Lo sostengo en mi mano. Puedo palpar su dureza, su redondez. Sopeso su tamaño, es pequeño, pero grande en su alcance. El ignora que su función es dar más vida.
Los hay de dos o tres colores, este que me pertenece es rosado, como piel de bebé, me encanta su color y me provoca besarlo.
Con placer lo acaricio ! es tan suave! Lo paso de una mano a otra y lo siento tibio; tal vez debido al calor que le transmito. Con delicadeza lo agito; un movimiento desatinado puede anular su fragil consistencia.
Pronto estará dentro de mí. El pensamiento me reconforta, me place en grado sumo !lo deseo tanto! su esencia permanecerá en mi cuerpo por algún tiempo. Cumplirá su misión ! cuanto me satisface saberlo!
Es el momento esperado. lo contemplo con avidez. Es asombroso saber ´como y cuánto lo necesito. Me apresuro, entonces, para alcanzar mi objetivo.

Con un breve golpe lo abro. El aceite caliente espera por este huevo para mi desayuno.