbándonos, cada quien por su lado, pero en una de esas, me agarra mi pito mi hermana y me lo apretó tanto que me empecé a venir, ella al verme así , se hincó y me la empezó a mamar despacito chupándome los mocos, era imposible casi callarnos nuestros gemidos…y por un momento temí que nos descubrieran, al asomarme de nuevo, mi madre alcanzaba su enésimo orgasmo y con su gritería que chingaos nos iban a escuchar.



Me vengooo… como me matas…como me cogeeeees, cabroooooon…



Seguía cogiendo desde atrás el macho a mi madre con su pierna levantada, furiosamente, abriéndole tremendamente el biscocho a mi madre…



Ahí te van… Azuuuu…cennnnnaaa… me vengoooooo…



Para...para…para que me preñas, que me preñaaaasss…que me valeee madreeee.. ventee dentro…



Aaaaahhhhhhhh…



Gritaba mi madre y el seguía embistiendo…



Chulada de verija tienes azucena le decía resoplando…



Yo por mi parte al ver como se le salía una gran cantidad de mocos alrededor del camote por los labios inflamados de la verija de mi madre, y mi hermana que seguía mamándome la verga, me empecé avenir nuevamente, pero ahora si se los eche todos dentro de la boca de mi hermana, la cual aguanto estoicamente los chisguetes tragándose toda la lefa y suprimiendo mis quejidos…



Cuando observe de nuevo, el hombre se estaba parando de la cama dirigiéndose a las cervezas y dejando desmadejada a mi madre acostada, pude ver cualquier cantidad de secreciones que emanaba de su entrepierna, el abrió dos cervezas y encendió un cigarro volviéndose a acostar al lado de mi madre y le dio una de las latas de cerveza, mi madre la bebió como si fuera un manantial, estaba deshidratada, de tanta venida, al terminar el bote, hecho un fuerte eructo, dame otra amor, estoy seca…me dejaste seca corrigió…



En lo que ellos reposaban, mi hermana y yo nos sentamos recargados en la pared, también a descansar, sudados, solo alcance a decirle a mi hermana, como se me antojo la cerveza.



Ella se levanto y fue hacia la tienda y saco dos cervezas, me ofreció una y nos la tomamos muy a gusto ahí sentados, descansando, nos espabilo, la voz de mi madre…



Ya me voy mi amor, le decía…



Como? Mira como me tienes le contesto…



Ay mira como estas de nuevo, te pareces al garañon que tiene Don Eusebio siempre tiene su pito parado, para la monta, ándale ven dale otra mamadita escuchamos que le dijo, mi hermana y yo viéndonos a los ojos, nos levantamos nuevamente a nuestro puesto de observación y vimos como con facilidad, el hombre tomaba de la cintura a mi mama y la colocaba en la occisión del 69…



Ay no... decía mi madre esta muy sucio…



Así…así mamita, es la pura vida y veíamos como le abría los cachetes de las nalgotas de mi madre y ella cerrando los ojitos empezó a mamarle su verga al hombre…



A los pocos minutos…



Que me haces…no no me metas los dedos en el culo…te los voy a cagar decía mi madre…nunca me han tocado esa parte, bueno, vaya ni mi marido…le decía modosa, pero no dejaba de mamarle la verga…



Pues ya va siendo hora mamita escuchamos decirle y se levanto dejando a mi madre en cuatro pies…



Voltéate al espejo, para que veas como te cojo por atrás, eso fue una ventaja para nosotros ya que pudimos ver bien en horizontal el voluptuoso cuerpo de mi madre y el tremendo trancon del macho, del taburete, copio una vaselina que se ocupaba para ponerse en el pelo y embadurno su verga y el culote de mi madre…



Despacio…por favor…alcanzo a suplicar mi madre…



El con la misma paciencia, le fue envacelinando el ojete y observábamos como le iba metiendo los dedos de una mano y con la otra le acariciaba el mejillón de su verija…



La masturbaba ricamente y cuando estaba alcanzando su orgasmo, la soltó y tomándose la riatota bien hinchada, se la dejo ir por el culo, rompiéndoselo…



Aaaaaaaaaaaaaayyyyyyyyy, aaaaaaaaaaaayyyyyyyyy, un grito desgarrador se escucho, al entrar el cabezón de verga, mi madre cayo desmadejada, pero atrás de ella el garañon se le dejo caer también, incrustándole toda la ñonga, mi mama parecía que quería nadar en medio de la cama, agitaba brazos y piernas, pero el la tenia fuertemente tomada por los hombros y no dejaba de bombearla por el chiquis triques a mi madre que cabeceaba y tenia los ojos en blanco, el la jalo hacia el y con la otra mano jalo un cojín y se lo metió a mi madre debajo de su vientre, pero sin sacarle el chorizo y volvió a atenazarla ahora de perrito, pero bien enculada…



Me vengooo…me vengoooo….me vengoooo…decía mi madre alcanzando un espectacular orgasmo anal, el a su ves la tomaba con mas enjundia por las caderas y le sembraba el camote en el hasta ese entonces cerrado culo de mi madre, empezó a gemir de nuevo el toro, con una mano la tomo por el pelo a mi madre y con la otra se afianzaba a sus caderotas, parecía que de un momento a otro mi madre se iba a despedazar…



Me destripas…me destripas…me arde…me duele…



El se tenso y rujio como leon herido y jalo mas a mi madre que parecía una muñeca de trapo…



Te van…te vaaaannn… mis mocos…



Lléname…lléname…las tripas de tu moco amorzote…mi macho…mi machoteeeee… gemía mi madre



Sudaban a mares y cayeron como fulminados por un rayo, podíamos escuchar hasta sus resoplidos…



El le dijo…



Ya no te vayas…quédate a dormir conmigo…



Me prometes que ya no me vas a coger de nuevo, le dijo angustiada mi mama, todavía con el pito adentro de sus entrañas.



Prometerte, prometerte, no, le contesto.



Ha no entonces ya me voy le dijo mi madre tratándose de separarse de el, pero seguía ensartada, bueno mamita, nada mas en la mañana antes de irme a trabajar, me das una buena mamada vale?...



Bueno así, si dijo mi mama y se acurruco entre sus brazos y se quedaron dormidos, mi hermana y yo , nos fuimos cada quien a nuestro respectivo cuarto, pero antes de entrar me dijo…



De esto que paso nada a nadie, esta bien?



Ni lo de mama ni lo nuestro, me sentencio y ya no va a ver otra vez.



Ta’bueno le dije a mi hermana y nos metimos a dormir.



Me despertó, el sonido del agua del tanque que esta a la mitad del patio de la casa, mi mama estaba apurada lavándose la cara, estaba cantarina la muy zorra.



Así pasaron varios meses, donde mi mama, recibía casi diariamente su ración de verga por todos sus hoyos, es mas un día después de una celebración del pueblo, donde corrió alcohol a raudales, el garañon se cogio a mi madre y mi hermana juntas, esa demostración de poder, aunado a que siempre me trato de una forma muy cordial, respetuosa y hasta me motivo a seguir con mis estudios, me hicieron que lo respetara y hasta lo llegara a admirar, los demás amantes de mi madre y hermana estaban dolidos, y pues no tardo algún cabron, en hacerle llegar a mi padre las noticias que estaban ocurriendo en su casa.



Mi padre dejo de llamar preguntando por su mujer y a los pocos días, me llamo a mi, para decirme que me fuera con el al norte, en esas estaba cuando el Ing. García, querido de mi madre, lo trasladaron a otra obra y se tubo que ir, mi madre, que les puedo decir hasta lloro su partida, pero lo puta nunca se le ha quitado, termino de putona al igual que mi hermana en un burdel de Leon, Guanajuato, yo me vine con mi padre a Atlanta, Georgia con su nueva familia, mi padre tampoco era tan pendejo, ya se habia emparentado con una hermosa gringuita y así, por accidente empecé a leer este tipo de relatos, hasta que navegando encontré la saga de Un Hombre Afortunado y me di cuenta que es el mismo Ing. García.



Que pequeño es el mundo, desde aquí ahora, también me ayudo a exteriorizar, lo que por muchos años tuve guardado y no sabia como sacarlo, sin duda si es un hombre afortunado…Horacio.



 



En verdad fue sorprendente y reconfortante, esto que me ocurrió, gracias Horacio, por tu sinceridad y por compartir estas letras con mis lectores.



 



Saludos…


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