Escribo hoy, porque se que necesito hacerlo, ya mi remordimiento de conciencia no me permite callarme, pero lo escribo aquí, porque no me atrevo a platicarlo a la persona que siento ofendí y fallé como mujer.

Soy una chava de 17 años, mi novio tiene 22 y ya tenemos un año de novios, nos queremos mucho y los dos estudiamos en la Universidad.

Mi novio se llama Arturo, y siempre me ha respetado mucho.

Hace algunas semanas, (tal vez dos meses) me presentó a dos amigos de él y uno de ellos, de nombre Alfonso, desde que lo vi, me di cuenta la forma de mirarme, pero pensé que yo era la que lo imaginaba.

Otro día, acababa de llegar de la escuela y escuché el timbre del teléfono, y quien me llamaba era Alfonso, según el para saludarme y estuvimos platicando un poco, preguntándome desde cuando éramos novios Arturo y Yo, y después de esa llamada siguieron más y mas en ocasiones dos y tres veces al día.

Alfonso es guapísimo, es de esos hombres que subyugan a las mujeres, sabe decir las palabras que toda mujer desea escuchar. Arturo mi novio es muy guapo también no lo puedo negar.

Un día al salir de la escuela, estaba Alfonso en su automóvil estacionado y tan pronto me vio, se bajó del auto y me encontró, me dijo que pasaba por ahí y que se le ocurrió que me podía llevar a la casa, y así lo hizo, me trajo a la casa, pero luego, siguieron más veces.

Creo que mi error, fue no platicarle a mi novio que su amigo Alfonso me hablaba por teléfono o bien que iba por mi a la escuela.

Un viernes que fue por mi a la escuela, me dijo que si antes de llevarme a la casa, íbamos a comprar un libro, y efectivamente fuimos a comprar el libro, Alfonso tiene 25 años, pero apenas lo compramos, me invitó a tomarnos un café y también acepté.

Estábamos en la cafetería y de pronto me tomó de la mano y me la apretó, en ese momento sentí, mariposas, vi estrellas y escuchaba pájaros cantando, no quité la mano y después me dijo que le gustaba mucho, que lamentaba que Yo fuera la novia de su amigo Arturo, entonces se acercó y me estampó un beso en la boca y solo me quedé temblando.

Así fueron pasando los días y yo permanecía callada, nada le decía a Arturo.

Una de las veces que fue por mi Alfonso, por ir platicando no me di cuenta que iba por otras calles que no me llevaban a la casa, pero iba tan contenta con él, que tampoco me imagine algo malo.

De pronto, me tomó de la mano, me la apretó y me dijo, te invito a un lugar en donde no estés nerviosa que nos vaya a ver Arturo? Tampoco pensé que eso fuera malo, por eso acepté.

Entramos a una calle muy angosta y de pronto, con el control abrió una cochera, metió el vehículo y cerró el portón, nos bajamos.

Cuando entramos en aquella casa que no conocía, Alfonso me dio seguridad y me dijo que no tuviera temor que nada que yo no quisiera iba a pasar, así que me senté y Alfonso fue y trajo dos vasos llenos de limonada que nos empezamos a tomar y seguíamos platicando, de que ahí no nos iba a ver nadie y así Arturo no se enteraría.

Había pasado más o menos una media hora, y Alfonso se cambio de lugar y se sentó a mi lado y mirándome a los ojos me volvió a decir que le gustaba mucho y se acercó y me dio un beso, pero luego me atrajo más y me siguió besando en la boca, yo comencé a sentir que me desmayaba, aquel beso era interminable, me abría la boca y movía su lengua dentro de mi boca entrelazándola con la mía.

Yo comencé a sentir algo que nunca me había pasado, mi tanga estaba completamente húmeda y sentía mis pezones endurecidos, tal ves Alfonso se dio cuenta y me abrazo muy fuerte pegándome a el, acariciándome mi cara, pero luego bajo una mano y me toco el busto, yo ya no podía más, deseaba que me siguiera acariciando más y mas.

De pronto su mano comenzó a buscar meterla bajo la blusa y sus manos se posaron en mis tetas que de inmediato comenzó a tocar mis pezones aplanándomelos con cariño y pasión, de pronto se agacho y `puso su boca en el pezón derecho que comenzó a mamar, luego el otro, me hacia sentir una sensación que jamás la había vivido, luego sus manos comenzaron a pasar por todos mis muslos y cuando las subía con sus dedos me tocaba la vagina, comencé a temblar, no podía dejar de vibrar todo mi cuerpo, así que cuando posó una de sus manos en mi vagina, creo que ya lo estaba deseando intensamente, movía su mano para arriba y para abajo por arriba de la tanga y yo sentía que la humedad la estaba sintiendo Alfonso.

No dejaba de besarme, y decirme palabras de amor y deseo.

De pronto me dijo, ¿puedo meter la mano bajo la tanga amor?, no hablé solo le dije que si con la cabeza, lo deseaba tremendamente y cuando comenzó a meterla yo abrí más las piernas para que pudiera hacerlo, cuando sentí sus dedos que me recorrían por fuera y por dentro de la vagina, mi respiración estaba muy agitada y comencé a gemir, jamás había tenido esas sensaciones., fue cuando Alfonso me comenzó a quitar la tanga, y yo colaboré para que lo hiciera, levantándome para que pudiera salir y ya sin tanga, Alfonso más y mas me acariciaba y se fue bajando y bajando que quedó hincado, me abrió las piernas y me comenzó a chupar y chupar, el también se escuchaba muy agitado y percibía que hacía =aaaaahhhhhhh que ricura= y más y más me seguía chupando y más y mas me abría las piernas.
Se quitó el cinto del pantalón, se quitó el pantalón junto con el boxer y vi su verga enorme, dura, parada, muy grande, nunca había visto una verga, solo en fotos, entonces me la acercó y la comenzó a sobar y sobar en mi vagina, más dura sentía aquella verga que me hacía vibrar intensamente.

Se detuvo de sobármela pero no la quitaba de la vagina y me la empezó a empujar, y mas me la empujaba, sentía que hacía fuerza para seguirla empujando, me decía suéltate no te pongas dura, no te va a doler, ¿quieres que te la meta? Le dije que si que deseaba que me la metiera, me preguntó que si Arturo ya me la había metido y le dije que no, que nadie, que el iba a ser el primero.

Se bajó y otra vez me comenzó a chupar, me abría con los dedos la vagina y sentía que me metía la lengua y me la sacaba, buscó mi clítoris y se puso a chapármelo, fue en el momento que sentí algo que me puso duro el estómago y me salió un grito pero no de dolor sino de placer, deseaba que me siguiera chupando más y mas, pero Alfonso deseaba meterme la verga y otra vez la acomodó y me la empezó a empujar más y más cuando de pronto, sentí que me traspasó y grité, ahora si de dolor, me dijo, ya te rompí el himen, ya no te va a doler y me la siguió empujando más y mas hasta que me dijo, ya entro toda y me la comenzó a meter y sacar, meter y sacar cuando de pronto, el gimió muy fuerte, dejándome la verga adentro y así me la dejó un rato y yo sentía que me echaba como agüita.

Cuando me sacó la verga, estaba toda ensangrentada y mi falda igual, así como también el sofá había quedado todo manchado.

Me levanté, me fui al baño, lave la falda y me limpié me puse la tanga y me puse papel sanitario en lugar de una toalla sanitaria y la falda con la secadora la seque un poco y le pedí a Alfonso que me trajera a la casa.

Por la noche que vino Arturo a verme, tuve que mentir y le dije que traía muy fuerte el cólico que si mejor se iba y nos veíamos otro día y así lo hizo, se fue y yo, me metí a la recamara y fue cuando comprendí que lo que había hecho, estaba mal, no se si me arrepentía, muchas cosas pasaron por mi mente.

Alfonso me sigue buscando pero no le contesto el teléfono, también me escondo cuando va por mi a la escuela, solo lo he visto cuando ando con Arturo, pero me muero de vergüenza, al verlo, me manda mensajes a mi celular, --Que quiere verme-- --Que no es un juego-- --Que me ama-- --Que soy la mujer de su vida-- --Que si ya no quiero hacer el amor con él, que no lo hacemos pero que truene con Arturo porque el desea casarse conmigo--. No se que hacer.

Escríbanme, y por favor, les pido que me aconsejen, no se que hacer, estoy muy desesperada, muy confundida porque no me da motivos Arturo para que lo truene, además con Arturo no voy a hacer el amor, se daría cuenta que ya no soy virgen.