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Categoría: Fantasías

Mi amiga Anita

Mi Amiga Anita

Mi novia y yo disfrutamos deliciosamente de un sexo esplendido. Ambos siempre nos satisfacemos de la mejor manera posible, intentado cada vez probar algo diferente, o simplemente mejorar alguna técnica. Siempre que terminamos nuestras cosas, ella me pide que le cuente una historia, una pequeña fantasía con la cual echarse un último orgasmo, entonces yo se la cuento mientras la abrazo con una mano, y la masturbo con la otra. Una fantasía que siempre le ha gustado es una en la cual entre ambos violamos a una pequeña niña colegial, la cual viste con enaguas a cuadritos, ya sean verdes o rojos, con una blusa blanca. A ella le fascina la idea de poder sentir y disfrutar del cuerpo de una jovencita así, y ponerme a mí a hacerle cuanta perversión se le pueda hacer a tan tierna niña.

Mi novia es una morena muy preciosa. Tiene 25 años, y es de estatura media, es delgada. Ella es muy celosa, desprecia siempre mis amistades femeninas, por tanto yo evito al máximo hablarle de ellas. Así que ella desconoce que tengo una amiga en la universidad, se llama Ana, y le digo por cariño Anita. Anita es muy linda, tiene 21 años, ella es blanca, de estatura media, delgada, con unos pechos pequeños, pero una nalguitas muy bellas. Sus ojos son negros, muy vivos, al igual que su cabello, que es perfectamente lacio, y lo tiene hasta la altura de sus hombros.
Anita y yo siempre platicamos, ella confía mucho en mí, y admira mucho mi fidelidad hacia mi novia. Ella desprecia la idea de tener novio, pero si le agradan las que llama "nuevas experiencias", conmigo siempre pierde su timidez característica y me cuenta algunas de sus experiencias. A cambio me pregunta sobre mi intimidad con mi novia, y se concentra de tal modo que en ese momento no hay nada que la distraiga. Siento que escuchar eso le excita de algún modo, parecido a cuando ella me cuenta sus propias intimidades.
Le conté lo de las historias del final, y me digo que le contara una. Le conté la de la niña colegial. Narrándole paso a paso lo que entre mi novia y yo le hacíamos. Esto le impresiono mucho. Yo le miraba como se le notaban los pezones de sus pechos entre su blusa.
Me pregunto que si mi novia estaba dispuesta a probar nuevas experiencias, le conté que la verdad no sabía, ya que mi novia es muy celosa. Y después me dijo que si yo la deseaba a ella (a Anita), lo que me asusto mucho. Pero fue lindo con la pena que me lo pregunto.
Le dije que s que me parecía una mujer ardiente y deliciosa, pero que no podría hacer algo a espaldas de mi novia, porque ella no se lo merecía.
Entonces me dijo que quería participar en nuestra historia, podría recrear a una niña colegial, pues su rostro es muy infantil, y aún conserva los trajes de su preparatoria. Además que ella vive sola en un departamento cerca de la universidad, por tanto podríamos emplearlo para nuestra pequeña orgía.
Y me digo que el siguiente viernes en la noche nos iba a estar esperando, le dije que no le podía prometer nada, ya que no sabía la reacción de mi novia, pero que nada se perdía con intentar.
Decidí no decirle nada a mi novia, solo que se alistara de lo mejor para el viernes, y que después de la universidad nos viéramos para salir un rato a comer algo.
Salimos, fuimos a comer, y después le dije que me siguiera, que la iba a llevar a un lugar especial. Lo cual la asombro mucho, ya que no esperaba una sorpresa y al cabo de un rato llegamos a la puerta del apartamento de ella. No tenía idea de lo que se trataba. Me pregunto si había una fiesta, una reunión de amigos o algo por el estilo. Nada le conteste, toque la puerta, y Anita la abrió.
Como estaba no puedo describirlo. Una delicia completa, la enagua estaba muy chica, y sus piernas eran de verdad para volverse loco.
Mi novia me miró y me pregunto que quien era ella, y ella la tomo (a mi novia) le dio un abrazo, y le tomo las manos.
Mi novia me volvió a ver para reclamar, pero ella también estaba impresionada con tanta belleza, a ella le encantaban las niñas de colegio. Anita antes de que ella le reclamara la beso en sus labios, y mi novia, sin poder resistir, la beso por igual. Cerré la puerta, y a continuación siguió el mejor espectáculo que he participado en mi vida.
Mi novia sin hablar ya, seguía besándola, apasionadamente, mientras acariciaba todo el cuerpo de ella. Yo sentía que toda mi sangre se me estaba acumulando en la entrepierna, por la gran erección que tenía.
Luego, se separaron, y pude yo mismo besar a Anita, mientras mi novia nos acariciaba a ambos. Una vez termino el beso, comenzamos a tocarla entre los dos, compartiendo besos, del modo más lujurioso posible. Entonces, siguiendo las instrucciones de nuestra historia, ambos nos pusimos de rodillas ante ella. Metimos nuestros rostros entre las enaguas, quedando frente a frente con un pequeño calzoncito de algodón. Su olor era magnífico, ambos la olíamos, y le besábamos encima de su vulva deliciosa. Yo di la vuelta, y me fui detrás a sus nalguitas, para que mi novia pudiera estar por delante y yo por detrás.
Entonces mi novia no se aguanto las ganas, y le bajo el calzoncito, yo pude disfrutar las delicias de su culito, mientras mi novia succionaba insaciablemente la vulva de Anita.
Anita nos acariciaba con sus manos nuestras cabezas, mientras gemía de placer, luego me volví para disfrutar yo también del esplendido agujero de Anita.
Estaba completamente mojado, y mi novia y yo peleábamos con nuestras lenguas para poder darle placer a ella. Su vulva era pequeña, rosadita, casi sin pelitos. Su cuerpo delato el primer orgasmo de Anita, posteriormente del mismo modo vinieron los demás.
Me levante, y empecé a besarla nuevamente, desabrochando su blusa, y sintiendo sus pequeñas tetas. Una vez que se los deje al aire, me deleite mamándolos, mientras que mi novia se deleitaba con el culo de ella.
La desnude, dejándole solamente la enagua. Ella se puso de rodillas delante de mi, y me bajo el pantalón, tomo mi pene con sus manos, tiernamente, y comenzó a llenarlo de besos, mientras mi novia se masturbaba al frente de los dos, sentada en un sillón. Anita mamaba delicioso, y me pedía que le diera semen, y yo, con todo placer, eyacule dentro de su dulce boquita. Le eche un gran chorro, el cual ella compartió con mi novia en un enorme beso.
Mi novia se acostó delante de ella, con las piernas bien abiertas. Anita disfruto de la vulva deliciosa de mi novia, mientras yo al verla de cuatro patas, se la encajaba en su vagina, y los tres disfrutábamos del placer.
Después de eyacular por segunda vez, dentro de su vagina, cambiamos y comencé a metérsela a mi novia, la cual era ahora la que chupaba la vulva rica de Anita.
Después los tres dormimos juntos, es lo más delicioso, porque te coges a una, descansas, y te subes en la otra, y así, hasta que ya no aguantaba más el dolor de pene, y de mis testículos, de tanto coger.
Ya el sábado en la mañana, mi novia y yo nos despedimos, después de bañarnos juntos los tres.
Poco después me enteré de que Anita ya tenía un novio. Aunque un día al verla me comento que le contara otra historia, y le conté la de la futura despedida de soltera de mi novia.
Datos del Relato
  • Categoría: Fantasías
  • Media: 5.26
  • Votos: 46
  • Envios: 7
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