En frente del escritorio yo y Prisila vistiendo igual llevando especial luciendo su vestido de uniforme rojo vino con saco dorado oscuro.

Se me cayeron intencionalmente unas cosas cercana a ella me agacho a recogerlas mi cabello le zurra las pantorrillas y rodillas una mano mía para no desplomar me incluyo caerme me aferro y agarro hasta sostengo.

Prisila sonríe me miró me habla oyeme que depravado y degenerado inclusive morboso eres que te crees tu de mi.

Yo le respondo tu tienes absolutamente vela en este entierro que con esta presencia de portento escultural corporal me pones tanto nervioso que todo se hace guineo y me vuelves loco.

Prisila con su mano en un seno se ríe no tenía la remota idea ni siquiera él mínimo indicio que soy él que te pone así aguado por supuesto intranquilo por supuesto olvidarme claro lo fogoso especial morboso no tengo culpa qué él mismo Dios utilizo un molde de mujerona y hembrona para mi.

Osea como amigos como tu para que quiero enemigos me basto hasta sobra solo contigo que te me eche a mi hombro para toda la vida que barbaridad particularmente por Dios al pegarse fuerte y rotundamente en sus cartucheras respectiva Prisila conmigo.