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Categoría: Confesiones

Tres viejas y un sátiro (2)

Hasta ese momento me pasaba de calentarme con hombre mayores, muy mayores, viejos les diría… Empezaba a aceptarme como putito todavía virgen, pero atraído únicamente por muy madurones y vejetes y ahora estaba en manos de viejas pervertidas…



-¿Nada?... –me dijo Herondina… -A un chico tan lindo como vos hay que hacerle de todo, Jorgito…



-Ay, por favor, señora…



-Trepá a la cama, Jorgito, y ponete en cuatro patas… A menos que quieras probar el cinturón otra vez en tu lindo culito…



-No, por favor, no me pegue más, señora… -supliqué mientras disfrutaba del ardor intenso que la paliza provocaba en mis nalgas…



-¡A la cama en cuatro patas!...



-S… sí… sí, señora… -y me coloqué en esa posición… Inmediatamente Lola y Petra subieron a la cama y empezaron a sobarme el culito… las cuatro manos se deslizaban, acariciaban, pellizcaban…



-Es increíble lo lindo que es este chico, el culito que tiene… -dijo Lola sin dejar de acariciarme…



-Culito de nena tiene… ¡Y que piernas!... Piernas de chica también… -agregó Petra… -Y bueno, tengo que reconocer que mis piernas son… ¡ay!... sí, un poco femeninas… Largas, de rodillas finas y muslos bien torneados, sin musculatura a la vista y cubiertos por una suave pelusita apenas perceptible sobre la piel clara y tersa…



-Además fíjense, no tiene vello… -observó Petra… -¿Te depilás, Jorgito?...



Negué con la cabeza y advertí que Lola se pasaba incesantemente la lengua por los labios… ¿Se los habría secado la calentura?...



Por sobre mi hombro izquierdo vi que Herondina había terminado de lubricar el consolador y lo sujetaba por la base con su mano derecha, mientras sus labios estaban curvados en una sonrisa lasciva y tenía los ojos clavados en mi culo…



“¡Ay, mi pobre culito!”…-pensé entre aterrado y deseoso… -“¡Me lo va a romper con esa cosa!”… No tenía manera de evitar la violación, así que me resigné a vivir las cosas lo mejor posible, con mi iniciación en el sexo anal… En ese momento sonó un teléfono celular; era el de Herondina y lo tenía en un bolsillo…



-Hola… Ah, ¿cómo estás, Rogelio?



……….



-Bueno, nos estamos divirtiendo con las chicas… Sí, claro, Lola y Petra…



……….



-Te cuento, tenemos a un lindo nene, acá…



…………



-No, no cambié, a esta edad ya no cambio, sigo siendo torta, pero este chico es tan lindo que parece una nena…



…………



¡Ah, grandísimo pervertiro! ¡te interesó el nene!



………...



Sí, claro, venite ya y le damos entre los cuatro…



…………



-Te esperamos…



-Era mi hermano, quedó intrigado por lo de Jorgito y viene para acá… -les contó Herondina a las otras dos…



Al oir semejante diálogo empecé temblar de la cabeza a los pies… No podía controlarme al pensar que además de las viejas con el consolador me iba a violar un hombre…



Eso me conmovió emocionalmente… ¡No iba a ser lo mismo!... Yo ya me había preparado para las tres viejas y el consolador y de pronto iba a ser violado por un hombre…



Eso me conmovió a fondo emocionalmente… ¿Estaba yo preparado para conocer una verga real? ¿para ser penetrado por un hombre?... ¿Para entrar en contacto físico con el cuerpo de un hombre?... Lo estuviera o no se me ocurría inevitable…



(continuará)


Datos del Relato
  • Categoría: Confesiones
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