"Como una tarde de verano y unas medias propician que un matrimonio abra su mente a nuevas aventuras"

Empiezo este relato presentandome, soy Hector tengo 31 años y llevo 7 casado con Sara. En mi caso soy atlético 180 y pelo castaño, intento cuidarme lo máximo posible y ni fumo ni bebo, diariamente y visito el gym con mi mujer. En la cama soy bastante activo y mi miembro está en la media nacional aunque el grosor si que ya juega en otra liga jaja Ambos tenemos trabajo estable osea que económicamente no estamos mal por lo que Sara se gasta en lencería y tacones lo inimaginable. Sara mi mujer es 1,68, morena una cara preciosa, y guarda una buena delantera natural de talla 95 el culo no está nada mal y usa una 36 de pantalón, los leggins pueden hacer perder la cabeza a uno. En la cama siempre ha sido muy viciosa y lo que más le gusta es arrodiyarse y que le llene la boca mirándome fijamente a los ojos. Pues bien, 7 años de casados más 4 de novios...sexo había diario pero la verdad Sara siempre fue más viciosa que yo, y tanto tiempo había hecho que aveces parecía que necesitara más pero bueno siempre hubo buena comunicación osea que era algo que no me preocupaba pues sino lo habría dicho.

Todo empezó un domingo de julio que fuimos a tomar algo de tardeo, ella era muy sexy vistiendo y la lencería era una locura lo que se ponía en ocasiones así. Antes de salir la vi por el baño con unas medias de liguero de color de su piel, tanga de encaje negro que casi podría ser brasileño y sin sujetador. Sinceramente se me puso dura de solo verla así y ella se dió cuenta a lo que sonrió maliciosamente, no me quiso ni besar pues llevaba un pintalabios color burdeos que le encanta. El vestido que eligió era corto y suelto un color pastel azulado. Dios mio cuando se bajo del coche y empezó a caminar con sus sandalias los chicos se giraban para mirarla algo que a mí me excitaba de manera increíble. Pues bien dentro saludamos a gente que conocíamos y mientras yo me quedaba hablando con un conocido ella se fue a la barra pedir una copa, sorpresa la mía que al apoyarse en la barra el vestido se le subía y dejaba a la vista el encaje de las medias, vaya calor me estaba entrando y un chico que estaba cerca lo estaba viendo y se acerco a su lado... no sé que le dijo pero lo primero que hizo fue reirse y seguir una conversación con él, ella siempre le gusto el flirteo y sentirse observada pero está vez era algo diferente y para mí tambien ya que la excitación y mezcla de celos que me estaba dando era algo incontrolable. Cuando le entregaron las copas se giró y se dió cuenta que la estaba mirando, al volver me dió un beso y me dijo que dejase de mirarle el culo. La pegué hacia mí y al notar el bulto se puso a reír y decirme que que me pasaba....la verdad no lo sabia pero necesitaba foyarmela allí mismo, la tarde fue pasando sin más sobresaltos pero el calentón no me bajaba y que cuando iba a pedir bebida daba un espectáculo.... Al llegar a casa no había abierto la puerta y ya casi le había arrancado el tanga, hacía tiempo que no la cogía así, a lo que ella me soltó si que tenía que exhibirse y coquetear para conseguir eso tendría que hacerlo más a menudo, eso me puso más todavía y mientras estaba a 4 me recordaba como la miraban los chicos.