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Jugar con fuego quema

-Tengo una preguntita para ti



-Dime



-Quiero probar lo que tengo contigo todos los juguetitos de exclavitud que tengo en mi casa



-MMM… suena interesante



-Lo probé con Daisuke y no te imaginas la safiscacción que sentí cuando se retorcía del dolor



-MM... Y ahora quieres probarlo conmigo, ¿verdad?



-Exactamente



-Suena muy excitante para mis oídos, ahora quiero que suene excitante para mi cuerpo



-Es muy sencillo, mis demonios internos quieren hacer locuras sobre tu cuerpo, y yo disfrutar de tí



-Me gustará



-No te arrepentirás ¿aceptas la oferta?



-Estaré encantado de satisfacer a tus demonios, hace tiempo que necesito emociones fuertes



-Las tendrás, necesito dar uso a mis más bajas pasiones.



Tras esa conversación, Takeru no volvió a contactar con Ken para nada, habia provocado lo que él quería, dejar volar la mente con lo que podría hacer con él, y sobre todo, crear ansiedad en Ken, ansiedad que hizo a Ken una noche querer ver con urgencia a Takeru



Fue de noche a su casa, extasiado de someterse a sus manos, llegó y toco el teléfonillo esperando a que el dueño de la casa abriera, al abrir este los dos se quedaron en silencio, despues Takeru habló, jugando un poco



-Oh, ¿puedo ofrecerte algo?



-Estoy aquí para que juguemos a lo que acordamos hace unas semanas -.Le sonrió seducturamente, su voz, aunque serena, estaba disfrazadada de ansiedad sobre todo en un chico como Ken que nunca a esta hora estaba en la calle



-Me pillas ocupado, querido -. Le devolvió la sonrisa pero él un poco mas macabra



-Bueno, me encantá volver y echar un vistazo en algún momento si es posible-. En realidad no queria irse, sus instintos sumisos le habian llevado hasta ahi y ya no queria irse



Ahora estaba aquí en su puerta principal, finalmente Takeru le dejó entrar y le condujo hasta el fondo de su habitación, al entrar ya todo estaba preparado con todo tipo de artilugios. Algunos parecían bancos con arneses atados y otros parecían dispositivos de tortura de la Edad Media.



-Oh... Este me gusta -. Se acercó a una mesa con lo que parecían unas mordazas de cuero que se abrochaban a las piernas y los brazos.



-Es algo que puede ser divertido si colaboras



-Te costaron mucho?



-Para una belleza como tu y con ese cuerpo nada cuesta caro



Ambos chicos se sonrieron y Ken estuvo observando el artilugio con detenimiento ante el silencio que crearon los dos



-Creo deberías probarlos primero para asegurarte de que es lo que realmente quieres-. Rompió el silencio Takeru mirandole



-Puedo? -preguntó mirandole de vuelta, el dueño de la casa le sonró seductoramente como respuesta.



- Por supuesto. Podemos hacer una simulación sólo quítate la ropa y sube aquí -. Dijo señalando la mesa acolchada.



-¿Por qué tengo que quitarme la ropa?-. Contestó con sarcasmo, como si no supiera lo que iba a hacer con él



-Para obtener el efecto completo -. No dijo nada más, se quedaron ambos mirandose



-De acuerdo-. Contestó Ken y se quitó la camisa que llevaba al igual que sus pantalones y zapatos, de forma lenta, hasta quedarse desnudo



-¿No hay boxers? -. Le preguntó sonriendo.



-No hoy-. Le contestó sonriendole , Takeru le sonrió de vuelta mientras le ajustaba las restricciones para acomodar su altura.



-Esto se mueve hacia arriba y haca abajo, pero creo que la gente realmente alta como tu puede ser un problema, pero esto funciona muy bien para las personas de menos de 6 pies de altura -. Explicó mientras abrochaba cada una de las restricciones sobre sus brazos y piernas.



-Ahí, ahora estás todo atado y déjame que te diga que te ves genial. ¿Quieres que te tome una foto para que puedas ver lo que pareces en esto-. Le dijo acariciandole sus piernas.



-Satisface a tus demonios-. -. Le dijo y lo vió agarrar su telefono y sacaba algunas fotos.



-Que guapo estás aqui, ¿eres consciente de lo sexy que eres para el mundo?



-No me considero guapo, me considero que soy yo mismo. Ante esa pregunta ingeniosa Takeru se rió



-Vuelvo enseguida -. Salió de la habitación y le dejó mirar el techo. Trató de mover los brazos y las piernas, pero estaban bien sujetos. No podía moverse en absoluto, pero al fin volvió Takeru a la habitación



-De acuerdo.déjame conectar esto-. Ken oyó el zumbido antes de sentirlo. Era el señor de todos los vibradores, la varita mágica del Hitachi y lo tenía bien puesto en la base de los testiculos, uno de los puntos mas sensibles de Ken, este cerró los ojos asimilando lo que venia a continuacion, despues abrió los ojos y miró hacia Takeru quien sonreía sádicamente, tenía su teléfono en la mano y estaba tomando video de todo



-Gracias... Gracias... -. Ken cerró los ojos y parecía que estaba como en trance, amaba esa sensación de hormigueo por su cuerpo, sus testiculos le crearon una erección lentamente, Takeru empujó el vibrador sobre los testiculos con mas fuerza hasta que consiguió que Ken arqueara su espalda, su estómago se moviera intranquilo y sus caderas se movieran violentamente, Takeru sonreía porque Ken no podia dejar de moverse y estaba llegando al punto donde apenas podía soportarlo.



-¿Cómo se siente eso? -.Le preguntó, sus ojos ahora se estrecharon en rendijas sádicas, todo su cuerpo estaba agitando con lujuria, hasta el punto que dejó el Hitachi en medio de los dos testiculos dejando que el vientre de Ken se revolviera en ondas cada vez mas deprisas al igual que sus respiración que era más agitada que antes



Takeru estaba pletórico, sacó su polla de sus pantalones y se lo metió en la boca antes de que pudiera hablar Ahora Ken estaba ronroneando en su pene mientras continuaba trabajando el vibrador en medio de sus testiculos, su cuerpo se retorcía y se levantaba de la mesa arqueandose, pero sus brazos y sus piernas seguían firmemente sujetos por las restricciones. Era gigante la tensión electrica que terminó eyaculando despues del ultimo ronroneo y gemido de su garganta y Takeru continuó empujando su pene hasta el fondo de su garganta tanto como él podía manejar. De repente sacó su polla de su boca y el vibrador, ahora mojado, de sus testiculos



- ¿Qué te parece la estimulacion hasta ahora?-. Preguntó.



-No es demasiado.



-Todavia quieres mas de mis demonios?



-Tus demonios deben de andar en sus dias de fiesta porque esto ha sido muy poco para mi



-Seguro? Tu cuerpo no decia lo mismo, no mientas, no podias soportar, yo lo veia en tus expresiones y en tu cuerpo



-Me gusta el dolor, trasciendo en el dolor.



-Eres dificil, pensé que eras igual de sensible que Daisuke, creo que tendré que trabajar contigo un poco más, además tengo que mostrarte una característica más de esta tabla.



Movió algo un poco al lado de la mesa y los arneses del brazo se deslizaron hacia abajo, empujando su cadera hasta el borde de la mesa donde ahora Takeru podía pegar fácilmente su polla en el y follarle, Takeru se puso encima de Ken y puso todo su peso en aquel cuerpo temblando y dolorido, acto seguido elevó un poco su cadera haciendolo quedar en una incómoda posición y empujó su polla en su ano, volviendo ese vibrador de nuevo y lo sostuvo por su cuenta entre su polla y sus huevos como bombeado en ambos sitios. La polla de Takeru estaba ansiosa y deseando cometer locuras como el dueño, estaba ansioso y se sentía bien dentro él como sus pelotas y su polla erecta expulsando semen al mismo tiempo que su espalda era arqueada y su vientre chorreando semen, a cada segundo fue peormente torturado por el ajuste fuerte del vibrador.



Ken no podía más, aquello le estaba doliendo hasta el alma, Takeru había ganado, sus gemidos y sus movimientos empezaron a ser mas fuertes, tan fuertes que estaba seguro de que todo el barrio podía oírle gritar. Takeru estaba disfrutando, tanto, que estaba tirando su semen justo en su boca que estaba intentando respirar, ahogandose por le intromisión por no ser consultado, pensaba que podia dominar el dolor, pero no, no podia, ahora necesitaba salir de aquí.



Sacó su polla de él y luego apagó el vibrador.



-Parece que mis demonios se han pasado de la raya, ¿no? Esto es un juego muy divertido y tu aceptaste



-Dejame libre



-Uy... Vas a llorar, lo veo en tus ojos, pero espera, te ves tan guapo siendo grabado, ¿que sientes querido? -. Dijo mientras le seguía grabando, ahora a la cara, Ken ladeó su rostro a otro angulo



-Querias que te follaran fuerte y eso es lo que hice, tu fuiste quien provocó esto, me encanta perderme en tu piel de porcelana-. Le acarició las partes del cuerpo que mas temblaban pero Ken no reaccionaba a nada, seguía mirando a otro lado deseando llorar, era un juego que él no supero



En ese momento la puerta de casa se abrió y se cerró, Ken se quedó helado, no se esperaba a nadie



-¿Quien está en casa? Dijiste que estariamos solos



- Yamato, estamos aquí -. Le gritó a su hermano



-¿Estás con él?-.gritó por el pasillo



-Sí,Está todo echo un desastre en la mesa, acabo de entrar en su culo bien fuerte con el Hitachi, no te imaginas que sensación -. Decía ahora mirando a Ken



-Estupendo -. Contestó su hermano y al segundo se abrió la puerta de su habitacion



-Quiero lamer todo ese semen, Ken, te estrecharía la mano, pero parece que estás en apuros -. Dijo riendo.



-Yo tambien deseo disfrutar de tu cuerpo caliente, si no te importa -. Volvió a decir, Takeru miró con creciente interés como su hermano comenzó a limpiar el esperma de su hermano pequeño con la lengua, habia que limpiar el terreno para tener mas diversión



-¿Cuál de estas crees que es mejor para tu entrepierna? Elije la que te ponga mas cachondo, preguntó Takeru a Yamato



-Esta -Contestó Yamato empezando a masturbarse bajandose los pantalones hasta abajo, en la foto aparecía Ken atado con la espalda arqueada y sus huesos de las costillas visibles.



-Estoy de acuerdo, dos follandole el agujero dilatado con ese hermoso vibrador en sus huevos será alcanzar la cima del placer



-Por favor, quiero salir de aquí-. Contestó conteniendo el nerviosismo



-Solo bromeabamos-. Dijeron ambos hermanos pero Ken no les creyó, la sonrisa en los dos le hacia pensar que su cuerpo quedaria dolorido por un buen intervalo de tiempo.


Datos del Relato
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