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Categoría: Confesiones

Percance con un padre en la escuela

Soy una mujer casada y con 3 hijos, tengo 42 años y aunque no soy una belleza todavía tengo mis atributos aunque algunos caídos pero atributos. Mi experiencia paso un Lunes cuando en la mañana después de dejar a mi hijo al kinder y estando en un semáforo en el alto siento un golpe en la parte trasera, me bajo de inmediato y resulta ser un señor que había visto ya en la escuela padre de uno de los compañeros de mi hijo.
Al darse cuenta de eso el muy amable me dice que el tuvo la culpa por lo cual me pide que le llame al seguro y que no me preocupe, aquí comienzan los problemas como es un auto viejo no tengo seguro a lo cual el me ofrece pagarme pero que en ese momento no tiene dinero que si lo puedo acompañar al cajero, por lo cual acepte sin darme cuenta que solo traía puesto mi pantalón de pijama y una blusa delgada sin brasier donde todos mis pezones se transparentan y el no dejaba de mirarme, además de que mi busto es grande y un poco ya caído por el tema de haber amamantado.
Por lo cual le pido de favor si antes podemos ir a mi casa para poderme cambiar por lo cual el me dice que si y entonces me sigue hacia mi domicilio, al llegar le ofrezco que si me espera en la sala del pequeño departamento que tengo y en el cual vivo con mi marido que ya estaba en el trabajo.
Le ofrezco algo y me pide un café, le ofrezco si quiere algo más y me dice pues quisiera desayunar pero te parece que si mientras tu te cambias yo te hago un desayuno sin dejarme decir que no, el se pone a hacerme un desayuno el muy lindo, pero con la condición de que no me quité mi blusa ya que le encanta ver mis senos, a lo cual yo respondí con una negativa y el me pidió disculpas y me dijo que lo olvidará y que me haría el desayuno por lo cual me voy a dónde está mi cuarto al verme al espejo mis grandes pezones y senos caídos siento que fui mala con el por haberle dicho que no ya que nunca nadie me dice cosas lindas o que admire lo que todavía tengo.
Decido solo cambiarme mi pantalón por una mini falda y me vuelvo loca y no me pongo panti solo mi mini, a lo cual de regreso el se sorprende y me da las gracias por haberle hecho caso. Me sirve el desayuno y luego el me dice que si no me gusta se lo diga de verdad, de inmediato de digo que y ahora me pregunta otra más dónde pregunta y te parezco guapo la verdad, por lo cual le contesto que es de buen parecer, y le contesto y por ejemplo yo te parezco una mujer a la cual todavía te gustaría amar y el me dice si.
Entonces el comienza a caminar a mi alrededor y me dice pues es que no he visto bien y si me ayudas podría responderte y le digo en qué quieres que te ayude por ejemplo y me dice pues te podrías quitar tu blusa a lo cual me la quito y le advierto que mis bubies ya están caídas, me dice tu déjame ver y yo decidiré eso.
Me quito mi blusa y con la pena del mundo me dice que le encantan y que es lo que siempre el ha querido unas tetas grandes y con grandes aureolas. Por lo cual el me besa y luego me acaricia mis senos, me voltea y me toma como un perrito y me folla jalando mi cabellera con fuerza descomunal, después me carga y me ensarta en su miembro de frente camina cargándose y me monta en un buró y sigue follandome hasta terminar, después de eso el me paga mi golpe y todos los lunes es el día en el que el y yo nos reunimos a desayunar y follar como 2 jovencitos en celo.
Datos del Relato
  • Categoría: Confesiones
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