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Categoría: Transexuales

Travesti feliz, muy feliz.

Hola, soy travesti de closet, mi nombre de mujer es candy elena y les cuento con mucho rubor, pero con gran felicidad, la experiencia que viví como nena un día cualquiera del mes pasado:

               Después de mucho buscar por internet, contacté y me enamoré de un lindo macho que siempre estuvo dispuesto a convertirme en su hembra cuando yo lo quisiera y dispusiera, por supuesto, mi mayor deseo desde el primer día que me vestí de mujer y sentí la necesidad de disfrutar mi sexualidad femenina en su máxima expresión. Coordinamos que el me visitara en mi apartamento en el cual por suerte vivía solita para el momento, y efectivamente el día se dio para que ocurriera lo más hermoso que me ha pasado en mi vida. Para la ocasión que se presentaba, tenía que estar hermosa, bien sexy y divinamente provocativa. Me duché, me depilé todo mi cuerpecito, especialmente mis partes más íntimas, me perfumé de mujer y me vestí de nena con la ropita más sexy y linda que tenia guardadita: me puse un lindo brassiere, hilito dental rosadito, medias panty brillantes, tacones bien altos, una blusita transparente muy linda, una minifalda ajustadita color naranja, peluca de pelo largo, zarcillos colgantes, me pinté las uñas y los labios de color rojo, me maquillé como nunca antes lo había hecho, y me dispuse a esperar a ese macho tan deseado por mi en mis ratos de travestismo. Sonó el timbre y antes de abrir la puerta pensé ! dios mio, será realidad lo que va a suceder a partir de este momento ¡ no lo podía creer, pero alli estaba el, abrí sigilosamente la puerta y me lo encontré frente a frente, tenia entre sus manos un hermoso ramo de flores que me lo obsequió galantemente, además de estamparme un excitante beso en la mejilla, el cual me turbó, me hizo sentir en las nubes y me dio ya el valor para recibirlo y permitirle pasar hasta la sala donde nos esperaban ya servidos, dos tragos de buen whisky que servirían para romper el hielo entre ambos, para romper el hielo entre un hombre y una mujer que a partir de ese momento disfrutarían con pasión lo más hermoso de la vida: el sexo sin tapujos.

               Mientras conversábamos, nos conocíamos y tomábamos los primeros tragos de licor (brindamos por ese maravilloso encuentro), le pedí a mi macho que me permitiera modelarle por un rato caminando por toda la sala, quería que me viera, que disfrutara visualmente de mis atributos como mujer, aproveché la ocasión, hice de todo delante de él, no solo caminé con mis curvas de un lado a otro de la sala, si no que le bailé casi encima una suave musiquita que puse a sonar, me deleité, me le exhibí divinamente y sentí por primera vez ante la vista de alguien, que era una verdadera hembra, eso me excitó demasiado, me volvió loca y me permitió calentarme como nadie tiene idea, pero él también se volvió loco observando mis movimientos, viendo mis curvas, mi caminar femenino con esos lindos tacones, viendo mi cuerpo, sintiendo mi pasión, mis deseos reprimidos de sentirme observada y deseada. L di un beso de lengua que nos hizo temblar a los dos, pero no acepté todavía sentarme a su lado, quería aprovechar al máximo ( no había apuro alguno) para que me disfrutara visualmente antes de que lo hiciera con toda seguridad, físicamente; le pedí que me tomara muchas fotos para el recuerdo, y eso permitió unas poses femeninas demasiado lindas y sexis, no me lo creía, esa era yo como mujer, ! que fotos ¡, ! que tomas tan espectaculares ¡, para no olvidarlas jamás.

               Los tragos seguían y seguían haciendo su efecto, mi próximo paso fue ahora si, sentarme a su lado, ! que calientes que estábamos los dos ¡, ardíamos en deseos, pero todo a su tiempo pensé, no podemos apurarnos porque entonces todo se acaba también demasiado rápido, tenemos que disfrutar al máximo, y así intente hacerlo por cuanto además no sabia si ese precioso momento se repetiría o no, fotos y más fotos, besos y más besos, caricias, besos de lengua, mano por todos lados, eso fue espectacular, hasta que llego el momento de entregarme a él, ahora si dejaría que lo hiciera todo, dios . . . me apretujó contra su cuerpo, me dio besos de lengua, me acaricio divinamente; siempre con mis prendas de vestir puestas, pues no permití que me quitara ninguna (él tampoco lo intentó), quise siempre estar vestidita para él, porque así me sentía siempre más femenina y excitada. Entre trago y trago seguimos besándonos, hasta que le puse mi mano por primera vez en su miembro excitado, el cual era hermoso, grande y grueso como siempre yo lo había soñado, provocativo, carnoso y después lo supe; con muchísima lechita para mi, era ese mi hombre, mi macho, le di gracias a dios por habérmelo puesto en mi camino, ese seria mi hombre para siempre. No aguanté más ahora si, fui con mi boca directamente al encuentro con su pene, a ese pedazo de carne humana que me volvía loca, loquisima, se lo bese con loca pasión, le pasé la lengua por todos lados, le acaricie con mi lengua sus bolitas divinas, le besé su cabezota hasta que me lo metí todito en la boca, me penetro hasta la garganta, me volví sumisa, me hice ahora si mujer, y empezó alli lo más bello y deseado por esta hembra: chupar y chupar, mamar y mamar, gemir, gritar, contorsionarme, pedir más y más, disfrutar como hembra, como mujer, como nena, de ese hermoso guevo, sabiendo luego que quien no lo haya hecho, no sabrá nunca lo que se pierde.

               La pasión, el deseo y los tragos nos volvieron locos, estábamos disfrutando de lo lindo, me sentía la mujer más feliz de la tierra con ese "trabuco" en mi boca, y el solo pensar que más tarde lo tendría dentro de mi desesperado culito entrando y saliendo con todo su vigor, me hizo temblar de emoción, de alegría. Su pene seguía en mi boca, lo succionaba, lo chupaba, lo saboreaba, era un hecho que pronto se vendría por primera vez en mi boquita ansiosa, así ocurrió de repente, ohhhhhh mi dios, sentí cuando se vino, ese chorro de leche caliente fue hermoso, divino, toda la cual me tragué con todo el gusto del mundo, con una sensación y emoción sin limites, primero la disfrute en mi propia boca, la saborie para luego tragarla llegando a sentirme cada vez más realizada como mujer, como nena, como hembrita. luego de todo esto vino por supuesto un merecido descansito, sobre todo para él, con el fin de que se recuperase y siguiéramos con el postre que nos faltaba. tomando y tomando traguito esperamos esa ansiada recuperación de mi macho, porque vendría luego el éxtasis, el clímax, lo máximo, mi graduación como mujer, sin duda alguna; la tan anhelada penetración de mi culo el cual para esa hora ya estaba suficientemente mojadito y lubricado para recibir tremenda polla dentro de él, lo deseaba, lo esperaba. Una vez listo mi macho, reiniciamos nuestras tiernas caricias, besos y abrazos para que su miembro bello, hermoso, divino se fuese levantando de nuevo, cosa que no fue para nada difícil, se puso rápidamente duro y grande, y  sin mucho esfuerzo me colocó en cuatro patas, y zúas, penetrada, por fin se acabó mi virginidad, se rompió esa telita que nos hace vírgenes, esa enorme polla penetro mi culo, viendo yo coronado el momento más esperado, más excitante de mi vida, ser penetrada, sentirme 100 % ya una mujer, una hembra consagrada. Gemí, grité, patalie de placer, fue un gozo supremo, me sentí mujer, me sentí divina, dios mio; que sabroso sentir ese pedazo de carne en mi culo, le pedí que me diera más duro, que me penetrara profundo, que me diera nalgadas, que me penetrara como nunca a nadie él había penetrado, que me hiciera feliz para toda la vida, lloré de emoción, me sentía en las nubes, le pedía que me desvirgara, fue de verdad un gran momento de placer hasta que sentí otro chorro de leche, esta vez adentro de mi, esta vez quería que me preñara, hermosa sensación, volví a gritar, volví a gemir, fue lo máximo sentir dentro de mi, esa lechita calientita, me sentí toda una puta, una perra, una zorra, soy una travesti consagrada como mujer. Cuando todo acabó (por ahora), me siento en el cielo, no quiero ser mas hombre, quiero permanecer toda la vida vestidita de mujer, vi las estrellas, nunca antes en mi vida había sido tan feliz, quiero, amo a mi macho, lo deseo todos los dias, será mi hombre para siempre, y yo su puta, que ricura, que hermoso ser mujer.

               Para cualquier comentario, les dejo mi correo: vestidodenena@live.com

 

 

Datos del Relato
  • Categoría: Transexuales
  • Media: 9
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2 comentarios. Página 1 de 1
Merche
invitado-Merche 22-03-2018 23:59:12

Me encanto. Yo también estoy esperando a mi macho y a ser posible madurito.

jr.
invitado-jr. 21-02-2018 00:19:23

que buen relato se me paro

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