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Categoría: Maduras

Santi 1

Volvía a casa con un cabreo de mil demonios. Era la undécima vez que me rechazaban en un puesto de trabajo por mi inexperiencia. Como querían que tuviese experiencia sino me daban una oportunidad?. Tantos años de estudio para nada, a mis 25 años con una carrera (de letras claro) un master y un sinfín de cursos era un auténtico inútil para la vida laboral.



Perdón he empezado mal me llamo Santi, bueno para los amigos, mis padres me llaman Santiago y mi abuelo que es gallego Iago. Divago, voy a contaros mis experiencias vitales, porque empiezo en esta edad y ese dia? Porque antes de los 25 años mi vida era una verdadera monotonía, yo era lo que se dice una rata de laboratorio, salía poco estudiaba mucho y mi tiempo libre lo repartía entre la lectura y el senderismo. No es que fuese virgen pero mi experiencia sexual había sido ciertamente ruinosa. y para acabar de arreglarlo mi padre se había cansado de que solo estudiase y me había dejado de pasar dinero, a tu edad yo  estaba casado tenía un buen trabajo. A que os suena la frase? Pues eso que estaba sin pasta y con negras perspectivas de trabajo. Eso si mi hermana estaba en el extranjero estudiando ella si que podía hacerlo sin problemas, bueno y mi otra hermana la monja que era la salvación espiritual de la familia.



Con eso habréis deducido que mis padres, eran como mínimo conservadores, de todos los domingos y festivos a misa, par de hipócritas, mi padre era director comercial de una importante multinacional, había chafado, humillado y destruido a multitud de compañeros para llegar a donde estaba. Mi madre una abogada de éxito defendía a grandes empresas contra las reclamaciones de sus empleados. No tenía buena relación con ellos no compartía sus ideas políticas ni vitales, aunque claro como no paraban por casa en toda la semana, más que para dormir. Bueno   mi padre ni eso, pues se pasaba la semana viajando, no nos molestábamos tenía más relación con la trabajadora doméstica que con ellos.



Como os decía volvía cabreado de la entreviata y al abrir el portal de mi casa me encontre con doña carmen y su hermana Angela delante del ascensor.



- Señoras buenos días que cuentan?._ Les pregunte con una amplia sonrisa.



- Pues que vamos cargadas con la compra y hoy están haciendo la revisión  del ascensor, por lo que no podemos cojerlo._ Dijo preocupada Doña Carmen.



- Y encima llevamos congelado que vamos a perder:_ Contestó su hermana.



- Vaya que contrariedad, pues ellas Vivian en el sexto pero yo en el ático de un edificio de 12 plantas.



- Tranquilas yo les ayudaré:_ me ofrecí.



Ni corto ni perezoso me cargué con la compra  y empecé a subir. Las dos hermanas eran viudas y sin familia, mentira creo que tienen un primo que  nunca va a verlas o algo así. Doña carmen estuvo casada con don Cosme militar de Carrera, General de artillería como Napoleón solía decir, era un hombre simpático, siempre íbamos a la biblioteca juntos y  en el camino me contaba mil y una anécdota, nunca las repetía era hombre de gran cultura, me apenó su muerte. Angela vino a vivir con ella cuando se quedó viuda,antes incluso que muriese Don Cosme, por lo que ya llevaba 3 años viviendo con ellos cuando este murió, poco se de su marido, pues la verdad nunca me interesó lo más mínimo.



Llegamos al sexto yo sudando como un cerdo, pues aunque estoy en forma, no podeis ni imaginaros la barbaridad de compra que llevaban.



- Vaya como sudas, quieres un refresco? Me dijo doña carmen.



- No gracias solo tengo ganas de llegar a casa._ Le contesté.



- Buenos pues al menos acepta estos 10 euros como gratitud._ Dijo



- No señora Carmen no hace falta lo he hecho de mil amores._ Le rebatí.



- Insisto._ Dijo la mujer alargándome el billete.



Estaba tan cansado que no quise discutir, así que cojí el billete y subí los 6 pisos que quedaban hasta mi casa.



Al día siguiente, tras mi rutina de reparto de curriculums, me las encontré otra vez en el holl, con caras tristes.



- Que les pasa señoras mías que me traen esas caras tan largas'._ Pregunté.



- Pues verás Santiago que se nos ha fundido la bombilla de la lámpara del comedor le hemos pedido a nuestro sobrino que viniese y no ha querido._ Dijo Doña Carmen.



- Ese solo viene cuando quiere dinero y pensar que es nuestra única familia.



- Tranquilas yo se la cambio._ Dije solícito.



- No querríamos abusar._ Dijo Doña Carmen.



- No abusan, además no tengo nada mejor que hacer que servirlas._ dije haciéndoles una galante reverencia.



- Muchas gracias caballero es usted un sol._ Dijo entre risas Angela.



Y subí a ayudarlas. En este punto les dire porque la diferencia de trato, el día que lleggó Angela me la encontré en el ascensor y me dijo que no le hablase de usted que no era tan mayor (50 años es mayor para uno de 22 como era yo cuando llegó). Y Doña Carmen nunca me dijo que la tutease.



Bueno pues llegamos a su casa y les cambié la bombilla sin ningún problema, ya que la única dificultad que tenía era la altura y yo con 185 cm de altura pues no la tuve.



- Gracias, desde que estamos solas que nos vemos en un brete cada vez que pasa algo por el estilo._ Dijo Doña Carmen.



- Vaya, pues saben quue vamos ha hacer, le daré mi número de móvil y cada vez que se les presente algo me llaman._ Les sugerí



- No queremos abusar de ti, ni que pienses que somos unas aprovechadas._ Dijo Angela.



- Solo lo aceptaremos si cada vez que te necesitemos te podamos pagar 10 euros._ Dijo rotunda Doña Carmen



- No hace falta mujer que yo por ayudarlas lo que haga falta.



- Insistimos, o si no no te volvemos a llamar,_ Dijo Angela



- Bueno pues de acuerdo, así quedamos si me llaman Santi a partir de ahora.



- De acuerdo._ Dijeron las dos



Desde ese día que me llamaban todos los días, para cambiar un grifo, para sintonizarles un DVD nuevo, ya saben cosas cotidianas que a dos viudas, acostumbradas a que los maridos lo hiciesen, pues se veían superadas. Y no es un alegato machista es que las criaron así eran otros tiempos y otras costumbres.



Es triste, confesarlo pero se convirtieron en mi única fuente de ingresos 70 euros por semana me venían muy bien, para salir de cena alguna vez y para permitirme algún que otro caprichito. No penséis mal yo ni fumo ni tomo drogas, pero por ejemplo, comprarme deportivas para el senderismo, me gusta leer y así podía comprarme libros, nunca me gustó sacar libros de la biblioteca tan manoseados. mis padres extrañados por mi repentina liquidez económica me preguntaron el motivo. Yo como no quise decirles la verdad les conté que daba clases particulares. 



Un día me llamó Angela muy temprano, por lo que me despertó, diciendome que no salía agua en la ducha del baño de su cuarto, ella al notar mi voz de dormido Dijo



- Perdona por haberte despertado llamaré al vecino del quinto.



En ese momento las alarmas se me encendieron en la cabeza, si les resulta más simpático que yo y dejan de llamarme que hago, si soy un hipócrita, así que le dije que  bajaba de inmediato. Yo duermo desnudo por lo que me puse una camiseta y el pantalón de un chándal y bajé corriendo.



- Buenas Santi, gracias por ve...



Se puso un poco roja al verme, yo siguiendo la dirección de su mirada me di cuenta que aún tenía la polla empalmada, ya sabeis la erección matutina no me había bajado y como no llevaba ropa interior tenía una tienda de campaña considerable.



- Perdone Angela es que me he levantado deprisa y ...



- Tranquilo es algo natural.- Dijo Angela algo más recuperada de la impresión.



Fuimos a su cuarto de aseo y comprobé que efectivamente el agua no salía, así que decidí desmontarla empezando por el grifo. Mientras me acercaba a las herramientas de Don Cosme vi que Angela solo llevaba el camisón de dormir, una prenda anodina y asexuada que le llegaba a los pies.



Empecé a desmontar el grifo, pero por culpa de la cal estaba costándome más de lo que creía en un principio. Angela al ver mi esfuerzo se acercó para ver si podía ayudarme y en ese momento desmonté el grifo y el agua salió como una cascada empapándonos a los dos por completo. El camisón de Angela se le pegó por completo al cuerpo, mostrando sin quererlo un par de enormes tetas en un cuerpo envidiable. Al  vestir de estricto luto con vestidos negros y hasta los pies me había impedido ver como era sus cuerpo. En ese momento me volvió de golpe el empalme. Angela al verlo se extrañó pero cuando al girar la cabeza para disimular se vio en el espejo, se volvió granate soltó un grito cogió el albornoz que tenía preparado y se lo puso mientras salia corriendo. Yo sali tras ella y la vi sollozando en su cama.



- Perdona Ángela no quería disgustarte.



- No es nada._dijo entre sollozos.



- Si que es algo porque está usted llorando, vamos ha hablarlo.



- Verás es que yo he tenido una educación muy convenciona._ Dijo mientras le venía un sollozo.



- Bueno pero eso no es malo._ Le contesté.



- Si que lo es yo nunca había enseñado mis pechos así a nadie._ Dijo volviendo a sollozar.



- Pero mujer si ha sido un accidente no se lo tome tan a pecho: Le dije tratando de clamarla.



Estuvo un buen rato callada hasta que se calmó.



- Y como es que unos pechos tan maduros han hecho que eso reaccionase así?._ Dijo mientras me señalaba la entrepierna que aun mostraba un bulto considerable.



- Ver Angela serán maduros pero son muy bonitos, es más son una auténtica preciosidad.- Le contesté.



- Va Santi, no me seas zalamero._ Con una pequeña sonrisa en esa cara surcada de lagrimas



- Es la pura verdad, y además usted lo sabe no me lo negará ahora._ Le dije



- A mi difunto marido le volvían loco, pero el no tenía tu edad._ Dijo secándose los restos de las lágrimas



- Pues ya sabe que a este joven también le gustan._ Dije sinceramente.



- Va, va no has venido a repararme la ducha?.- Dijo.



- Si señora.



y ni corto ni perezoso me fui al baño a ver que le pasaba. Una tontería la cal había cubierto por completo el grifo y le impedía al agua salir, así que con vinagre desatasque el grifo y en diez minutos lo tenía listo.



- Angela ya lo tienes listo._ Le dije



- Y tu estas listo?._ Me dijo.



- Listo para que?._ Dije al salir de la ducha.



Vi un espectáculo increíble. Angela  se había quitado el camisón y se había abierto el edredón que llevaba. Lo primero que pensé es cómo era posible que estuviesen aún tiesas ese par de enormes tetas, Después observé la nula presencia de celulitis en su cuerpo y ni asomo de grasa,



- Ya quisiesen algunas treinteañeras tener ese cuerpazo._ Me salió sin pensar.



- No tener nenes te deja las tetas bien bonitas e?._ Me dijo cojiendolas entre las manos y besándoplas



- Señora mía donde está su educación conservadora?._ Le dije mientras me acercaba a ella desnudándome.



- Mira no he de dar explicaciones a nadie por lo que voy a disfrutar de la vida._ Me Soltó.



Ni corto ni perezoso me acerqué a esas tetas maravillosas, tenía, no debía mamarlas sin dilación. Al chuparlas me di cuenta que le sabían a canela, curioso (luego supe que usaba un perfume con esa fragancia). Que delicia de tetas una mano mia no abarcaba más que la mitad de esa mamella.



Empecé a besarlas in dilación besos largos, pero sin lengua aún no sabía como usarla, pasé a su cuello luego al lóbulo de su oreja, y con un dedo toqué su espesísima mata de pelo y la noté tremendamente seca.



- Hace años que nadie entra ahí.- Dijo entre jadeos



- Estás muy seca tendré que hacer algo al respecto.



Así que le quité el edredón la senté en una silla y le abrí de piernas.



- Que vas ha hacer?.- Me dijo.



- Lubricarte por supuesto.- Le contesté.



- nadie me ha hecho eso jamás._ Dijo con curiosidad y sorpresa unido a la vez.



- Pues déjame a mi.



La verdad es que yo no lo había hecho nunca así que aunque no fuese bueno ella no lo notaría. Empecé mi tarea muy lentamente pasando mi lengua por sus labios una y otra vez. Angela suspiraba muy bajo, de repente su clítoris se empezó a inflamar y se hizo muy grande, había visto más de uno (en pelis porna claro) y nunca había visto uno tan grande. Asi que me dediqué a el en exclusiva, aquí Angela no pudo aguantar más y empezó a suspirar como una posesa. No aguantó mucho en pocos minutos se corrió soltando gran cantidad de jugos. No me los bebí con un dedo se los fui repartiendo por el coño para lubricarlo y uando me entró sin dificultad le dije



- Preparada para mi polla?



- Si pero ve con cuidado que mi  marido tenía una mucho más pequeña que la tuya me dijo.



Pues menuda mierda de polla tendría, pues yo tenía una polla mediana 17cm y de gruesa normal, esta señora no sabía lo que se había perdido. Apunté mi polla hacia su coño y empujé suavemente.



- Dios mío como me llena esta polla. Por lo que más quieras ves despacio, muy despacio.



Angela tenía el coño de casi de una virgen, entre los años que llevaba sin follar y el micro pene del marido mi polla estaba abriéndola como nunca lo había hecho nadie.



- Dios mió que pollon me quema mi flor ( ese puritanismo se lo quitaré a pollazos) como si fuese lava ardiendo, dios pero me gusta tantísimo. Sigue por favor sigue.



Al meterla toda se corrió otra vez lubricándose ya por entero, entonce empecé a metérsela y sacársela de forma delicada, pero profundamente y sin parar. Empezó a gritar como una posesa y a los diez minutos me corrí llenándola por entero, momento en el que ella tuvo un tremendo orgasmo que la dejó sin sentido.



Os aseguro que pensé que me la había cargado la mujer no reaccionaba y la respiración era muy tenue, pero poco a poco fue reaccionando y al cabo de un rato recuperó el conocimiento.



- Dios mío nunca había tenido un orgasmo hasta ahora, creía que tenía un problema, porque no me gustaba hacerlo con mi marido y resulta que no._ Dijo ella empezando a caerle lagrimones.



- Entonces le ha gustado?._ Le dije yo.



- gustado, me ha enloquecido, me vas a volver adicta a esta polla como sigas así._ Dijo mientras tocaba mi polla



Empecé a empalmarme enseguida, nunca antes me había pasado tan rápido.



- Divina juventud ya estas listo otra vez? me dijo con mi polla erenta en su mano.



- Pues si es que está usted muy buena ( y lo decía sinceramente como esta de buena Angela).



- Pues follame, pero esta vez sin delicadezas, dame caña como decis los jovenes.



La puse a cuatro patas y se la metí de un empollón, follamos así como dos perros salvajes unos diez minutos ella corriendose dos otres veces antes de que lo hiciese yo y la volviese a llenar de leche. Al caer derrengados vi por el rabillo del ojo como Doña Carmen miraba por el quicio de la puerta con la cara más sorprendida que nunca haya visto.


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  • Categoría: Maduras
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