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Categoría: Confesiones

Marta Julia y los chinitos parte 2

LLegamos cerca de las 10 de la mañana a la playa, habíamos hecho un recorrido como de 45 minutos. La chinita me guió hasta donde estaba el rancho, era como a unos 10 minutos. El rancho era construcción de block, techo de manaque(hoja de palma) el piso era torta de cemento, en un salón había unas sillas plegadizas y mesa y unas sillas de comedor. había tres cuatros cada uno con dos camas pequeñaa tamaño imperial,y un corredor en el que habían 4 hamacas de cáñamo. Bajanos ls cosas y se habían olvidado ciertas cosas que luego me dí cuenta que fué a adrede. por lo que el chino y la chinita de ofrecieron para ir a comprar, negandose a llevar el carro argumentando que necesitaban alargar las piernas, y que aprovecharían para caminar por la arena a la orilla del mar, y de regreso lo harían en el microbusito que pasaba cada hora y media, y el chinito le arregló una hamaca a Marta Julia para que descansara un poco, y alargara du pierna con yeso. Hice cálculos y tardarían en regresar en unas dos horas. Cuando me dijo Marta Julia de la sospecha de la relación entre los chinos, puse atención a los detalles, La china era tía del novio de ella, la forma de mirarlo y otros detalles se notaba que la china andaba con deseos de ser follada. Cuando ya se habían alejado lo suficiente, Marta Julia tomó la iniciativa y me dijo que nos fueramos a uno de los cuartos, y la llevé cargada en mis brazos, le dije que iría por un gel lubricante, y al llegar estaba sólo con el bikini que llevaba bajo su ropa, empezamos a besarnos con pasión y deseo, besé su rostro precioso, comiendome su exquisita boca, y chupando su lenguita, bajé por su cuello, solté el sostén de su traje de baño y me dediqué a besar lamer y chupar sus pequeños pechos duros, pezón no tenia solo la aureola abultada rosadita y lisa, gemia de placer, bajé por su vientre hasta su entrepierna, besé sus delgaditas pero torneadas piernas blanquitas, lisitas. Mordí suavenente sus rodillas y empeze a quitar el resto de su traje de baño, lamí y chupe su vaginita ahora depilada, era chiquita, abultadita, de labios finos y clítoris pequeñísimo, como una ronchita, vi su agujerito rojito y no podía dar crédido que mi pija gruesa hubiera entrsdo de un sólo envión, pero así había sido su decisión, talvés pensando en aquello de que al mal paso darle prisa, luego de una exquisita chupada y tener ya la vagina super húnmeda, nos pusimos en un 69 y empezó de nuevo con su festín, agrraba lo mejor que podía mi verga a medio tronco y lo lamía de glande a los huevos, y regresaba aprisionando la cabeza y succionando, y chupando, yo sentía la gloria, luego me dijo que ya no aguantaba el deseo de sentirse penetrada, Lubriqué mi verga a todo lo largo, y le apliqué con el dedo generoso gel en su entradita. La pij sumamente rógida empezó a entrar, por favor despacito, balbució, lentamente entró todita, respiro hondo y con una sonrisa de deseo, me dijo entró fácil, pero sus ojos decían lo contrario, por los gestos de su boca yo sabia que había dolido un poquito, muy lento entraba y salía, estuve bombiando por unos minutos, sentía muy estrecho y el roze le estaba molestando, saqué la pija para poner mas gel, estaba manchadita de sangre, lubriqué y adentro, jadeamos como locos. el sudor era abundante y el chock, chock, chock de nuestros vientres se oía fuerte, los positos de sudor en nuestros ombligos de desbordaba en goterones, me dijo que estaba sintiendo la sensación de hormigueo y los espasmos de cuando le chupaba el clpitoris, se aferró a mi, abrió más sus piernas, las enmroscó en mis pantorrillas, subró su vientre, buscó mi boca y uHmuhh, asií, yaya, ah, y se quedó quieta, empujé al fondo y mi leche empezó a llenar su vagina. nos pusimos de lado nos besamos y luego saqué mi verga semidura y atrás venía el chorro de esperma. La duché con cuidado y la vestí para llevarla a la hamaca, al cabo de unos minutos estaba profundamente dormida. cerca de allí pasaron unos pescadores los alcanzé para comprarles pescado ya limpio, guardandolo estaba en el refrigerador, cuando llegaron los chinos con bastante retrazo,pero como buen observador, ella traía su cabello húmedo y oloroso a jabón, por lo que pasaron al hotelito de playa a echar su polvo. Les dije que Marta Julia se había quedado dormida, y que así la había encontrado al regreso de traer pescado.

El chino estuvo atendiendola por la tarde, y en la playa la acompañó ayudandola a balarese xon el cuidado de proteger su bota de yeso, la china y yo nadamos buen rato, adentrandonos en el mar, luego me preguntó sobre la amistad de Marta Julia y yo, le dije que yo eras novio de su mejor amiga y como estaba solo en esos días, i novia le habpia pedido que velara por mi en esa semana ya que ella estaba de viaje, y que me invitara aprofechando de que marta Julia la pasaría con ellos, esta explicacion ya lo habiamos platicado con Marta julia y evitar sospecha de la relación. Les diré que la china por cierto muy guapa, de un cuerpo fenomenal y hermosas piernas, culo parado y chiches medianas, madurita y realmente muy apetecible,pero se le notaba lo caliente. La pija la tenía semi dura y el bulto era visible, ella me veia de reojo y tumbados enla arena sin recato alguno me Pregunta: Tienes parado tu pene por verme. Yo le digo que sí pero que aún le falta, y se lo muestro, ella lo toma en sus manos y empieza a bajar y subir el pellejo, y alcanza su dimensión, ella dice que es muy grande y grueso, que no había visto uno así, yo le corto y le digo: Cuando ellos ya estén durmiendo llegaré contigo para que lo sienta dentro, ella me mira con cara de pocos amigos, y entredientes mascullando me dijo "cerdo".

Ya por la noche hicimos una fogata, y Marta Julia dijo que tenia deseos de tomar cerveza, cada quien se tomo tres cervezas, por lo que los 2 six-pack se terminaron y yo traje una botella de wisky, yo tomé un trago y el resto se lo tomaron Los chinos, el asunto es que despues de un rato les hizo efecto y estaban completamete borrachos, más el novio de Marta Julia que fué el que mas tomó. Lo llevamos y lo acostamos en una de las camas. la China se quedó sobre una colchoneta y unos minutos después estaban noqueados, con Marta Julia nos echamos un polvo delicioso, ella estaba un ´poco mareada tambien, y no se quejó tanto cuando le rompí su culito precioso, ella no sabía porqué pero al día siguiente alguna molestia sentía en su anito. Luego de la cogida que nos dimos me dijo que se iría a dormir con el chino. Yo daba vueltas y vueltas en la cama pensando que el chino al despertar la iba a coger y se daría cuenta que esa preciosidad de mujer no era virgen. Eran las tres de la mañana y empezé a pensar en la china, y en lo buenota qu estaba, me fuí a acostar con ella, estaba completamente desnuda, la luz de la luna entraba por una ventana y y pude ver su cuerpo desnudo, peluda de su vagina, estabs durmiendo de lado, me puse atrás de ella, y coloqué mi verga dura entre sus piernas, y empuje para que qedara prensada bajo sus nalgas, y la abrazé tapandome con una sábana, sentí cuando empujó sus nalgas hacia mi, y se movía despacio buscando que mi verga llegara más a ella, mi verga llegó a la humedadd su vagina, y empujaba y empujaba, el glande empezaba a deslizarse dentro, bruscamente se dió vuelta y tomamdo mi verga se la llevo a la boca y empezó a darme una mamada deliciosa, se sentó sobre mi y empezó a meterse la verga despacio hasta el tope, cabalgaba como loca, diciendo que era una verga grandota y gruesa, que la estaba gozando como nunca, yo estaba caliente de sentir como apretaba sus nusculos en mi verga, echandome los perros, cuando me dí cuenta la estabs llenando de semen y ella viniendose, el resto de semen me lo sacó mamandome, la verga no se aguadaba era una exoerta en chupar pijas, luego se volvió a montar en mi y al cabo de un rato se volvió a venir, se puso de lado de espaldaa a mi y pidió que la metiera en su culo, ella chillaba de placer, no le importó que hubiera más gente, al cabo de un rato me corri dentro de su culo, y nos quedamos rendidos, pero ls voz de Marta Julia nos volvió a la realidad, estaban parados en la puerta del cuarto ella y su novio, los dos sonriendo, y fué cuando Marta Julia dijo: que bárbaros que escandalosos para hacer el amor, pero ni yo grité tanto a pesar de haber perdido mi virginidad anoche, y me guiñó un ojo.
Datos del Relato
  • Autor: Guicho
  • Código: 25148
  • Fecha: 18-01-2012
  • Categoría: Confesiones
  • Media: 4.27
  • Votos: 22
  • Envios: 0
  • Lecturas: 3855
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