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Categoría: Confesiones

Obsesión por las tetas de mi jefa (2 de 2)

Cuando nos encontramos subiendo a la altura del segundo piso del Hostal, Mayra trastabillo, la cogí de la cintura para sostenerla, en ese instante ella cruzó su brazo por mi cuello, me abrazo y me dijo –Creo que me ha chocado el aire- Y yo le conteste – Si, casi te caes BOM BOM - Así abrazados llegamos al tercer piso al cuarto Nº 318, cogí la llave y abrí la puerta, luego prendí las luces, la lleve al medio de la cama la tape con las frazadas, ella me dijo -Ya Manolo, retírate a tu cuarto-, - Espérate que te quite los zapatos- La contesté; le quite sus zapatos, apague las luces y me retire a mi cuarto al Nº 319.

En mi cuarto echado en medio de la cama y en la oscuridad de la noche prendí un cigarro y comencé a fumar. Sin habérmelo propuesto a mi mente llegaron los recuerdos de las escenas anteriores en que observe a Mayra tirando dentro de un auto en la playa: el movimiento y el bamboleo de sus enormes y voluminosos senos de un lado para otro, su clítoris y sus membranas vaginales, sus vellos rubios que se introducían dentro de ese orificio apetitoso cuando estos fueron arrastrados por el enorme falo del blanquiñozo que se comió mi jefa. Y lo que paso ahora cuando trastabillo en el segundo piso: mis manos alrededor de su cintura tersa oliendo su perfume y olor de hembra y su exquisito melón izquierdo aprisionado en mi pecho; en medio de todos estas imágenes eróticas que llegaban mi cerebro; apague el cigarro; habrían pasado ya como media hora, desde que la deje durmiendo en su cuarto, mientras no sucedía lo mismo con mi pené que se había despertado me baje el cierre de la bragueta para liberarlo este estaba totalmente erecto y mojado, sentía calor en todo mi cuerpo, me quite la ropa para quedarme desnudo. Por un momento pensé masturbarme, con mi mano derecha cogí mi miembro comencé a frotármelo, no se como volteo hacia la mesa del velador, allí estaba la llave del cuarto Nº 318 donde dormía mi jefa, en ese momento salte como un rayo y cogí la llave del cuarto, pero por un instante me detuve y me vinieron algunas interrogantes ¿Pero si ella lo ha cerrado con seguro la puerta? ¿Y sino esta con seguro? ¿Y se me bota del trabajo por tirármela? Yo mismo me di las respuestas para darme valor, me la juego esta es mi oportunidad, no habrá otra.

Totalmente desnudo me dirigí al cuarto de mi jefa, mi mano templaba, muy despacio introduje la llave en la cerradura de la puerta y la gire hacia la izquierda esta se abrió pase ha su interior y la cerré sin hacer ruido, ella se encontraba tal como la había dejado hace unos instantes con su rostro que daba hacia el techo del cuarto, estaba totalmente dormida solo se escuchaba su respiración ssssffff ssssffff sssffffsssfff; la luz del pasadizo que se filtraban por las rendijas de la ventana semiabierta me permitían observar con anhelo y lujuria el tallado que le daban las frazadas a su hermoso y delicioso cuerpo.

Me acerque lentamente con el cuerpo tembloroso hacia el borde de la cama cogí las frazadas y la deslicé lentamente hasta el borde opuesto, quedando ella solamente con las ropas que cubrían su delicado cuerpo.

Ella continuaba profundamente dormida, los talones de sus pies estaban entrecruzados uno encima de otro, mientras la palma de sus manos uno encima del otro se ubicaban a la altura de sus entrepiernas cubriendo sus partes íntimas, su respiración de vez en cuando inflaba todo el entorno de sus ricos melones cubiertos por su blusa color mostaza.

Estaba tan sorprendido con el monumento de mujer que tenía frente a mis ardientes ojos que se posaban en el centro de mi atracción, no podía creerlo lo que estaba pasando, no había tiempo para detenerme con mis pensamientos, mi miembro erecto con las lágrimas de la lubricación cubrían de vez en cuando el entorno del glande, mis actos se sobreponían a la razón dejándome llevar por mi instinto animal continúe dispuesto atacar a mi presa.

Separe sus piernas y sus manos que protegían su indefenso cuerpo, deslice suavemente su falda hasta la altura de su cintura. El hilo dental color negro que pasaba por medio del monte de Venus apenas cubría él des guardado orificio de entrada ubicada a la altura de la unión de sus contorneados muslos, la coloque a un costado.

Moje la yema de mis dedos con saliva y comencé a frotar la ranura de ingreso por varios segundos en forma circular hasta que esta cedió para abrirse cual capullo de una rosa.

La rosada hendidura húmeda facilitó el ingreso triunfal de mi dedo medio hacia su interior arrastrando sus membranas vaginales, deslice suavemente con mucha delicadez mi dedo hacia el exterior de esa fruta exquisita, nuevamente la incruste lentamente, en esta acción continúe por varios minutos, cuando estaba concentrado disfrutando del calor de sus entrañas, viendo como mi dedo era devorado por esa hendidura húmeda, de un momento a otro, ella se movió, a lo que yo me quede inmóvil y me asuste... y deje de mover mi dedo, que en ese momento se encontraba dentro los labios rosados de su orificio; mi cuerpo se puso a temblar, la intensidad de mis respiración bajo de ritmo y un sudor frió cubrió mi cuerpo, pensando tal vez que allí terminaría toda mi fantasía...sentí que mi pené también estaba perdiendo la hidalguía y la rigidez que tenia hace unos momentos cuando se sentía ganador y dueño de ese cuerpo de modelo...mis pensamiento fueron detenidos...cuando con su mano derecha saco lentamente mi dedo medio de dentro de su ardiente y caliente sexo... para dejarlo fuera de ella y lanzo un gemido ...uuufff...y continuo durmiendo..... No sabia que hacer, si irme a mi cuarto o masturbarme, o Esperar que ella se durmiera, finalmente decidí quedarme; me di cuenta que a pesar que ella continuaba durmiendo el sonido de su respiración no era la misma cuando recién ingrese al cuarto, por un momento pensé ...que Ya estaba despierta y estaba consciente de lo que estaba pasando, además si esto fuera así ella Ya estaba excitada, ...... si ella hubiera querido echarme de su cuarto Ya lo habría hecho. o de repente deseaba que Ya no la masturbe sino que la haga el amor.......antes que se enfríe el pastel continúe mi ataque.

Deslice su trusa por todo el largo de sus lindos muslos y piernas hasta que logre quitárselos, sus complacientes muslos que no tenían la misma rigidez de hace unos instantes, los separe hasta donde pude y avance mi rostro al centro de su vientre color durazno, observando por un instante su deliciosa hendidura rosada que con mi legua y mis labios comencé a succionar y a lamer paulatinamente en forma circular su deliciosa parte íntima, el rico perfume de su sexo comenzó ha emborracharme de placer. La seguí besando y lamiéndolas cada vez más fuerte hasta cansarme, en ese instante me di cuenta que ella se movía sola, ayudado por su bello cuerpo levantando su vagina, daba movimientos circulares alrededor de mis labios y mi lengua; pero no quería abrir los ojos, siguiéndole el juego, sus dos manos con las palmas abiertas las puse encima de mi cabeza, ella no pudiendo controlar su excitación, simulando tener un sueño erótico, me cogió bruscamente de los cabellos y comenzó a frotar mis labios y mi lengua como si estuviera escobillando su exquisita vulva de arriba hacia abajo, no pudiendo contener la excitación y los placeres que sentía en ese momento comenzó a gemir.

¡Oh, Ricardo, -murmuró-. ¿Qué me estás haciendo? ¿Qué deliciosas sensaciones me proporcionas!

Yo estaba demasiado excitado con la respiración que a cada momento iba en aumento para detener a pensar en el nombre que ella mencionaba.

¡No te detengas por favor, sigue, sigue. sigue! Deseo sentirte adentro – gimió nuevamente.

Sabiendo que ya le iba venir por las contracciones espasmódicas de esos deliciosos labios vaginales que estaba besando; retire mis labios y me deslice hacia la parte superior de ella.

Mi mano derecha cogió la cabeza rosada de mi pené para dirigirlo a la puerta de ingreso de esa abertura deliciosa deseada por todos, presionando los calientes y húmedos labios de su orificio vaginal, el tronco de mi miembro palpitante, mojado y desnudo se introdujo lentamente dentro de la caliente vulva de la bella BOM BOM; la que fue deliciosamente comprimida por su funda demostrando el intenso placer que ella sentía en esos instantes.

Extraje todo el largo de mi miembro del interior de su rico conducto vaginal, para nuevamente introducirlo y así continúe cada vez con más prisa, deleitándome de placer y lujuria de ese rico bocado que me estaba devorando.

La exuberante Mayra, no era ajena a lo que sucedía a su alrededor, ella gozaba con la intensa sensación de placer que sentía en cada arremetida de ese tronco, que no le importaba de quien era pero se imaginaba; sus quejidos y lamentos contenidos comenzaron a expresar su gran deleite

¡Ricardo mío! ¡Ricardo, querido y generoso!

Empuja, empuja con más fuerza. Lo deseo, Estoy en las nubes y me siento volar ¡Tu rico instrumento tiene una cabeza tan ardiente que devora mis extrañas! ¡Oh amor mío! ¡Oh...! Oh, Madre mia!. ¿Qué es lo que siento?

Yo seguía moviéndome furiosamente de atrás hacia delante agasajando a la bella BOM BOM con todo el largo de mi miembro que lo sacaba y lo hundía hasta los rizados pelos que cubrían mis testículos, su rico y apetitoso estuche palpitaba y contraía excitando más a mi pené, la arremetí varias veces con tal brutalidad; mientras mis labios besaban sus exquisitos senos, sus dos manos las dirigí alrededor de mi cintura, ella las bajo un poco mas hasta coger mis nalgas con sus dedos la aprisiono ayudando a mis arremetidas.

Al cabo, BOM BOM no pudo resistir, su cuerpo se volvió flácido; y eyaculó un liquido meloso que cubrió todo el entorno del tronco de mi pené; la pasión, el placer y la lujuria que envolvió su cuerpo hizo que se aferrara desesperadamente cubriendo con sus brazos alrededor de mi cintura en señal de defensa para que ya no la siga cabalgando.

La seguí incrustando mi miembro totalmente caliente dentro del cuerpo indefenso; cada vez más fuerte con tal brutalidad; que comenzó ha rogarme

¡Ricardo mío! ¡Ricardo, ya no!

No, no ya no lo soporto. Ya no lo deseo. Siento que me estas matando ¡Papito, por favor retíralo!

No pudiendo contener la pasión y la lujuria que nuestros cuerpos calientes de deseos se contorneaban, mi respiración se hizo más intensa y comencé a gemir

¡Oh...! ¡Oh...! ¡Ah...! ¡Ah...! ¡Uf...! ¡Uf...! Oh, Madre mia!. ¿Se me viene ?

Ya no podía resistir a que no saliera mi leche calientita, esta salió disparada chisgueteando todas sus exquisitas paredes vaginales, mezclándose con él liquido meloso expelido hace unos instantes por la vagina de Mayra; caí rendido con el rostro encima de esos dos deliciosos melones que tantas noches había soñado, su orificio caliente totalmente excitado ayudado por su cuerpo continuaba moviéndose en forma circular devorando mi pené, cerrando y arremangando mi prepucio y apretándolo con sus músculos vaginales como queriendo exprimirlo hasta la última gota o tal vez ahorcarlo.

No abrían pasado ni diez minutos cuando estaba descansando encima de la exuberante Mayra, con mi miembro todavía caliente dentro de ese exquisito conducto vaginal y mi rostro en medio de sus deliciosos senos, cuando repentinamente abrió los ojos y simulando estar sorprendida con su voz de mando me dijo:

"Manolo ¡¿Qué hace acá?!; pensé que estaba soñando. Por favor retírese", "¡¿Qué vergüenza?!".

Me retire a mi cuarto cabizbajo confundido, sin entender nada y me quede profundamente dormido, me levante a las tres de la tarde de día siguiente, y me dirigí al cuarto Nº 318 estaba semiabierto pero ella ya no estaba, me bañe y me dirigí a mi domicilio.

El día lunes acudí al centro de labores, y Mayra, no llegaba me quede sorprendido por su ausencia y pregunte a la secretaria, que me contestó:

Mayra, llamo no vendrá ha trabajar, tiene el cuerpo adolorido porque ayer se resbalo de las escaleras.......

Yo me retire hacia mi escritorio con una sonrisa entre los labios.

Es así de esta manera como sin pensarlo, sin habérmelo propuesto, sin tener carro, disfrute y goce del exuberante y hermoso cuerpo de mi jefa Mayra.

FIN

Datos del Relato
  • Categoría: Confesiones
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