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Mis inicios como amo (Capítulo V)

Subimos los tres en el ascensor, las dos rojas como un tomate, pero excitadas, pues se les veía una cara de zorras impresionante, una vez dentro de la casa de mi perra, nos dirigimos a la habitación donde la dejamos atada, y allí estaba ella, con los ojos abiertos y parecía que disfrutaba, así que me acerque y lo primero que me dijo es que sentía haberse corrido, le toque el coño, y efectivamente estaba empapado de haberse corrido y no una sino varias veces, miro a sus dos amigas, Rocío, solo con las medias, zapatos y sujetador y a Ana solo con los zapatos y medias, Rocío miraba entre asombrada y excitada, pero Ana parecía que le había cogido el gusto muy pronto, porque solo dijo "Perra que puta que eres", mi perra me pidió que la soltase que tenía que ir al baño, pero yo le dije que no, que lo hiciera allí mismo, dicho y hecho, empezó a mearse y poner todo perdido, cuando acabe la solté y la deje ponerse de pie, al principio le costó desentumecer su cuerpo, yo sin decir nada me fui hacia el cuarto de mi perra y me tumbe en la cama, y ellas aparecieron detrás de mi pero sin hablar, una vez tumbado las mire a las tres, y les dije que Rocío iba a ser mi preferida ese día, y que tenía permiso para hacer con ellas lo que quisiese, y solo la obedecerían a ella, pero se me acerco y me dijo "Amo estaré encantada de hacer con ellas todo lo que me digas, pero necesito aprender, me ayuda?" , eso me gusto, así que tome el mando y les dije que se fuesen a sus casa y se arreglaran para ir a cenar, que se ducharan y se pusiesen sus mejores vestidos, y que las quería aquí en una hora, para cenar, mientras mi perra se me acerco y empezó a besarme, pero yo no tenía muchas ganas así que le dije que ella también se arreglase, pero antes me levante y fui a la entrada donde había dejado la botella, la cogí y se la di a beber, ella no pregunto, solo la cogió y se la bebió, es más lo que quedo, como no salía le echo un poco de agua la movió y se tomó el resto, mientras lo hacía me miraba con una cara de vicio que me estaba poniendo otra vez, pero me quería reservar y solo le dije, vámonos a la bañera perra, una vez dentro me relaje y cerré los ojos, mientras sentía la ducha junto a mi, cuando los abrí, estaba arrugado como una pasa, y es que me había quedado dormido un buen rato, salí del baño y me acerque al dormitorio de mi perra, y allí estaban las tres, hablando entre ellas, me fije y estaban despampanantes, mi perra un vestido por las rodillas rojo, zapatos de tacón rojo y unas medias negras, con costura, la perra sabía muy bien que eso me gustaría mucho, Ana vestido gris claro, largo, pero con una raja que le llegaba hasta arriba, unas medias de rejilla beige, y unos zapatos de tacón negros, y maquillada, como una puta, y Rocío, el vestido que le compramos por la tarde, medias negras, y unos zapatos abiertos por atrás y de un tacón exagerado, la verdad es que las tres estaban para follárselas allí mismo.



Me acerque a ellas, sin decirles nada les metí a las tres la mano bajo sus vestidos, y mi perra y Ana, no llevaban, pero Rocío si llevaba bragas, y ya estaban mojadas, así que mande a las otras dos a ponerse bragas, hoy las quería con ellas puestas. En cinco minutos ya estábamos en el coche, para ir a cenar, le di las llaves a mi perra y le dije que condujese ella, Ana delante también y yo me senté con Rocío atrás, nada más sentarnos me la saque y le dije, ves practicando perra, quiero que seas la mejor chupa pollas de las tres, y aprenderás aunque sea a base de azotes, sin rechistar y mirándome agacho la cabeza y empezó a comérmela, cada vez mejor, pero aun algo torpe, pero eso me gustaba, pues me excitaba, pero no lo suficiente para correrme, y así la tuve hasta que llegamos a un restaurante algo alejado de Granada, bastante bueno pero retirado y muy discreto, pues tiene pequeños salones para reuniones de trabajo, eso lo sabía, pues mi perra de vez en cuando quedaba allí cuando venían los responsables de la empresa o alguien importante, cuando llegamos estaba lleno, y solo quedaba una sala para diez personas, mi perra como la conocían dijo que aunque pagásemos más, nos la dieran, pues teníamos que tratar unos asuntos muy importantes, y que solo molestaran cuando los llamásemos, conociendo a mi perra en plan trabajo vi que no era la primera vez que decía eso, por lo que no les pareció nada extraño, a pesar de su vestuario de fiesta y de las caras de zorras que tenían la tres. Entramos y efectivamente, era una mesa grande redonda, así que me senté yo y Rocío a mi lado, las otras dos esperaron hasta que yo puse a Ana a mi lado y a mi perra al lado de Rocío, nada mas sentarnos le dije a mi perra que se metiese debajo de la mesa y me la chupara, cosa que hizo sin rechistar, yo a la vez llame al camarero y le pedí la carta y un buen vino, y mientras me la chupaba y muy bien por cierto, pedí por los cuatro, el camarero salió sin notar nada, y cuando salió le dije Ana que le comiese el coño a Rocío y que se diese prisa pues el camarero traería el vino pronto, Ana me miro pero cuando vio que no bromeaba se levantó se metió también bajo la mesa y empezó a comerle el coño a Rocío, a la cual le cambio la cara enseguida y no podía disimular los gemidos, estando así entro el camarero, sirvió el vino, aunque yo le dije que solo a nosotros dos que las otras señoras estaban en el servicio, cuando se lo estaba sirviendo a ella, miro hacia abajo y creo que vio algo, pero no dijo nada, solo le tembló la mano, y a mi me excito y mucho, pues metiendo las manos bajo la mesa le agarre el pelo a mi perra y me corrí en su boca, no dejándole retirarla hasta que termine, el camarero se retiró sin decir nada, pero vaya la bragueta la tenía algo mas inflada que cuando entro. Nada mas cerrar la puerta, Rocío empezó a gemir muy fuerte y a decirle a Ana "puta sigue así, quiero que me lo dejes limpio, quiero sentir tu lengua como una polla", yo la mire y me quede sorprendido, pues es la primera vez que le escuchaba ese lenguaje. Las dos salieron de debajo de la mesa juntas, cuando se levantaron les dije que se morrearan un rato y se cambiasen las corridas de sus Amos, las dos lo hicieron y muy a gusto, les dije que se sentasen, pero sobre las bragas, que se subiesen los vestidos, para mi disfrute y el del camarero "apostille", fueron a limpiarse la boca y se lo prohibí, metí la mano en el coño de Ana y lo tenía a punto de caramelo, así que se lo acaricie y pellizque y cuando me dijo que se iba a correr pare y se lo prohibí, le prohibí correrse sin mi permiso, me miro con cara suplicante pero no dijo nada. A los quince minutos ya estábamos cenando y tranquilos, pues no entraban si no llamabas, así que cuando termine de comer me levante, y cogí de pelo a Ana la levante, retire la silla y la incline y le dije "sigue comiendo puta y no derrames nada de lo que queda, pues te haré recogerlo con la lengua, me saque la polla que ya estaba a reventar y se la metí en el coño de un solo golpe, aunque estaba tan mojada que no le molesto nada, y como eso no era lo que yo quería, se la saque y se la metí de golpe en el culo, y hay si que grito a lo que Rocío, para que no siguiera le metió más comida, cada vez me gustaba más Roció, así me la estuve follando hasta que me fui a correr, la saque y me corrí en una copa, ella seguía echada en la mesa suspirando, gimiendo y muy excitada, pues no la deje correrse, me senté cogí la copa y la repartí entre lo que les quedaba de comida.



Ana seguía tal y como la deje, lo único que hice fue bajarle el vestido y llamar al camarero, que entro muy rápido, a ver que pillaba esta vez supongo, lo único que vio fue a Ana inclinada sobre la mesa, agarrada con una mano a la mesa y con la otra comiendo. Le pedí los postres, a pesar del frío pedí helado y tarta de chocolate, tomo nota y se fue, pero no le quitaba ojo a Ana. Nada más salir el camarero, saque el pequeño consolador de mi abrigo y se lo metí a Ana en el coño, fue a sentarse pero un azote en su culo le hizo desistir de ello y siguió así, en esa postura, el mando lo tenía en mi bolsillo, pero no lo puse a funcionar hasta que entro el camarero, en el momento que estaba sirviendo los postres le di al funcionamiento, pegando ella un bote y un pequeño gemido, que no pasó desapercibido para el camarero, que cada vez estaba más alucinado, fue salir y yo parar el mando, le dije siéntate puta, pero antes súbete el vestido y quítate las bragas y déjalas sobre la mesa, cuando lo hizo le dije a Rocío ahora te toca a ti, cómele el coño, pero antes cogí el helado y le introduje parte de el en el coño a Ana, pero empezó a derretirse rápido, digo yo que debido a su grado de excitación, pero esta vez no se metieron debajo de la mesa sino que la gire y la puse mirándome a mi, quería ver como le comían el coño a Ana, y eso lo hizo mejor que comerme la polla, pues Ana me miraba y suplicaba que la dejase correr, cosa que hizo, cogió de los pelos a Rocío y la apretó contra su coño, y entre su corrida y el helado, Rocío tenía una cara toda pringosa, que hasta le caía por el escote, se incorporó y sin yo decir nada se acercó a mi perra y le ordeno, que le limpiase todo, quería ver su cara y su cuello limpio, mi perra me miro y yo solo le dije que antes ya les había dado indicaciones, a Rocío esto le gusto pues metió una mano en el escote de mi perra y cogiéndola del pezón la hizo levantarse y le dijo "espero no tener que repetirte las cosas dos veces perra", mi perra se levantó y le limpio el cuello y la cara, Rocío cogió el consolador que estaba en la mesa y se lo metió a mi perra de golpe por el coño y dijo quiero que mi Señor te lo haga funcionar perra. Yo ya di por terminada la cena, así que llamamos al camarero y pedí la cuenta, entro el camarero y mi perra pago con su tarjeta, cuando se iba le dije al camarero que la propina se la daríamos antes de irnos. Cuando volvió para que mi perra firmase, le dije cierra la puerta cosa que hizo, le mire y le comente que la propina la tenia allí, que le daría las bragas de la que el quisiese, se le salían los ojos de las orbitas, y tartamudeando me dijo que la de la izquierda, se refería a Ana, así que como era la única que se las había quitado las cogí de la mesa y se las di, le comente que fuese discreto y que si lo era esto lo volvería a repetir pero con más propina, además le dije que si llega a escoger a cualquiera de las otras dos, también hubiese visto como se las quitaban.



Salimos del restaurante, yo algo cansado, pero ellas aun con más cara de zorra aun, pero la que parecía que mas disfrutaba era Rocío, había descubierto de un plumazo un mundo que si sabía sacarle provecho iba a disfrutar mucho. Cogimos el coche y me preguntaron que a donde íbamos, yo les dije a la casa, que por hoy estaba bien, ordene a mi perra que condujese ella a Rocío le dije que se subiese el vestido y se metiese el consolador, y que no se lo sacase ni lo dejase de funcionar hasta que llegásemos a casa, y Ana se subiría atrás conmigo, nada más arrancar le prohibí a Rocío correrse sin mi consentimiento, y Ana que no parara de chupármela, sabia que ya iba a costarle ponerla otra vez tiesa, pero me gustaba la suavidad de sus labios, yo le metí los dedos en su coño y la fui masturbando todo el camino, Rocío no pudo apuntarse y se corrió, dando unos gritos que se debieron de sentir en toda Granada, se volvió y me pidió perdón, yo le dije que se sacase el consolador y que ya recibiría su castigo, mientras mi perra conducía y no perdía detalle de la mamada de Ana, tanto que me dijo que si podía parar, que necesitaba correrse, le di permiso, pare a Ana y le dije que se cambiara con mi perra, puso mala cara pero no rechisto y se cambió rápidamente, en ese momento y ya que estábamos a un lado de la carretera le dije a Rocío que se bajase y se quitara el vestido y esperase a que yo saliese, a pesar del frío y sabiendo que me había desobedecido antes se bajo y se lo quito, yo salí y le ordene que se pusiese de rodillas y mirándome, yo que aun tenia la polla fuera apunte a su boca y le dije que la abriese, conforme lo hizo empecé a orinarme en su boca, diciéndole que por cada gota que se le escapase le daría un azote al llegar a casa, cuando termine le dije que me limpiase la polla y luego se diese un morreo con Ana, pues sabia que era a la que menos le gustaba, conforme termino se fue en busca de su amiga y empezó a morrearla, y cuando esta la quiso quitar, le soltó un bofetón que hasta mi me dolió, Ana la miro con cara de odio, pero no dijo nada, así que Rocío siguió morreándola un rato más, además de meterle los dedos en el coño, yo pensaba lo puta que había salido pues a pesar del frio, a ella parecía no importarle, y cuando Ana empezó a correrse, la cogio del pelo la puso de rodillas y se meo en lo alto de ella, a mi aunque al principio no me gusto me calle, pues me había excitado muchísimo y estaba otra vez empalmadísimo, así que cogí a mi perra que seguía dentro del coche observándolo todo y con una mano en su coño, la tumbe en el asiento le comí el coño hasta que sentí un torrente de líquidos en mi boca, me incorpore y se la metí un buen rato hasta que me corrí dentro de ella, mientras le tiraba de los pezones que los tenia tiesos y duros de la excitación, pero para mi sorpresa cuando me levante Rocío tenia a Ana aun de rodillas pero ahora chapándole el coño, y diciéndole que no parase hasta que se lo ordenase, y cuando estaba a punto de hacerlo me miro y me dijo que si yo lo deseaba paraba y no se corría, pero yo le di permiso para hacerlo y volvió a correrse, agarrando a Ana fuertemente del pelo y diciéndole que le iba a pagar toda las veces que le había llamado mojigata, y que la iba a convertir con mi permiso en una puta esclava de mierda, yo me acerque y mirando a Ana le dije que me la limpiase que me acababa de correr en mi perra, cosa que hizo rápidamente, y cuando me la dejo limpia le ordene que se lo limpiara también a mi perra, se levanto, se metió en el coche y limpio también a mi perra, cuando termino solo levanto la cara y dijo que si deseaba algo más su señor de ella, eso me gusto y le dije que no que era una buena perra, y que seria recompensada.



Nuevamente nos metimos en el coche y fuimos directos a la casa, una vez en el garaje, les ordene que se desnudasen, como siempre, y para la casa rápidamente, cosa que hicieron sin musitar palabra y subieron con algo de preocupación, pero menos que las primeras veces.



Una vez en la casa de mi perra les ordene a Rocío que llamase a sus hijas y les dijese que se quedaba en casa de mi perra poniéndoles como excusa que se había puesto la perra mala en la cena, a Ana como no tenia problema pues no estaba el cornudo de su marido, pero que fuese a su casa se lavase y se pusiera lencería y un camisón que me gustase, a mi perra que me preparase el baño pues yo lo necesitaba y ella que se duchase e hiciese lo mismo que Ana, y a Rocío que decidiera si quería ropa de Ana o de mi perra, pero viendo que ambas no le iban a estar muy bien, me pidió permiso de ir a su casa y coger la ropa, y así hablaba con sus hijas en vez de llamarlas, cosa que acepte, yo me metí en la bañera y me di un baño refrescante y tranquilizador, mientras sentía a mi perra y al rato a Ana deambular por la casa, intentando no hacer mucho ruido, pues ya era muy tarde.



Cuando salí del baño, llame a mi perra, que estaba la zorra de muerte, con un conjunto de ropa interior negro y unas medias igualmente negras y un camisón que no le tapaba ni el coño, y le ordene que me secase, cosa que hizo con esmero y mucho mimo, mientras me secaba entro Ana, y la verdad es que la muy zorra también estaba de muerte, más o menos igual que mi perra, pero a ella aun le quedaba mejor. Al rato sonó la puerta y apareció Rocío tal y como se fue pero con una pequeña bolsa para cambiarse, a mi eso no me gusto y le dije que por que no venia ya cambiada, y me comento que sus hijas estaban aun levantadas y le dio cosa ponerse a ducharse y a cambiarse allí, me acerque y le di un bofetón y le dije que era la última vez que me desobedecía, la cogí de las tetas por encima del vestido, y tire de ella hasta la habitación donde estaba el potro, cogí el vestido y se lo rasgue, diciéndole que una puta desobediente no merecía un vestido como ese, mire hacia atrás y vi una cara de felicidad en Ana, por lo que le dije que era toda suya, que hiciese con ella lo que quisiese, que ese era su premio por haber obedecido en todo en el coche.



Ana se fue hacia ella y la cogió del pelo y la arrastro hasta el potro, le arranco lo que le quedaba de vestido y le rompió el sujetador de un tirón que debió de dolerle del chillido que dio, la puso boca abajo y con el culo ofrecido, se fue al armario donde estaban los juguetes de mi perra y cogió un consolador anal, y sin miramientos se lo metió en su culo diciéndole "te la voy a devolver una por una puta", pero Rocío aun disfrutaba más se le veía en la cara, mientras tenia el consolador en el culo, empezó a azotarla, diciéndole que a cada azote tenia que decir soy una puta y me gusta, cosa que cumplió en cada uno de los veinte azotes que le dio, cuando termino tenia el culo rojo, muy rojo, así que como la que más experiencia tenia era mi perra, la llame y le dije que le cuidase ese culo, y que luego la atara allí, y que ahí pasaría la noche, yo cogí a Ana y me la lleve a la habitación la tumbe en la cama, y le dije voy a terminar de darte tu premio zorra, me tumbe y empecé a comerle el coño, que estaba lleno de flujos de la excitación que tenia la muy guarra, y así estuve hasta que se corrió no se las veces y me suplicaba que parase que no podía más, cuando me canse de comerle el coño me incorpore y se la metí en el coño y me la folle hasta que se corrió otra vez, aunque ya no se podía ni mover, así que la deje y me fui a buscar a mi perra, aunque solo tuve que darme la vuelta, pues la muy puta estaba viendo lo que le hacia a su amiga, la cogí del pelo la apoye en la cómoda y se la metí en su coño, y sin importarme si se corría o no, yo si lo hice me vacié dentro de ella quedando exhausto y cansado así que decidí dar por terminada la noche, solo le dije a mi perra que fuese a que Rocío le comiese el coño y se corriera, yo me volví a la cama y me pegue a Ana que estaba ya dormida, desde el cuarto se oían los suspiros de mi perra y el estallido de goce que tuvo cuando se corrió. Al rato apareció por el cuarto y yo le dije que se metiese en la cama a mi lado también, la cama era grande, cabrían dos o tres más, así que lo hizo y no tardamos en quedarnos dormidos



Hasta aquí como fue mis inicios como Amo, luego todo continuo durante un tiempo, hasta que mi perra volvió a Madrid, Rocío encontró un buen hombre, aunque de vez en cuando volvía a mi, y Ana, bueno ella a pesar de que ya es mayor aún seguimos viéndonos y pasando ratos agradables con ella y con su hija… pero eso ya es otra parte de mi vida, así que este en principio es mi último relato, pues estos han contado con el beneplácito de los protagonistas, solo he obviado el nombre de mi perra, pues para muchos sería fácil relacionarla.



También para la que se quiera iniciar y si son matrimonios sumisos aún mejor.



Ahora por diversos motivos me encuentro en Lisboa, si algún lector se encuentra por aquí y quiere ponerse en contacto conmigo que no dude en hacerlo.


Datos del Relato
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