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Categoría: Confesiones

Raul un camino sin salida

Al divisar el auto de Raúl, recordé en un instante como en una película en cámara rápida, mis últimos tres años de vida, esa vida que me cambio tanto a partir de la muerte de mis padres.



Hasta ese momento, era una nena alimentada , que le alquilaban un departamento en Barrio Palermo, que hacia que estudiaba, con sus 19 años, era una vaga que lo único que le interesaba era pasarla bien, sin drogas pero con un gran sentido de no hacer nada.



El accidente y muerte de mis padres me dejo trastocada, fue mi hermano que me volvió a la realidad, mi padre era vendedor (muy bueno), su sueldo era alto, pero sus ingresos desaparecieron con él, la indemnización por su muerte, fue por sus ingresos legales, un total de U$D 10000,00 una total debacle se apodero de nuestras finanzas familiares.



El empleo de Germán, solamente alcanzaba para mantenerse el en forma individual, yo me encontraba anonadada, ahora mis "amigos" se borraban uno a uno, los problemas ajenos no habían sido mi fuerte, ahora en mi carne sufría este individualismo tan argentino.



Yo era un problema, por ende la solución era . Fuera el problema.



No solo me paso con mis "amigos", también con mi familia, en honor de la verdad nunca con mi hermano, fue en ese momento que conocí a Raúl, ahora me doy cuenta como se maneja.



Mi cuerpo es verdaderamente agraciado, siempre fui como los chicos dicen una mina "fuerte", no era promiscua, mas bien de mostrar en tanga, mi culo , pero nunca de regalarlo, estaba vestida con jeans azules y una remera ajustada.



Raúl se acerco a mí y en vos clara , casi en mi oído me dijo , ¿Cuánto cobras?, al darme vuelta, automáticamente se disculpo, diciendo que se había confundido que lo perdonara, que aceptara tomar algo con él , me convenció , como solo estaba divagando , fui a tomar un café.



Ahora se que era verso, todo lo que me decía , que era el cuento del tío, entre mi inexperiencia y mi angustia permitieron seguir un camino de soluciones impracticables.



Me gusto Raúl, me invito a bailar, le fue fácil que le contara todos mis problemas, le fue fácil llevarme a la cama de mi mismo departamento, lo hacia todo fácil, goce esa relación , ya dormidos, recibió una llamada me dio un beso y se despidió, le di la llave duplicada, a la mañana encontré cincuenta pesos en la mesa de la cocina, cuando me llamo por teléfono, le dije de todo, por que me trataba de puta y todos los epítetos irrepetibles en el léxico de una dama.



-Es para vos, si queres devolverlos, después paso a las siete de la tarde, fue su respuesta.



Como no tenia un mango, fui de compras, Raúl vino a las siete, no me pidió el dinero, otra vez mantuvimos relaciones, pero lo distinto era que me enseñaba, para que entrara mejor, para no rozar tanto, cuando puso sus dedos en mi culo, los senti con vaselina, di vuelta un poco la cabeza, vi el frasco que apareció de la nada.



-Siempre hay que estar preparados, dicho a su manera lo hizo fácil.



Cuando acabo en mi culo, ni me di cuenta que había sido la primera vez , tampoco había imaginado que me gustara, nos fuimos a duchar y lo mame, eso lo había hecho antes, pero no dejaba de darme indicaciones, siempre diciendo que no gastara todas las energías.



A las diez de la noche, después de picar algo, se fue, esta vez dejo los cincuenta pesos en la mesita del pequeño hall de entrada, cuando llamo no le dije nada.



A la tarde siguiente cuando regrese de visitar unos amigos de la familia, para ver si tenían trabajo de algo, me encontré con Raúl, tirado en mi dormitorio, como dueño de la casa..



Esta vez nos fuimos a duchar, me hizo sentir su hermoso falo, con fuerza. Me contuve como el me había enseñado y acabo dentro mío, sin yo estar ni cerca de acabar, con una sonrisa, me dijo:



-Eso es bueno, de esa manera podes hacerlo montones de veces sin desgastarte.



Esa noche si bien encontré ropa suya dentro de mi ropero, se fue a las tres de la mañana, yo me hice la dormida, esto me intrigaba, como buena estúpida, verdaderamente no sabia mayores cosas de él, me tenia de amante, me enseñaba cosas, me pagaba.



Salte de la cama y otra vez los cincuenta pesos en la mesita, a eso de las diez de la mañana apareció y empece a interrogarlo, muy suelto de cuerpo, me dijo :



-Vos necesitas plata?



-Si



-Vos podes vender tu cuerpo ?



-! No !



Una risa , y su interrogante me hizo ver la realidad ¿Qué has hecho estos días?



-Es hora nena que aprendas a hacer más plata, para ello cuando te mande un cliente, lo único que tenes que hacer, es teatralizar, como si te gustara, no acabar y lo fundamental !Cobrar!



-Me largue a llorar, pero sabia que no tenia salida.



Esa noche, me hizo el amor como acto de dominación , no pude acabar, pero le deje hacer todo lo que quería, lo hacia fácil y fue el momento que, le dije:



-¿Cuánto cobramos?



Por una noche trescientos, debes hacer todo lo que se le plazca, menos golpearte,



Por un turno de dos horas ciento cincuenta, completo (mamar y penetración normal)



Por penetración normal cien.



Primero cobras, después a la ducha o a la cama, como a vos te guste..



No se donde conseguía los clientes, pero no pase un solo día desocupada, el se llevaba el treinta por ciento, pero yo me hacia cargo de todos los gastos, acabe solamente con un hombre de unos treinta años, fue el momento que me di cuenta, cuan importante era contenerme, al otro día no podía con mi cuerpo de cansancio.



Raúl se transformo en mi Yigolo , era quien me mandaba los clientes, pensar en lo que me había transformado, me enloquecía , sentirme prostituida.



Educada en la abundancia me hacía renegar de todo , mis padres, de mi misma por dejar de lado las oportunidades de trabajo, pensando que mi padre viviría para siempre, que reventara trabajando, total yo estaba bien.



Estos momentos de depresión pasaban cuando veía la plata que juntaba, mucho más que profesionales, bueno, yo era una "profesional" , me extrañaba la facilidad con la que teatralizaba todo el acto, la manera de hacerlos sentir satisfechos, más me daba cuenta con varios se transformaron en clientes, semanales, aprendí a escuchar sus problemas, nunca conté los míos a nadie, me acordaba que lo había hecho con Raúl, cumplí los veintidós años, casi tres años de prostituta, me hicieron , no una potentada, pero me alcanzó para comprar el departamento que alquilaba.



Raúl, solo aparecía para llevarse su parte, hacia más de un año que no manteníamos relaciones, mi "clientela" la había afirmado tomando los teléfonos, pude averiguar que Raúl usaba distintos "amigos" como fuente de clientes, estaba practica podía atender si quisiera cada 20 minutos pero a pedido de mi "administrador" lo hacia en un intervalo de dos horas.



Los ingresos se mantenían bien, pero cada día me costaba más aceptar mi "trabajo", por ello cuando ahorre otra suma , le pedí a Raúl, que solo me enviara dos clientes por día como máximo a la noche, empece a buscar trabajo, un puesto de camarera fue lo que mi "familia" me ofreció, frente a Tribunales empece un lunes , si bien a la tarde seguía con mi "trabajo" mucho más rentable, me sentía dignificada , ganaba bien , después de dos meses , me sentí segura y le pedí a mi Yigolo estar fuera del negocio.



Raúl, vino esa noche, esta vez con una botella de champaña , me había olvidado como era un polvo con ganas, le mame ese hermoso falo que tiene, sin guardarme nada, me penetro en un entre y saca que me hizo acabar, cuando a la noche lo llamaron, dijo que no podía ir, besandome con amor, me encargo que si tenia cualquier problema que lo llamara, que siempre iba a estar .



Me extraño sobremanera que el marido de mi prima, me llamara a la oficina, si bien eran las cinco de la tarde, ( faltaba poco para cerrar), cuando cerre a su pedido la puerta de la oficina, se levantó y le puso llave, al quedarse al lado mio, presenti que es lo que queria, me beso y le conteste el beso tal cual a un "cliente", muy suelto me dijo que si queria seguir trabajando tenia que acostumbrarme (como la otra camarera) a acostarse con él , por lo menos dos veces por semana.



Sopese la proposición , teniendo en cuenta que el establecimiento era suyo , ese día , no dude de aceptar..



Era un nabo total, me costo mucho hacerlo sentir, como a un cliente normal, pero lo logré, no deje de pensar que ahora lo hacia por trabajo que lo único que habia cambiado, era la tarifa.



La segunda vez, no aguante, llame a mi prima para mostrarle mi departamento y charlar, le conte lo que hacia su marido y fue ella quien le abrio la puerta.



La pateadura que le dio, fue espectacular, gracias primita, por hacerme sentir bien.



Ya me cansé de buscar trabajo , al otro lado de la plaza, lo veo a Raúl, espero que tenga buenos clientes.


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