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Categoría: Maduras

Jugando a los dados 3: Nueva vida

Eva se aferraba al cabezal de la cama con fuerza mientras Carlos la embestía rítmicamente.



-       Sigue…no pares…por dios…



Las tetas de Eva colgaban y se balanceaban al son que marcaba Carlos, desde atrás.



Su polla entraba y salía de Eva, completamente empapada, suave y sin resistencia. Soltó una de las manos con las que estaba sujetando las caderas de Eva y busco el clítoris de ella, mientras se la follaba a cuatro patas.



Apretó la zona, palpando, buscando.



-       Ajjj ahhha ahhah AHHHH.



Los gritos de  Eva le indicaron que había encontrado lo que buscaba, comenzó a presionarlo mientras no dejaba de penetrarla, ahora más despacio por la postura en la que se encontraba.



-       Dios Carlos…joder…ahahah…ahahaha… fóllame…más…rápido…



Dejó de presionar y aceleró el ritmo de las embestidas, rápido, como ella le había pedido. Al cabo de unos minutos comenzó a notar esa sensación que experimentaba casi a diario.



-       Me voy a correr Eva…no aguantó más…



-       Pues córrete … como un toro … lléname de leche …vamos…vamos…cabroncete…que me follas de vicio…



-       Eva…toma…



Carlos sacó su polla del empapado coño de Eva, y con un par de sacudidas derramó su semen, Eva notó el caliente líquido por su espina dorsal, aflojó la presión con la que se sujetaba al cabecero y se dejó caer en la cama, con una sonrisa. A los pocos segundos Carlos estaba a su lado, recuperando el aliento.



La beso suavemente y le dijo que la quería, para después levantarse, y con unas toallitas húmedas limpiar el semen de su espalda. De manera suave y delicada.



Se taparon con el nórdico y las mantas. Desnudos, buscando el calor que en el mes de Noviembre ya era un recuerdo del verano.



  



---------------------------------- Apartamento para 3 ----------------------------------



Carlos llevaba casi tres meses viviendo con Eva, y con Pili. Tenía un poco de miedo al principio, como se iba a adaptar, como sería la convivencia. Pero la verdad es que había superado sus expectativas.



Se había acomodado en una de las habitaciones que tenían libres en aquella casa, antigua y espaciosa, de paredes blancas y techos altos.



Tras pasarse por IKEA y cargar con los muebles, había creado su espacio, una cama cómoda, bastantes estanterías y un armario para su ropa. Aunque en ese dormitorio rara vez dormía, sólo cuando no estaba Eva, ya que su cama era más grande, y siempre acababan en ella. Cosa con la que solía bromear él.



-       Tengo una cama nueva…¿la probamos? – le decía de broma a Eva.



Además la convivencia estaba resultando inmejorable. Había hecho muy buenas migas con Pili, un año más mayor que Eva. Se habían conocido en la facultad, y desde entonces eran inseparables.



            Pili siempre estaba de buen humor, era más bajita que Eva, con algún kilo de más, sobre todo en los pechos, enormes, blanditos, que hacía tiempo habían perdido la batalla contra la gravedad.



            A parte de los pechos de Pili, físicamente, lo que más llamaba la atención eran sus ojos, unos ojos azules, que se acentuaban con el rubio de su pelo, rizado y salvaje.



            Mi rutina era simple. Por las mañanas me iba al museo donde estaba de becario, cobrando poco y aprendiendo mucho. Lo disfrutaba enormemente. Por las tardes iba a clase. Afrontando el último año de carrera.



            Cuando llegaba a casa cenábamos los tres juntos, como una familia, después nos juntábamos en el salón a charlar, a ver una película o disfrutar de la compañía, unos de otros.



            Y después…Eva. Éramos insaciables. La verdad es que no sé cómo podíamos aguantarlo. Casi todas las noches acabábamos haciéndolo. Y alguna vez por la mañana al despertar. Lo raro es que Pili no nos mandase a la mierda por pesados y molestarla.



            Los fines de semana Eva me enseñaba la ciudad, salíamos a cenar  o a algún espectáculo. A veces Pili se unía a nosotros.



            Quiero comentar que todo lo que ganaba en el museo lo entregaba en casa, para los gastos de alquiler y para contribuir, no quería ser un mantenido ni nada por el estilo. Fue la condición que puse para irme a vivir con ellas, y la aceptaron. Tenía bastante dinero ahorrado para mis gastos y caprichos, que no eran muchos, y no quería sentirme un aprovechado.



---------------------------------- Una semana sin ti ----------------------------------



-       ¿Lo llevas todo?



-       Creo que sí, anda ayúdame a cerrar la maleta.



-       ¿Pero que llevas aquí? ¿Un cadáver?



-       Calla tonto…y aprieta…así.



La maleta parecía a punto de estallar.



-       Te voy a echar de menos. Es una lástima que no te puedas escapar…



-       No puedo librarme de las prácticas, yo también lo siento. Una semana de vacaciones contigo…solitos…- rodeé a Eva con mis brazos



-       No son vacaciones, tengo que dar varias charlas y una conferencia, además habrá editores muy importantes…



-       Te va a ir de fábula…- la besé mientras la apretaba hacía mi.- ¿A qué hora sale el vuelo?



-       En 15 minutos llega el taxi para llevarme al aeropuerto…No seas malo…- dijo mientras le besaba el cuello.



-       ¿Malo? Voy a estar una semana sin ti…que puede ser peor…



Mis manos comenzaron a recorrer sus hombros mientras la besaba.



-       Te voy a dar una cosa para que te acuerdes de mí esta semana…siéntate en la cama y cierra los ojos.



Eva se sentó y cerró los ojos, me acerqué a la mesita y del cajón saqué un pequeño paquete, envuelto en papel de regalo.



-       Toma, para que te acuerdes de mi…



Dejé el paquete en su regazo. Eva abrió los ojos y comenzó a desenvolver el regalo.



-       Eres incorregible…- rió al ver lo que contenía. Un pequeño vibrador. Negro y plateado .- Esto no te va a sustituir…



-       No…pero si no estoy te acordarás de mí…y si estoy me echará una mano…



Eva me besó, agradecida. Justo cuando sonaba el timbre.



-       Mierda, llega pronto. Nos vemos el Domingo ¿vale?



-       Te quiero, todo va a ir bien, llámame cuando llegues.



-       Ok. Te amo.



-       Adiós amor.



La puerta se cerró, y Carlos se quedó solo en casa. Se fue al cuarto de baño a pegarse una ducha, al salir se vistió, metió en su mochila las llaves y el lector de libros, se puso la chaqueta, los auriculares. Buscó entre las canciones, y sonando Ghost salió de casa.



Pensaba pasar el día fuera, le había prometido el día anterior a Pili que la tarde del Domingo la casa sería suya. En tres meses sólo había pasado una noche acompañada, y pocas fuera de casa. Lo sabía, la habían oído hacerlo con un hombre que desapareció por la mañana, antes de desayunar. Las paredes en el piso no eran propicias para la discreción, Pili lo sabría mejor, porque casi a diario nos escucharía. He de reconocer que aquello me daba un poco de morbo. Y me esforzaba por que Eva gritase como nunca. En mi imaginación calenturienta me imaginaba a Pili masturbándose mientras nos escuchaba. Cosas de la edad.



Estuve paseando por el jardín botánico y me fui a comer a un centro comercial. Después al cine. Decidí volver a casa andando, para hacer tiempo.



Sobre las 8 de la tarde y después de una larga caminata llegué a casa. Abrí la puerta despacio, sin hacer ruido, por si todavía Pili estaba acompañada.



Entré despacio por el pasillo, sin cerrar la puerta, cuando oí a Pili.



-       Venga…jódeme ya….si…si….aaahhh…aahhaha…más…más…



Estuve tentado de asomarme, pero el sentido común se impuso, volví sobre mis pasos y cerré con cuidado. Estuve esperando en el café de enfrente. Viendo el partido del domingo y fijándome en el portal por si salía ya el compañero de Pili. Sólo salió el vecino del primero, Juan, un señor mayor que entró al café a ver el futbol, y una mujer a eso de las 9 de la noche, envuelta en una gabardina gris y una bufanda negra.



A las 10 le mandé un mensaje a Pili.



"¿Cómo vas? Cuando pueda subir me avisas. Pero sin prisa eh"



"Estoy sola, llevo un rato esperándote, ¿pillas chino para cenar y vemos una peli?"



"OK"



Pero qué coño…pensé. Me quedé mirando a Juan, delgado y arrugado, si Pili le pegaba un meneo lo mataba, …no había salido nadie más excepto la mujer de la gabardina…Ostia puta…la de la gabardina.



El camarero me preguntó porque me reía cuando le pagué las cervezas.  Me fui al chino a por la cena. A ver qué peli me ponía Pili.



------------------------ Cena, películas y vídeos caseros -------------------------



-       Buenas.- Dijé al entrar en casa.



-       Aquí estoy, la mesa ya está preparada.



-       Ok.



Me dirigí al salón con las bolsas de comida. Pili me esperaba, con el pijama ya puesto, un pijama abrigado de pantalón y camiseta, y unas graciosas zapatillas de andar por casa rosas con borlas.



-       Hola guapa, ¿qué tal la tarde?- pregunté con una sonrisa.



-       Ufff…de maravilla. Ya necesitaba yo una tarde así. Muchas gracias Carlos.



-       ¿Gracias? No mujer, tú mandas, ya lo sabes.



-       Jejeje. Anda, ves a ponerte cómodo y yo preparo esto.



-       Ok.



Me fui a ponerme el pijama, al volver estaba ya todo preparado. Así que comenzamos a cenar.



-       ¿Mientras recojo preparas la peli?



-       Joder Carlos, eres un encanto, no me extraña que hayas vuelto a Eva loca. Hacía tiempo que no la veía así, mucho tiempo. Me alegro.



-       Hago lo que puedo.



-       ¿Ha llegado ya?



-       Sí, he hablado esta tarde con ella, el vuelo bien, dice que el hotel esta de puta madre, que se iba a descansar que mañana a las 9 tiene una ponencia.



Me puse a recoger todo, afortunadamente no había nada para fregar y acabé en un plis plas.



-       A ver con que me vas a martirizar esta noche…- dije de broma.



-       Jejeje, no te quejes. Lo que pasa es que esta no está recomendada a menores de 18…



-       Qué mala eres, venga abuelita. Espero no impresionarme.



Pili dio al play y comenzamos a ver la peli.



Comenzamos a ver la peli, una de época victoriana, no me acuerdo del nombre, en el que se narraba un triángulo amoroso de un aristócrata con dos mujeres.



            Noté como vibraba el móvil. Un mensaje de Eva. Era un video. Me puse el auricular para que Pili no lo escuchara y le di al play.



            "Hola cariño (se veía a Eva de hombros para arriba) te estoy echando mucho de menos…me estoy acordando de ti ahora… (Eva giró la cámara, hacía un espejo. Estaba sentada en la cama, desnuda, con una mano entre sus piernas, volvió a girar la cámara, enfocándose a la cara.) Me gusta tu regalo…(su mano apareció en la pantalla, sujetando el vibrador, por el que deslizó su lengua de manera lasciva) ¿pero sabes qué? Que prefiero tu polla…"



            El vídeo acabó ahí.



-       Voy un segundo al baño.- le dije a Pili.



-       ¿Le doy al pause?



-       No tranquila.



Me levanté del sofá duro como una piedra. Pili se percató, ya que con el pijama disimular las erecciones era una tarea complicada, me miró y sonrió.



Entre en el cuarto de baño. Me quité la parte de arriba del pijama, preparé el móvil y le di al rec.



"Eres mala persona…estaba viendo una película tranquilamente con Pili y mira como me has puesto…(bajé la cámara poco a poco por mi pecho. Hasta llegar al pantalón. Apoyé la cámara en un bote de gel que había dejado allí, primero enfocando mi erección, visible en el pantalón del pijama, luego lo bajé poco a poco. Hasta que mi miembro salto, en su máximo esplendor, mostrándose duro. Mi mano agarró el tronco de mi polla y la meneó despacio. Cogí el móvil y enfoqué al espejo) ¿Y ahora qué hago yo sin ti?"



Y corté el video. Continué masturbándome hasta recibir el mensaje de Eva.



"Quiero ver tu leche…"



Me masturbé un rato en silencio, cuando estaba cerca del orgasmo agarré el móvil, enfoqué a mi polla y le di al rec. Comencé a masturbarme rápidamente, hasta acabar en una corrida que se estrelló en la pila del baño. Giré el móvil y mirando a la cámara le dije:



"Shhhhs…Pili está en el salón…te quiero…eres lo mejor de mi vida y te echo de menos."



Salí del baño después de limpiar todo y enviarle el video a Eva. Ella me contestó en seguida:



"Me encantaría que me llenases la boca de semen…estoy cachonda desde que he salido de casa…el vibrador lo voy a reventar…Te quiero. Buenas noches"



 Pili me estaba esperando con la peli en pause. Sus ojos se quedaron fijos en mi miembro, todavía morcillón.



-       Venga anda…es que ni aunque no esté me vais a dejar una noche tranquila?…



-       Jejejej. Lo siento, te dije que no parases la peli…



-       Pues porque he pasado una buena tarde que si no…



-       ¿Tanto molestamos?



-       Hijo que no tenéis fin y las paredes son de papel…en la vida Eva ha gritado tanto…si hasta he pensado entrar a ver si me dejáis un hueco. – Pili soltó una carcajada, a la que me uní. Pili siempre estaba de cachondeo.



-       La verdad es que nunca había conocido una mujer como Eva…



-       Ya nene, pero es que una no es de piedra…y últimamente no me mira nadie…



-       Pero ¿esta tarde ha estado bien no?



-       Sí sí, ya lo sabes ¿no?…te he oído cerrar la puerta…



-       Ostias…- los colores me subieron de inmediato- lo siento Pili, no he visto nada de verdad…he entrado y en cuanto he escuchado que no estabas sola me he ido al bar de enfrente.



-       No pasa nada.  Una tiene que saciar sus instintos de vez en cuando…aunque sea pagando.



-       ¿Pagando? – pregunté incrédulo- Venga, si eres un cañón de mujer. Si fueses profesora mía y yo estuviese soltero anda que te ibas a escapar…- dije para subirle el ánimo.



Pili me miró y me sonrió, una sonrisa triste y cansada.



-       No llevo una buena racha…pero gracias por intentar animarme.



-       Eres preciosa Pili, de verdad.- Le di un beso en la frente para animarla, en los tres meses que llevábamos viviendo juntos no la había visto nunca así, y me dio coraje, Pili se merecía ser feliz.



-       Gracias Carlos, ya sé porque Eva está enamorada de ti…entre otras cosas…



Pili hizo un gesto con las manos…moviendo una palma frente a otro…el gesto de algo grande…y soltó una carcajada enorme y sincera. Yo me ruboricé y me reí tímidamente…



-       Anda…acabemos de ver la peli y vamos a dormir.



------------------------ In Fraganti -------------------------



            El miércoles volví a casa a las 7 de la tarde, dos horas antes, ya que un profesor había cancelado la última clase.



            Había hablado con Eva un par de veces cada día, las conferencias habían ido bastante bien y había conocido a un par de editores importantes. Le comenté que había notado a Pili un poco triste, aunque no mencioné que había pagado a una mujer por tener sexo con ella.



            Eva me dijo que también la había notado un poco rara desde hace un par de semanas, pero no dijo nada más.



            Entré en casa con los cascos puestos. Avancé hasta mi cuarto, hasta que al pasar por el comedor los vi.



            El hombre tenía una espalda perfecta, estaba de rodillas, desnudo, comiéndole el coño a Pili, que sentada en el sofá abría sus piernas. Estaba casi desnuda, sólo llevaba puesto el sujetador, y uno de los pechos estaba fuera de la copa, dejándome ver un pezón rosado de gran aureola.



            Me quedé de piedra, inmóvil en la puerta del salón.



Pili tenía los ojos cerrados y se mordía el labio…De repente Pili abrió los ojos, viéndome. Me hizo el gesto de silencio con una mano, llevándose el dedo a los labios. Mientras que con la otra apretaba la cabeza del hombre contra su sexo.



Esto me devolvió al mundo. Hice el gesto de pedir perdón, juntando las manos, y, lo más silencioso que pude, entré en mi cuarto mientras Pili soltaba un grito de placer.



Estaba tumbado en la cama, cachondo y empalmado mientras los oía follar en el salón. Cogí el móvil y le grabé un vídeo a Eva.



"Acabo de pillar a Pili follando en el salón… ahora estoy encerrado en mi cuarto…ojalá estuvieses aquí y me ayudases con esto (bajé la cámara hasta enfocarme los pantalones que me quité para que Eva viese mi miembro empalmado). Te quiero…necesito follarte"



A los pocos minutos me llegó un mensaje de Eva. Yo estaba tumbado en la cama, pajeándome lentamente.



"Me he metido en el baño para ver el vídeo. Se me han mojado las bragas, yo también necesito que me folles…"



A los dos segundos me llegó un nuevo mensaje:



"Córrete para mí…quiero ver tu leche…"



Obedecí a Eva, me desnude y me tendí en la cama. Con una mano enfocaba el móvil. En la pantalla podía ver como mi mano agarraba mi polla y la meneaba con fuerza, mientras se escuchaban los gritos de Pili y la voz ronca de su acompañante.



Un chorro de semen brotó de mi polla, mientras grababa, un segundo chorro brotó de nuevo, moví la cámara, enfocando la corrida que reposaba en mi estómago.



Le mandé el vídeo a Eva, que me contestó mientras me recuperaba del orgasmo, mientras notaba como el caliente líquido se deslizaba por mi piel.



"Cuando esté en la habitación te llamaré, me vas a oír gemir como nunca. Me has dejado las bragas chorreando. Te amo"



Me levanté de la cama y me acerqué a la puerta, Pili y el hombre seguían follando, por lo que abrí la puerta y me fui al baño, a ducharme. Salí en pelotas de la habitación, pues no esperaba encontrarme a Pili en el pasillo.



Me metí en el baño y comencé a ducharme. Me tomé mi tiempo. Al rato  salí del baño, envuelto en la toalla. Vi a Pili en la puerta del comedor, vestida con una bata, ocultando la desnudez de su cuerpo. Nos quedamos mirándonos, hasta que ella rompió el silencio.



-       Ven, tenemos que hablar.



Me acerqué al salón un poco asustado, pues en mi cabeza se metió la idea de haber molestado a Pili, lo que hace media hora me parecía morboso, masturbarme para Eva mientras Pili follaba en la habitación de al lado, ahora me parecía como si hubiese violado la intimidad de Pili con conocimiento y saña.



Pili me estaba esperando, con la bata, ella continuaba desnuda, pues aunque la bata estaba bien amarrada, se veía su blanca piel por la apertura del escote, amén de que las piernas también estuvieran visibles. Si llevaba ropa interior eso ya no quedaba a mi vista, del hombre no había rastro ya.



Me senté en el sofá, frente a Pili, intentando que no se me cayese la toalla.



-       Pili, lo siento…de verdad…no sabía que estabas acompañada…yo…



-       No es culpa tuya Carlos…debería haberte avisado…



-       No vi nada de verdad…o sea…sí…pero me fui en seguida al cuarto…yo…



-       Jejeje. Tranquilo, tranquilo…no pasa nada. Sólo quería darte las gracias.



-       ¿Las gracias?



-       Sí, por dos cosas, por no habernos molestado y por la idea del otro día.



-       ¿Qué idea?



-       La del estudiante, me dijiste que si fueses alumno mío y estuvieses soltero…ya sabes. Él es alumno mía, se me había insinuado varias veces, y hoy he decidido seguirle el juego…



-       Ah…vaya…gracias…



-       Lo necesitaba Carlos… Además, saber que estabas en tu habitación… haciendo lo que yo en la mía cuando estas con Eva…



-       ¿Cómo sabes que… ? – pregunté incrédulo y desconcertado



-       Me lo ha dicho un pajarito…



-       ¿Eva?



-       Sí…la tienes cachondísima.



-       Jjejeje.- reí nervioso, pues la situación me parecía un poco surrealista.



En ese momento sonó el móvil. Era Eva.



-       Cógelo anda, yo creo que me voy a ir a la cama, estoy exhausta.



Pili se levantó , el nudo de su bata se aflojó un poco, y al agacharse hacia mi pude contemplar que no llevaba sujetador, pues la visión de buena parte de sus pechos quedó a la altura de mis ojos. Me besó en la frente, como una madre besa a su hijo antes de acostarlo.



-       Hasta mañana cielo.



-       Hasta mañana Pili.



Se fue del salón, dejándome allí plantado, mientras sonaba el móvil.



Lo cogí y escuché los inconfundibles gemidos de Eva…al minuto mis gemidos se unieron a los suyos.



------------------------ Miradas furtivas -------------------------



Vio su polla cuando se levantó del sofá y la toalla cayó al suelo, estaba dura, como había podido intuir cuando lo beso en la frente, bajo la toalla era difícil disimular.



Había fantaseado varias veces con su atributo, Eva le había dicho que estaba muy orgullosa de él, pero no imaginaba que fuera tan gordo. Comenzó a masturbarse mientras ella lo observaba, cobijada en las sombras del pasillo, fuera del alcancé de su vista.



Había visto como miraba sus pechos. De momento el plan iba funcionando a la perfección.



Tenía la bata abierta, dirigió su mano hacia su coño, estaba húmedo y caliente, se empezó a tocar también mientras observaba hipnotizada como se masturbaba el joven.



De repente este se fijó en algo que había en el sofá, las bragas que ella había dejado allí. Dejó la mano que rodeaba su polla para cogerlas, las miró con asombro. Deberían de estar todavía un poco mojadas. No las soltó cuando volvió a agarrarse la polla, ni las soltó cuando el semen brotó, dejando un reguero blanco en la tela negra.



Esa noche se corrieron los tres, casi al mismo tiempo. Dos entre gemidos. Una en silencio y en las sombras.


Datos del Relato
  • Categoría: Maduras
  • Media: 5.5
  • Votos: 2
  • Envios: 0
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  • Valoración:
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Comentarios


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1 comentarios. Página 1 de 1
Jose
invitado-Jose 30-05-2016 04:53:47

Excelente muy excitante,

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