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Categoría: Maduras

La belleza de la mujer madura

Realmente esto sucedió hace ya algún tiempo y aun no puedo dejar de pensar en ella, yo tenia 22 años y ella 43. nunca había escrito un relato pero estuve leyendo por curiosidad uno de alguien que firmaba maracucha ardiente o algo así esto me motivo. Los nombres de personas y ciudades fueron cambiados por respeto a esa belleza de mujer que me regalo esta historia que voy a compartir con ustedes.



Sonia era la esposa del dueño de un supermercado en la cuadra donde yo trabajaba, todas las tardes a la hora de salida pasaba por allí y la saludaba por cortesía y alguna vez hable con ella por mas de 5 minutos, al tener 6 meses trabajando me compre un carro usado, y ya no frecuentaba tanto el supermercado hasta un sábado que me toco trabajar y al terminar decidimos hacer una parrilla y me toco comprar lo necesario en el supermercado de Sonia. Al entrar vi que estaba su esposo y el hijo mayor de este, que tendría aproximadamente mi edad y estaba Sonia en la caja quien se puso extrañamente nerviosa al verme entrar, realice mi compra y busque todo lo necesario en los estantes y extrañamente sentía un olor intenso que me perseguía por los pasillos de aquel supermercado, confundido entre los olores de comida y todo lo que pueda haber en un sitio como este. Al llegar a la caja por primera vez en casi un año de conocerla pude ver las facciones de aquella mujer morena y de cabellos claros que nunca me había dignado a detallar, tenia ojos claros y una piel morena muy clara un cabello crespo y unos labios poblados y muy definidos. Al cancelar toque su mano y pude sentir un calor muy suave que provenía de su piel, salí de allí y me fui a mi trabajo donde comenzaron a preparar la parilla y a tomar cerveza yo no estaba tomando pues estaba entrenando y quería mantenerle trabajo que estaba realizando.



A eso de las 6:30 PM las cervezas se estaban agotando y estaban preparándose para comprar mas y yo me ofrecí para buscarlas ya que no dejaba de pensar en el olor que había sentido en aquel supermercado, al llegar al sitio vi hacia la caja y note que ella no estaba allí sino que se encontraba el hijo mayor del esposo de Sonia y me entro un desanimo muy grande y me dirigí hacia la cava donde guardan la cerveza un poco molesto, una vez en la cava sentí nuevamente el olor y me faltaron las fuerzas al estar por primera vez parado frente a aquella mujer, era solo un poco mas baja que yo casi de mi tamaño era tan perfecta que de solo haber dado un paso hacia delante le hubiese besado, todo era perfecto y le dije:



hola ya te estaba extrañando de no verte en la caja, ya me iva a quejar con el gerente – y me sonreí con ella.



Bueno el gerente es mi esposo y no me va a votar – contesto ella sonriendo con una picardía que me quemo por dentro.



Seguía sintiendo aquel olor en la cava pero también sentía la mirada del hijastro de Sonia que nos observaba desde la caja registradora. Ella se fue hacia el deposito y yo pague mis cajas de cerveza y me fui, con las hormonas en ebullición y con un gran nudo en la garganta.



Esa noche como teníamos una habitación en la oficina me quede durmiendo allí no se que estaba pensando pero no podía quitar mis ojos del mercado a las 8:30 PM vi al Esposo y al hijastro de Sonia que salían en una camioneta pick – up. Y sinceramente sentí que mi Pene mi estomago y mi corazón se revolvían en uno solo y me quede como nock out por unos dos minutos. No sabia que hacer así que solamente camine hacia la puerta del supermercado y ella estaba dirigiéndose a cerrar con un niño de 12 años que trabajaba con ellos le dije si quieres te ayudo y ella le dijo al niño esta bien vete que el me ayuda, no le dije nada con esas palabras logro la erección mas fuerte que yo recuerde era tan intensa y fue tan rápido que el pene me dolía, apenas baje la Santamaría del negocio me quede adentro y la tome en mis brazos y la bese, introduje mi lengua tan profundo en aquella boca que había deseado tanto en un solo día, que de repente nos quedamos sin aliento y nos revolcamos contra aquellas paredes en un desenfreno total. Era sexo, pasión una lujuria que no necesitaba palabras no hacia falta decir te deseo era todo química todo piel, era un grito desesperado que estaba aflorando poco a poco en nuestras gargantas. Ella me dijo;



ahora no ellos ya van a regresar mejor mañana.



Yo conteste – No aguanto tu me estas matando, necesito verte hoy. Mañana te va a dar miedo o no vas a tener tiempo.



Sonia – imposible como salgo tu eres loco que le digo si son casi las 9 de la noche será para que El me mate.



Yo le dije no mi amor vamos a hacer algo espera a que se duerman y sale por la puertita de atrás yo te espero y vamos a donde tu quieras que nadie te vea.



Ella estaba bastante nerviosa ya que el esposo estaba por regresar pero tenia una excitación que se podía sentir en el ambiente y aquel olor que penetraba mi cerebro provocándome una erección que ella no pudo evitar sentir y mordiéndose los labios agarro mi pene y gimió haciendo un gesto que me hacia soñar en lo que vendría y me dijo:



no mejor esperame frente a tu trabajo y allí hablamos. Pero ahora vete.



OK pero no me faltes, te voy a estar esperando.



Entre excitado y asustado me fui a la oficina me bañe y prepare todo apague las luces y espere, las horas se hicieron largas y se hicieron las 11:00 PM el teléfono sonaba y yo estaba tan impaciente que lo arranque y lo lance debajo del mueble, a las 11:23 PM vi una sombra que venia caminando por la acera hacia la puerta de la oficina, sentí una erección tan fuerte que me dolieron las bolas y creí que iba a acabar de la presión que sentía. Ella llego estaba muy nerviosa y me dijo:



Yo nunca había hecho esto, de verdad jamás había besado a otro hombre que no fuera mi marido.



Y me contó que su esposo se caso con ella cuando tenia 17 años, tenían 26 años de casados pero ella no podía tener hijos y el tenia otras mujeres, ella trabajaba allí de lunes a lunes no tenia sueldo y tampoco tenia nada a nombre de ella y comenzó a llorar y hablo por espacio de hora y media contándome su problema mientras yo la acariciaba recostada contra mi pecho, de repente se rió y me dijo:



te digo algo yo pensé al salir, hoy voy a hacer el amor toda la noche y me saliste Psicólogo



Yo le dije, Bueno no se si sentirme halagado o que pero para las dos vainas te puedo servir encantado de la vida.



Ella me dijo, que te gustaría hacer.



Le dije sígueme:



Estábamos en un estacionamiento había luna llena y ni una sola nube, nos rodeaba un área completamente sola había una pequeña fuente que era lo único que se escuchaba y el sonar de la brisa, ella cargaba una camisón blanco un pantalón blue Jean y zapatillas blancas de goma. Por primera vez toque su cuerpo.



Era firme, fuerte, grande, calido y suave tenia un cuello largo y delgado sensible al tacto de mis manos y con la tersura justa para ser mordido por el mas erótico de los vampiros, y yo lo mordí, lo acaricie, lo lamí, lo disfrute, tenia hombros anchos y marcados sus huesos le daban una sensualidad digna de ser mostrada, tenia unos senos grandes 36B firmes y duros algo caídos por el tamaño pero realmente unos senos bellos, no cargaba sostén. Su vientre era firme y plano tenia un ombligo pequeño caderas anchas y con algo de celulitis por el tiempo sentada sus nalgas eran grandes y duras y sus piernas eran largas y gruesas hasta el tobillo bien formadas.



Ella estaba de pie frente a mi con el cabellos suelto y comencé a besarla y a hundir mi lengua en su boca, mordía sus labios suavemente al mismo tiempo que acariciaba sus senos, su cadera, sus piernas, apretando sus nalgas fuertemente haciendo chocar su vientre contra mi contra mi huevo que ya no aguantaba mas, ella lo apretaba y se restregaba contra el con necesidad, y le hablaba como si el fuera otra persona y le decía:



Ya va papito ya te voy a calmar ya te voy a quitar toda esa presión, te voy a mamar te voy a tragar te voy a tener, coño carajito te voy a coger como nunca antes en tu vida.



Yo solo me dedicaba a lamerla y a quitarle la ropa acariciar su piel y sentir aquel olor a hembra que le inundaba la piel, era calido aunque el frió de la noche nos hacia erizar la piel, quite su pantalón y me lleve la grata sorpresa que no tenia pantaletas, y me arrodille ante su pelvis para conseguirme con otra sorpresa – estaba totalmente depilada- me levante susurre algo a su oído y comencé a masturbar su clítoris con la punta de mi huevo mientras le hablaba – esto la hizo gritar de placer. Luego tape sus ojos con mi camisa y me agache para mamarle aquella cuca riquísima, sabia a gloria ligada con jugos de hembra. Estaba calida y suave estaba húmeda y olía a sexo. De repente se desplomo en un orgasmo que ella misma no podía explicar balbuceaba palabras y gritaba, gemía y respiraba intensamente hasta que me dijo :



Dame mi guevo...



Yo le dije es todo tuyo.



Me recosté en la escalera quedando totalmente expuesto. Ella lo tomo entre sus manos y sus ojos no cabían en si de gozo al ver que no alcanzaba a cubrirlo con las dos manos, entonces comenzó a lamerlo con una lujuria y una golosinad que me arrancaban unos gritos ahogados para que no nos encontraran allí. Me masturbo me lamió se lo trago lo mordió al tiempo que yo jugaba suavemente con su clítoris, luego la tome por la cintura y la puse de espalda para volver a lamer aquella cuca de ensueños y probar aquel culo que me estaba haciendo alucinar el hecho de penetrarlo y hacerla gemir de placer. De repente en un ahogo de la voz me dijo :



Cogeme por favor.



Yo le dije quiero que me acabes en la boca... y seguí mamandole aquel clítoris que derramaba jugos por sus muslos vagina y nalgas empapándome de aquel olor que estaba apunto de hacerme acabar.



De repente y en un momento de aquella lujuria la voltee. Abrí sus piernas y comencé a penetrarla de pie contra aquella escalera, bajo la luna y las estrellas en aquel estacionamiento comenzamos a jinetearnos y a gritar teniendo un orgasmo que habíamos trabajado durante todo el día sin tocarnos y tuvimos aquel sexo aquel polvo que tanto habíamos esperado acabando los dos al mismo tiempo y por un buen rato teniendo un orgasmo que nos dejo a los dos agotados pero calientes hirviendo el uno por el otro y con ganas de seguir haciéndolo una y otra vez. Luego quedamos jugueteando el uno con el cuerpo del otro sintiendo todavía la sensación de aquel orgasmo en el cuerpo y de repente sin mediar palabras estábamos otra vez tirando frenéticamente tirados en la acera completamente desnudos y sin querer ni poder explicar como disfrutábamos tanto aquel polvazo de antología...



 



Que se repetiría muchas veces mas pero como todo eso es parte de otra historia... a las 4:30 AM se fue escondida a su casa, yo la acompañe porque quería besarla antes de que entrara en la puerta de su cárcel.



 



Aunque nunca leas esto, aunque hallan pasado 7 años, aunque aun estés en aquella cárcel, aunque no te llamas Sonia. Aun te amo, a mi manera pero aun te amo. Y sigues siendo un Grato aroma en mi vida.


Datos del Relato
  • Categoría: Maduras
  • Media: 4
  • Votos: 1
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