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Categoría: Fantasías

LA COCINERA CALIENTE

"Solo quiero hacer mi fantasía realidad, vestirme de cocinera y estar lista para atender a mi hombre cuando llegue a casa y satisfacerlo hasta hacerlo sentir pleno, como nunca antes. Por eso hoy, cuando vuelva a casa, estaré esperándolo con una sorpresa. "

 

 

Puedo imaginarme vestida de cocinera, preparando algo rico para mi hombre que está por llegar. Como atuendo para esta ocasión llevaré puesto el mandil de cocina, sólo eso y unas zapatillas que sé que le van a encantar. Se me pone chinita la piel de tan sólo imaginar verlo entrar a la casa con ansias de comerme a besos. Puedo imaginar su rostro  al verme con tan poca ropa, puedo imaginar también esos ojos lujuriosos que hacen que me emocione al verlos tan brillantes y llenos de deseo.

De pronto tocan la puerta, corro a abrirle y aparece ese hombre que tanto deseo, quiero poderle abrazar y besar hasta cansarme. Él me mira de tal forma que me desnuda  completita. Me toma de la mano y me hace dar una vuelta para poder observar el atuendo que me he puesto para él. Veo su rostro y en él se dibuja esa sonrisa tan coqueta que hace que lo desee cada vez más. Pasamos a la sala y él me besa de manera incansable hasta casi quitarme la respiración, yo le correspondo de la misma forma, con la ansiedad de llegar a algo más; de pronto comienza a acariciarme, sus manos empiezan a recorrer todo mi cuerpo haciendo que la excitación suba de nivel, siento su cuerpo pegado al mío,  siento su verga abultada haciendo presión contra mi pubis, él cada vez más excitado y yo cada vez más ansiosa de quererle chupar y jugar con su rica verga; empiezo a desvestirlo suave y pausadamente; le desabrocho el pantalón y lo bajo hasta las rodillas; después comienzo a bajarle el bóxer al mismo tiempo  que tomo con una mano su verga y comienzo a acariciarla, después la introduzco en mi boca y empiezo a chuparla desesperadamente hasta lograr engrosarla y alargarla aún más, una vez estando en su tamaño ideal, le acaricio y juego con ella recorriendo mi lengua de arriba abajo y chupándola todo el tiempo, él la empuja en mi boca hasta lo más profundo de mi garganta sintiendo la excitación deseada. Después el recorre con su lengua mi cuerpo de arriba abajo despertando en mí los más recónditos deseos. Sus dedos comienzan a juguetear en mi vagina introduciendo uno con profundidad para después meterlo y sacarlo cada vez más rápido haciéndome gemir por el placer provocado, logrando que empiece a derramar mis líquidos hasta empapar sus manos. Hace a un lado la parte superior del mandil y comienza a chupar delicadamente mis senos, muerde suavemente los pezones y juega con ellos,  yo los introduzco alternadamente en su boca, lo que provoca que me caliente cada vez más. Mi lívido comienza a aumentar cuando levanta el mandil que traigo puesto y comienza a chupar y morder suavemente mi clítoris y mis labios vaginales; introduce su lengua en mi vagina y me hace disfrutar deliciosamente cada movimiento, yo en todo momento le digo que no pare, que me encanta lo que hace su lengua y él obedientemente continua hasta dejar hinchada y enrojecida mi vagina. Después se levanta y comienza a lamerme todo el cuerpo hasta llegar a mi boca y  besarme de tal forma que intercambiamos nuestros líquidos más íntimos. Nos mantenemos abrazados y empapados con nuestro sudor. Puedo ver en sus ojos ese brillo tan especial que provoca el éxtasis, lo veo disfrutar esos momentos que se tornan maravillosos. Me hace gemir todo el tiempo y yo trato de contener los gritos que pudieran traspasar las paredes.

Me carga para después introducir su verga en mi vagina lentamente, manteniendo el deseo y la excitación; entra y sale de ella ocasionando que mis espasmos vaginales sean cada vez más grandes. Después deja que su verga entre de manera profunda en mí, lo que ocasiona que los orgasmos empiecen a darse uno tras otro; yo comienzo a gemir y mi deseo es que no pare. En todo momento le digo  que me encanta tener su hermosa y rica verga dentro de mí, que siempre es una delicia comérmela toda.

Me recuesta sobre la cama para hacer la posición 69, introduce su verga en mi boca y yo acomodo mi vagina en la suya, ya en esa posición me carga para seguir disfrutando, dando y recibiendo placer al mismo tiempo, experimentando el 69 parados, yo mamándole la verga tan rica que tiene y el disfrutando de mis jugos vaginales, chupando mi clítoris y labios vaginales, introduciendo su lengua en mi vagina. Así permanecemos un rato, disfrutándonos el uno al otro. Después me recuesta en la cama y me pone en cuatro, acaricia mi ano y lo prepara para después meterme su verga lentamente, una vez estando dentro, comienza a moverse; esos movimientos empiezan a generar nuevamente excitación en ambos; empezamos a gemir cada vez más y cada vez más fuerte, hasta llegar al orgasmo juntos.

Datos del Relato
  • Categoría: Fantasías
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