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Categoría: Varios

Mi nueva habitación...

Hola a todos, para empezar quiero contarles que esta historia sucedió hace ya un año…



 



Mi hermano se acaba de casar y su cuarto, justo al lado del mío, se quedaba vacío, así que a partir del día que se fue le insistí a mi madre que tirara la pared de en medio para que mi cuarto tuviera por fin el tamaño que yo quería, así que después de un mes por fin lo conseguí, una mañana me levante y había una nota en mi buró que decía:



“Mi amor: Me fui a trabajar pero como a eso de las 10:00 am vendrán unos albañiles a tirar la pared entre tu recamara y la ex recamara de tu hermano, así que está pendiente de la puerta, regreso como a las 7:00 pm”



La emoción me invadía,  no lo podía creer, mire el reloj y eran las 10:10 am, “¿Dónde están mis albañiles?” pensé desesperada, no pasaron ni 5 minutos cuando tocaron a la puerta, como pude me levante, me puse los primeros zapatos que encontré y corrí hacia la puerta, ni fue hasta que tuve de frente a estos tres hombres que me di cuenta: Me había puesto unos tacones altos que traía el día anterior y mi pijama era un camisón ajustado y corto con corazones, me puse de mil colores, sin embargo ya estaba ahí frente a ellos no quedaba más que actuar normal.



El camino a la habitación por las escaleras fue lo peor del mundo, sus miradas invadían mi cuerpo, tal vez solo las mujeres me entenderán pero eso se siente, pareciera que la mirada te toca, finalmente los deje en la habitación de mi hermano y me fui a mi recamara.



Una vez ahí, me recosté de nuevo, y me di cuenta que la sensación que me habían provocado esas miradas había sido más que incomoda, placentera, poco a poco metí mi mano debajo del camisón y estaba empapada, era increíble que esos hombres, feos y sucios me hubiesen provocado esa sensación.



Los días pasaron, a diario como mi madre se iba a trabajar yo era la encargada de abrir la puerta, me levantaba a las 8:00 de la mañana, justo después que mi mamá se iba, me peinaba, me pintaba y sacaba la ropa más sexy del guardarropa, minifaldas, pantalones ajustados, leggins, escotes, día con día repetía esa experiencia, cada día se volvía más placentera, ellos se daban cuenta, así que hacían su actitud más descarada, algunas veces volteaba de reojo y ellos se tocaban mientras me miraban, todos los días el resultado era el mismo, yo regresaba a la habitación de huéspedes (que usaba mientras reparaban la mía) y tenía la necesidad de tocarme como loca.



Un día escuche a mi madre hablar con uno de ellos, “Señora mañana será la última vez que vengamos los tres, a partir de pasado mañana ya solo vengo yo a dar los toques finales y ya acabaos”



Era el ultimo día que tendría esa sensación, no lo podía creer el tiempo había pasado tan rápido, salí a caminar, pensaba que ese ultimo día que ser especial, mientras caminaba me tope con una tienda de lencería, entre y me compre un conjunto blanco, un body con liguero, al día siguiente me desperté a las 8 de la mañana como todos los días me bañe, me peine, me maquille, me puse aquel conjunto que había comprado, me puse unos tacones altos, blancos de mi madre, y espere impaciente a que tocaran la puerta.



El momento llego, abrí la puerta ellos se quedaron boquiabiertos pero no comentaron nada, subir la escalera fue un experiencia alucinante, mientras subíamos una mano sucia toco mi trasero con fuerza, uno de ellos se acerco a mi por atrás y me dijo en el oído: “No quieres ir a ver como quedo tu recamara”, yo no hable solo moví la cabeza en señal de aprobación, entramos uno de ellos cerró la puerta, en cuanto la puerta se cerró aquellas tres bestias se abalanzaron sobre mí, sus manos sucias tocaban torpemente mi cuerpo, mi sueño se estaba volviendo realidad, era realmente alucinante, aquel sueño se coarto con el sonido de unas llaves, mi madre estaba llegando, ellos comenzaron a subir sus braguetas y yo corrí a la recamara de huéspedes, me tumbe en la cama y me tape con las cobijas, mientras que ellos hablaban, yo me quitaba mi atuendo y me ponía unos jeans y una blusa, “yo creo si acabamos hoy seño” escuche detrás de la puerta.



Nunca supe más de ellos, nuca pude repetir ni terminar aquella experiencia, no sé si aquella preferencia es normal, simplemente no lo sé.


Datos del Relato
  • Categoría: Varios
  • Media: 9
  • Votos: 3
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Comentarios


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1 comentarios. Página 1 de 1
Andres Reyes
Andres Reyes 09-10-2013 05:25:08

bien bien, saludos me gustaria algun rato chat contigo, buen relato saludos

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