Una belleza cómo bonita hasta divina inclusive sexy Señora de unos merecidos cómo honrados hasta espectaculares igualmente naturales asimismo sobrio finalizo radiantes y fabulosa 32 años. Qué es dueña de un restaurante qué precisamente alquila apartamentos arriba del restaurante, haciendo la limpieza de las piezas justamente un hombre mayor de 60 años, le tira los ojos estando muy atraído cómo cautivado hasta seducido por la belleza de está; un buén día qué anda acomodandole la cama de la pieza le pide por su nombre qué quiere tenerla en la cama lo mira algo desconcertante al hablarme con los nudillos apoyados y puesto en el chicote de su falda de cuero y botas con suéter y delantal qué le cubre desde su cuello hasta sus rodillas, qué le pasa respeteme soy una mujer hecha y derecha hasta decente y honrada qué no me meto con mis inquilinos al recoger sus cosas y sale de la pieza dejandolo parqueado al hombre mayor de 60 años.

Una buena mañana sube a la pieza hacer la limpieza rutinaria de la habitación del hombre mayor de 60 años, esté le insiste nuevamente con la pretenxión de que se acueste con él para sexo, nuevamente la señora de 30 años se niega y le exige respeto o me vere en la obligación de pedirle qué desaloge la pieza y se vaya de aquí me está incomodando y mi esposo puede tener problemas con él.

Otro día, sube furiosa la Señora a la pieza del hombre mayor de 60 años, en qué le exige la paga del alquiler de dos mes atrasado, el hombre se rehusa hasta qué acceda acostarse la señora queda mirandolo furiosa pero en un momento se sube la falda al quitarse el hilo dental cachetero acostandose en la cama el hombre mayor de 60 años se quita el pantalón con el calzoncillo acostandose encima de ella al darle follada dura y profunda en qué la señora tiene qué humillarse hasta soportar las pendejadas sexuales de este inclusive sufrir en canre propia la ofensa e irrespeto de este, terminando al venirse mientras se viste la señora el hombre mayor de 60 años le saca el alquiler al tirarselo en la cara y en el piso doblada de rodillas en el piso de la pieza recogiendo cada uno de los billetes, entonces el hombre le habla asío será siempre tenemos sexo y luego te doy tu alquiler por la pieza se sale de la pieza la señora al bajar al restaurante para atenderlo personalmente.