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Mi unica infidelidad

~~Tengo 31 años y estoy felizmente casada con un hombre maravilloso, razon por la cual no me explico mi comportamiento de aquel dia. Me sentia especialmente sensual, el dia anterior habia estado en la cama con mi marido durante toda la tarde y eso siempre me hace sentir atractiva y deseable.
 Entraba a trabajar en el turno de tarde. Durante la mañana, sola en casa, puse musica y comence a bailar sensualmente, seduciendo al aire, tocando mis pechos, mi trasero en movimiento, como si estuviera bailando en la pasarela de un burdel. Despues me meti en la ducha y me enjabone todo el cuerpo con calma, disfrutando del agua caliente resbalando por mi cuerpo desnudo. Comence a acariciarme, a lamer el agua de mis pechos y bajando mi mano me masturbe lentamente introduciendo mis dedos uno a uno. Estaba encendida, excitada como una perra. Con la otra mano comence a acariciarme el ano y a masturbarme tambien por detras hasta que explote en un orgasmo fantastico. Al haberme entretenido tanto en la ducha tenia el tiempo justo de llegar al trabajo y me vesti deprisa, casi sin secarme y con el cuerpo aun encendido sali corriendo de casa.
 Llegue al trabajo con el pelo suelto y mojado, Victor, mi compañero de turno estaba sentado esperandome para empezar. Me comento lo guapa que estaba con el pelo suelto, que nunca me habia visto asi y que deberia llevarlo asi siempre, agradeci el cumplido sin darle mayor importancia, pues eramos amigos y su pareja otra buena amiga y compañera tambien del trabajo. Trabajo en la lavanderia de un hotel y por las tardes subimos los carros cargados con la ropa de cama limpia para el servicio de la mañana siguiente, asi que alla nos fuimos, traqueteando por el pasillo hasta el ascensor mientras charlabamos de nuestras cosas.
 Tengo que confesar que me gusta bromear, jugar a coquetear con los compañeros del trabajo; de manera totalmente inocente, os lo aseguro, y Victor y Eva (su pareja) siempre se habian prestado al juego.
 Nada mas cerrarse la puerta del ascensor Victor se acerco y me beso suavemente en los labios, yo me quede atonita sin saber que hacer, me volvio a decir que estaba preciosa asi, con el pelo suelto y mojado, pero esta vez me lo susurro al oido de manera que sentia su calido aliento acariciarme, bajo la cabeza y empezo a besarme el cuello ?Oh Dios! tenia que detenerle, estaba excitandome mucho, no podia pensar con claridad.
 Para, por favor dije en un susurro no podemos hacer esto Victor, piensa en Eva y en mi marido.
 Tienes razon, lo siento, me has embrujado mujer preciosa y he perdido la cabeza.
 ?Por favor, dile algo para que se sienta tan bien como te ha hecho sentir a ti! me decia a mi misma No te preocupes cariño me ha gustado mucho, pero no debemos, tu lo sabes tan bien como yo.
 Saco una sonrisa deslumbrante y me acaricio la mejilla ?Por que tenia que ser tan encantador, tan guapo, tan sensual?. El ascensor se detuvo en el piso y fuimos hacia el cuarto de la ropa. Yo empezaba a arrepentirme, no podia concentrarme, la corriente electrica que recorrio mi cuerpo con un simple roce de sus labios me hacia pensar en como sentiria si me hiciera el amor.
 Andabamos en silencio, absortos cada cual en sus pensamientos, saque las llaves para abrir el cuarto y comence a hacer sitio en los estantes para poder colocar la ropa. Estaba tan concentrada en lo que hacia que no me di cuenta de que Victor habia entrado y habia cerrado la puerta por dentro. Tenia la mirada encendida y respiraba agitadamente, se acerco a mi, yo era incapaz de moverme sus ojos me clavaban en el sitio. Se acerco a mi boca haciendola suya, besandome con ternura, yo ya no podia resistirlo mas y empece a corresponderle, los besos fueron haciendose mas apasionados y sensuales, sus manos recorrian mis pechos desabrochando los botones de mi blusa. ?Madre mia! estaba tan mojada que sentia verg?enza, me abrace a el en un intento por controlar mis emociones, pero fue peor, sentia su miembro erecto contra mi y me abandono la razon cediendo por completo al deseo.
 Le desabroche el pantalon y me arrodille en el suelo, deseando sentir su miembro en mi boca, Victor me alzo la barbilla suavemente para que le mirara a los ojos, dandome una ultima oportunidad de echarme atras. Eso me encendio aun mas se arrodillo enfrente de mi y siguio desnudandome y yo a el a su vez; comence a lamerle el glande, a chuparsela con avidez gimiendo de placer, el introducia su lengua en mi vagina, lamia mis labios, jugaba con mi clitoris de una manera deliciosa. Introdujo varios dedos en mi vagina haciendome gritar de placer, con mis propios fluidos empezo a acariciarme el ano y a introducir sus dedos en el mientras seguia acariciandome el clitoris, yo ya no podia mas introducia su pene en mi boca cada vez mas y mas rapido mientras le acariciaba los testiculos hasta que explotamos los dos, su semen inundo mi boca y mi garganta llenandome de placer.
 Nos quedamos abrazados, exhaustos, besandonos, sintiendo cada uno el sabor del otro. Pero el no habia acabado conmigo, con una rapidez asombrosa su miembro volvio a empezar a crecer y volvio a buscar mi sexo, acariciando introduciendo sus dedos en mi vagina y en mi ano, volviendome loca. Me alzo contra la pared y me introdujo su verga con fuerza, hasta el fondo, apretando, grite ansiosa por que me follara, pero el no empezo a bombear como yo deseaba, se quedo alli, profundamente dentro de mi, besandome la cara y el cuello, mordisqueando mis pezones, haciendo que le deseara, que se lo pidiera y asi lo hice:
 ?Follame cabron, follame!.
 Entonces empezo lento, dominando la situacion, mis orgasmos llegaban uno detras de otro y el seguia, cada vez mas rapido, mas adentro, sentia sus testiculos golpear contra mi, entonces me dio la vuelta y me la metio por el culo, separando mis nalgas, yo estaba enloquecida, mi marido nunca me habia follado por detras y estaba descubriendo que me encantaba. Siguio bombeando y masturbandome un buen rato hasta que senti su semen caliente en mi interior.
 Despues de un rato, nos vestimos besandonos aun, terminamos nuestro trabajo y salimos de alli acordando no hablar de lo sucedido con nuestras respectivas parejas y que no volveria a pasar. Pero seguiamos viendonos en el trabajo practicamente a diario, comiendonos con los ojos, asi que inevitablemente volvimos a las andadas hasta que decidi cambiar de trabajo pues la relacion con mi marido sigue siendo maravillosa y no queria ni podia engañarle mas.

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