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La putona MILF de la calita

Había ido a pasar unas cortas vacaciones a un apartamento que tengo en una muy conocida localidad costera de la costa y uno de los días decidí ir a tomar el sol en tanga. Bajar a aquella calita se me antojaba difícil, pues el antiguo caminito lo había tapado unas espesas plantas silvestres y por allí ya no se podía ir. Así que bajé como pude por unas rocas y con cuidado llegué allí. Una vez que me aproximé me tumbé llevando puesto mi sexy y procaz tanga de macho semental y me dispuse tranquilamente a tomar el sol.

Empezó a subir la temperatura climática y me decidí por meterme en el agua para que me quitara el calor corporal, pues ya empezaba a sudar y no me hacía gracia alguna. Estuve nadando un buen rato para hacer ejercicio y paré un momento en unas pequeñas rocas que no estaban muy lejos de la costa, pues me había empleado a fondo y me sentía más libre que las blancas gaviotas que por allí revoloteaban. Cuando ya me sentí mas relajado, me zambullí en el agua y retome la vuelta a la calita para tumbarme y relajarme a fondo pues había nadado a tope hasta llegar a la zona donde se encontraba mi toalla. Al llegar a mi toalla, advertí y observé que no muy lejos se encontraba una sexy milf tetona y se reía picaronamente e ironía mientras yo llegaba hasta la toalla

— ¿qué es lo que sucede? — pregunté dudoso

— ¿no te has dado cuenta? — inquirió ella

— no, ¿por qué? — interrogué preocupado

— ¡estás muy empalmado! — afirmó ella entre risitas picaronas

Miré a mi rabo y efectivamente estaba preparado para follar a alguna guarra, pues estaba mas empalmado que un toro semental segundos antes de cubrir a una vaca y esta sexy rubia tan putona me lo advirtió

— ¿qué pasa, te gusta mi rabo empalmado? — investigué

— pues si, para que me voy a engañar — declaró ella insinuante

— …así que te he gustado, ¿eh? — averigüé con pillería

— si, me has dado mucho morbo, cabrón, me ponen muy perra los machos en tanga — afirmó ella con granujería

Después de esta breve conversación, fue ella quien decidió a que nos presentásemos

— Yo me llamo Ava — mencionó ella

— Yo soy Christian — hablé

Nos dimos dos castos besos en las mejillas y le pedí a Ava que si me podía situar junto a ella, dado que ambos estábamos solos y podríamos disfrutar ambos mucho mas

— así que te dado morbo al verme en tanga… — dejé caer

— Sí, hacía tiempo que no veía un macho en tanga... — manifestó Ava

— ¿te ha gustado lo que has visto?, ¿te lo harías conmigo? — Inquirí astutamente— Pues sí... ¿porque no? — dejó caer Ava

Me acerqué morbosamente hacia Ava y la muy zorra empezó a magrear y sobar mi rabo y mis pelotas para comprobar la dureza y grosor de mi rabo

— ¡uuhm, que duro lo tienes cabrón! — enfatizó Ava

—... Lo tengo aún mas duro y ahora es por tu culpa, ¡so zorra! — afirmé lascivamente

— ¿te gustaría que quedáramos en mi casa para joder esta tarde? — inquirió Ava pícaramente

— Por mi perfecto —aseguré rijoso — Siempre me han dado mucho morbo los machos en tanga. Espero que esta tarde lleves uno y que sea muy libidinoso, ¡bribón! — reveló Ava lascivamente

— Lo llevaré, descuida y te pondrás muy cachonda, ¡cerda libidinosa! — aseveré procazmente

Me acerqué a Ava le propiné un lascivo beso de tonillo que la acaloró mas y cogí mis cosas y me marché al apartamento para comer y descansar y prepararme para la jodienda que esa tarde me esperaba con la guarra putona que acababa de ligar y conocer. Comí algo ligero y después de esto me afeite y lavé los dientes y me eché un fuerte colutorio con sabor a menta fuerte y luego me dirigí a la ducha, me froté bien frotado y me afeité los pocos pelos que tenía en el pubis para que la guarra lasciva de Ava me comiera el rabo a placer y con gusto. Estuve mas tiempo de lo debido para luego oler bien para esta golfa desbocada de Ava y que se pusiera rijosa, calentorra y cachondona casi nada mas verme... Me tumbé veinte calmantes y relajantes minutos y me desperecé y estiré para prepararme para echar un buen y libertino "caliqueño" a esa guarra licenciosa de Ava a la que había conocido en la calita. Me "entoligué" mi mas ceñido, obsceno y libidinoso sexy tanga para que esta guarra libertina, obscena y desenfrenada de Ava se pusiera mas salaz, voluptuosa y cachonda y me deseara con lúbrica y muy viciosa avidez sexual, me escancié mi perfume favorito y después me coloqué mi mas sexy bañador muy ceñido, una camisa sin abrochar en color negro, unas gafas de sol de marca así como unas ligeras sandalias para caminar tranquilo y sosegado hasta casa de esta emputecida lasciva de Ava. En el camino a casa de esta golfa libertina y sensual de Ava me fui poniendo impúdico y muy lúbrico, pues había mucha zorrita lasciva tomando el sol en tanga y eso me ponía mas vicioso, cachondo y salido, pues algunas estaban muy buena y muy viciosamente follables y eso me empujaba mas y mas a joder con vicio, lujuria y depravación con esta puta fulana de Ava la libertina. Me fui acercando mas y mas a casa del zorrón depravado de Ava y mi voluptuosa impudicia sexual aumentaba por momentos y tenía un calentón lascivo de ojones. Al llegar, llamé al timbre y salió a abrirme Ava que ataviaba libidinosa, impúdica y muy lubricamente obscena

— Hola Cris, ¿estás preparado para la jodienda de esta tarde? — inquirió Ava rijosamente

— Claro que si, querida Ava y para lo que sea — hablé

— ¿seguro? — Preguntó Ava dudosa — seguro que sí — afirmé tajante

Todo el lúbrico y libidinoso conjunto de Ava destacaba con su tez morena y su pelo de color azabache y aumentaba mi cachondez y deseo por ella, pues ya estaba yo con una rijosa cachondez de aúpa.

Ava vestía como una fulana de burdel con medias de rejilla en negro, unos taconazos negros así como un negro bustier y en medio unas cintas rosa que se entrecruzaban desde el ombligo a las tetas y dejando al aire parte de su torso en el que tenía un tatuaje y un sexy tanga negro con algo de rosa y en la cinta superior del tanga llevaba escrita la marca de su tanga

— ¡Guau, putona!, ¡se te ve muy lasciva y depravada, que buena estás! — confesé lujuriosamente

— ¡pues tu no estás nada mal, bribonazo! — afirmó Ava lascivamente

— ¡me da morbo la lencería de puta tan obscena que llevas! — declaré

— ¿verdad que si?, ya sabía que te pondrías cachondo... — observó Ava procazmente

La zorrona de Ava me hizo entrar a la salita y luego me llevó a su habitación en la que había espejos en el techo y en la pared

— Querido Christian, para no espantarte y ahuyentarte, te diré que trabajo de Dominatriz y que no solo me da morbo tu rabo y tanga, sino que me estuve fijando lascivamente en tu culo y babeaba por petarlo y entaponarlo con un strapon — manifestó Ava libidinosamente— ¡uff!, no me esperaba esto de una morenaza atractiva tan sexy... — revelé algo acojonado

— ¿te gustaría que te petara y enculara con un strapon? — inquirió Ava algo nerviosa

— Bueno, nunca me lo han hecho, pero si me haces gozar como un cabrón y no me haces daño alguno, me dejaré entaponar el ojete — proclamé lúbricamente— ¡de acuerdo, te encularé hasta matarte de regusto anal! — aseveró Ava lascivamente

Me quité la camisa, las gafas y hasta el bañador y me quedé solo con el tanga para que la Dominatriz lasciva de Ava me enculara a placer. Yo estaba algo nervioso, pues había enculado y me había dejado encular por sexys transexuales pues un rabo de gel por muy bueno que sea y por muy bien que me deje el culo, no es lo mismo que un rabo de carne. Ava se había ausentado para colocarse un strapon y follarme y petarme el ojete para tratarme como si yo fuera su esclavo sexual

— ¡ya estoy aquí, cabrón!, ¡a partir de ahora serás mi esclavo sexual, bribón! — observó Ava depravadamente

— ¡tus deseos son ordenes, mi señora!, ¡haz conmigo lo que quieras! — mencioné lujuriosamente

— ¡uy, uy, uy!, ¡que sexy tanga tienes!, ¡que morbo me da tu culo, cariño! — testimonió Ava libidinosamente — ya sabía yo que te pondrías cachonda, ¡so zorra! — afirme lujuriosamente

— ¡A callar, esclavo! — conminó Ava airadamente

— ¿que desea mi señora? — inquirí procazmente

— ¡cómeme el rabo! — decretó Ava furiosamente

Acerqué mi boca y empecé a lamer y lengüetear ese rabo de gel que llevaba puesto la Dominatriz de Ava y la muy zorra gemía como si fuera de verdad

— ¡slurp!, ¡glub!, ¡slurp!, ¡chuik!, ¡glug! — mamaba yo su rabo de gel

— ¡yo te voy a taladrar el ojete hasta matarte de gusto, puto puerco! — gritó Ava lujuriosamente

Yo tragaba y engullía ese rabo de gel como si fuera un rabo y la muy cerda gemía y jadeaba y cerraba los ojos como si le diera placer y ese rabo de gel fuera parte de su lascivo cuerpo

— ¡eres un cabrón libidinoso, me matas de gusto! — bramó Ava libidinosamente

— ¡slurp!, ¡glub!, ¡slurp!, ¡chuik!, ¡glug! — Seguía yo mamando su rabo de gel— ¡eres un sucio hijo de puta depravado!, ¡me has puesto el coño a mil! — rugió Ava depravadamente

— ¡slurp!, ¡glub!, ¡slurp!, ¡chuik!, ¡glug! — continuaba lamiendo el rabo de gel

La muy puerca miraba extasiada y fascinada como engullía ese rabo de gel y me posó su pierna sobre el hombro para empujarme mas a lamer ese rabo de gel

— ¡A lamer, cabrón!, ¡eres mi puto esclavo! — exigió Ava rabiosamente

Yo proseguía tragando y engullendo ese pene de gel y la putona de Ava estaba alucinada y gemía al ver como se lo hacía

— ¿te gusta, eh, cabrón? — inquirió Ava lascivamente

— ¡eres una sucia hija puta! — afirmé cruelmente

Frené de engullir ese pene de gel para lamer el pie de esta dominatriz sexual de Ava para lamer su pie enguantado en una sexy media de rejilla

— ¡Ahora, cabrón, me vas a lamer el puto pie! — ordenó salvajemente

— ¡slap!, ¡slap!, ¡slap!, ¡uhm!, ¡uhm!, ¡slap!, ¡slap!, ¡slap! — lamía yo

La dominante de Ava dirigía mi cabeza para que lamiera ese pie que me estaba dando un morbo inconmensurable por la sexy media de rejilla que gastaba la muy cerda— ¡lame mas, canalla!, ¡lame mas, no pares, esclavo! — conminó Ava furibunda

Luego, empecé a lamer el otro pie pero la puta de Ava me dio con el pie que le estaba lamiendo para que se lo siguiera haciendo

— ¡no pares, esclavo!, ¿quien coño te has creído que eres? — pregunto Ava furiosa

La muy hija de puta, puso sus pies en mis hombros mientras yo estaba en el suelo y llevando como única prenda mi sexy y procaz tanga

— ¡Ahora, cabrón, te vas a comer este puto rabo de gel! — exigió Ava muy cabreada

No me quedó mas remedio por lo que me podía venir y la muy dominante me enganchó y tuve que abrir la boca para seguir mamando aquel rabo de gel

— ¡engulle, maricón!, ¡traga este puto rabo! — exigió Ava rabiosa

Mientras la ramera dominatriz de Ava era chupada por mi. la muy cabrona me daba pequeñas bofetadas en la cara porque eso le excitaba y ponía cachonda

— ¡traga el rabo!, ¡traga mas, maricón! — obligó Ava muy rabiosa

Ava cogió mi cabeza, hasta que engullí por brutal obligación ese pene de gel y la muy zorra reía de placer y me miraba como me sentía ahogado al tragar ese descomunal miembro ficticio de gel

— ¡qué bien me la comes, canalla!, ¡eres mi puto cerdo! — reía Ava como una loca

— ¡glug!, ¡glug!, ¡glub!, ¡aaahj! — tragué

La asquerosa impedía al sostener mi cabeza en sus manos que pudiera respirar y le daba morbo el mal momento que yo estaba pasando con esa verga de gel en mi boca

— ¡me da morbo como tragas mi polla, hijo de puta!, ¡me pone cachonda verte sufrir, canalla! — bramó Ava muy cachonda

No quería llevar la contraria a esta puta loca por lo que pudiera pasar mientras Ava jugueteaba con ese pene de gel

— ¡te voy a dar rabo en tu puta bocaza, canalla!, ¡ábrela ahora! — ordenó Ava salvajemente

No me quedó otra que volver a engullir ese rabo por si a esta desquiciada de Ava le daba por hacerme algo peor, así que no me quedó otra que acatar sus órdenes como un pobre perrito faldero

— ¡engulle este puto rabo, cabrón!, ¡hartate de el, maricón! — exigió Ava frenética

Mientras esta loca dominatriz de Ava me insultaba sexualmente, agarraba mi cabeza para que tragara y me hartara de su rabo de gel que no me dejaba respirar

— ¡sufre, cabrón!, ¡te voy a maltratar, canalla!, ¡eres mi puto esclavo!, ¡me gusta verte sumiso y rendido, maricón! — afirmó Ava encrespada

Mientras tragaba con ahogo y asfixia ese pene de gel, la dominante de Ava volvió a darme pequeñas bofetadas debido a su voluptuosa calentura sexual y me volvió a insultar sexualmente

— ¡me encanta tenerte en sumisión y rendimiento, maricón!, ¡me pone mas caliente verte sometido y dominado!... ¡jajajajaja! — rió Ava

La muy tirana volvió a jugar con el pene de gel y me golpeaba la lengua porque me obligó a abrir la boca para meterme ese rabo de gel

— ¡no pares hijo de puta!, ¡me cago en ti, me vuelves loca! — gimió Ava salvajemente

Volví a tragar el rabo mientras la pécora dominatriz de Ava me imprecaba e insultaba salvajemente

— ¡maldito maricón chupapollas!, ¡estoy mas caliente al ver lo que haces, bribón! — manifestó Ava colérica

Después de estar así varias veces en metisaca, la muy cerda se despojó de su tanga sexy y se puso de pie para que yo mamara a placer ese pene de gel y ella se ponía mas caliente y cachonda

— ¡traga mas rabo, cerdo!, ¡estás muerto de vicio, cabrón!, ¡qué cara de corrido tienes! — confirmó Ava arrebatada

La muy opresora de Ava, follaba mi boca con ese pene de gel y yo tragaba asfixiado y sofocado como podía y ella estaba mas lasciva y libidinosa y me insultaba sexualmente y gozaba la muy cerda al darme embate tras embate a mi boca

— ¡toma rabo, canalla!, ¡todo para ti, cerdo! — jadeó Ava irritada

— ¡glug!, ¡glug!, ¡glub!, ¡glug!, ¡aaahj! — tragué por enésima vez

La opresora de Ava me llevó a un potro de tortura en el que metí la cabeza en un agujero y me la cerraba dos maderos, aquello era un vulgar cepo para cabeza y manos para prisioneros

— ¡vamos, esclavo, mete aquí tu cabezón y tus putas manos!, ¡obedece! — exigió Ava salvajemente

Ahora si que me sentía humillado, deshonrado y envilecido, pues estaba sufiendo una tortura que no sabía que me esperaba una cosa así

— ¡vamos, canalla, ponte aquí!, ¡sometete!, ¡ya! — conminó Ava furiosa

Mientras esta loca Dominatriz de Ava me despojaba de mi sexy tanga de actor porno la muy puerca me propinaba azotes sonoros en las nalgas, pues tal era su depravada calentura sexual que le ponía mas cachonda verme enfrentado a ese cepo

— ¡vamos, maricón de mierda, prepárate te voy a matar a polvos!, ¡te voy a encular, so cornudo! — ordenó Ava furibunda

Situé mi pie derecho a un madero para relajarme y que me enculara pero sin hacerme daño

— ¡te voy a petar incansablemente, maricón!, ¡te voy a dar gusto al ojete, canalla! — Grito Ava airadamente— ¡por favor, jódeme pero no me hagas mucho daño, te lo suplico! — imploré acojonado

— ¡a callar, jodido maricón!, ¡deja de llorar como una nenaza! — bramó Ava colérica

La alienada dominatriz de Ava me fue petando el ojete lenta y lascivamente para darme gusto al ojete y para acomodar este rabo de gel hasta que se fuera acostumbrado a mi culo

— ¿te gusta como te jodo, bribón? — manifestó Ava impudicamente

— me estás matando de placer, ¡zorra!, ¡qué gusssstooo meee daaass! — proferí lascivamente

— ¡estas muerto de vicio, cabrón!, ¡que cara de corrido tienes! — observó Ava depravadamente

— ¡eres una guarra libidinosa, me matas de gozo, zorra! — advertí lujuriosamente

La fulana de Ava no paraba de petarme y entaponarme con lujuria, vicio, depravación y perversión y me insultaba y deshonraba con chabacano y grosero lenguaje sexual que me excitaba y enardecía sexual y carnalmente.

Yo no paraba de emitir y proferir una lasciva sarta de guarradas, impudicias, liviandades, lubricidades, lujurias y mil obscenidades porque estaba muerto de placer que esta ramera Dominatrix me daba con su rabo de gel que se había colocado para darme placer anal

— ¡como traga tu puto culo, canalla!, se nota que gozas, maricón! — afirmó Ava viciosamente

Mientras me rompía el ojete la muy puta de Ava yo gemía y aullaba como un venado pero me estaba matando de gusto, pues ese rabo de gel ya estaba acostumbrado a mi ojete y entraba y salía con suma facilidad y resbalaba placenteramente

— ¡zorra!, ¡cochina, cerda, puerca!, ¡que gustazo me das! — clamé obscenamente

— ¿te gusta, eh?, ¡vaya jodienda que te estoy pegando, cabron! — afirmó Ava entre cientos de jadeos

— ¡si golfa, si!, ¡me estás matando gusto, so zorra! — gemí lascivamente

Sacó su pene de gel de mis entrañas anales y se arrodilló para escupir en el y seguir la jodienda que me estaba volviendo loco

— ¡me encanta joderte, canalla!, ¡qué bueno estás bribón! — largó Ava lujuriosamente

— ¡ah!, ¡oh!, ¡uff!, ¡arf!, ¡arf!, ¡que gusto me das, cerda! — gemí lascivamente

La putona Julianna no paraba de petarme y entaponarme el ojete con ese rabo de gel con saña y deleite y yo seguía prorrumpiendo una sucia y procaz retahíla de mas de cien desenfrenos, voluptuosidades, libidinosidades, guarradas y obscenidades sexuales debido a mi desenfrenado estado de excitación sexual

— ¡toma rabo, canalla!, ¡todo para ti, cerdo! — jadeó Ava viciosamente

— ¡siii! ¡jódeme mas, puta!, ¡no pares, zorra! — conminé lascivamente

Mientras me petaba con avaricia sexual y lujuria desatada, la dominante Ava me daba azotes sonoros en las nalgas para calentarme mas y mas y ponerme cachondo

— ¡agh!, ¡ah!, ¡sii!, ¡umm!, ¡toma rabo, cabrón!, ¡uuhm!, ¡uff! — jadeaba Ava depravadamente

— ¡uuhm!, ¡uff!, ¡agh!, ¡agh!, ¡ah!, ¡sii!, ¡umm! — gemía yo lascivamente

— ¡qué bueno estás, maricón!, ¡qué culo tienes, canalla!, ¡como traga! — observó Ava libidinosa

— ¡sucia cerda, me matas de gusto!, ¡sucia cerda, me pones a mil, puta! — grité airado

— ¡me encanta petar machos como tu con strapon, canalla! — bramó Ava furiosamente

La golfa dominante de Ava proseguía straponeando mi ojete y yo gemía como un puto verraco y un ciervo mientras me agarraba de los pelos y la muy cerda gozaba al tenerme humillado y con el ojete roto por su strapon de gel

— ¡tío bueno!, ¡toma rabo, cerdo!, ¡toma strapon! — rió Ava alocadamente

— ¡eres un magnifica zorra!, ¡me vuelves loco!, ¡como me taladras, so puta! — solté preso de erótico impulso sexual

La muy cerda de Ava prosiguió petando inmisericorde y sin tino mi ojete con su arnés mientras yo aullaba como un ciervo en celo y pegaba unos brutales alaridos preso de mi brutal delirio erótico

— ¡me estás poniendo muy cachondo, zorra!, ¡que gustaaaazo! — gemía yo cual cabrón en celo

— ¡zaca!, ¡toma!, ¡zaca!, ¡zaca!, ¡zaca!, ¡zaca!, ¡zaca!, ¡zaca! — seguía Ava barrenando mi ojete con su strapon

Paró de entaponar mi ojete. porque la muy opresora quería cambiar de postura y darme mas ración de strapon en todo mi ya caliente ojete

— ¡vamos a cambiar de postura, canalla!, ¡túmbate en ese puto camastro, ya!, ¡obedece! — exigió Ava furiosamente

Me tumbe en el camastro que la dominante Ava me indicó para proseguir y reanudar la jodienda anal que ella me estaba pegando con ese strapon de gel

— ¡Eleva las patas, maricón!, ¡te voy a petar patas arriba, canalla! — exigió Ava

La muy cerda, al principio me dio rápidos golpes con el strapon en todo mi ojete y se divertía y gozaba al ver mi cara de sufrimiento

— ¡me encanta tu careto de sufrimiento!, ¡no llores, maricón! — ordenó Ava furibunda

Frenó de hacerme este brutal metisaca para meterme mas el strapon por el ojete y darme placer como antes

— ¡toma rabo, canalla!, ¡toma polla, bribón! — soltó Ava lascivamente

Mientras me perforaba con el strapon, Ava presa de su lujuria me metía dos dedos en la boca y eso le ponía mas y mas

— ¡que bueno estás, canalla!, ¡cómo traga tu culo, hijo puta! — gritó Ava procazmente

— ¡eres una jodida guarra!, ¡me pones verraco con tus straponazos! — gemí lascivamente

— ¡Me encanta follar tu ojete, eres un cabrón vicioso! — aseguró Ava libidinosamente

Cambiamos de postura según me follaba el ojete con el strapon y me puse de lado para que me jodiera mas y mejor

— ¡chulo, bribón!, ¡como traga tu culo!, ¡tío bueno!, ¡me encanta entaponarte, cabrón! — soltó Ava lascivamente

La muy puerca de Ava me seguía destrozando el ojete con el strapon y yo estaba extasiado de los mil rabazos de gel que me daba la muy zorra que me tenía preso de una libidinosidad sin igual al tratarme como su puto, su propio actor porno.

Ya, al final, mientras me petaba el ojete con el strapon de goma me advirtió

— ¡te dejaré de joder cuando te corras, canalla! — observo Ava

Prosiguió petando mi culo y cuando ya estaba a punto de correrme avisé

— ¡qué meeee corrroooo! — grité lascivamente

— ¡ya lo veo, canalla!, ¡dame tu lefa! —

Eyaculé toda mi cremosa, pastosa y pringosa lefa en mi torso y la muy cerda lamió todo hasta dejarlo bien limpio, también lamió los cuajarones últimos que emanaban de mi cipote y que ella limpió con su boca. Después de esta jodienda que esta zorra dominatriz de Ava me infligió y asestó, nos fuimos a duchar y posteriormente quedamos para otra jodienda mas depravada en su casa.

Datos del Relato
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