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Categoría: Incestos

Mirando a mi Madre

Antes de relatarles esta historia que les tengo reservada, quiero dar las gracias por los muchos e-mail que he recibido, elogiándome en algunos casos y criticándome en otros, lo cual agradezco infinitamente, para cada día hacer que los lectores se motiven a leer todas mis historias. A todos y a todas muchas gracias de todo corazón. Los que tienen la duda de si soy mujer o soy hombre, los dejaré en la duda, así podré contarles las historias desde cualquiera de los dos ángulos, lo interesante es que se sientan bien y les agraden. Los votos que dan a mis historias, así como los envíos y comentarios son para mi como el artista que se encuentra en un escenario y recibe la ovación de su público. Muchas gracias nuevamente… Plastilina…
Nota: Como mi mente no es tan prolífera, me gustaría probar el hacer algunas historias con el tema que ustedes me envíen, así me obligarán a forzar un poco más mi imaginación y probarme si en realidad soy capaz de complacerlos. Espero por sus ideas, conflictos, deseos, sueños, etc., etc., etc., ahhhhhhh…recuerden que mis temas preferidos son los eróticos familiares.

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Hace ya unos cuantos años mi madre y yo vivimos solas, el divorcio con mi padre resultó verdaderamente necesario, pues cada día llegaba borracho a la casa y cuando mi madre le requería la emprendía a golpes contra ella, la situación en la casa cada vez era más insoportable, hasta que llegó el día en que mi madre le puso la demanda de divorcio y a él no le quedó otra opción que aceptarla, desde ese día no hemos vuelto a verlo jamás, he escuchado por referencias que ya se ha vuelto una persona alcohólica y siempre anda deambulando por bares y cantinas.
Mi madre es una mujer todavía joven pues tiene 36 años y no está bien que yo lo diga, pero es un modelo de mujer en lo que a su físico se refiere… mide aproximadamente entre 1.72 y 1.73, cabellera negra muy abundante que le llega hasta la cintura, piernas y brazos muy bien formados, unas tetas espléndidas, ni grandes ni pequeñas que todavía conservan su erección, coronadas por unos hermosos pezones codiciados por cuantos hombres la ven pasar, una cintura bastante pequeña y un par de nalgas, que aunque no muy paradas, si lo suficientemente amplias y redondas, con un rítmico movimiento cuando camina, pues casi siempre lleva faldas cortas y anchas que se las resaltan mas. Yo aunque todavía soy muy joven, pues solamente tengo 14 años, dicen que me parezco mucho a ella y cuando sea grande tendré un cuerpo similar al de mi mamá, aunque a decir verdad, algo ya se va notando, sobre todo en mis caderas y mis teticas bien pronunciadas.
Aproximadamente pasados cuatro meses del divorcio con mi padre, al parecer mi mamá no aguantaba las ganas de follar y de vez en cuando se traía algún señor que decía ser de su trabajo para hacer algunas cosas que les habían quedado pendientes para entregar al siguiente día y se encerraban en su habitación con la indicación de que no se les molestara para terminar más pronto.
Nunca aquella situación me llamó la atención, sino que la veía como una cuestión normal y de gran interés por quedar bien en su trabajo, por lo que cumplía al pie de la letra sus indicaciones de no molestarla.
En ocasión de una fiesta en su trabajo, comencé a sospechar y a dudar un poco de aquellas horas extras y trabajos urgentes de entregar al día siguiente. Los motivos para mi eran obvios, por una parte, la mayoría de las personas que trabajaban con mi madre eran mujeres y bastante pocas por cierto, hombres solamente habían tres o cuatro. Incluso llegué a preguntar a una de las señoras allí presentes que si esas eran todas las personas que trabajaban allí, respondiéndome afirmativamente. Mis dudas comenzaban a incrementarse, pues por mi casa habían pasado entre 8 y 10 hombres diferentes y para más casualidad ninguno de ellos estaba allí presente.
Terminada la fiesta regresamos a la casa, sin hacerle comentario alguno a mamá. Los dos siguientes días las pasamos solas por ser fin de semana, fuimos al cine, almorzamos fuera, paseamos por el zoológico y el resto del tiempo nos la pasamos disfrutando de la tele.
El lunes llegué un poco tarde a la casa pues pase por casa de una amiga a repasar unos ejercicios y al entrar en la casa me encontré una nota sobre la mesa donde mi madre me explicaba que había llegado temprano y estaba en su cuarto trabajando, que no la molestara.
Cerré la puerta de la calle sin hacer ruido para que no se percataran de mi llegada y me dirigí a mi cuarto, que está separado del de mi madre solamente por el cuarto de baño. Me cercioré de que la puerta estuviese bien cerrada y pegando mi oído a la puerta podía escuchar una conversación, pero sin poder definir de que hablaban, a veces hacían silencio por un largo rato y luego continuaban conversando. Pude escuchar mejor cuando mi madre abrió la puerta de su cuarto y entró al baño, sentí como la ducha se abría y junto la persona que trabajaba con ella se ducharon.
Mis dudas e intrigas cada vez eran mayores, ¿Por qué tenía ese hombre que bañarse en nuestra casa?...¿por que ducharse juntos?... Al poco rato escuché como se despedían. Tenía que inventar alguna forma de poder espiar que sucedía allí realmente sin ser descubierta y así salir de todas mis dudas. Pasaron varios días en que sucedía lo mismo y yo sin poder enterarme de nada.
Casi al punto del desespero hice el comentario a una muy buena amiga mía y me dio una solución que jamás se me abría ocurrido, ella ya tenía la experiencia porque lo hacía con su hermano. Colocar una cámara espía en el dormitorio de mamá y observar que sucedía allí a través de mi computadora. Se me presentaba ahora otro inconveniente, pues yo no poseía webcam ni los cables necesarios para hacer la instalación. Maura prometió prestarme los de ella, incluyendo la cámara, pero con la condición de que tenía que dejarla ver a ella también lo que allí sucedía… como era lógico de esperar acepté su propuesta y ese mismo día después de salir antes del penúltimo turno de clases, pasamos por su casa, recogimos las cosas y a toda carrera fuimos para la mía.
Trabajo nos costó encontrar el lugar más idóneo para colocar la cámara, para que no se fuese a ver y más trabajo aún ocultar los cables. Puedo decir que hicimos un trabajo de profesionales. Varias veces comprobamos desde mi cuarto cual era la inclinación y el ángulo más favorable, hasta que encontramos el óptimo, pues como en el cuarto de mi madre no hay ninguna mesa, estuvimos de acuerdo que tendrían que ponerse a trabajar sobre la cama.
Terminada toda la instalación recogimos nuestras cosas y salimos de la casa nuevamente a esperar que mi madre llegase, no habían transcurrido ni veinte minutos, cuando un coche se detuvo frente a nuestra casa y mi madre bajó acompañada de un señor que me pareció haberlo visto con anterioridad.
Esperamos un tiempo prudencial y entramos a la casa, sobre la mesa la conocida nota de que no la molestaran… corrimos a mi cuarto y prendimos la computadora…sólo veíamos al señor sentado en el borde de la cama y un poco más atrás, las piernas de mi madre… A pesar de lo poco que se veía, notamos como se estaba quitando la ropa, al caer su vestido al suelo y posteriormente cuando alzaba sus pies para retirar las panties… ¿Qué trabajo era ese que iban a hacer?... pues no hacía tanto calor como para quitarse la ropa.
Unos instantes después observamos como mi madre se tendía en la cama completamente desnuda y aquel hombre comenzaba a besarla y acariciarla mientras sus manos le apretaban fuertemente las tetas. Mi madre le pidió se quitara la ropa y mientras lo hacía escuchamos como pasaba el cerrojo a la puerta de su cuarto. Se acostó nuevamente al centro de la cama y abriendo sus piernas a todo lo que podía le hacía señas a aquel hombre, este obedeciendo metió la cabeza entre sus piernas y comenzó a mamarle su chocha…me puse roja ante aquel espectáculo y más porque Maura lo estaba mirando todo, su vista no se apartaba ni un instante de la pantalla de la computadora.
Después de un buen rato invirtieron sus posiciones en la cama y ahora era mi madre la que chupaba su verga con mucho afán. Tratando de cambiar mi vista de todo aquello que estaba sucediendo en el cuarto de mi madre, observé como Maura se había alzado su falda y se daba masajes y acariciaba su chocha…¿Qué haces Maura?...--¿no lo ves?--…esto me ha excitado mucho y me estoy haciendo una paja…¿tu nunca lo has hecho?... Me quedé observándola sin saber que respuesta darle, ya se había introducido un dedo y lo metía y lo sacaba lentamente. –No me has respondido mi pregunta… ¿nunca te has hecho una paja?—, … Moviendo mi cabeza hacia los lados le dije que no mientras la observaba y miraba lo que sucedía en el cuarto de mamá, el hombre la había puesto arrodillada sobre la cama y le había metido su verga, bombeándola y dándole pequeñas nalgadas para que se moviera.
Maura echando un poco hacia atrás la silla donde estábamos sentadas me hizo señas para que me sentara sobre ella para estar más cómodas mientras presenciábamos aquel espectáculo. Sin imaginar sus intenciones me senté sobre ella y continuamos mirando. Sentí como las manos de Maura se deslizaron por mis muslos poco a poco hasta llegar a mi coñito, casi de forma instintiva y como por un reflejo separé mis piernas para acomodarme mejor entre las suyas.
Ya los dos estaban acostados en la cama y mi madre debajo de aquel hombre a quien sujetaba con sus piernas cruzadas en la espalda moviéndose como si tuviese convulsiones, hacía que las escenas cada vez fuesen más fuertes.
Maura no cejaba en su empeño y con una indiscutible habilidad había apartado mis braguitas y su dedo jugaba con mi clítoris, tomando su mano traté de quitarla de allí, pero haciendo un poco de fuerza me lo impidió, diciéndome que la dejara hacer, que de seguro me gustaría. De verdad que la sensación resultaba bastante agradable y dejé que prosiguiera. Ya su dedo había penetrado por mi rajita y entraba y salía lentamente.
Ahora aquel tipo le estaba metiendo su verga por el culo a mi madre y ella por sus gestos parecía gustarle mucho lo que le hacían. Era increíble como aquel hombre la bombeaba y las nalgadas que le propinaban eran cada vez más fuertes. Ahora reclinándose sobre ella apretaba fuertemente sus tetas.
Mientras la mano derecha de Maura jugaba dentro de mi rajita su otra mano acariciaba mis tetas y mis pezones se habían puesto duros como nunca los había sentido. Los movimientos de Maura iban siendo cada vez más rápido y otro instinto desconocido por mí hasta ese día surgió; virando mi cabeza busqué desesperada la boca de Maura y le di un beso en la boca que hasta yo misma quedé sorprendida. Al darme cuenta me volví de nuevo pero Maura insistió en repetirlo. Ahora ella se encargaba de buscar mi lengua con la suya y su mano aumentó el ritmo de la paja que me estaba proporcionando. Sentí como mi cuerpo comenzó a temblar y a estremecerse de una forma muy extraña, como si algo quisiera salir de mi interior…--¿Qué me pasa Maura, por que tiemblo así?—, --dame tu lengua de nuevo que vas a venirte--….—ahora dame tu lechita, tu primera lechita--, y mientras metía y sacaba su dedo con mas fuerza me decía cosas increíbles y me apretaba mis tetas… Una sensación de placer me invadía mientras buscaba con afán que su dedo penetrara más y más, se repetían una y otra vez aquellos extraños temblores, hasta que al fin cesaron, mi cuerpo quedó sin fuerzas, muy relajado.
Cuando miramos nuevamente hacia la pantalla ya no había nadie en la cama, sentimos sus voces en la bañera. Maura me mostraba como su mano estaba llena de mis jugos y cuando me puse de pie se los pasaba por su chocha. Olvidando cual había sido el objetivo principal de nuestra estancia en aquel lugar Maura se recostó en mi cama y me pidió que ahora yo le hiciese a ella lo mismo.
Recordando lo visto en el cuarto de mi madre abrí sus piernas y comencé a comerle su conchita que tenía un sabor exquisito, después la arrodille en la cama y colocando mi coño bien pegado a sus nalgas comencé a moverme igual que lo hacía aquel hombre, mientras mi dedo se iba introduciendo en su chocha. –Así…así…follame duro…-- decía mientras empujaba hacia atrás buscando sentir bien el roce de mi coño con sus nalgas. Los temblores comenzaron a producirse en Maura y mis movimientos fueron más fuertes, tal y como ella me lo había hecho…--voy a venirme….voy a venirme… méteme duro el dedo por favor--… --sácame mi lechita, sácamela… recordando lo visto comencé a darle nalgadas y esto excitó aún más a Maura que terminó por venirse y llenar mi mano con sus jugos.
Quedamos un corto tiempo más en aquella posición para recuperar la energía que habíamos perdido… Maura se acostó boca arriba en la cama y poniéndome encima de ella nos abrazamos y nos dimos un largo beso en la boca entrelazando nuestras lenguas.
Cuando miramos a la pantalla vimos como aquel hombre después de darle un apasionado beso en la boca a mi madre, extrajo su cartera y extendía su mano con dinero; mi madre lo tomó, le dio un beso y ambos salieron de la habitación.
--Perdóname--…me dijo Maura --pero creo, por lo que hemos visto, que tu madre es una puta—.
En esos momentos deseaba que la tierra me tragase…¡mi madre convertida en una vulgar puta…y para colmo lo hacía en nuestra propia casa!...
Al vernos salir de la habitación juntas, quedó sorprendida, pues no nos había sentido llegar, riéndonos y casi a coro le respondimos que estábamos estudiando en mi habitación. Se puso muy contenta y habló de que eso era muy bueno pues había que esforzarse para ser buenos tanto en el estudio como en el trabajo.
Maura y yo cada día, de lunes a viernes “estudiamos” juntas en mi habitación mientras mi mamá “trabaja” en la de ella. Ahora, aprendiendo con las lecciones de mi madre, cada día nos traemos a un chico diferente a la casa a estudiar con nosotros y mientras Maura y yo hacemos de las nuestras, dejamos al chico frente a la pantalla de la computadora viendo el espectáculo que mi madre les proporciona con sus amigos. Claro que le cobramos por ver el espectáculo y si alguno desea que lo ayudemos a masturbarse lo hacemos también, pero eso le cuesta el doble. Tenemos montado todo un negocio que nos proporciona buenas ganancias y con las cuales hasta ya me he comprado mi propia cámara con sus cables y demás aditamentos.
Datos del Relato
  • Autor: Plastilina
  • Código: 2488
  • Fecha: 13-05-2003
  • Categoría: Incestos
  • Media: 5.83
  • Votos: 75
  • Envios: 10
  • Lecturas: 8930
  • Valoración:
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Comentarios


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4 comentarios. Página 1 de 1
david
invitado-david 24-09-2004 00:00:00

relato bueno pero le falta mas consistencia para ser creible, no alcance a que se pusiera dura

Norman
invitado-Norman 16-11-2003 00:00:00

Es la primera vez que leo este tipo de relatos un amigo me dijo que había relatos eroticos y creo que no perdi mi tiempo es un buen relato ok espero que sigan enviando relatos Sinceramente Norman

viridiana escudero
invitado-viridiana escudero 14-05-2003 00:00:00

creo que es el mejor cuento erotico que he leido en años espero siga escribiendo cuentos como este felicidades de verdad.

Laureana
invitado-Laureana 13-05-2003 00:00:00

Esta buena la historia paro me gustaria que hicieras lo mismo conmigo,que probaras mi chochitas.me calentaste mucho.un besote de lengua.

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