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Categoría: Maduras

Mi madre se emputece 01

Mi nombre es Marcos, y escribo para contar lcomo cambio mi vida, a raíz de acabar el instituto.



Siempre fui un chico extrovertido, el pallasete de clase, normalito, metro setenta, algo rellenito y un poco tímido con el sexo opuesto, huérfano de padre desde los 13 años , cuando mi progenitor murió de un cáncer de hígado ( a diferencia de lo que muchos pensáis, no era bebedor ni nada por el estilo).



Vivía y vivo, en una ciudad del norte de España, con mi madre, en una casa unifamiliar, con un pequeño terrenito y gracias a la pensión que le quedó a mi madre, la verdad es que vivíamos sin estrecheces económicas.



Mi madre es la protagonista de esta historia, una mujer del montón, Su nombre es Mª del Mar, pero todo el mundo la llama Mar , metro sesenta y cinco, de pelo por los hombros, rubia (teñida), y algo entrada en carnes, pero siempre va bastante arreglada, ya que le gusta ir peinada de peluquería y siempre maquillada. Y a la que desde la muerte de mi padre no le he conocido pareja alguna, ni creo que la tuviera, pues se dedicaba a mi y a la casa en cuerpo y alma



Cuando sucedió la historia yo acababa de acabar el instituto y tenia 17 años, y mi madre 51.



Como mis notas no eran precisamente prometedoras, y mi pasión por la mecánica, decidí empezar a trabajar en un taller del barrio, que hacia un par de años regentaba Miguel, un chico de 32 años.



Al poco de empezar a trabajar con Miguel, empezamos a tener muy buen rollo, y dado que el era soltero, siempre me llevaba tomar unas copas después de trabajar, incluso a algún club de chicas en el que Miguel se desenvolvía como pez en el agua, lo que me dejo ver que era un habitual de esos locales.



El día de mi 18 cumpleaños cuadraba a sábado, y se me ocurrió invitar a Miguel a comer a mi casa, así después, iríamos tomar unas cañas a la tarde. Avise a mi madre de que vendría, y ella se alegro mucho, pues aun que conocía a Miguel, nunca había tenido la oportunidad de conocerlo fuera del taller.



Miguel llego a las 2 a mi casa y me sorprendió lo arreglado que venia vestido, la verdad es que mi amigo, es un pelin mas alto que yo y tiene un poco de panza cervecera, pero hoy en camisa y zapatos, con el pelo engominado no parecía el Miguel con el que yo trabajaba.



Le dio dos besos de rigor a mi madre y nos fuimos para el salón mientras mi madre terminaba la comida.



Camino al salón Miguel se quedo mirando hacia la cocina y me soltó.



-Joder con tu madre Marquitos, tiene un culo que se lo comería a bocados



La verdad es que mi madre se había puesto una falda nueva por encima de la rodilla y una blusa blanca que le realzaba su generoso pecho, pero no me esperaba ese comentario de mi amigo, a lo que le respondí.



Pero que dices tío, si es mi madre y tiene 20 años mas que tu



estas son las mas agradecidas – contesto con una risotada Miguel, y se dirigió al salón cambiando de conversación



Durante la comida, Miguel no paraba de alagar a mi madre, diciendo lo rico que estaba todo y lo bonita que tenia la casa, cosa que es verdad , ya que a mi madre le encanta tener todo en perfecto orden.



Ya en el postre con la tarta, Migue se levanto y dijo con su copa en alto



-Felicidades Marquitos, por tu cumpleaños y sobre todo por la madre tan simpática y guapa que tienes, que ha hecho que disfrutara como hacia tiempo que no lo hacia, y dicho esto le planto un beso a mi Madre demasiado cerca de los labios para mi gusto.



Mi madre toda colorada y sin esperarse ese espontaneo beso, dijo mirando a los ojos a mi amigo y jefe.



Gracias a ti, por hacer que este cumpleaños sea tan especial, la verdad es que hacia tiempo que no lo pasaba tan bien.



Yo flipaba, era mi puto cumpleaños, y estos dos no paraban de mirarse como tontos, cosa que me molestó muchísimo, entre las cervezas que tomé comiendo y el cambio de actitud de la madre que yo creía conocer tan bién, mi cabreo era muy notable, entonces levantándome dije.



Bueno mama, todo exquisito como siempre, pero yo y Miguel creo que vamos tomar unas cervezas por el barrio que tengo que celebrar mi mayoría de edad.



A lo que Miguel, mirándome con cara de pocos amigos añadió.



De eso nada, tu madre no se va a quedar aquí sola, encima después de lo guapa que se ha puesto.



Muchas gracia Miguel- contesto mi madre, - Pero no es molestia



De eso nada, tu te vienes con Marquitos y conmigo que os voy a invitar a tomar algo después de esta fabulosa comida



Yo no creía lo que me estaba pasando, mi puto cumpleaños y lo iba a pasar de cañas con mi madre y mi amigo, esto desde luego, no era lo planeado para nada, menos mal que a la noche había quedado con mi pandilla para tomar algo, pero la tarde ya me la habían jodido.



Mi madre cogió su chaqueta y poniéndose unos zapatos de tacón que solo se ponía en ocasiones muy raras como alguna boda, dijo.



Que suerte, pensé que hoy tendría que pasar el sábado sola en casa y resulta que lo voy a pasar con dos chicos.



Y cogiéndonos a cada uno del brazo nos dirigimos al BMW de Miguel



Mi madre se sentó delante, y la falda, le dejaba ver una buena cantidad de muslo, yo me di cuenta y mii jefe igual, pues en todo el trayecto no dejaba de echar miradas descaradas, incluso en un par de ocasiones se atrevió a rozárselos, sin notar yo que a mi madre le importara lo mas mínimo.



Migue nos llevo a un bar en el que yo nunca había estado, era como un pub, pero de tarde, y la música era estilo latino, con las luces muy tenues.



Entonces dirigiéndose a la camarera ( e de decir que una chica latina impresionante), le pidió tres Gin tonics.



No, no, -dijo mi madre, -que yo no bebo y hoy ya comí con vino.



De eso nada, hoy es el cumpleaños de Marquitos y el comienzo de una nueva relación con una de las mujeres mas guapas que e conocido – le espetó Miguel.



Y cogiendo a mi madre del brazo la llevo hacia la pista y se puso hacer el idiota con ella.



Mi madre reía como una colegiala, no se daba cuenta, que el cerdo de mi supuesto amigo, no dejaba de restregarse el paquete contra ella y tocarle los muslos y el culo descaradamente.



Yo no sabia que hacer, estaba como tonto en el taburete a punto de pegarle a ese tío, si no fuera por que era evidentemente mucho mas fuerte que yo, y por que confiaba plenamente en mi madre.



-Bueno, ya esta bien de tonterías, que tenemos aquí las bebidas. Dije para parar el esperpento.



Entonces dejaron de bailar y por fin me miraron, mi madre con una cara algo colorada y Miguel fijamente a los ojos con una mirada que me indicó, que no le gustó que le interrumpiera el magreo de mi madre.



Cogimos las copas y nos fuimos para una mesa con unos sofás, sentándose, como no mi madre y Miguel juntos. Entre trago y trago, mi madre no se daba cuenta, que la falda al estar sentada ,se subía, y casi dejaba ver su braga, pero Miguel si se percato de ello, y poniéndole una mano en el muslo le dijo a mi madre.



La verdad Mar, es que me lo estoy pasando genial contigo, me gustaría invitaros a los dos a mi choza de la playa para el próximo fin de semana.



Genial, a ti que te apetece hijo- contesto rápidamente mi madre



Bueno, si os apetece a vosotros -, conteste de mala gana, no pensaría que la iba a dejar ir sola a casa de ese degenerado



Genial, pues queda dicho- dijo Miguel,- el viernes a la noche nos vamos a la costa los tres. Y levantando su copa, hizo que yo y mi madre cogiéramos las nuestras para brindar y de un solo trago, se bebió lo que le quedaba.



Yo y mi madre lo imitamos, Entonces el riéndose dijo:



Va a ser un fin de semana memorable- y quitando por fin la mano del muslo de mi madre, me pego un golpe en el hombro y me dijo.



Espero que ahora que tienes 18 te comportes como un hombre y ayudes más a tu madre



Pero ese gilipollas, que coño sabía lo que ayudaba yo a mi madre o dejaba de ayudarle. Pero antes de que pudiera respondele nada , se levanto y poniéndole el paquete delante de los ojos de mi madre, que lo miraba como hipnótica le dijo.



Y tu Mar, espero que ahora que tu hijo ya se ha hecho grande, disfrutes más de tu vida que te lo mereces, y le dejes mas livertad, que ya es un hombrecito - . Y dándose la vuelta se dirigió hacia el baño, saludando a su paso a un par de clientes del local que se notaba que conocía



Era el primer momento que teníamos yo y mi madre a solas, y super enfadado le recriminé a mi madre.



y tu por que coño le dices que quieres ir a la playa , si yo quería salir el sábado que viene por aquí.



Pues quedate, que pareces un crío- Me contesto mi madre, aunque, parecía otra mujer la que estaba sentada delante de mi- Tiene razón tu Jefe, ya eres mayorcito, y yo no soy tu chacha.



Me quede de piedra, esa puta, mi madre, pretendía que yo me quedara en casa mientras ella se iba a la playa con el baboso de Miguel, ja, estaría lista. Prefería no salir el sábado que pensar en como ese cabronazo se aprovecharía para sobar a mi madre todo el fin de semana.



Cuando Miguel regresó, mi madre cambio la cara de enfado que tenia conmigo, por una esplendida sonrisa y cogiendo a Miguel del brazo dijo.



Bueno que, y no vamos a bailar un poco, y entonces mi jefe, mi amigo, hizo lo que jamas pensé que aria, le dio un fuerte cachetazo en el culo a mi madre y le dijo:



Lo siento, no pensaba que tendría tan buena compañía esta tarde, y había hecho planes, si queréis os acerco a casa o os dejo en algún sitio.



No da igual, dijo mi madre toda cabizbaja, llevanos a casa, que ademas Marcos quedo con sus amigos y yo aun tengo que recoger todo lo de la comida



Nos montamos en el coche y nos dejo en el portal de casa, despidiéndose de mi madre con otros dos besos demasiado cerca de la boca otra vez.



Ya en casa me fui cambiar para salir por la noche, y coger una buena borrachera que me hiciera olvidar todo lo vivido esa tarde.



La noche fue un fracaso, y lo unico que conseguí fue la deseada borrachera, pero de chicas otra vez , nada de nada, esto ya se estaba convirtiendo en algo demasiado habitual.



Al día siguiente me desperté tarde y con una resaca de campeonato, aun medio somnoliento me fui al baño y oigo a mi madre hablar por teléfono



Pues si Fina ayer me lo pase genial con el jefe de Marcos, es un chico encantador, la verdad es que estoy deseando que llegue el fin de semana, solo espero que el infantil de mi hijo no nos lo fastidie, la verdad que ayer se comportó como un crió



Fina es la mejor amiga de mi madre, una señora de su edad, casada y con un hijo un par de años mayor que yo, y la verdad que mi madre me estuviera poniendo verde con ella, me molesto muchísimo, pero entre la resaca y el sueño, las deje seguir hablando por teléfono y me volví para la cama



 



Al día siguiente fui currar, y Miguel como si tal cosa, me comentó que el sábado a la noche, había quedado con una chica de un club y que habían estado follando como conejos toda la noche.



 



Sonriendo, pensé que ya se había olvidado de mi madre y que solo había sido la tontería de un dia



Que confundido estaba.


Datos del Relato
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