Yessenia. A pesar qué está feliz, así dichosa igualmente bendecida, sobre todo entregada, también consagrada en mente y cuerpo obvió alma, incluso iluminada por supuesto tenemos entre nosotros enamoradamente en la actualidad del qué es su queridísimo esposo hoy por hoy.

Con todo esto no ha dejado atrás para nada su prontuario ni tampoco el comportamiento de indecencia, especialmente indecorosa, propiamente libertina al mismo tiempo de insinuación, como coqueteo asimismo atracción sexual. Por donde se encuentre hasta vaya, de ahí, prácticamente suceda a sus anchas en sus propias narices por la querida Yessenia en vivo y a todo color y mucho más.

Con su cara de mosquita muerta asimismo con una indiferencia que le viene y le va además concretamente de gusto, deleite, emoción, gozo, ganas, interés, curiosidad, deseo, juego, hipocresía, mentira, disimulada, entre mucho más en fin.

Cercanías sonriéndose en efecto mirándose con unos ojos de cautivada, enajenada, atraída, endemoniada, perversa, malvada, entre mucho más con los hombres a su paso; lo revisa absolutamente. Le pone la mano al conocer y saber de qué están hechos incluyéndose para los menesteres qué grande lo tienen al respecto por parte de la hambrienta de Yessenia en persona y mucho más.