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Categoría: Incestos

La primera vez con mi bella madre

Me llamo Marcos y actualmente soy un hombre casado de 41 Años.



Frecuentemente recuerdo la primera vez que tuviera sexo con mi madre y no puedo evitar que mi verga se ponga dura inmediatamente. Mi madre se llama Sofía y siempre ha sido una mujer espectacular, de un carácter fuerte, muy emprendedora, y muy de armas tomar.



Por siempre ha sido muy atractiva, muy bella, de cuerpo curveado, de amplias caderas, grandes senos, y unas enormes y redondas nalgadas que siempre me gustaron muchísimo. En casa nunca fuimos nada tímidos en cuanto a sexo se trataba, mi madre se paseaba por casa en panties y bra todo el tiempo, frecuentemente me llamaba a que le ayudará a subir el cierre de su vestido y no era raro que coqueteara conmigo preguntándome como se veía y se me gustaba como lucia. No me cabe duda de que a mi madre le encantaba salir conmigo a la calle y me tomaba del brazo y salíamos como si fuéramos pareja y es que mi madre me tuvo cuando sólo tenía 14 años de edad y a sus 32 años parecía de 25. Yo soy su hijo mayor y siempre he tenido una relación muy especial he íntima con mi mamá especialmente porqué mi padre se aumentaba frecuentemente para ir a trabajar temporalmente por 6 a 8 meses al año a USA.



Bueno pues en esta ocasión uno de mis testículos, huevos como les decimos en México, me creció a 10 veces el tamaño normal y me dolía tanto que el menor roce me hacía géminis de dolor. La causa en ese momento no la sabia, pero ahora sé que es lo que le llaman un caso muy severo de blues balls o acumulación severa de semen. Pues como me daba pena decir lo que me pasaba, fingí que me dolían las piernas y mi madre me lo creyó ya que en mi niñez sufrí de artritis infantil. Pero pasados dos días no mejoraba y ahora mi otro huevo comenzaba a crecer también, estaba aterrado y cuando mi madre quiso forzarme a ir al médico no tuve otra solución más que confesarle lo que me sucedía.



Al ver mis enormes huevos, mi madre inmediatamente me preguntó cuando era la última vez que tuviera sexo o que me había más turbado y mi respuesta fue que ni siquiera me recordaba. Me explico que lo que necesitaba era sacar toda esa leche acumulada de meses. ¿Por qué no llamas a tu novia o alguna amiguita para que te ayude, me pregunto? Le explique que en este momento no tenía novia y no se me ocurría a quien llamar para que me ayudara con mi problema. Mi madre sugirió llamar a Evelina, la puta de la colonia, pero no pudo localizarla. Fue a buscar a una amiga suya que creía que no le importaría ayudarme ya que es una mujer muy fogosa y siempre dispuesta a ayudar si se trata de comerse a un jovencito como yo, ya en varias ocasiones, así como jugando le había comentado a mi madre frente a mí que le encantaría darme una buena cogida. Pero Sonia la vecina y amiga de mamá había salido de viaje.



Mi madre ya sin otra solución me dijo que no se le ocurría nada más que no fuese ayudarme ella misma. Hubo una larga pausa, mi rostro se puso rojo y caliente y mi verga dura y mi corazón latiendo a mil. Tímidamente le dije que estaba bien y que todo fuese por mejorar mi estado y volver mis huevos a su estado normal. Mi madre se acercó a mí y me pidió que me desnudara totalmente y me pusiera lo más cómodo posible, me pregunto si quería ver o solo recostarse y dejarla a ella hacer el trabajo, inmediatamente conteste que quería ver.



Apartó mis piernas a lo máximo para evitar el roce y la fricción que causaba mucho dolor en mis huevos. Tomo mi verga muy delicadamente y trato de masturbarme cuidadosamente sin dar estocadas completas o movimientos que causarán mi dolor, pero aun así era una experiencia muy dolorosa y al ver mi cara de dolor mi madre me propuso que mejor trataría con su boca.



Mi madre puso mi verga en su tibia y mojada boca y la sensación fue increíble, era un mejor plan, prácticamente no movimiento era necesario, con su lengua acariciaba mi verga, envolvía mi dura verga con sus labios, se la metía completita en su calidad boca y me hacía géminis de placer. Me encantaba como mi mamita bella se veía disfrutando de mi verga en su boca y se notaba que la estaba disfrutando porque se le comía entera, la sacaba y se la pasaba por toda su cara, la besaba, la mordisqueaba, la chupaba, la mamaba y al igual que yo se jadeaba de placer y podía notar que una de sus manos estaba dentro de sus panties y que se frotaba su vagina frenéticamente. 



En sólo minutos estaba a punto de explotar y mi madre me pedía que le llenará su boca con mi leche, dame tu leche mi nene lindo me decía una y otra vez, dame tu leche mi nene lindo. Y por fin explote en su boca y sentí como inundaba la boca de mi madre con mi semen, se tragó un par de bocanadas llenas de mi leche y la tercera la guardo en su boca y me mostró su boca repleta de mi leche, se la trago y me dice; ve toda la que te saque mi nene bello, ve cuanta leche tienes ahí guardada, nunca nadie me dio tanta leche de una sola vez como tú lo has hecho mi amor, te amo, me has dado un gran regalo, me beso apasionadamente en la boca metiendo toda su lengua en mi boca dándome a probar un poquito de mi misma leche que con el sabor de su boca, su saliva y sus labios sabia increíble. Me susurro al oído, tenemos que sacar el resto, no hemos terminado, tomate un descansito y seguimos. Yo le respondí, Mami, no necesito descanso, por favor continúa que estoy listo para que me sigas sacando la leche. Muy sorprendida y con gran seña de satisfacción me dijo, eres todo un macho mi vida, me voy a poner cómoda y continuamos.



Mi madre se quitó su blusa y su brasier dejando al descubierto sus enormes senos y sus negros persones de gran tamaño y obviamente hinchados de la excitación que sentía. Acto seguido se quitó su corta falda y sus pequeñas panties sin dejar de mostrarme lo mojadas que las tenía. Mira mi bebe amado, mira como tienes a mami me dijo mostrándome sus panties totalmente mojadas y su entrepierna mojada casi hasta sus rodillas, se metió un par de dedos en su vagina y me los paso por mis labios. El sabor de los jugos vaginales y el olor magro y delicioso me hicieron que mi verga se pusiera aún más dura y mi dolor de huevos aumentara. Mami me dijo que aún no era la hora de que pudiese montarme y darme una buena cogida y me volvió a dar otra buena mamaba mientras jugaba con un par de dedos en su vagina y de vez en vez me daba una probada de sus jugos con sus dedos y yo le dejaba saber cuándo me gustaba lamiendo sus dedos completamente. Una vez más inunde su boca con mi leche y se tragó nuevamente varias bocanadas de mi caliente leche.



Repetimos el mismo proceso una vez más, pero hambre nos morimos de las ganas de coger ricamente y no limitarnos al sexo oral solamente. Después de sacarme la leche por tres veces consecutivas con su boca, mi madre me dijo que era hora de probar si podíamos coger sin que causarán mucho dolor en mis huevos. Me dijo que hija a ser muy cuidadosa y se trepó en mi sin dejar que su peso descansará en mí del todo. La sensación fue increíble, nunca me había sentido remotamente de esa manera, no sólo tenía un mujerson de esa calidad insertada en verga, además era mi madre, la mujer que me dio la vida y se sentía divino. Esos enormes pechos ahí frente a mí y a mi alcance, los tocaba, los masajeaba, los chapaba, los mordía, y mi madre estaba como poseída, gemía, gritaba, lloriqueaba, y me decía las cosas más sucias que una madre le puede decir a un hijo. Que rico comes mi amor, así mi nene amado, cogete a tu mamita, hazme tu putita esta noche mi amor, soy toda tuya, cógeme rico mi bebe hermoso, siempre he soñado con este momento hijo mío, siempre te he querido tener dentro de mi otra vez, cógeme, cógeme, cógeme....



Mi verga de deslizaba dentro del como de mi mamita una y otra vez y yo me sentía en el cielo, su vagina era tan caliente que mi verga se sentía en fuego y sus jugos vaginales tan abundantes que mis huevos estaban totalmente cubiertos en esa sustancia caliente y viscosa que salía del como de mi mamita y corría hasta la raja de mi culo.



Después de aproximadamente 15 min los dos explotamos en un órgano increíble, yo aún tenía muchísima leche guardada y mi madre también producía muchos jugos vaginales como recientemente me había dado cuenta.



Los dos terminamos exhaustos, mojados en sudor y mojados en mi leche y la leche de mi bella madre. Me pidió tiempo para irse a limpiar al baño, pero yo le pedí que no se fuera, estaba tan enamorado de mi madre en ese momento que no quería que se separará de mi ni por un segundo, le dije que no se fuera que yo limpiarla con mi boca, me dijo; mi amor bello, estoy inundada, yo produzco mucha leche y tu mama has puesto una enorme cantidad, ya se me salieron chorros y moje las sábanas y aun me siento to dita llena de leche. No importa mamá, a mí siempre me ha gustado mucho la leche vaginal le conteste. Sin duda que eres mi hijo, igual a mí, me encanta la leche, de hombre y de mujer también. Anda sácame toda la leche de mi como pero tienes que compartir conmigo, acto seguido metí mi boca en el cómo de mi madre y me dispuse a sacar toda nuestra leche y ella no exageraba, sin esfuerzo llene mi boca inmediatamente y le pase la mitad a mi madre en un caliente y pasional beso y me volví a su  como a seguir sacando más de nuestra leche, llene mi boca una vez más y para la tercera vez mi madre se puso de rodillas y yo boca arriba en su vagina para parar el resto de la leche en mi boca, tres veces mi boca se llenó de leche. La leche más sabrosa que jamás probé hasta ese momento.



El resto de la noche cochamos (un término que hacía años no usaba) varias veces más hasta quedar dormidos en sábanas mojadas y un fuerte olor a sexo. Volver mis huevos a la normalidad tomo varios días y mi mami bella se encargó de sacarme toda esa leche acumulada y de que no volviera a suceder. Desde entonces mi madre y yo fuimos amantes constantes y solo parábamos o éramos discretos cuando papa regresaba de USA y estaba en casa por varios meses, pero cuando ya no aguantábamos las ganas nos veíamos a escondidas.



Cabe mencionar que tengo 4 hermanas y al menos en un par de ocasiones mis hermanas nos encontraron en pleno acto y ellas sabían que Mamá y yo dormíamos en la misma cama cuando papa no estaba, pero nada grave con eso pues he tenido sexo con mis 4 hermanas también y en un tiempo estuve teniendo sexo con mi madre y con mi hermana mayor por separado y juntas también. No sé si soy un pervertido o si me tocó vivir con unas verdaderas putitas como mama y hermanas. Ya contare mis historias de sexos con mis hermanas y más historias de sexos con mi mama.


Datos del Relato
  • Categoría: Incestos
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