Mi hermano y yo estamos muy unidos, sobre todo desde que nos vinimos a España desde Marruecos. Juntos hemos descubierto muchas cosas, pero la mejor de todas ocurrió un verano que fuimos a Marruecos de vacaciones. Yo tenía 17 años, ahora tengo 22. El tenía 25. Bueno, paso a relatarles mi historia.
Yo con 17 años estaba muy espabilada, tenía muchísimas ganas de sexo, pero mis amigos eran demasiado críos en ese aspecto, no pasábamos de un dedo o una mamada. Y algunos chicos mayores que me propusieron sexo no me atraían lo suficiente. La verdad es que yo solamente me fijaba en mi hermano. Desde la primera vez que descubrí el sexo, siempre deseé estar con mi hermano. Yo creo que él se dió cuenta, porque a medida que pasaba el tiempo procuraba estar más tiempo conmigo a solas en la habitación, me cambiaba delante suya y él ya no preguntaba si se quedaba o no, yo entraba en la ducha cuando él estaba fingiendo que no sabía que estaba y él se hacía el sorprendido...
Uno de los días que entré en la ducha, también entró mi madre en ese momento en el cuarto de baño...y yo me escondí con él en la ducha. Nunca lo había visto tan de cerca desnudo, con su imperio en alza. Se acercó a mí y me rozó con su verga, me entró un tremendo escalofrío y me fuí. Ya en mi habitación no podía dejar de pensar en su enorme polla, tenía que ser mía, sólo mía, y no iba a parar hasta conseguirla. Esa noche fuí a hacerle una visita a la habitación, pero tenía compañía femenina. Los estuve observando y cuando ya estaba super caliente me volví a mi cuarto y me masturbé. Pasados unos días mis padres se fueron de viaje y nos dejaron solos en casa. Mi oportunidad de oro. La primera noche dejé mi cuarto abierto, me masturbé y se que él me vió. A la mañana siguiente me preguntó que iba a hacer por la noche, que quería darme una sorpresa. Le dije que nada, que esperaba ansiosa su sorpresa. Por la noche cenamos, vimos la tele... nada especial. Yo me estaba aburriendo así que le dije que me iba a dormir. Me acoste, pero no podía dormir porque no dejaba de pensar en la enorme polla que había visto en el baño. Ásí que me levanté y fuí al salón y le dije que quería mi sorpresa. Me dijo que no fuera impaciente y que me fuera a dormir si quería. Volví al cuarto cabreada, con muchísima rabia... pero ya estaba caliente... así que comenzé a masturbarme. Cuando estaba en plena acción, ví a mi hermano apoyado en la puerta. Yo, sin dejar de masturbarme le pregunté si quería pasar y ver la escena más de cerca. Se empezó a reir y se acercó. Me dió un beso, me quitó la mano de mi coñito y continuó masturbandome él. Mientras aumentaba la velocidad de sus dedos, subía su temperatura y yo alcanzé a desabrocharle el pantalón, no llevaba slips y su verga salió enorme, la cogí y comenzé a masturbarlo. Era una sensación increíble... Paró y dirigió su boca a mi coño, comenzó a chuparme, con su lengua buscaba mi clítoris y yo subía al cielo. No se que movimiento hizo pero terminamos practicando un 69. No podía creer que toda esa enorme polla estaba en mi boca, la chupé, la besé, la succioné... estaba deseando que me la metiera, el placer de su boca era inmenso pero sería aún más placentero el de su polla en mi coño. Me apartó y pensó que me la iba a meter, pero me dió la vuelta en la cama y me la metió por detrás. Me dolió, me dolió muchísimo pero pasé al placer de forma inmediata. Primero lento, poco a poco, hasta que conseguí estar suficientemente lubricada y entonces me la metió de golpe y comenzó a empujar, mis pechos se movían al ritmo de su polla, era una sensación increíble. Mientras su polla estaba en mi culo, él seguía metiendome un dedo y masturbandome así que llegué al orgasmo cuando él todavía no se había ido. Sacó su enorme verga y yo decidí seguir alimentandome esa noche. Me la metí en la boca como si fuera un helado de chocolate y comenzé a chupar... en eso de las mamadas soy una auténtica experta. Se corrió en mi boca y terminé de limpiarle con mi lengua.
Le pregunté que porqué no me había penetrado por delante, y me dijo que eran muchas emociones para ser la primera noche. Y se fue.
Al día siguiente se pasó todo el día durmiendo, por la tarde fuí a la habitación, me metí en su cama, le quité el pijama, empeze a chuparle la polla, él se despertó, nos besamos, y conseguí que me la metiera. Dios Mio!!! Tenía ese enorme pollón en mi coño... tuve un orgasmo rapidísimo y él siguió hasta que llegamos juntos al siguiente.
Esa noche dormí con él, mis padres llegaron al día siguiente y no sospecharon nada extraño.
Durante el tiempo que estuve en Marruecos no volvimos a tener encuentros, pero en España nos acostamos con bastante frecuencia. Yo se lo que le gusta, él sabe lo que me gusta....
No tengo ningún problema en acostarme con él, cuando ninguno de los dos tiene pareja lo hacemos con frecuencia e incluso con pareja...
Esta tarde ha sido la última vez y ha sido realmente fabuloso