Mi compañera de trabajo.
Mi compañera de trabajo era una flaquita de esas, que cuando las vez te entran ganas de hacerle todo lo imaginable y mas, era una morena de pelo colocho, largo, mediría unos 170 centímetros, con unas nalgas que a cualquier mujer le darían envidia y a cualquier hombre le despertarían los mas escondidos deseos, cada uno de sus pechos a pesar de no ser extremadamente grandes y andar siempre cubiertos con algun sosten de copa entera, aparte de su blusa o camisa, se notaba delicioso, apto para ser engullido, chupado y mamado hasta mas no poder, las piernas eran bien torneadas y con un bronceado increible como todo su cuerpo, no te imaginas lo que era verla caminando cuando pasaba cerca de tu escritorio y su bamboleo te hacia babear, aparte si miraras su cara te toparías de frente con unos ojos verde-mar, que te hipnotizaban de repente.
Yo por mi parte soy un tipo normal... 1.75, moreno, ojos cafés, en ese tiempo utilizaba lo que en mi país llamamos “candado” es decir solo la parte de la barba que esta alrededor de la boca, mi contextura nunca fue fuerte, ni musculosa pero si tenia muy bien definidos mis musculos, debido a que siempre me gusto hacer deporte, a pesar de todo siempre tuve suerte con las chicas, sin embargo nunca me atreví a cruzar palabra con “María” aparte del buenos días en la mañana y el buenas noches en la tarde a la salida del trabajo........ Hasta ese día....
Trabajabamos tranquilamente en la oficina cuando de pronto algún imbécil de nuestros compañeros bajó un archivo de internet y el famoso archivo no era mas que un virus, de repente se apagaron todas las maquinas, nos quedamos sin servidor, es decir fue el acabose total, y por supuesto, ese y varios días mas tendríamos que hacer horas extra todos, tratando de recuperar toda la información perdida, base de datos de clientes, etc.
Cuando se presentó mi jefe a consultarnos si podíamos quedarnos, muy a mi disgusto accedí, de hecho aunque no quisiera tenía que quedarme por mi tipo de puesto, lo curioso fue que “María” se ofreció a quedarse gustosamente si no ameritaba su presencia debido a que ella era un tipo de “recepcionista” es decir, recibía y repartía la correspondencia, contestaba el teléfono, archivaba, y creo que en ese tiempo hasta era la encargada hacer el café.
Pues bien, ese día a partir de las 5:30 empezamos a trabajar en la recuperación de datos, tenía yo bastante trabajo para ese día, después de mucho rato de trabajo, mi compañerita, me trajo un café, con una voz muy suave me dijo: “aquí te traigo esto, tal vez te ayude a relajarte un poco”, lo triste fue que no pude ni contestarle balbucee un gracias tan extraño, que me recordó a los bebés que empiezan a hablar, ella solamente me contestó “con mucho gusto” y yo me puse rojo como un tomate. El trabajo se acabó ese día como a las 11 p.m. y cuando yo salía observe a “María” que esperaba un taxi, tratando de mejorar la imagen de idiota que había dejado, me ofrecí a llevarla a su casa, y ella accedió gustosamente, por el camino hablé muy poco, sinceramente tener ese mujerón me causaba algo de ansiedad, nervios o que se yo, llegamos a casa de María y me despidió con un beso en la mejilla, que me causo una erección instantanea, ella noto como se abultaba mi pantalón y sonrió maliciosamente, y se fue caminando hacia la puerta de su casa, no tengo que decir que me quede viendo como se movía ese tremendo culo de lado a lado, hasta que desapareció detrás de la puerta, dejandome extasiado y muy excitado, y teniendo que dormir solo que era lo peor.
Toda la noche soñe con ella, con chuparle hasta el último rincón de su delicioso cuerpecito, con besarle de los pies a la cabeza y hacer el amor hasta quedar los dos desmayados uno sobre el otro, no podia esperar para llegar a ver esa ricura que me habia tenido excitado toda la noche, lo unico es que no sabía como iba a hacerle para tenerla pero eso debía ocurrir esa misma noche, tenía que bañarla en mi leche y chuparle la suya, tenía que chuparla, tenía que hacerle todo lo imaginable!!!
Llegué tempranito y le di un beso en la mejilla a María, y le pregunté que si se quedaba a trabajar tarde hoy, cuando oí la respuesta deseada le solicité que me ayudara a revisar unos archivos que tenía en mi maquina despues de cerrar, (dichos archivos eran un monton de fotos eróticas en que aparecián chicas besandose, parejas etc) le dije que no recordaba de que se trataban (había dos de relatos eróticos también). Durante el día estuve hablando con ella con bastante naturalidad, de hecho no estaba nervioso ni nada por el estilo, claro que deseaba que llegaran las 5:30 para cerrar la puerta.
No bien dieron las 5:30 su servidor estaba cerrando la puerta y llamando a “María” para que me ayudara con la revisión de “archivos importantes”, pues bien la muñequita se quedo en dicha tarea mientras yo salía con el pretexto de comprar algo para comer mas noche, cuando regresé a mi oficina me extraño verla con ojos penetrantes y mordiendose la mitad derecha del labio de abajo, totalmente concentrada en la pantalla de mi computadora, pues si aunque no lo crean, a la chica le encantó lo que vió, me acerque por detrás sin que se diera cuenta, y solamente le dije: “Ajá! Y yo que quería que me ayudarás con mis archivos y te encuentro bajando pornografía”, ella se sobresaltó y quitó la foto que estaba viendo, a lo que yo le dije que no había problema, que me dejara ver nada más, ella insistía en que eso no era de ella, que como me iba a imaginar eso, etc.
Pues bien, no me senté a su lado si no que permanecí de pie, casi atrás de ella, agachado muy cerca suyo, tratando de que mi miembro la rozara delicadamente, en toques apenas perceptibles, cuando no la rozaba me agachaba un poco mas para poder respirarle cera de su orejita, y cuando le hablaba lo hacia susurrando, con el pretexto de que la gente fuera de la oficina podía escuchar y darse cuenta de lo que estabamos viendo, cada vez que hablaba cerca de ella notaba como los vellitos de su brazo se erizaban, yo solo me imaginaba como estaría su conchita mojadita, y yo con mi lengua recorriendo todo el monte de venus...
Al rato de estar en esto, yo estaba ya desesperado por tener a “María” debajo o encima mío, de hecho, quería tenerla de las dos formas, un rato cada una, percatandome de que ella cada vez acercaba mas su hombro hacía mi miembro, le dije que total esa noche ya no habíamos trabajado nada, que fuésemos a tomar algo y mañana ya trabajaríamos, ella accedió, a leguas podías notar que estaba excitada y muy bien le había hecho ver mis archivos.
Llegamos al bar de la esquina y empezamos por tomarnos una cerveza, dos, tres, creo que llegamos a las 10, recordé luego que un amigo me había comentado que cuando una mujer toma cerveza y luego toma el licor que se llama “perfecto amor” de verdad se le alborota el amor, el caso es que sin estar seguro de lo que hacía le pedí su “perfecto amor”, estoy seguro que no fue por el trago si no por la borrachera que nos teníamos que ya yo estaba muy cachondo, y sin mucho pensarlo la invité a terminar la fiesta en mi apartamento... No saben la alegría que sentí cuando me dijo que claro que si iba conmigo!
Pues resulta que llegamos a mi apartamento, y casi no pudimos subir las gradas, al estar en la sala le invite a encender la TV, pero ella no encontro el control remoto, cuando lo encontré busqué un canal de pronografía de esos “pay-per-view” y por suerte encontré una que se asemejaba mucho a lo que yo buscaba, me fui a la cocina a preparar unos tragos dejando a “María” frente a la tv. Cual fue mi sorpresa cuando regresaba con una copa en cada mano, y me encontré a “María” masturbándose rápidamente con los ojos clavados en la tv, no pueden imaginarse el estado de excitación en la que entré, rápidamente dejé las copas sobre la mesita de la sala y me acerqué a “María” por detrás sin que ella se diera cuenta, saque mi pañuelo de seda y le cubrí los ojos, ella se sobresaltó un poco, pero siguió en su labor de masturbación, tomé una rosa de las que acostumbraba tener en un florero cerca de los muebles y empecé a rozarle los labios suavemente, luego pase por sus senos deliciosos me detuve cerca de los pezones un rato, y luego baje por su vientre que se movía casi espasmodicamente en cada una de sus fuertes respiraciones.
Luego de un rato así, me fui rápidamente a traer una copa de las que tenía y derrame un poco de vino sobre sus carnosos labios, luego derrame un poco mas sobre sus pechos y los lamí suavemente, deteniendo mi lengua en su pezón y haciendo círculos despaciosamente alrededor de él mientras mi mano masajeaba con toda ternura el otro, luego me devolví hacía su boca y empecé a hacer intentos de besarla sin llegar a hacerlo, luego a simular morderle los labios casi sin tocarlos, esto le producía mucho excitación a mi compañera y hasta ese momento pronunció palabra: “dámela papi, quiero sentirla dentro mío, no aguanto la cachondez!”, yo le respondí que a su tiempo se lo daría y volví de nuevo a dirigirme a su pechos, esta vez tome un poco de vino en mi boca y empecé a succionarle suavemente su pezón derecho, después me separé un poco y empecé a soplarselo y notar como se ponía aún mas erecto, proseguí con su otro pezón mientras empezaba a acariciarle su monte de Venus, no tuve que tardar mucho debido a que ella estaba bien mojadita pude introducir tres dedos juntos y empecé a buscarle su punto G, al encontrarlo y acariciarlo le producía a mi compañerita unos espasmos extraordinarios.
Sin más resistirme mi lengua llegó rápidamente a tan delicioso lugar y empezó a dar vueltas, moverse de arriba hacia abajo, mientras la chica me decía “Así papi, chupame chupame hasta adentro, me encanta como mamas, quiero ser tu perra, sigue, sigue, quiero más, más, maaaaaaaaaaas” en ese último más un torrente de juguitos con saber a Dioses llegó hasta lo mas profundo de mi boca, lo cual me animó a chupar mas fuerte y mas fuerte hasta producirle otro orgasmo, y yo casi me corro de la excitación de tener esa ricura.
Al terminar de chuparla, me levante y saqué mi verga y la puse cerca de su boca, ella no tardó en engullirla toda mientras con una mano tomaba y masturbaba la mitad de mi verga, tenía la otra mitad dentro de su boca y succionaba ávidamente como si estuviera probando algún manjar delicioso. Yo le preguntaba si le gustaba y ella entre mamada y mamada me contestaba que si, “quiero que te corras en mi boca, me gusta el sabor de tu verga toda paradota”, no hay que decir que no tarde mucho en hacer lo que me pedía me vine en su boca pero fue tal la cantidad de semen que tuvo que retirarse y empezó a pasar mi semen por su cuerpo como si fuera alguna crema milagrosa de esas que utilizan las mujeres para su cutis o para mantener firmes las nalgas.
Lo cierto es que despues de correrme ella todavía estaba muy excitadase quito la venda y me tumbo al suelo, y se sento sobre mi miembro que aun mantenía su erección a y cabalgo cual amazona, mientras estaba sentada sobre mi con mi mano izquierda acariciaba su pecho derecho y con mi mano derecha específicamente con el dedo pulgar le acariciaba su clítoris, por sus convulsiones parecía que estuviera agarrada de un cable eléctrico yo bajo ella sentía como todos sus juguitos corrían por mis bolas y sentía el charco bajo mis nalgas, terminamos la sesión y nos dedicamos a besarnos y acariciarnos por un buen rato en la alfombra de mi sala.
Al cabo de la sesión de bezos, abrazos, caricias amorosas, decidimos irnos a bañar, los dos desnudos entramos al baño, y yo cariñosamente empecé a enjabonarle su espalda y sus suculentas nalgas, esta de más decir que llegué de nuevo a una erección, estando atrás de ella le enjaboné los seños y con mis manos mientras le besaba el cuello y mi verga se posaba en medio de sus nalguitas, ella se agacho y logré penetrarla por detrás, emitía unos gemidos deliciosos asi estuvimos por un rato luego ella se volteó hacía mi, yo desesperado por eyacular de nuevo traté de penetrarla pero como era un poco mas pequeña que yo me costó mucho entonces opté por alzarla de su cintura y empalarla en mi miembro, asi tuvimos sexo por un largo rato ella con su espalda contra la pared y yo empalándola, la sensación era increíble, aquella compañerita a la que nunca me había atrevio a hablarle se había hasta tragado mi semen y yo habia probado sus deliciosos jugos.
Ya casi entrada la madrugada estuvimos de acuerdo en que yo debía ir a dejarla a su casa, al despedirse lo hizo con un beso de eso que te erizan y te hacen sentir, como cuando tienes tu primer beso, excitación, temor de que no pasara de eso, alegría, etc.
Al otro día, ella gustosa llegó a la oficina, me ayudo a terminar mi trabajo y seguimos la rutina del sexo luego del trabajo, días despúes ella dejó de ser mi compañera de trabajo y pasó a ser quien me espera cada día cuando termina mi jornada laboral, no se imaginan lo lindo que es cuando llégo a mi casa, y encuentro a mi amada esposa “María”.
Lastimosamente yo tengo un companero de trabajo que me fascina y yo creo que yo a el tambien, pero nunca se atreve a hacer nada al respecto. Talvez deba ser yo la que de el primer paso