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Categoría: Maduras

MADRES olvidadas, madres NECESITADAS.

Ya era miércoles, pasaron tres días y cada vez que me encontraba con las vecinas, madre e hija, las notaba distantes conmigo. Lo cierto que no me preocupo mucho. Cada persona tiene derecho a decidir cuándo se acaba una relación “especial”, se tiene que aceptar y continuar la vida, no se acaba el mundo.



Como siempre la noche anterior estuve hablando con Sofi. Lo de su padre iba para largo, estaba tratando de llevar su expediente a una universidad de Madrid o venir solo a examinarse aquí. Estaba desesperada de la situación, además por lo que me contaba ella y mi madre, el padre era muy mal enfermo.



No la quise contar lo que sucedía con las vecinas, para que no se preocupara y en espera de que se aclarar todo bien. Ella por el contrario me dijo…



-No me has contado nada de mi sorpresa.



-¿Qué sorpresa?



-No te hagas el tonto.



-No me hago el tonto, no sé de qué sorpresa me hablas.



-¿No te llamo María?



-¿La mulatita?



-Claro, quien si no.



-Pues no me llamo.



-Es que me llama a menudo y antes de ayer cuando me llamo, la pedí el favor de que te llamara, que estabas solo y cuando hable contigo te encontré con poco ánimo, que me preocupabas, que como no tenías a nadie…



-Jajaja, vaya película has montado, jajaja. Pero a pesar de tus esfuerzos no ha llamado.



-Cuando me vuelva a llamar la preguntare como te encontró.



Después de esta conversación y de reírnos un rato me dijo, que me portara bien. Estaba recordando la conversación con Sofi y sobre todo la parte de María. Como ya tenía la rutina habitual, me fui al gym a eso de las 7 de la tarde. Esperando coincidir con María. Pero ni coincidí con María ni con Eva. Pero si estaba Pedro y como había confianza…



-Pedro has visto a la mulatita que suele venir toda…



-No hace falta que me des detalles que sé a quién te refieres (Me corto antes de acabar de preguntar) La he entrado varias veces, pero ni hola y menos una sonrisa.



-Yo porque Sofi se hizo amiga de ella, si no me imagino que tampoco.



-Tu madre ya no está, podíamos quedar una noche…



-Ya te digo cuando puedo. Pero este viernes o sábado por la noche.



Acabamos nuestros ejercicios y nos fuimos. Cuando llegue a mi casa me encontré con Antonio quien me reprocho…



-El domingo estuvimos esperándote para que instalaras los dos equipos. Nos dejaste plantados.



-Antonio, he estado fatal, la garganta, las amígdalas me dieron fiebre y un latazo. (Fingí un poco la voz)



-Porque no dijiste nada.



-No quise molestar, pero ahora en un momento instalo el de tu hija y mañana el de tu sobrina.



-Si no te encuentras bien, otro día.



-Me ducho y voy.



Acudí a la casa de los vecinos, me abrió Carmen la puerta y la note en tensión o eso me pareció. Cruzamos pocas palabras, pregunte por el equipo y donde lo querían. Me dijeron que en la habitación de la hija. Les dije que vinieran que les explicaba como colocar todo y el funcionamiento. Contestándome los dos al unísono que se lo explicara a la hija. Así que me fui a la habitación. Lo instale todo muy rápido, pero disimulando me quede a hablar con la hija.



-Bárbara un a pregunta. Si tenéis aquí mismo unos tíos, ¿Por qué la otra vez os dejaron en nuestra casa?



-Porque mi tío dicen que tiene las manos muy largas.



-¿Es verdad?



-Ya te digo. Es un sobón conmigo. Pero yo nunca he dicho nada a mi padre, por no enfadar a las familias y sobre todo por mi prima. Mi madre si lo sabe.



-¿Y tu madre, que? ¿Sigue enfadada?



-Más que enfadada… necesitada y ya me entiendes, jajaja (riéndose en bajito)



-Bueno ahora me voy y contigo ya hablare, que ya te daré tu “castigo”.



Riéndose y apartándose de miradas indiscretas, se levantó la falda y no llevaba nada debajo. Yo sonreí y cuando me iba a ir, que ya había pasado casi una hora, Antonio insistía en que me quedara a cenar. Yo rechace la propuesta por estar cansado.



Estaba ya en mi casa, preparándome unos sándwiches, cuando llamaron a la puerta y era Carmen, que traía una bandeja con comida. Por lo que se ve su marido se había puesto pesado.



-¿No me vas a hablar?



-Si eres tú la que se puso así. Yo sigo como siempre.



-¿Quieres que nos “veamos”?



-Si ya nos vemos todos los días o casi todos.



-Tú me entiendes.



-Pues no.



-Que borde que eres, te gusta oírmelo decir. ¿Verdad?



-Siiiiii.



-¿Qué si quieres que follemos?



-Sí, pero está difícil.



-No que va. Ya sabes que Antonio es cazador y este fin de semana se va de caza, se lleva al niño. Tenemos como mínimo una noche entera. (Le brillaron los ojos)



-¿Y con Bárbara que haces?



-Ya la convenceré para que se quede con su prima.



-Espera, espera, que algo me he perdido. Sabes que el cerdo de vuestro cuñado, mete mano a tu hija, eso como mínimo y te da igual, con tal de follar. Y luego a mí me críticas por si nos rozamos… ¿Ahora ya no es una niña?



-Joder, acabas de estropear todo. (Se iba muy enfadad pero antes de que saliera, sujete la puerta para que no pudiera abrirla)



-Se me ha ocurrido una idea mejor.



-¿Qué idea? (Ya puso mejor cara)



-Venir a cenar las dos, solo me tienes que decir, como muy tarde mañana si el viernes o el sábado.



-Tú te has vuelto loco. O es una broma. Si es una broma no tiene gracia.



-¿Tú me has visto reírme? Piénsalo bien, si estabas decidida a dejarla con tu cuñado, porque no con nosotros.



Me empujo y abrió la puerta marchándose. Lo mismo me había pasado, en el peor de los casos Carmen dejaría de hablarme.



Al día siguiente cuando llegue me encontré a Bárbara en la calle…



-Donde vive exactamente tu prima para ir a instalarle el equipo.



-Si quieres te acompaño.



-NO, dime donde es y ya voy yo, será rápido.



-¿Que paso ayer por la noche cuando fue mi madre a tu casa? Porque esta rarísima.



-Te lo resumo para que te hagas una idea. (Contándoselo)



-Que par de huevos, no me extraña que este así y que desde ayer me esté sonsacando, bueno intentándolo. Jajaja. Pues si me dice de ir a casa de mi prima ni de coña.



Subí a mi casa deje todo lo que traía de la universidad y me fui a casa de la prima. Cuando llegue estaba la madre y la hija. La madre estaba hablando por teléfono y por lo que se ve la conversación era muy interesante. Me hizo una seña indicándome que la siguiera y fuimos a la habitación de su hija, nos dejó solos y se volvió al salón. Desembale todo y me puse a conectarlo. La prima estaba en plan descarado. La veía todo. Y cuando se agachaba hacia adelante, por el escote se le podían ver dos tetitas pequeñas, con unos pezones grandes y muy oscuros. Estuvo así todo el tiempo y yo hacía como si no me inmutara. Acabe rápido, oía a su madre hablar por teléfono. Por lo que decidí poner las cosas en su sitio.



-¿Tan pronto te vas? (me dijo con voz provocativa)



-Mira putita, conmigo no se juega si se juega… (Apoyándola contra la pared y metiendo mi mano por debajo de su falda)



No se cortó, abrió más las piernas, no llevaba nada debajo. La empecé a acariciar y la metí mis dedos largos hasta bien adentro.



-¿No eres virgen verdad?



-No. Pero nadie me lo hizo bien, siempre me dejaron a medias.



-Y por el momento seguirás a medias. (Saque mis dedos totalmente encharcados y poniéndolos en su boca los chupamos entre los dos)



-Pero ahora no me puedes dejar así.



-Te contare un secreto, este fin de semana ves a dormir a casa de tu prima. Un día puede que haya sorpresa.



Como era jueves, me llamo Pedro para saber que día quedábamos. Le conteste que luego en el gym hablábamos. Nada más colgar sonó el teléfono. Apenas se oía, hasta que en di cuenta de que era Carmen.



-Si no hablas más alto, no te oiré.



-Es que esta mis hijos por aquí. Si cuelgo de golpe no te enfades es que quiere decir que llego mi marido.



-Vale, pues no pierdas tiempo y al grano. ¿Qué es lo que quieres?



-He estado pensando en lo que me dijiste y lo mismo no estaría mal que enseñaras a mi hija, por lo menos sabría lo que es disfrutar y aprendería a distinguir, no lo que me pasó a mí. Pero es que estando yo… bufff me parece demasiado fuerte. No creo que fuera capaz. Además mi hija podría liarla y contárselo a su padre, son riesgos que no puedo correr.



-Qué crees que vais a llegar a mi casa y os voy a decir… venga poneros desnudas que vamos a follar. No ves que no. Se tantea el terreno, preliminares, que vemos que la cosa funciona, pues adelante, que vemos que no… vemos una película y ya está.



-Es que lo ves muy fácil. Pero…



-Siempre tienes la última palabra de decir, volvamos a casa que es tarde.



-Bueno en un principio el sábado por la noche.



-Perfecto. A las 9 es buena hora.



Ya se iba aclarando todo. Ahora venía el plan que tenía con Pedro. Era un experimento o un ensayo de algo que yo quería. Esta tarde después del gym se lo propondría. Cuando acabamos los ejercicios, ese día me duche allí y al salir nos fuimos a tomar algo.



-Mira pedro, eres un tío que me cae bien y no me andaré con rodeos. Yo me acuesto con una mujer madurita, que está muy bien y su marido mira, le gusta eso. Pero creo que es hora de darles una sorpresa metiendo a otro más. Yo había pensado en ti.



-Me has dejado alucinado. Ni has pestañeado cuando me lo has dicho. Alucinante. ¿Por qué has pensado en mí?



-Eres más o menos como yo físicamente, te cuidas. Eres simpático, agradable.



-Lo mismo no les gusto a ellos.



-Si ellos no saben lo que va a pasar, será una sorpresa y sinceramente ella una vez que este metida en faena, no protestara y él ya te digo yo que hará lo que digamos.



-Es muy tentador, pero quiero que quede clara una cosa, yo con tíos por muy simpáticos que sean, no quiero nada.



-Jajaja, me parece muy bien.



-¿Entonces cómo hacemos?



-Espera ahora te digo.



Desde allí mismo llame a Salva y Mónica, estaban los dos juntos. Les dije que mañana a las 10, si querían en mi casa. La contestación fue rápida… Ahora no podemos hablar, que tenemos mucha gente en casa. Pero a las 10 estaremos allí. A Pedro le dije que él estuviera a las 9 y ya le explicaría los últimos detalles. Si esta prueba salía bien…



El viernes transcurrió de lo más normal, a las nueve menos algo de la noche apareció Pedro muy arreglado, me hizo gracia, porque según mis planes eso daba igual.



-Tú Pedro, te quedaras en esta habitación, cuando oigas tu nombre, vienes para mi habitación, pero ven desnudo ya.



-¿Para eso me he arreglado tanto?



-Es sencillo ¿Te ha quedado claro?



-SI.



Fueron muy puntuales. Cuando llamaron Pedro se fue para donde yo le dije anteriormente. Abrí la puerta, Mónica traía un abrigo largo y Salva cara de cornudo salido. Nada más cerrar la puerta Mónica se quitó el abrigo, quedando en ropa interior con liguero y medias. Unos taconazos que hacían que su culo se viera más estilizado.



Me gusto que sin decirla nada, ella se vistiera así. Salva me tendió la mano para saludarme, pero me fui para Mónica y la morree bien.



Nos sentamos en el salón. Empezamos los preliminares allí, ella estaba que se derretía. Mientras la comía las tetas, con la otra mano le metía los dedos bien dentro de su coñito, rozándola bien para que en todo su interior lo notara, acariciándola también el clítoris, dando círculos sobre él, notaba como crecía.



Ella estaba fuera de sí. Me desabrocho el pantalón y cogió mi polla, hizo amago de sentarse sobre ella, pero no la deje. Ella se revolvía estaba loca porque se la metiera, yo la decía que tranquila que ya llegaría, que no olvidaría esta noche.



Como la note demasiado caliente, aproveche en irnos a mi habitación, para que la calentura se bajara un poco. Necesitaba que no se pudiera aguantar. Una vez en la habitación, se quedaron mirando un sillón grande con ruedas, era el que yo utilizaba en mi cuarto de estudio.



YO-Salva, esto es para ti. Hoy lo veras todo desde aquí. Pero eso si atadito.



SALVA-Eso no es necesario.



YO-Pues entonces os podéis ir ya.



MONICA-No vengas jodiendo Salva, te ata y punto.



YO-Eso sí, te voy a dejar que elijas una cosa.



SALVA-¿El qué?



YO-Además de atado estarás con la boca tapada o con los ojos tapados.



SALVA-No me está gustando esto.



YO-Si en algún momento no te gusta lo dices y ya está.



MONICA-Salva no estoy dispuesta a que me chafes la noche. Elije de una puta vez o te vas a casa y yo ya volveré.



SALVA-Vale pero si digo que no, paramos.



YO-OK



Decidió los ojos tapados, así que lo amarre bien y le tape los ojos, pero de tal manera que con movimientos bruscos de la cabeza, el antifaz cállese.



Mónica y yo nos tumbamos, no quería ir a saco, por lo que nos metíamos mano mutuamente, ella estaba totalmente encendida. La tumbe boca abajo y en esa posición la tocaba el coñito y el clítoris, además de comerla el culo y de vez en cuando se lo follaba con mis dedos también.



SALVA-Moni que es lo que pasa.



MONICA-Que este cabron, me está pajeando el coñito como nadie y con ese pedazo de lengua, está preparándome el culo. Joder como me tiene, cornudito.



SALVA-Sigue contándome.



MONICA-Me tiene apuntito de correrme, pero el cabron se para… uuuuhhhhmmmmm



YO-Salva este putón que tienes quiere polla, que quieres que haga.



SALVA-Métesela de golpe, sin miramientos.



YO-Puta ya has oído, ponte a cuatro patas, que te vas a enterar.



MONICA-SIIIIIII



Se la metí de golpe, pero ni se inmuto, solo decía que más, más fuerte.



YO-Lo que te hace falta a ti es otra polla más, para llenarte bien.



MONICA-Siiiiii, me la comería.



YO-Si lo llego a saber hubiera invitado a un amigo para follarte entre los dos.



MONICA-Siiiiii, cabrón, no te pares.



YO-Mi amigo ¡PEDRO! Te follaría bien.



Ella estaba a cuatro patas viendo la puerta. Se paró un momento cuando vio a pedro con la polla toda tiesa. La tenía más corta que la mía, pero el grosor era tal vez más grande que el mío. No dijo nada y siguió moviéndose, giro su cabeza me miro y sin emitir sonido, vocalizo GRACIAS. Pedro se acercó y le puso la polla en la boca. Ella empezó a comérsela con glotonería. Salva preguntaba, pero no le contestábamos, yo porque quería provocar que lo viera y Mónica no podía porque la boca la tenía llena.



SALVA-Cabrones, parar que os estoy viendo.



Efectivamente el antifaz esta abajo cerca de su barbilla. Pedro se cortó un poco, pero al ver que yo seguía follando a Mónica y esta no se quitaba la polla de la boca, se tranquilizó.



YO-¿A que la mama bien?



PEDRO-Es fantástica.



YO-¿Puta te han follado alguna vez dos a la vez?



MONICA-Nunca (Su voz era de cachonda total)



Me tumbe en la cama, la hice sentarse sobre mi polla. La atraje hacia mí, para que su culo quedara en una buena posición. Ella lo entendió rápido, dejo de moverse, Pedro se colocó detrás y empezó a metérsela…



MONICA-Joooooder, Salva las tengo la dos dentro, es indescriptible. Ahora si eres buen cornudo, lo conseguiste.



SALVA-Puta más que puta. Esto no es lo que habíamos quedado.



MONICA-Cállate de una puta vez… ¡PICHA FLOJA!



Mónica ya cogió el movimiento y era una fiera. Pedro la daba algunos azotes, yo la apretaba los pezones, ella lo único que hacía era gemir sin parar. Ella se corrió gritando de todo, insultando a su marido. Diciendo lo puta que era. Salva miraba con cara de cachondo perdido, pero se hacia el ofendido. Mónica se sacó las polla quedando tumbada, casi sin aire, sonriendo decía que ya era muy mayor para todo eso.



Nos pajeamos a la altura de su boca, hasta llenarla la boca de leche de los dos, se tragó una parte y con lo que le quedo en su boca, se levantó y beso a su marido, que un principio se hizo el duro, pero cuando ella le toco el bulto de su pantalón, la empezó a comer la boca con desesperación.



Estuvimos follando hasta casi las seis de la mañana. Sin parar, estábamos todos reventados. Cuando se fueron, Mónica riéndose decía que no se iba a poder sentar en un mes. Nos dio dos apasionados besos como despedida, Salva parecía enfadado, ella me dijo que ni caso, ya te contare. Pedro se fue con ellos también y yo me tome como medio litro de leche con dos huevos crudos batidos y me fui a dormir.



Sonó el teléfono. Creía que era temprano porque había poca luz, pero que va está lloviendo. Cogí el teléfono…



-¿Cómo se encuentra mi campeón? (Era la voz de Mónica)



-Mónica me has despertado, ya te vale.



-Es la una ya.



-¿Que dices? (Mire el reloj con incredulidad)



-Gracias por lo de anoche, eso sí que es un buen regalo y lo demás tonterías.



-¿Se enfadó mucho tu marido?



-Hizo el papelón. Iba cachondo perdido, nada más llegar a casa le di un poco de marcha, que dura poco y tan feliz. Es más consentido de lo que yo creía. Jajaja.



-Me alegro mucho, pero te tengo que dejar que tenía que hacer unas cosas bien temprano y mira la hora.



Una vez que colgué me vestí rápidamente, ya me tomaría un café por ahí. Tenía que comprar todo para la noche. Que aunque sabía que no ocurriría nada, me divertiría la situación.



Cuando iba por la calle me encontré a Carmen, que se cruzó rápida de acera para hablar conmigo.



-He estado tratando de localizarte toda la mañana. Llame a tu casa y me imagine que estarías en el gimnasio.



-Que va, que me quede dormido.



-Lo de esta noche no podrá ser. Mi sobrina se plantó ayer noche en casa y se queda hasta mañana.



-Que venga también. Más divertido.



-¿Queeeeee? (Con cara de asombro)



-Esa es más puta que tú. Y no te digo más.



No dije nada más y continúe mi camino. Si a las nueve y cuarto como máximo no estaban, me iría por ahí. Las daría 15 minutos de cortesía. Compre todo. A la vuelta venia cargado con muchas bolsas. Y vi a las dos primitas paradas en la calle, como quien no quiere la cosa. Se acercó Bárbara a hablar conmigo…



-Mi madre me había dicho que esta noche lo más seguro que cenáramos en tu casa. Pero estando mi prima no creo.



-Seguro que vendréis. El resto depende de vosotras. Yo como vea que no se anima la cosa, me marchare.



-Con mi prima podría existir una posibilidad, pero lo de mi madre eso es otro tema.



-Jajaja, con tu prima seguro, no me seas graciosa. Y tu madre, todo dependerá de vosotras.



-También la podríamos emborrachar, que no aguanta la bebida, la llevamos a casa y la noche nuestra. De eso nada, en mi casa no hay alcohol.



Me marche y la deje a medias, vi como su prima se acercaba, hablaban y no sabría decir que expresaban sus caras. Pero ya se vería. Era una tontería adelantar acontecimientos.



Un poco antes de las ocho de la tarde, me puse a preparar la cena. Sería una cena fría. Lo puse todo en el salón. Y de paso puse la calefacción a buena temperatura. Al rato me tuve que cambiar y ponerme manga corta. Lo mismo me había pasado, pero se quedaría así.



Unos minutos antes de las nueve llegaron. Traían una bandeja de pasteles. Las hice pasar y al rato ya notaban el calor. Se respiraba una tensión nerviosa por parte de ellas. La madre me acompaño a por la bebida. Lo que aproveche para ver como estaba, la di un beso y me respondió muy lascivamente. Eso era muy bueno. Ella venía con falda y las otras dos con pantalón, pero sin sujetador ninguna de las dos, se notaba.



La verdad que la cena duro poco. Nos sentamos en los sillones. Bárbara en uno solo que quedaba frente a mí. En el otro sillón, que estaba a la izquierda de Bárbara, era de tres plazas, estaba sentada Merce (la prima) y Carmen, en el siguiente sillón estaba yo, quedando como dije frente a Bárbara y a la izquierda de las otras dos.



CARMEN-Ahora nos vendría bien un licorcito de hierbas.



YO-Lo siento, no tengo nada de alcohol.



BARBARA-Lo traigo de casa si quieres, mami.



CARMEN-Si tráetelo. (Levantándose Bárbara y yéndose a su casa) Ya verás como un chupito no sienta mal. Además es de hierbas.



BARBARA-Aquí esta, pero nosotras tomaremos uno también. Un día es un día.



YO-Pero solo tomaremos unos.



Lo tomamos, la verdad que no estaba mal. Empezó una conversación trivial, que no auguraba nada bueno. La voz cantante la llevaba Carmen, en un momento dado nos debió ver la cara a todos de aburrimiento…



CARMEN-Que cara de animados tenéis. Ni me hacéis caso.



BARBARA-Mama es que aburres hasta las ovejas.



CARMEN-Pues vosotros que sois más jóvenes, decir que se os ocurre, que yo ya no tengo vuestra edad y no sé qué os gusta. ¿Cuándo estáis así con amigos, que hacéis?



MERCE-Pues tía, lo mismo no te gustaría oírlo.



CARMEN-No me asusto de nada.



MERCE-A la botella, la carta más alta, verdad o mentira… todo juegos de índole sexual.



CARMEN-¿Y tú Carlos? (Como si no hubiera oído a la sobrina)



YO-Siempre me adapto a lo que dice la mayoría. Pero esos juegos son divertidos y entretenidos.



BARBARA-¿Tienes cartas?



YO-Sí. (Me levante por ellas)



BARBARA-Como son cartas españolas, nos regiremos por el número, el as que lleva el 1, la que menos vale y el rey que lleva el 12 la que más.



CARMEN-Y que pasa con eso.



MERCE-Tía es imposible que a nuestra edad no jugaras a esto, pero bueno. Primero cada vez que alguien pierde, se quita una prenda. Cuando no quedan prendas viene los mandatos. Eso si los zapatos, relojes, pendientes… no valen como prendas.



CARMEN-¿Y quién decide lo que hay que hacer?



BARBARA-Se ponen de acuerdo los que ganan.



La primera mano, las cartas más baja la saco Bárbara, la siguiente Merce, sacando Merce y yo dos sotas, dos 10. Yo esperaba que Bárbara fuera la que se quitara la prenda, pero desconcertándome, las dos primas se quitaron los pantalones, dejando ver dos culos estupendos, el de Merce en concreto muy pequeñito pero muy bien formado.



CARMEN-Ah, pero yo creía que solo perdía una.



BARBARA-No, como máximo solo gana uno, porque se puede dar el caso de que los cuatro saquemos un mismo número, entonces los cuatro pierden. ¿Tú no lo has jugado así, Carlos?



YO-Si, siempre. (Mintiendo)



La siguiente mano perdimos Carmen, Merce yo. Carmen se quitó la parte de arriba, quedándose en sujetador. Barbar se quitó la parte de arriba, que al no llevar nada más, se quedó con esas dos tetitas pequeñas, pero eso si coronadas por dos pezones oscuros y de un tamaño anormal. Que Carmen y yo nos quedamos mirando porque nos llamaron la atención. Yo me quite la camiseta.



Nueva mano, perdemos solo Carmen y yo. Ella se quita el sujetador, se nota que la daba un poco de corte, pero al final lo hace. Yo me quito los pantalones. Mostrándose un buen bulto de bajo, Merce me mira, mira a su prima y se sonríen. Ahora en la nueva mano pierden las tres, Bárbara orgullosamente y mirándome a los ojos, se quita la parte de arriba, quedando sus fabulosas tetas al aire. Merce se quita las braguitas, al contrario de su prima. Lo tiene depiladito. Carmen las ve tan sueltas, que al final se quita la falda como apurada. Una vez que la veo ya se cuál es su apuro. Se ve una mancha importante en sus bragas.



Así que estamos de la siguiente manera, Carmen solo con las braguitas y su hija igual. Merce desnuda, que ya entra en los mandatos y yo con mis boxers.



En la siguiente puede estar el inicio de una noche estupenda o en él se acabó, todos a dormir. Perdemos Merce, Bárbara y yo. Bárbara se quita sus braguitas, haciendo una autentica exhibición, que deja a su madre con la boca abierta. Yo me quito los bóxer y estoy tratando de contenerme para no tener una erección todavía, lo voy logrando a medias. Como hay que poner el mandato a Merce, Carmen dice que lo que digamos.



Bárbara toma rápido la palabra y dice que un morreo de unos 10 segundos. Yo digo que por mi vale. Carmen mueve los hombros. Se levanta del sillón se acerca a su prima y sentándose a horcajadas sobre sus piernas, se funde en un auténtico morreo. Y dura más del tiempo previsto. Está claro que no es la primera vez de esas dos. Porque desde mi posición veo la mano de Bárbara en el coñito de la prima.



Luego se dirige hacia mí, trae una cara de vicio total. Se pone de la misma manera que con su prima, contactando su coñito todo mojado con el tronco de mi polla, que mientras me da un morreo bestial, se lo pasa por su coñito. No sé el tiempo que paso pero imagino que más de 10 segundos. Cuando se levanta mi erección era total.



Se pone de la misma forma con su tía. Esta recibe el beso de su sobrina, pero veo que tiene los labios cerrados y las manos caídas. Pero la persistencia de la sobrina hace que su tía se rinda, dándose un beso de locura.



Pierden esta vez las dos sobrinas. Por lo que la prenda la tenemos que decidir Carmen y yo. Carmen dice que otro beso, las primas ponen mala cara. Merce se va a su tía para dárselo y Bárbara viene a mí. No se lo pensó, agarro con su mano mi polla se la coloco en su entrada y se dejó caer. Morreándonos en condiciones. Apenas subía y bajaba, pero movía sus caderas como haciendo círculos. Me fije en tía y sobrina, que estaban besándose y metiéndose mano bien.



Cuando la prima se dio cuenta, dejo a su tía y le dijo a su prima que la tocaba a ella. Bárbara con resignación y lentamente se fue levantando. Quedando mi polla toda brillante de sus jugos. Carmen miraba con deseo. Merce vino y empezó a meterse la polla, quejándose un poco, era más estrecha, pero la muy puta no paro hasta que la tuvo bien dentro. Esta sí que empezó a moverse.



Madre e hija, estaban juntas mirando pero no se hacían nada, hasta que yo las dije que tenían que cumplir el mandato. Se empezaron a besar tímidamente al principio pero luego se comían.



Cuando de pronto se oye a Carmen decir que pasaron los 10 segundos. La sobrina como seguía a lo suyo y no hacía caso, Carmen se acercó la dio un azote diciéndola que a su sitio, pero como seguía sin hacerla caso, la agarro por los pelos y se salió.



Y veo que se quita la braguita y se sienta sin decir nada más.



-CABRONAZO ya lo has conseguido, ahora ya sabes lo que me gusta.



-Esto, verdad (Dándola buenos azotes)



-Sí, siiiiiiiiiii



Se acercaron Bárbara y Merce, cada una se puso a comerla una teta, Carmen solo gemía y decía que no paráramos. No sé cuál de las dos, pero alguna le estaba follando el culito, yo lo notaba, no solo porque ella pidiera algún dedo más.



Nos fuimos para la habitación. Nos pusimos a follar como posesos. Mientras yo me follaba a Carmen, las dos primitas hacían un 69 perfecto, las indique donde había juguetitos y fueron por ellos.



Lo primero que hizo Bárbara fue con un vibrador grande follar el culo de su madre. La decía auténticas guarrerías y la madre se ponía cada vez más cachonda. La prima se puso un arnés y se follaba a Bárbara. Hasta que la oigo tu disfruta follandome el culo, que hoy te lo vamos a romper entre los tres. Carmen se corrió brutalmente y Bárbara mando a la prima con su madre, que no la dejo ni respirar, se puso a comerla el coño y la tía la decía que lo hacía muy bien, que siguiese.



Me fui a poner un condón pero Bárbara me dijo que se correría nada más notarla dentro que esta… ya, ya. Que la quería notar bien. Así lo hice y no mentía a la 5 penetración se corrió gritando como una fiera.



Se fue a por su prima y de un tubo que había cogido del mismo cajón de los juguetitos, empezó a prepárala el culito con el aceite.



MERCE-Mi culito con ese pollón, ni de broma.



BARBARA-Cállate puta, te lo haremos quieras o no. Mama díselo tú.



CARMEN-Merceditas, Carlos te lo hará muy bien, nosotras te ayudaremos, ya verás.



MERCE-Me da miedo.



CARMEN-Si te duele se quita, de verdad. (Acariciándola) Mira yo me colocare de bajo, te comeré el coñito, te estimulare toda, ya verás.



Carmen se colocó de bajo, Merce estaba prácticamente sentada en su boca. Bárbara había realizado una buena labor, el culito estaba más que listo. Ahora me embadurnaba toda mi polla de aceite. Empujo poco a poco a su prima hasta que dejo el culo en posición. Fui colocando la polla en la entrada del culito, aunque estaba con mucho aceite, costaba meterla, además de porque resbalaba, porque el agujerito está cerrado y ella no colaboraba mucho.



Ya empezaba a entra la cabeza de mi polla. Una vez que entro lo que es la cabeza, me pare, ella se quejaba, yo la acariciaba diciéndola que tranquila, espera a que se adaptara. La tía y la prima, la estaban haciendo de todo y se notaba porque ella gemía cada vez más.



La empecé a meter y ella se quiso quitar, pero la tía la tenía bien agarrada y me decía follate hasta puta de una vez. Bárbara la apretaba los pezones y Merce ya no sabía que hacer, yo seguía metiéndosela, era demasiado estrecho, pero lo logramos, ya la tenía toda dentro. Cada vez se quejaba menos y se movía más. Corriéndose muy a gusto. Cuando se la quise sacra, me decía que muy despacio. Yo creía que la dolía, pero me dijo que la encantaba como salía, estaba casi toda fuera y se la volví a meter, ella encantada de la vida.



BARBARA-Prima ahora veras lo mejor, veras como se corre.



CARMEN-¿Tu como sabes eso?



BARBARA-Mama te he visto follar con él y si, hemos follado otras veces. Luego si quieres lo hablamos, aunque hay poco que decir. Carlos córrete en nuestras bocas, bueno en la de mi prima, que lo compartiremos.



Se tumbó Merce y me puse a hacerme una paja, estaba cachondísimo, pero cuando note que me comían el culo, me puse a reventar, ahí estaban madre e hija. Las avise de que me corría y lo hice gritándolas lo putas que eran y lo que me gustaba.



Se fueron hacia Merce y se besaron. Me fui a beber algo a la cocina y cuando regrese a la habitación las tres estaban derrotadas, estaban dormidas. Dos jovencitas estaban derrotadas, se habían quedado dormidas. Yo a pesar del fondo físico he de reconocer que también estaba agotado. Sin hacer ruido me fui al salón un rato. Me deje caer el sillón.



Al momento apareció Carmen, que cerró la puerta del pasillo. Se había puesto una camiseta grande de las mías. La tapaba todo y la llegaba un poco más arriba de las rodillas. Yo seguía desnudo.



-No sé, si llorar, reír o cortarme las venas. ¿Qué he hecho?



-A lo primero que has dicho, prefiero que te rías. Y la respuesta de lo segundo, follar, es lo que hiciste y por lo que pude ver, no lo pasaste mal.



-Ya contigo es malo, puedo ser tu madre. Pero con ellas, MI HIJA Y MI SOBRINA. No puede ser, no puede ser. Ya te las habías follado a las dos, que cabrón, que cabrón.



-Eso no es verdad, a tu sobrina hoy ha sido la primera vez y como viste no era su estreno en estas lides.



-¿Y ahora que va a pasar?



-Lo que tú quieras, lo que vosotras queráis. En lo que todos estemos de acuerdo.



-¿Así que le dijiste a mi hija que follabamos?



-NO, ella nos vio desde la otra habitación.



-Estoy en un sin vivir, esto no pasara mas. Ni con ellas ni conmigo. (Se puso a medio llorar)



-No te preocupes por mí no hay problema. (La dije abrazándola y consolándola)



-Gracias.



La tenia abrazada sentados los dos. La acariciaba el pelo. No hablábamos. Trataba de que se tranquilizara. Se apartó un poco y mirándome…



-Te lo veo en los ojos, sabes que seguirá pasando.



-No tengo una bola de cristal. Lo único que se y lo puedes tener por seguro, que respetare tu decisión y no iré buscando ni provocando ninguna situación. (Se lo decía en serio)



-Si no te molesta, por no despertarlas, nos quedaremos durmiendo aquí y mañana nos iremos.



-Dormir tranquilamente, que yo lo hare en la otra habitación.



-Gracias y te creo lo que me has dicho.



Se levantó y se fue. Al rato yo hice lo mismo, pero antes pase por la ducha y sin mojarme el pelo me duche. Una vez que lo hice me fui para la otra habitación, pegue un vistazo y las vi tapadas.



Deje la puerta abierta un par de dedos y me acosté desnudo como siempre. Estaba pensando ahora en Carmen, como se encontraba, imagine que pasaría unos días fastidiada, por eso de los remordimientos. Pero que luego se le pasaría. Yo ayudaría tratando de coincidir lo mínimo posible con ellas.



Esta todo completamente oscuro, no se ve absolutamente nada, pero percibo como se va abriendo poco a poco la puerta, sin hacer ruido y oigo como cierran la puerta por completo, imagino que es Bárbara o Merce, pero no se cuál de las dos. Me dispongo a tratar de no ser brusco y mandarla a su cama.



Noto a alguien palpando, tratando de llegar a la cama, me tocan un pie, me hago el dormido, con la intención de hacer el numerito de que me han despertado y mandarla a su sitio.



-Joder, ayúdame, no te hagas el dormido, que sé que estas despierto (Era la voz de Carmen)



-¿Que haces aquí? (Encendiendo la luz de la mesilla)



-Tú que crees. (Estaba completamente desnuda) Como dices tú follemos y luego ya se verá. Apaga la luz.



-Déjala, me gusta ver tus caras, me encanta verte.



Nos besamos y sin esperármelo al rato la tenía sentada sobre mi polla. Se fue moviendo. Los dos notábamos como crecía entre sus piernas. Ella me agarraba las manos y se mordía el labio, con los ojos cerrados, estaba como concentrada. Midiendo sus movimientos.



Cuando estaba bien dura, se levantó un poco y entro estupendamente. Ahora los movimientos eran distintos, se agachaba un poco, me estaba invitando a comerla las tetas. No tuvo que insistir mucho, se las devoraba. Ella me imagino para que no la oyeran se aguantaba sus gemidos.



La hice tumbarse boca abajo y me la follaba desde atrás, el coño lo tenía totalmente mojado, entraba y salía muy bien. En esa posición ella mordía la almohada y amortiguaba sus chillidos. Ahora estaba más en su salsa. Cuando se corrió, se movió muy fuerte de tal manera que la polla entrara más. Una vez que se corrió, giro la cabeza y me dijo que corrida más buena.



Córrete tú, te toca. Sé que estás loco por follarme el culo, corte dentro que la note mejor. Así lo hice, no costo mucho que entrara. Me gustaba ver como la entraba y la salía. Lo hacía despacio disfrutándolo. Ella metió su mano derecha por debajo y se empezó a hacer una paja. Según tocaba su clítoris, su culo cobraba vida. El movimiento cada vez era más espectacular. No aguante más y la avise de que la iba a llenar de leche, ella no dijo nada, solo pego su boca nuevamente en la almohada.



Según empecé a correrme las embestidas eran más fuertes, a mí me dio igual que me oyeran y corriéndome le dije en voz alta, PUTA MUEVE EL CULO, ella así lo hizo clavándosela hasta el fondo, cuando empezó a notar mi leche, oía su grito amortiguado de su corrida.



Me quede tumbado sobre ella y luego me quede acostado a su lado. Carmen tocaba mi polla.



-¿Qué loca pasaría de esto?



-No sé.



-Me has enviciado y he pensado que mientras dure, que dure.



-¿Y de tu hija?



-¿La desvirgaste tú?



-Si, por los dos sitios.



-Pues si ha sido mujer para meterse todo esto (agarrándome la polla), poco puedo decir. Así será mejor, cuando conozca a un chico, sabrá lo que es bueno y lo que no. Que no la vendan que hay cosas normales.



Me dio un buen beso y se fue a la otra habitación. No se la hora que era, pero se veía luz en el pasillo y oí a las tres levantarse. Carmen decía que no hicieran ruido, que no me despertaran.



No quise salir, las deje que se fueran tranquilamente. Me desperté casi a la hora de comer. Menudo fin de semana más redondo.


Datos del Relato
  • Categoría: Maduras
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