Hoy eres para mi, sin molestos timbres, ni teléfonos, apague el celular y espero, que llegues.... quiero darte una absoluta sorpresa.
Hace semanas que nos propusimos una tarde libre, necesitamos estar los dos solos como antes, necesito saber que continúo sintiéndote absolutamente mío.
Quiero que sea, una tarde especial, única, inolvidable, ayer decidí que necesitaba algo nuevo, diferente, nada sofisticado pero si bonito, compré un nuevo conjunto de interiores, que sé que te va a gustar quitármelo, es blanco, absolutamente blanco, con poco encaje y en raso de lycra.
Rocié en zonas estratégicas mi perfume, ese que tanto te gusta y que juraste mil veces que te enloquece.
Abres la puerta y me acerco a ti y simplemente así, sin ningún aviso previo te arrincono contra la pared cerca de la entrada, mientras con mi mano empujo y cierro la puerta.
Te aprisiono con mi cuerpo y sin vueltas te como la boca de un beso, uno de esos besos, llenos de pasión que empiezan buscando tus labios, jugando en ellos con la punta de mi lengua, como si los dibujara, para conseguir así abrir tu boca y con mi lengua explorarte y disfrutarte, mientras apretaría todo mi cuerpo a ti, para poder sentir cada una de tus reacciones.
Así cada vez con mas deseos te abrazo, mas que abrazarte paso una de mis manos por detrás de tu cuello y sujetándote por detrás, vuelvo a besarte e impido así que puedas rehusar mi beso, te muerdo suavemente los labios sólo para sentir que deseas mas, transformo mi boca en una aspiradora para quitarte el aire y traspasarte el mío, te deseo absolutamente y no puedo controlarme más.
Bajo mi mano de tu cuello y recorro tu espalda y con la otra, acaricio tu pecho, ambas manos van descendiendo, una intenta quitar tu camisa de dentro de tus pantalones porque busca acariciar tu piel, la otra roza tus genitales por encima de tus pantalones.
Comienzo a desabrochar tu camisa, te resistes un poco, porque sabes que si los botones se resisten...tendrás una camisa menos...cada botón liberado es un beso en tu pecho, un mordisco suave, mi lengua rozando tu piel para saborearte. Ahora a luchar apenas con la hebilla de tu cinturón para quitarte tus pantalones y poder pasar mis manos debajo de tus slips.
Dices tus primeras palabras: ahora eres para mí, y arrancas la camisa que llevo puesta, y tomándome por los brazos me tumbas. Ahora si que me dominas, estas sobre mi y casi no tengo movimientos permitidos en mi cuerpo.
Aprisionas mis manos y siento tus dientes mordiéndome el lóbulo de mi oreja, acercas mas tu boca y escucho: tengo ganas de ti, rozas mi boca, pero no me besas, pasas tu lengua lamiendo mis labios, intento besarte pero me esquivas y vuelves a lamer mis labios.
Liberas una de mis manos, porque pasas a aprisionar uno de mis senos, mientras al otro lo mordisqueas, mojas, lames por encima del brass; al otro, lo aprietas y pellizcas mi pezón hasta dejarlo absolutamente duro, con tus dedos vas quitando mi brass y al ir liberando mis tetas me las vas chupando, lamiendo, mordisqueando, me gusta sentirte así y me has puesto muy caliente, trato de zafar mi otra mano, quiero acariciarte y quitarte el slip, es un pequeño forcejeo, debo explicarte el porque mientras pasas tu lengua por mi cuello, por mis pezones y me dices: vamos intenta convencerme que de verdad lo quieres.....
Solo puedo decirte, lo caliente que estoy y las ganas de mamártela que tengo, me siento extrañada de mi misma, yo hablando de esa forma, pero es la verdad, estoy muy caliente y si por mi fuera te quiero ya dentro mío, pero al mismo tiempo quiero chupártela...
Me encuentro no se como, deslizándome y a medida que lo hago chupo tus tetillas, paso mi lengua por tu pecho y mis manos logran liberarte de ese odioso slip, me aferro a tu verga, dura y caliente y no se como pero teniendo mi boca ocupada con tus huevos, empiezo a sentir tu lengua separando mis labios, buscando mi clítoris.
Más caliente, me siento aún más caliente, y solo atino a meterla en mi boca, quiero chuparte la cabeza, rozarla con mi lengua, humedecerla, meterla en mi boca con mas ganas que nunca, chuparla con fuerza, volver a sacarla, besarla enloquecida de mas ganas de sexo, porque me estás penetrando con tu lengua y te siento rozar mi clítoris y luego recorrer el camino hasta mi vagina, me estoy mojando y ya no siento tu lengua sino que tus dedos van entrando y provocándome placer, metes uno, luego otro, y yo me vuelvo loca, me brotan gemidos entre mis lamidas a tu verga y mis sacudidas, porque no me puedo quedar quieta, menos ahora que estás lubricando mi ano y empiezas a introducir un dedo, te lo digo: no aguanto mas..... he llegado a mi primer orgasmo estoy temblando y más caliente que antes, intento variar de posición, pero me sigues penetrando con tus dedos y sigo sacudiéndome me siento totalmente mojada y me doy cuenta que estás a punto de estallar.
Me la quitas de la boca y me penetras, en realidad siento lo duro y caliente que estás al entrar y recorrerme, estás todo en mi interior y me siento plena.
Empiezas a moverte despacio y te siento cada vez mas y más duro y caliente, siento que me quemas por dentro, sigues manteniéndome muy excitada y empiezas tu juego, te retiras lentamente, me miras y sonríes, entras solo apenas y te quedas así, sabes que voy a decirte: necesito sentirte adentro, sentir como te mueves, como cada vez te pones mas duro y mas caliente y así responder a cada movimiento tuyo.
Me haces desear muchísimo hasta que vuelves a entrar y me la entierras con fuerza, me haces rogarte casi a los gritos: “vamos por favor, amor, métela ya que me muero por tu pedazo, si? “y con cada embestida, me tienes nuevamente sacudiéndome con otro orgasmo me llevas hasta el límite y me enseñas que todavía puedes ponerme mas caliente, mas deseosa de ti, te abrazo muy fuerte, y con cada uno de tus empellones te siento tan dentro mío que creo que me vas a traspasar; en uno de esos abrazos busco tu boca para besarte y decirte que ya no puedo controlarme mas, me tienes loca gimiendo de placer por ti y caliente como nunca estuve antes y comienzo a sentir que estás pronto ya de bañarme con tu semen, cuando, sales y comienzas a entrar en mi ano dilatado por tus dedos y mojado de todos mis jugos, y cuando me llenas de semen tengo un orgasmo largo y muy intenso que me dejo tendida sobre el piso.
Es fabuloso el intentar planificar algo, nunca resulta como lo planeo, en mi vida, siempre resulta fantásticamente mejor.