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La puta de mi familia -3

Hola ya les conté la historia de cómo me cogieron en un recital, para los que no lo recuerdan me llamo Ángeles, soy de Bs As tengo 42 años, dos hijastros , un esposo, su nombre es Carlos, es 5 años mayor que yo, siempre está muy ocupado y aunque es muy atento , últimamente nos está faltando algo de buen sexo, es por eso que estamos experimentando nuevas cositas, ya que después de lo que me sucedió en el estadio, comencé a sentirme una mujer deseada, nueva, con ganas de sexo todos los días, pero sobre todo Puta, muy puta. Mido 1,65, peso 56 kg, mis pechos tienen 92 con unos retoques de cirugía, pero se ven muy lindos, bien levantados, mi cola y caderas miden 96 pero ha pasado por mucho Jimmy junto a mis piernas dan una armónica visión de mi cuerpo que con mi abdomen plano, todavía atraigo las miradas de muchos tipos grandes y no tan grandes. Había pasado unos meses desde que mi hijo Joaquín y yo habíamos tenido esa mañana de locura, todo en casa estaba muy calmo, mi marido nunca había sospechado nada éramos una familia normal, hasta que esa noche mi hijo llego a casa con dos amigos y tuve la sospecha que andaba necesitando dinero y que iba a ser yo con mi cuerpo quien le haría ganar ese dinero, cenamos todos juntos y la verdad es que los chicos eran muy agradables, muy caballeros. . . . Esa noche me costaba conciliar el sueño, ya que estaba muy excitada suponía que era lo que iba a suceder al próximo día, mi marido dormía como un bebe, yo escuchaba levemente las risas de los muchachos que venían desde la habitación de mi hijo, en un momento ya casi entrada las dos de la madrugada decidí levantarme para tomar un vaso de agua, llevaba puesto un camisolín largo y debajo de él tan solo una tanga, que decidí pasar por el baño a cambiármela ya que me sentía muy húmeda por la situación, la verdad me sentía una perra en celos, al cruzar cerca de su habitación Joaquín me vio y me pidió que entrase, yo le dije



—Hijo estoy medio desnuda



El salió, se me acerco y dijo



—Mamita quiero que duermas con nosotros esta noche



—Estás loco? No...



—Papa no se va a enterar, mañana no trabaja y sabes que duerme hasta muy tarde, además los chicos ya pagaron por tus servicios



—Esto es una locura...



—Pero te gusta, pude ver como los mirabas



—Joaquín, basta...



—Una fiestita a los tres, de la putita más linda. . . Dale-



La verdad es que cada vez estaba más húmeda y el corazón me latía a mil por el morbo de coger con mi hijo y sus amigos, estando mi marido en casa, me sentía toda una puta, Joaquín me beso y poso su mano en mi entre pierna, al sentir que ya mis jugos chorreaban dijo



—Dale el gusto, tu conchita lo desea-



—Nooo, no quiero y mucho menos los tres juntos--



—Bien, así me gusta, ya lo estás pensando-



—Bueno es que si me extorsionas con esto y no es muy lindo-



—Lo harías por placer?



—Si porque no?, sí que lo haría pero hoy no-



Y esas palabras fueron un grave error, porque Joaquín aprovecho para abrazarme, besarme y mientras lo hacía comenzó a quitarme el camisolín que llevaba puesto, rápidamente lo subí ya que me encontraba en la puerta de su habitación sema desnuda, entonces le dije



—Bien voy a entrar a tu dormitorio, pero tienes que apagar la luz porque no quiero ver a ninguno a los ojos-



—Ok, prepararemos todo y te llamo cuando estemos listos-



Yo estaba muy nerviosa, me fui a mi cuarto a recostarme al lado de mi esposo, que dormía como un bebe, pensaba si iba a hacer lo correcto, seguramente no, pero el placer de ser putita de los tres chicos me hacía temblar las piernas, en un momento se abrió la puerta de la habitación, era Joaquín que traía consigo una venda de seda color negro, cuando me levante de la cama él se acercó me detuvo antes de que pudiera dar un solo paso, acerco sus labios a mi oído y me dijo



—Date la vuelta putita-



Yo así lo hice, el paso la venda delante de mis ojos e hizo un nudo en la parte de atrás de mi cabeza, por lo que no podía ver nada, luego comenzó a quitarme el camisolín, le dije en voz baja



—Noooo, estás loco. . Tu papa puede vernos-



El tapo mi boca con su mano y siguió, yo temblaba de nervios, pero mi vagina se inundaba del placer de lo prohibido, el entonces me dio la vuelta ato mis manos por delante, para luego bajar la única vestimenta que yo tenía, que era mi colaless, dejo toda mi ropa a un costado y nos dirigimos a su habitación, al entrar en ella pude sentir las manos de los amigos de mi hijo acariciando mi cuerpo, me tiraron sobre los colchones y comenzamos la locura, mientras alguien metía su lengua en mi conchita otras manos se encargaban de mis tetas y un pene se introdujo en mi boca, luego alguien dijo atemos a la putita al respaldo de la cama, y así lo hicieron, entonces quede en cuatro patas de rodilla sobre los colchones, con mi culito expuesto al aire, comenzaron a derramar cerveza sobre la parte alta de mi culo y lo bebían al llegar a mi conchita, la verdad era que se sentía muy lindo, entonces comenzaron a decir quien entra primero a esa hermosa rajita, uno de ellos acerco la punta de la pequeña botella de cerveza a mi ano, un escalofrío recorrió mi cuerpo expuesto pedí que no lo hicieran pero poco a poco podía sentir como el frío vidrio se iba abriendo paso en mi esfínter y llenando mi culito de la helada bebida, la verdad era una experiencia que nunca había vivido, el saco de un solo tirón el envase casi vacío pues casi todo lo demás estaba ahora dentro mío, inmediatamente tapono mi ano con un dedo y me penetro por la conchita, yo explotaba de placer y ganas de expulsar todo lo que tenía dentro pero no podía, el empujaba como loco contra mi vagina mientras Joaquín y el otro chico lo alentaban a que descargue todo su semen dentro mío, el muchacho gemía como loco, en cada va y ben su glande tocaba lo más profundo de mis entrañas, la descarga llego al fin y con ella mi primer orgasmo, el quito su dedo de mi ano y comencé a chorrear cerveza, entonces sentí que alguien estaba llenando mi culito con un maravilloso pene que entraba deliciosamente, yo ya no podía retener mis gritos de placer alguien me chupaba los pezones, los mordía, jugaba con ellos, mientras el que ocupaba mi ano entraba y salía, me insultaba, me pegaba con su mano en las nalgas, a punto que me ardían, pero me encantaba, el caliente semen no tardo en mezclarse con la cerveza que estaba en mi interior y que me estaba emborrachando, ya que cualquier bebida alcohólica que se introduce por otras vías que no sea la boca emborracha más rápido, aunque en exceso es peligrosa. Seguramente mis gritos se podían oír en toda la casa pero muy poco me importaba, entonces decidieron soltarme de ahí, me subieron a la cama ataron mis pies al respaldo de la misma de manera que mi conchita quedo totalmente al aire, alguien me introdujo su pene y mientras me cogía me decía



—Que puta que sos mi amor-



Pude reconocer esa voz, era la de mi marido



—Soltame por favor- le dije



—Espera que acabe y todavía falta el turno de Boquino, que como yo ya no aguantaba las ganas de cogerte me cedió el paso-



—Pero vos lo sabias?- dije muy excitada



—Claro que lo sabía y con los chicos planeamos esta fiestita de iniciación a la vida de putita de mi mujer-



—De verdad me lo decís?-



—Ahora cuando terminemos todos de cogerte te voy a dar dinero para que te compres ropita linda porque mañana viene mi jefe y tenes que cogértelo muy bien-



—No entiendo-



—Desde ahora estoy casado con una puta y la voy a usar para mi beneficio. Lo entendes?-



—Si, si lo entiendo-



Ahora era oficial me había convertido en la puta que mi marido y mi hijastro que me usarían para sus negocios, pero la verdad era que me fascinaba la idea.



Esa noche me cogieron todos y toda la noche porque cuando uno acababa e inundaba mi cuerpo de leche caliente , los otros se iban recuperando y volvían a metérmela uno a uno lo hicieron hasta pasadas las 5 de la mañana, hora en que Joaquín decidió que debía llevarme a la ducha y así lo hicieron, me metieron en la bañadera y allí estuve un buen rato tomando un baño caliente hasta recuperarme, mi ano me ardía por todas las veces que había sido penetrado, al salir ya todos dormían el único despierto era mi marido y al llegar a mi cuarto me dijo que no me vistiera que me acostara para abajo y levantara el culito para ponerme una crema refrescante, así lo hice, el con sus dedos fue poniéndome suavemente el ungüento y mientras lo hacía me decía



—debo cuidarte mucho porque hoy viene mi jefe, tenemos que cerrar mi ascenso en el trabajo y vos me vas a ayudar-



—pero amor que quieres que haga?-



—quiero que él te vea bien putita y sepa que si me da el puesto puede cogerte cuando quiera-



—No estarás hablando en serio, verdad?-



—Angelita, mi amor, te tengo una vida nueva, desde ahora vas a ser la putita mía y cuando yo no este serás la putita de mis hijos, estamos de acuerdo?-



Y mientras decía esto hundía uno de sus dedos en mi ano, que con la crema se sentía muy lindo, refrescante, pero me quede callada, me gustaba la situación de ser deseada y cogida pero ser la puta de los muchachos no me cerraba mucho la idea, entonces en mi silencio el introdujo más su dedo y repitió



—Estamos de acuerdo? Angy-



—Siiii amor lo que me pidas—y dicho esto me quede tendida en la cama, dormida, desnuda y con su dedo en mi culito, esa era una sensación de entrega total, mi marido me tenía en sus manos era su puta y lo peor era que me encantaba. Me desperté como a las dos de la tarde, los amigos de Joaquín ya se habían retirado, me encontraba totalmente desnuda y en eso apareció Carlos en la habitación con todo el almuerzo en una bandeja, acompañada con un ramo de flores, la verdad es que la vida de puta de mi marido me comenzaba a gustar, esa tarde después de mimos y caricias Carlos me llevo a comprar ropa y los zapatos que deseara ya que a la noche debía verme radiante atractiva y portarme bien…



Al terminar las compras pasamos por un sex shop, entro solo y al salir me pidió que fuéramos a un bar a tomar unas copas para ir preparándonos para la noche, antes de salir del lugar me pidió que lo acompañara , entramos al baño de caballeros, yo sabía que algo tramaba, pero me deje llevar El entonces me pidió que me agachara, así lo hice, la situación me excitaba, el corazón latía fuerte, la respiración se aceleraba, mi marido levanto mi pollera, corrió la tanga y cuando lo estaba haciendo entro un tipo que quedo anonadado al ver mi culito desnudo al aire libre, entonces Carlos le pidió al hombre que lo ayude a ponerme un plug anal, el tipo se me acerco y comenzó a pasar su lengua en mi ano, el hombre le pidió cogerme, pero él le dijo



—Te voy a dar mi teléfono para que otro día la puedas coger, pero ahora tengo que llevar a esta putita porque un importante señor de negocios la está esperando y la quiere bien dilatada-



—Ok pero que al menos me chupe la verga-



—Bien, me parece justo-



Entonces cuando terminaron de meterme el artefacto, con las ordenes de mi marido, le di unas mamadas al pene de ese desconocido, el hombre descargo rápidamente todo su semen en mi boca, Carlos me pidió que lo tragara porque no teníamos más tiempo, así lo hice y la verdad es que aunque nunca me había gustado hacer eso, en ese momento quizás por la calentura que llevaba me encanto. Al salir del lugar me sentía toda una verdadera puta, nos fuimos a casa pues debíamos prepararnos ya que en dos horas llegaría el jefe de Carlos, en el camino no hablamos ni una sola palabra, el solo se limitó a besarme y luego de decirme que mis besos tenían gusto a semen, dijo que le encantaba tenerme de putita para él y sus hijos.



Al llegar a casa me dirigí a bañarme, mientras Carlos preparaba la mesa de sushi que habíamos encargado a un delibery, cuando salí de ducharme me dirigí a mi cuarto y cuando estaba probándome la ropa adecuada para verme atractiva esa noche, se abrió la puerta de mi habitación y entro Alex el otro hijo de mi marido, yo estaba semi desnuda entonces le dije



—Sería bueno si golpeas la puerta para entrar en mi habitación-



—Ok perdón mamita, linda, pero mi hermanito Joaquín ya me contó de tus aventuras y me encantaría que esta noche después que se vaya el jefe de papa, vengas a dormir conmigo-



Yo no lo podía creer desde ahora se iban a turnar mi cuerpo como un objeto, pero la verdad era que el chico estaba muy lindo y le tenía ganas desde hacía mucho tiempo, Alex llevo su mano a mi entre pierna y me toco suavemente, hasta que metió un dedo en mi mojada conchita, luego me beso y dijo -



—Esta noche duermo acá mismo con vos y te quiero desnudita para mí, ahora me voy a la casa de un amigo, espero encontrarte, no me falles-



Al salir el chico de la habitación, Carlos vino a buscarme pues ya había llegado Ricardo el jefe de mi marido, me puse una pollerita bien cortita de jean, una camisa blanca transparente, no llevaba corpiño debajo y unos tapones en color rojo, que levantaban aún más mi culito, me veía como una autentica putita y mi marido me entregaba, pues al saludar al tipo, que no estaba nada mal, Carlos le dijo



—Ricky te presento a mi esposa, ella puede ayudarte en lo que desees pues es muy buena, la mejor de todas las mujeres que conozco, es muy atenta y se entrega al amor como ninguna-



—Que Linda!!! Nunca imagine que tenías una esposa tan bella -



—Gracias —dije



—No es un cumplido, sino que hablo por lo que veo, la verdad es que te envidio Carlos -



Yo que todavía llevaba puesto el plug anal me sentía muy mojada por tantos halagos, al sentarnos a la mesa la charla que era entre ellos muy técnica sobre su trabajo, fue tomando un giro más sexual y con los albores del alcohol del vino, nos comenzamos a reír mucho de cada cosa que decíamos, Ricky llevaba unos meses separador ,que no salía porque no tenía con quien hacerlo , y nos contaba que desde entonces no había tenido relaciones ,ni había estado con una mujer, Carlos le dijo entonces que cuando lo deseara podía pasar a buscarme y salir conmigo, el jefe se me acerco tomo con su mano mi mentón y me pregunto



—Saldrías conmigo?-



—Si, cuando Ud. Lo desee-



Dije yo con mi mejor cara de putita, el mirando a mi marido le dijo



—Y que más dejarías que haga Angy, conmigo?-



—Ricky…. los limites los pones vos-



—No digas eso Carlos, porque puedo hacerte cornudo jajaja…



—Sería un honor que mi linda esposa ponga los cuernos con vos jajaja…



—De verdad me dejarías que me la coja



Dicho esto por parte de Carlos, el jefe poso su otra mano en mi pierna, acerco mi boca a la suya y adelante de mi marido comenzó a besarme, mientras subía su mano en dirección a mi conchita, una vez que llego a tocar mi vagina, yo cerraba los ojos y me dejaba llevar, él fue desprendiendo mi camisa lentamente, me tomo en sus brazos y me llevo hasta el sillón, en donde empezó a chupar mis tetitas, yo no aguantaba más, el llevo su mano a mi culito y al notar el artefacto metido en él, le dijo a mi marido



—Carlitos el ascenso es tuyo, y tu mujer va a ser mía cuando yo lo desee, pues veo que la tenías preparada para mí y a eso te lo agradezco-



—Ricky mi mujer y yo deseamos que ella sea tu putita-



—Muy bien, me gusta pero sabes que quizás la haga trabajar para mí, no?



—Lo que Ud. desee, ella lo va a complacer en lo que le pida-



—Bien, ahora ándate a dar unas vueltas que me la quiero coger tranquilo…



—Ok jefe-



—Vamos a usar tu cama espero que no te moleste-



—Nooo para nada-



—Ahhh y quédate tranquilo que ese culito lo voy a dejar bien abierto-



Mi esposo salió, de casa y nos fuimos a mi habitación, el tipo estaba bien dotado y me hacía gritar como loca, esa hermosa verga entraba y salía de mi vagina como desesperada, yo me entregaba y el me insultaba, me decía



—Voy a hacer de vos la mejor de las putas queres?-



—Siiiii, Riki lo que me pidas -



—Chupamela putita, desde ahora tu cuerpo va a ser mío y cuando te esté cogiendo me decís mi Amor, esta?-



—Siii, miii Amorr -



—Si haces todo lo que te pida nos vamos a llenar de dinero-



—Lo que vos quieras -



Yo volaba de calentura, el entraba y salía de mi vagina como un loco, en un momento saco plug anal de mi culito y metió su vergota sin dificultad hasta el fondo e inundo mi interior con sus descargas, yo quede tendida en la cama, él se vistió y salió de la habitación, luego volvió me dejo dinero sobre la almohada, me beso y se fue, al rato vino mi esposo y me dio las gracias por ayudarlo con su trabajo y me dijo



—Mi amor estuviste fantástica, pero esta noche no dormiré a tu lado, porque quiero darte un regalo ya que he visto como miraste siempre a Alex, quiero que seas de él y te entregues como si lo hicieras conmigo-



—Si vos lo pedís…



—Mi hijo te va a tratar muy bien, él te quiere mucho -



—Si… Pero me gustaría que duermas vos conmigo -



—No, no, eso ya se lo prometí a mi hijo, se buena putita -



—Ok -



Dicho esto entro Alex y la verdad es que me cogió como un divino salvaje, hasta que nos tumbamos en la cama exhaustos.


Datos del Relato
  • Categoría: Confesiones
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