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La fiesta (sexo con la hermana de mi amigo)

Hace un tiempo, leí en un relato el cual hablo de unas pastillas, las cuales las usaban en pacientes, para que se volvieran un tanto sumisos, así que decidí comprobar si las pastillas lograban eso, con un amigo que es surtidor de medicamentos, logre convencerlo de que me consiguiera unas pastillas, él no las encontró, pero me trajo unas semejantes, los efectos de estas eran...1) volver al paciente más obediente por así decirlo. 2) digamos que le costaba trabajo mentir a la persona que las ingería. 3) un efecto secundario era el de tener muy susceptibles las partes, como pechos, vagina, y espalda baja e incluso cuello, así que con el menor estimulo, podría provocar fácilmente una serie de emociones sexuales



Las pastillas las ocupe en una tía, y los resultados fueron prometedores, incluso les conté una anécdota, pero para no irme largo, iré al relato de hoy.

Me anime a preparar una fiesta en conjunto de amigos, uno de ellos puso la casa donde realizar el evento, invitamos algunos amigos y amigas, y algunas colegiales de la prepa, sus padres divorciados y el con una casa a su disposición, hermano menor, y viviendo con su hermana y madre, les contare in poco de ellas, la madre, de tez morena, unos 40 años, pelo largo negro, y un cuerpo tonificado, muy bueno para la edad, por otro lado, la hermana, tez morena clara, cabello corto, castaño, unos pechos no tan voluptuosos, pero lo compensaba en trasero, al llegar el día de la fiesta, lleve una agua preparada en un garrafón, contenía una dosis de las pastillas, el agua la iba a repartir en algunas chicas y en cuanto hiciera efecto, serian como nuestras esclavas.



Pasaron las horas y entre alcohol, música y el buen ambiente, cayo la madrugada, el agua la había repartido, pero sin darme cuenta un poco fue dirigida a la hermana de mi amigo, la cual celebraba, cuando la mayoría de las personas se iban, mi amigo se llevó a una chica a su recamara y se dispuso a pasarla bien, por mi parte ayude al resto de jóvenes a organizarse en cuartos de la casa para dormir, en el cuarto donde me quedaría coloque un par de chicas sumamente hermosas en todo su esplendor, me disponía a pasarla muy a gusto, cuando entre en la recamara, las dos chicas ya hacían en ropa interior y muy dormidas, me desnude y entre en la cama dispuesto a cogerme a las dos, cuando sonó la puerta, tome mi pantalón y me lo sobre puse, y abrí la puerta, me sorprendí cuando vi a la hermana de mi amigo en un vestido negro bastante corto y medio mareada y confusa por el efecto de las pastillas y el alcohol.



Cuestione lo que hacía ahí: 



—ando buscando a una amiga y no la encuentro, ¿no la habrás visto?



—sinceramente no puse atención a con quien estabas, ¡lo siento!



—vale gracias.



—¡espera!! ¿Acaso no piensas dormir?



—si si, como digas.



Note como las benditas pastillas habían hecho su milagroso efecto, la tome del brazo y la lleve a la habitación, la senté en el sofá y me senté a un lado, y comenzó la plática:



—te puedo preguntar algo



—¡seguro!



—te parezco atractivo. 



—¡si bastante!



—me agrada oír eso, que te parece si jugamos un poco 



—claro como gustes



La tome por el cuello y bese su boca, ella se dejó llevar y continuamos hasta que quedamos desnudos en el sofá, baje hasta su coño y pude oler ese aroma tan afrodisiaco, pase mi lengua, jugando con su clítoris, mientras ella daba pequeños gemidos de placer, comencé a lamer más rápido y abriéndome paso con dos dedos metía mi lengua más adentro de su coño, y conseguí hacerla pasar un orgasmo increíble, me coloque de rodillas al sofá, Levante las piernas de aquella dulce hembra y las coloque en mis hombros, coloque la punta de mi pene el cual estaba duro cual piedra y a punto de reventar, y poco a poco lo fui introduciendo a ese apretadito coño húmedo, mientras le susurre al oído:



—en cuanto comience a penetrante quiero que no te contengas y gimas como nunca.



—si si, hazme tuya.



De un solo tirón metí mi pene, mientras un grito de dolor u placer taladro mis tímpanos, haciendo que mis embestidas se volvieran más violentas cada vez, hasta que al cabo de un buen rato sentí que iba a reventar, saque mi pene, di la vuelta a la hermosa chica, y la puse en cuatro, lubrique con sus fluidos la entrada de su estrecho ano, y fui insertando mi mástil hasta el fondo y una vez adentro, comencé a clavar como loco aquel hoyo inexplorado, mientras oía gritos de dolor, daría unas 10 embestidas cuando constantes chorros de semen llenaban el culo perfecto de la hermana de aquel amigo, me recosté en el suelo y ella se dejó caer sobre mí, note que en su rostro corría el maquillaje revuelto con lágrimas y sudor de aquel encuentro sensacional.



−−−−−−−−−−



 



Este relato consta de tres partes, espero les guste y sea de su total aprecio.


Datos del Relato
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