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Categoría: Incestos

Madre e hijo

En algún lugar de la ciudad de México, una pareja de esposos se encuentra follando en su alcoba -ahhhh, así mi amor, así mi rey, cógete a tu perra -ohhhhhh, Mercedes, mi vida, que culote se te mira así en la pose de perrita, que suerte la mía, estas llena de curvas y eres la esposa más puta del mundo, que caliente me pones culona, plaff-plaff -mmmmm, papito, no me saques tu vergota ya casi me viene, no pares por favor, sigue dándome poronga Ahhhhhh -silencio Mercedes, te puede escuchar Pedritoooo -no te preocupes Alfonso, de seguro “el nene” está en su quinto sueño, además sabes que no puedo controlarme, soy una mujer extremadamente caliente y puta en la cama, cuando tengo tu pija bien clavada en la concha o en mi culo, tu más que nadie, sabe perfectamente que no puedo ocultar mis “expresiones”… plof-plof, ahhhhhh, ahhhhh así, así mi amor, cógeme, dale duro a tu perrita Los esposos seguían cogiendo, sin embargo en la habitación de enfrente, “el nene” no se encontraba del todo durmiendo, (de hecho “el nene” NO tenía nada de pequeño o inocente). Pedro de 19 años, el hijo de los cónyuges, se estaba cascando una paja monumental a la salud de sus calientes padres -carajo, que puta y que “voluptuosa” esta mi madre, si tan solo, algún día, pudiera ser yo quien estuviera en el lugar de mi papa (chac-chac-chac-chac)…

Mientras tanto, volviendo a la habitación de los calientes cónyuges - mi vida, papito, cógeme de nuevo mi rey - eres insaciable Mercedes, ya son dos corridas las que llevo mujer, no abuses de tu esposo, ya no aguanto una tercera -ándale “ponchito” haz un último esfuerzo mi rey, todavía estoy muy caliente, quiero más verga. Entonces la morbosa hembra, con toda la intención de provocar el libido de su marido, se tiende sobre la cama con las piernas bien abiertas, e incita a su macho a subirse y penetrarla Alfonso con su verga semi-erecta logra penetrar la encharcada concha de su esposa, sin embargo para sus cuarenta y tantos años, es demasiado el esfuerzo y a los pocos minutos comienza a quejarse de un dolor en el brazo izquierdo, ¡¡¡Mercedes no hace caso, ella está concentrada en la polla que le da placer entre las piernas!!!

El dolor pasa un momento, Alfonso toma un segundo aire y empieza a coger la concha de su cónyuge con violencia, Mercedes se siente en la gloria, su orgasmo se encuentra cerca. De repente Alfonso deja de moverse y su cuerpo cae pesadamente sobre su mujer, Mercedes se molesta -demonios Alfonso, estaba tan cerca, solo tenías que aguantarme un poquito más. Su marido no le responde, su cuerpo la sofoca, logra quitárselo de encima y Alfonso yace sin vida, su corazón había dejado de latir. El mundo de mercedes se le viene abajo, ella se pone como loca… hace de todo para tratar de reanimar el corazón del gran amor de su vida, ese que fue y ha sido el único hombre en su vida, ese que la enamoro; cuando todavía era una “boba” quinceañera, Alfonso no responde, todo es en vano, Mercedes comienza a llorar no sabe que será de su vida sin su hombre. La culona madura reacciona, logra enredarse una sábana en su desnudo cuerpo, y producto de su desesperación le grita a su hijo: -Pedrooo, por favor llama una ambulancia, tu padre esta inconsciente, no responde, su corazón ha dejado de latir. El lujurioso jovencillo interrumpe abruptamente su paja y desnudo con su verga a punto de expulsar su esperma logra ponerse unos calzoncillos y corre por el teléfono 10 minutos fueron los que tardo la ambulancia para llegar a la casa de los Martínez, sin embargo, ya nada se pudo hacer por el señor Alfonso.

Al día siguiente fue el sepelio, Mercedes estaba devastada, el joven Pedro, no lo podía creer, sin embargo sus inmaduras y tal vez obvias conclusiones fueron: “que su voluptuosa madre por tanto cogerse a su padre, se lo acabo” Y así con gran dolor de parte de Mercedes, la vida sin su esposo tenía que continuar, lentamente fueron pasando poco a poco, días, semanas, meses, hasta que una noche en su recamara, Mercedes se encontraba masturbándose furiosamente con sus dedos -soy una puta, todavía no transcurre un año de la muerte de mi esposo y ya no puedo contenerme, necesito verga, cualquier pija, Alfonsooo, como extraño tu pitote mi amor. Al recordar la verga de su difunto esposo, la voluptuosa madura comenzó a arreciar su obscena caricia, sin embargo, pegado tras su puerta, su caliente hijo, se imaginaba a su ardiente progenitora mamándole la polla mientras este se masturba -ohhhh mama, eres tan ardiente, tienes que ser mía, muero por cogerte a como dé lugar. Desde ese día, el joven Pedro tenía solamente una idea en mente “cogerse a su buenísima y cachonda madre”.

En la rutina diaria, el horario de madre e hijo coincidía perfectamente, cuando la caliente madura salía del trabajo y llegaba a casa, su hijo también regresaba de la universidad y viceversa Y así con el transcurrir de los días, el morboso joven Pedro, sabiendo las “debilidades” de su madre, se dedicó en varias ocasiones a mostrar su cuerpo casi desnudo ante los ojos de ardiente progenitora -mama, he llegado pronto de la escuela y me he puesto a cocinar un poco de espagueti para ti -joder, Pedrito, eres un amor, ni cielo, ¿pero qué haces cocinando en calzones? Pillo -lo siento mama, lo que pasa es que hace un calor endemoniado al estar pegado a la estufa, y así me siento más cómodo, ¿te molesta mamita? El jovencillo le hizo esa pregunta a su madre acomodándose descaradamente el paquete por sobre sus calzones -e- este, no me molesta hijo, si así te sientes bien, pues eres libre de andar en calzoncillos por tu casa. La boca se le hizo agua a la madura, a leguas se notaba que su hijo había heredado la más “grande cualidad” de su adorado y difunto esposo -m- mi amor, voy a cambiarme de ropa, enseguida bajo para que comamos La culona madura subió las escaleras pensando en “comerse otra cosa” -carajo, se le nota una polla impresionante a mi hijo, casi como la vergota que poseía su bien dotado padre Mercedes se dio un baño rápido se puso una blusa ligera y unas calzas deportivas bastante cortas, (su atuendo preferido después de una refrescante ducha) bajo hacia la sala, sin dejar de pensar en la polla de su vástago -pero que tonterías estoy pensando, Pedro es mi hijo, ¡¡¡no hay duda!!!, necesito salir con un hombre y calmar esta sed de verga. Madre e hijo comieron “animadamente”, sin embargo, Mercedes no dejaba de mirar con cualquier pretexto la polla que se dibujaba debajo los calzones de su hijo. El jovencillo se dio cuenta de la calentura de su madre y le propuso que juntos vieran una película en la sala, para según el joven “reposar la comida”…

Pedrito, fue en busca de una película de corte erótico, obviamente sin llegar a ser vulgar. Ambos se sentaron juntos en un sofá de la sala y se dispusieron a mirar la película. Al transcurrir la trama, Mercedes se notaba arrechísima, constantemente cruzaba las piernas de un lugar a otro, mientras tanto la polla de Pedro estaba empalmadisima debajo su calzón. La “tentación” que Mercedes tenia al lado de ella era simplemente delirante, ella “quería” y “moría” por hincarse frente a su hijo y devorarle a chupadas la polla, sin embargo ella, “oponía” bastante resistencia a lo “inevitable”… (en verdad la inmensa calentura de Mercedes la estaba traicionando, primero como mujer y después obviamente como madre). Las incestuosas ideas que su mente producía, torturaban su cabeza y sus revolucionados sentimientos y deseos, entonces… La madura culona no aguanto ni un minuto más “la situación” -Pedrito, ya vámonos a dormir, mañana tú tienes escuela y yo tengo mucho trabajo mi vida… -mama, está muy interesante la película, ¿puedo terminar de verla en tu recamara?... Con tantísimas cosas dándole vueltas en su cabeza, mercedes no se esperaba esta “proposición” de parte de su retoño, y sin “pensar” detenidamente su respuesta, se limitó a contestar -está bien mi amor, pero termina tu película y te vas a dormir. Okey.

Madre e hijo llegaron a la recamara, ambos se acostaron en la misma cama y continuaron “observando” la película. La voluptuosa madura estaba mojadisima y en su “inconsciente”, la lujuria la impulso a proponerle una inocente pero peligrosa situación a su bien dotado hijo -hijo, tengo un poco de frio, metámonos bajo las cobijas y abrázame un poco ¿vale?... -ok, mamita… Madre e hijo, se adentraron bajo las cobijas, sin duda, esta petición fue música para los oídos de Pedro, inmediatamente el caliente jovencillo se pegó a la espalda de su madre y acomodo su abultadísimo paquete en el canal de las nalgotas de su progenitora…

La morbosa madura pego un respingo placer, al sentir el contacto de la verga de su hijo contra su culote, y solo se limitó a decirle -Pedro, mi amor, pero que bien “abrazas” a tu madre, voy a querer que todas las noche me “des tu calor”, a veces me siento tan sola en esta cama -ah, claro que si, como tú quieras mamita. El joven Pedro, perfectamente se dio cuenta que su caliente madre estaba a su merced, era tratar de poseerla ahora o nunca. Rápidamente el muchacho se bajó los calzones, su parada verga quedo “picoteando” las nalgotas de su madre. Totalmente fuera de sí, la culona mamita al sentir la virilidad de su retoño merodeando sus abultadas y macizas nalgotas, se limitó a motivarlo -ohhhh Pedrito, mi amor, “abrázame” fuerte, fuerte, querido hijo Pedro, agarro con ambas manos las cortísimas calzas de su madre y de un tirón se las bajo hasta medio muslo, ahora la sexy y abultada concha junto con el rosado ojete materno, estaban a su entera disposición…

Sin dudarlo y sin esperar alguna respuesta por parte de su madre, el caliente joven dirigió su polla hacia la jugosa concha filial. La erecta y gorda verga poco a poco se fue introduciendo en la vagina de la nalgona y voluptuosa madura. Con una sugestiva y cachondisima voz, Mercedes se dispuso a “recriminarle” a su hijo, con un falso enojo y pudor -ohhhh mi amor detente, pero que haces, ¿acaso enloqueciste? esto no está bien, yo soy tu madre. Sin embargo la cinturita y las frondosas nalgotas de Mercedes, fueron al encuentro de la gorda pija de su hijo Pedrito hundió lo más que pudo su polla, pasó sus brazos por los costados de su madre y con ambas manos se agarró de las carnosas tetotas de la madura, se acercó a su oído y le susurro: -mama, cuanto tiempo soñé con este momento, déjame cogerte con todas mis ganas -no papito, por favor no lo hagas hijo mío, retira tu vergota de mi concha… -no mamita, no lo hare, sé que tú también lo deseas, plaff-plafff… -tengo miedo Pedro, esto es incesto -no tienes nada que temer mama, yo daría mi vida por ti Plaff-plaff…

Madre e hijo iniciaron una “conversación” llena de dudas, pero ninguno cedía en el papel que le tocaba desempeñar, por un lado el joven Pedro arremetía contra la concha de su madre, (obviamente el golpeteo de las nalgotas maternas contra su pubis era delicioso) y por el otro lado Mercedes, acompañaba con su voluptuoso trasero las deliciosas arremetidas de su vástago -ohh, hijo eres muy dulce mi cielo… -quiero estar por siempre en tu cama, te adoro mama Plaf-plaf -ahh, ahh, ahh, está bien papito, pero si tú decides continuar con “esto”, ya no habrá marcha atrás, y me volveré una zorra que se coge a su propio hijo -eso es precisamente lo que más deseo mama, tus nalgotas me vuelven loco de deseo.

El caliente joven, comenzó a serruchar con ímpetu la divina concha materna -ohhhh Pedrito, que ricooo, siento enorme tu verga, la sensación en mi vagina es idéntica a la que sentía cuando tu padre me cogía. Al mencionar a su difunto padre, el caliente joven siente una abrupta descarga de adrenalina, el joven siente que toca el paraíso con las manos, el muchacho está en el paroxismo del placer -ohhhh mama, hablando de mi padre, cuantas veces los escuche coger como perros en celo, mientas me masturbaba imaginando ser yo quien te metía la verga. La madura también llega al límite de su calentura -papito, que calentura tengo, todos estos meses he extrañado la gran verga de tu padre, pero ahora creo que su polla ha reencarnado en ti -mamita, mi pija siempre estará dispuesta para lo que tú quieras. Madre e hijo se encuentran follando y teniendo una morbosisima platica, sin embargo la madura culona al recordar sus encuentros sexuales con su difunto esposo, literalmente “se quema” por saciar su apetito de verga -papito, ya no digas nada, tendremos mucho tiempo para hablar, ahora cógeme con ganas. Mercedes aventó sus nalgotas contra el pubis de su hijo, y con una fuerte nalgada en uno de sus enormes glúteos incito al jovencillo a que le diera verga, este por supuesto noto que su madre estaba al borde del éxtasis al hablar de su difunto padre -mamita que caliente eres, toma, toma, toma… -ohhhhhhh pedrito, así mi amor, así mi rey, cógeme la concha, dame tu esperma La incestuosa cama rechinaba como nunca antes lo había hecho -papito, que rico me coges, dame, dame, ahhhhh -ohhhhhhh, mama, no lo soporto más, voy a eyacularrrr -espera un poco mi rey, ya casi me vieneee. Pedro paro en seco, mientras su caliente madre se cogía solita, aplastando y devorando con sus enormes nalgas la gorda polla de su hijo -ohhhhhh pedritoooo, me vengooo -mama toma mi lecheee.

Madre e hijo, ambos estallaron en un placentero orgasmo mientas el choque de sus empapados sexos hacía eco por toda la habitación, (esas 4 paredes y un retrato del difunto esposo en el buro, acababan de ser testigos del incestuoso encuentro)…

Poco a poco Mercedes y Pedro, fueron recuperando el aliento, la verga del joven, se fue desinflando dentro la sedosa concha materna. Y así madre e hijo permanecieron “abrazados, el detrás de ella” -Pedro, ha estado divino, sin embargo esto nunca debió de haber ocurrido -no lo tomes tan apecho mama, antes que ser madre e hijo, somos “hombre y mujer”. La “madurez” del casi veinteañero joven sorprendió a la madura, y un brillo de lujuria apareció en sus ojos -no pensaras volver a cogerte a tu madre ¿verdad? -por supuesto que sí, me la viviría cogiéndote mamita. La madura mujer, noto que algo “enorme” crecía justo en la entrepierna de su hijo, una de sus manos agarro la verga de su vástago -papito, que es esto que tienes aquí, es enorme y muy gorda. Mercedes no se resistió, giro 180 grados hasta quedar frente a su retoño, ella quería observar, llenarse la pupila con la polla de su hijo -ohhhhh papito que hermosa vergota, creo que me he vuelto a enamorar... -ja, ¿te has enamorado de mi verga mama? -no te burles mi amor, tu verga es idéntica a la de tu padre, y toda mi vida estuve enamorada de esa pija -ahora entiendo por qué mi padre y tu follaban como locos -te cuento un secreto; tu difunto padre fue mi primer y único hombre desde mis 15 años, cuando el me conquisto, tu papa tenía 20 años, con el viví muchas locuras, el me desvirgo, y con él aprendí, todo lo que tenía que saber acerca del sexo y del placer, tu difunto padre me volvió una verdadera puta en la cama, su puta. Al escuchar las ardientes confidencias de su madre, la polla del joven Pedro, comenzó a ponerse como dura como una piedra -mamita que caliente me estas poniendo, cuéntame ¿Cómo tenías sexo con mi padre?... -no papito, esas son cosas personales, ya hice mucho con contarte algo de mi intimidad mi rey. La verga del joven estaba a punto de estallar en la mano de su madre -ándale mamita, sígueme diciendo, cuéntame alguna de esas locuras que hacías con mi padre. El morboso “secretito” que acababa de confesar a su hijo, también calentó de sobremanera a la madura culona -ya que insistes papito, cierra los ojos y te cuento. Dándole ligeros apretones a la verga de su hijo comenzó su morboso relato: -sabes, tu padre fue mi novio cuando yo tenía apenas 15 años, pero el ya tenía casi 20 años como tú, yo estaba estudiando la preparatoria, era una señorita de mi casa, sin embargo tu padre ya me había echado el ojo, un día se acercó a mí, y me propuso que fuese su novia -poco a poco nos fuimos conociendo, claro, todo a escondidas de tus abuelos, primero empezamos con besos de piquito después, yo le permitía meterme mano, hasta que una vez, me pidió que le hiciera sexo oral -totalmente apenada, pero decidida, le dije que no sabía cómo hacerlo, pero que, si el me enseñaba, yo con gusto aprendería a hacerlo -estábamos en los jardines de la casa de tus abuelos, nos arrimamos al lugar más obscuro del jardín y tu padre se desabrocho los pantalones bajo sus calzoncillos, y ante mi apareció su verga… una poronga, imponente, gorda, venosa, y muy larga, su olor era embriagante, desde ese momento supe que esa polla seria mía para toda la vida -lentamente acerque mi cara a su pija, abrí mis labios y poco a poco comencé a chupar esa pija. Pedro estaba arrechísimo, y entonces le propuso a su madre: -pero explícame ¿Cómo le hacías?, si quieres puedes irme “ilustrando” con mi propia verga mama.

La caliente proposición hizo delirar de deseo a la madura nalgona -está bien mi amor, pero tienes que hacer todo lo que yo te diga. La mujer hizo levantar de la cama a su hijo, se arrinconaron en una esquina de la recamara y prosiguieron con su caliente y morboso juego “representativo” -observa papito, así me engullí la polla de tu padre Mercedes se inclinó sobre la soberbia pija de su hijo, y lentamente se fue tragando cada centímetro de esa caliente barra de carne. La madura comenzó a pasar su lengua torpemente por cualquier lugar de la parada polla, (eso era parte del juego), sin embargo su calentura pudo más y empezó a succionar con muchas ganas la verga de su hijo -ohhhhh mama, que rico le comías la pinga a mi padre -papito, dame tu leche en la boca. El joven sintió que las piernas se le doblaban, no pudo resistir la salvaje succión materna que estaba recibiendo su polla y de un grito comenzó a expulsar su esperma -ohhhh mama, que ricooo, no lo puedo resistir, toma mi lecheeee.

La caliente madre, comenzó a beber todo lo que emanaba de la filial polla -que sabrosa lechita Los últimos chorritos de esperma, la madura culona los degusto con lascivo placer -que delicioso la chupas mamita -lo mismo decía tu padre, y así igualito se vino en mi boquita aquella ocasión que le succione la verga por primera vez -mama, ¿puedo quedarme a dormir contigo? -no lo sé Pedro, tal vez no sea una buena idea hijo… -ándale mama, prometo “portarme bien” -está bien mi rey, ¡¡¡SI!!! , puedes quedarte en mi cama. Madre e hijo se “acostaron a dormir” totalmente satisfechos y cansados, sin embargo en la mente de ambos, recordaban los lujuriosos y morbosos momentos que hace unos instantes habían vivido -mama, no puedo dormir, cuéntame cómo te desvirgo mi padre. El rostro de la madura culona se llenó de rubor e inmensa lujuria -Pedro, eres un bribón, no sé cómo lo haces, pero me pones muy arrecha, ya es muy tarde hijo, duérmete y mañana prometo seguir contándote -está bien Mamita, te dejo en paz, con la condición de que; ¡¡¡revivas conmigo todas las guarradas que hacías con papa!!!, eso me excita mucho…

A Mercedes lo mismo le sucedía, así que solamente asintió con la cabeza a la petición de su vástago y su empapada vagina punzaba de excitación…

Datos del Relato
  • Categoría: Incestos
  • Media: 9
  • Votos: 1
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