Hace un tiempo, un sábado a la noche fuimos con mi mujer a Caldas. Entramos, ella estaba muy sexi y porvocadoramente vestida. Su vestido minifalda era color azul pecado. Ya en la barra. elegimos tres muchachos que realmente valían la pena. Miraron a mi mujer con muchas ganas y ella con una sonrisa los invitó a acercarse. Resultaron tres universitarios en busca de aventuras.

Fuimos a un reservado, nos desnudamos y ya ella había elegido al primero. Entre los tres no terminaban de desfogarla, por el contrario, estaba cada vez más golosa y caliente.

Mamó las tres vergas, le chuparon los tres, tanto la concha como el culo.

Primero la penetraron de a uno, luego vinieron las dobles penetraciones. Su culo quedó definitivamente roto, Su concha recibió las vergas de a pares.

Cuando se hizo el tiempo de retirarnos, nos invitaron al departamento de Javier y Gonzalo, Julito estaba invitado.

Así seguimos hasta el mediodía del domindo, que comimos "en familia", luego de grandes besos volvimos a nuestra ciudad.

Durante la semana, Javier llamó a Silvina para que fuéramos de nuevo y nos contó que irían las novias de ellos para participar del sexo.

Ese Sábado nuestra sorpresa fue mayor porque la novia de Gonzalo era un vecinita nuestra a la que Billy le tenía muchas ganas. Esa noche fue de total relajo, hasta el ovejero alemán participó con las niñas y algunos de nosotros.

Billy le pidió a la vecinita (Emilia) que trajera su madre, que creíamos que sería posible.

La poóxima reunión fue en una quinta en Funes y vino toda la familia (el padre y sus tres hermanas). No tardaron en acomodarse y hasta el padre fue penetrado, ya loco de calentura y más viendo lo que hacían sus mujeres.

Desde entonces el ovejero alemán y un doberman tienen carne asegurada, igual que los muchacho.

Seguirá. . . .