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Categoría: Zoofilia

Soy una perra en celo

Ahora yo tengo 20 años y hace poco mi padre me dijo que llevaría a mi perro para que se aparee, ya que el ya tenia la edad sufriente para que este con una perra, además ya se había comprometido con un conocido para llevarlo la próxima semana, tal noticia me cayo de sorpresa, y aunque con enojo le dije a mi padre que no, el me respondía que ya esta todo dicho, y diciendo esto se fue.

No puedo explicar el sentimiento amargo que tuve, solo en pensar que mi perro que lo había criado desde que era un cachorrito estuviese con una perra, me hacia poner de mal humor, y al transcurrir los días ese sentimiento crecía tanto que apenas dormía por las noches.

Solo pensar que mi perro estaría follando con esa perra, hacia que mi naciera un sentimiento que nunca había pensado que podría existir, comencé a tener celos, celos porque no me había dado cuenta hasta entonces que la relación que había entre nosotros había sobrepasado una simple amistad animal dueño, sino que en los momentos compartidos me había enamorado de mi mascota

Fue algo que pude entender, porque ya hace mucho tiempo me sentía atraída por el, era una mescla de deseo y amor, desea estar con el y aunque nuestras diferencias sexuales lo impedían y aunque yo mismo estaba negando mis sentimientos, la notica que mi mascota estaría con una perra, hacia que me decidiera, y que sin mas temores afrontara mis verdaderos sentimientos hacia el.

Solo era dar el primer paso, paso que nunca pensé dar, pero que ahora estaba segura que era el momento de afrontarlo, así que aprovechando que estaba sola en casa, esa misma tarde decidí afrontar las cosas y dar paso a que mis sentimientos puedan aflorar libremente, así que me dirigí mi alcoba para darme un baño, ponerme linda para el, ponerme el mejor vestido, para luego bajar hasta donde el estaba.

Echado en el sala, como siempre algo adormitado después de haber comido, yo me acerque silenciosamente y sin mas, me agache a donde el estaba y con un beso suave le dije:

– hoy seré yo tu perra, como siempre debió y debe ser

Le di un beso en hocico, el me respondió sacando su lengua y tocando mis labios, así sellamos lo que hasta ese entonces seria el inicio de mi entrega integra a el.

Al principio le comencé a acariciar su cuerpo, pero poco a poco fui rosando su pene y mientras lo hacia con mi otra mano acariciaba mi vagina, fue como siempre lo había imaginado el sumiso a mis caricias, yo extasiada con tener entre mis manos su pene, que hasta ese entonces ya no podía estar mas con esa ropa que solo ya me molestaba, me sentía como aprisionada, en trozos de tela que para ese momento ya no estaba en su lugar, así que con jalones fui rompiendo en gran parte todo mi vestido, pues hasta ese entonces no me importaba ya el costo que haya podido costar.

Así ya desnuda completamente comencé a acariciar a mi mascota con mi cuerpo, con mis senos, mi vagina friccionándose con su pelo, así sin mas fui seduciendo a mi amante que para ese entonces ya veía que entendía lo que yo quería darle, mi virginidad.

Solo faltaba preparar su pene virgen para que pueda entrar en mi vagina, así que fui abriéndole paso a su capullo rojo poco a poco se asomaba , ayudándolo a salir con mi boca, le di una mamada que casi termine con mi boca llena de liquido pre seminal.

Pero cuando termine, me quede asombrada del pene que había conseguido sacar de ese pequeño capullo, era algo tan grade que solo verlo me excitaba.

No podía aguantar mas, solo verlo no era suficiente, yo para ese momento quería sentir su pene dentro mio, asi que me puse en cuatro patas, completamente dispuesta solo para el. Y le decía…

– Soy tu perra, penétrame, hazme tuya que te prometo que siempre que tu quieras me tendrás

– Muentame, méteme tu pene, no te arrepentirás pues soy la perra que te ama

Después de varios intentos fallidos con y sin ayuda, después de casi mas de una hora logro meterme todo su pene, y aunque fue un dolor fuerte lo que sentí ya que era la primera vez que tenia sexo, fue replazado el dolor por placer, pues en me sujeto y como si fuera una perra me agrarro la cintura con toda su fuerta y con la misma fuerza me penetro, fue algo brusco bien valio la pena, pues en esos 2 minutos que me penetro con fervor me hiso sentir un orgasmo que casi y me pude sostener, fue algo especial, sentir como el terminaba dentro mio, como una mujer era la perra de su mascota, asi que cuando sentí encharse su bola le deje adentro mio, y cuando el quiso moverse yo no le ataje hice lo que el quería hacer, pues una perra enamorada hace lo que su hombre quiere hacer, asi que después de 20 minutos de estar pegada a el, pudo sacar su pene de mi ya maltrecha vagina

Solo tuve fuerzas para darle un beso, y luego echarme a su lado para dormir como dos buenos amantes.

Cuando llego mi padre yo ya era la mujer de mi perro, asi como hembra celosa, me puse recta en mi decisión en que mi perro no iva a aparearse con cualquier perra. Y aunque el se puso intransigente, yo me puse firme en mi decisiones, aclarando mi punto de vista y que el cual no iva a cambiar por nada de este mundo.

Además si mi perro ya tiene a su hembra para cuando el quiera tener sexo, pues ahora soy su mujer, soy su perra.

 
Datos del Relato
  • Categoría: Zoofilia
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1 comentarios. Página 1 de 1
Eduardo1991
Eduardo1991 25-09-2022 23:24:55

Uy jejejejejjeej yo pensé q tenía la mente corrompida, pero leyendo esto veo que no, es increíble este relato pero chebre jejejej espero poder ver algún día

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