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Categoría: Confesiones

Gygy y Alana traviesa

Gygy tenía una obsesión in mente, ¿como sería follar con un travesti? poder tener ambas sensaciones y en una sola experiencia, por eso empezó a visitar los chat y las paginas de starmedia.
La sección travestís, cada vez la entusiasmaba más y más,
era un mundo desconocido para ella, el próximo paso
sería frecuentar lugares donde hubiera espectáculos o pudiera involucrarse directamente con alguna de ellas.
Creo que el avance de la cirugía estética ha hecho milagros, pero el problema principal radicaba en que ella quería tener una primer experiencia con alguien bellísimo y muy joven.
Tenía que enfrentar el riesgo de ser descubierta y el cierto rechazo mío y de su familia a todo esto, por lo tanto así continuaba su vida excitándose con fotografías
Y revistas alimentando la idea, hasta que se le ocurrió algo que cambiaría por completo su forma de encarar el problema.
¿ porque no pagar por un buen servicio, ya que se publican centenares de anuncios?.
Así tendría la oportunidad de elegir al candidato de sus sueños.
Encontró un anuncio con foto real en un periódico local que decía:“ pasiva-activa 27 cm de inmenso placer”, y a continuación daba sus medidas 120,65, 95.
Apuntó el numero de teléfono, llamó, le respondió una voz de mujer que le dijo: - Señora usted se ha equivocado de persona, no atiendo mujeres.-
Le suplicó que la escuchara un momento, le explicó su admiración y afecto por los travestis, se explayó en su fantasía y obtuvo por respuesta un rotundo noooo.
Le pidió que no cortara y luego de mucho luchar consiguió que le diera su correo electrónico para así
poder conectarse, hablar y verse por camara web.
Después de verla y que le enviara algunas fotos ella estaba a mil y se propuso convencerla, usó uno y mil artilugios hasta que hubo uno que acabó por convencerla. La cantidad de euros ofrecida duplicaba el monto de la tarifa normal y ella compraba la tarde completa!!-
La cita fue para el sábado siguiente a primera hora de la tarde, a las dos en punto estaba sonando el portero de ese departamento, ¿” quien es? “ se escuchó decir,
-“Gygy”- respondió con fuerza. Se abrió la puerta, entró al edificio, subió por el ascensor, tocó timbre en el noveno C.
Se abrió la puerta y apareció ella, quedando realmente
asombrada por su porte y belleza, zapatos de tacón alto
una mini que tapaba apenas los glúteos, top que dejaba al descubierto su vientre firme y plano, y un par de descomunales tetas.
-Soy Alana- dijo y ante la cara de asombro reiteró, mi nombre es Alana, tu debes ser Gygy, en verdad niña que eres muy joven y guapa.
Estuvieron conversando largo rato donde ella se esmeró por convencerla que lo que quería era estrictamente sexual, terminado esto, si no le complacía, no sabría más de ella.
Le respondió que sería una verdadera prueba de fuego ya que nunca había tenido esa clase del experiencia, que si bien había estado en fiestas y orgías nunca había atendido clientes mujeres.
En fin dijo, vamos a hacer la prueba, sin más se quitó el top y la mini quedando con una tanga minúscula.
Gygy se desvestió haciendo un pequeño strip-tease y se fué despojando de toda la ropa, se acomodaron en una cama inmensa, y la situación se puso un poco tensa.
Gygy tomó la iniciativa y se arrimó a ella, levantó su cara y rozaron sus labios y se fundieron en un torrido beso.
Abrieron sus bocas y juguetearon con sus lenguas, luego el resto fue vencer la resistencia a que ella le acariciara la verga, se despojó de su tanguita y apareció ella, grande, hermosa pero no del todo erecta,
Gygy se deslizó hacia sus pies y empezó a lamérsela, su glande cubierto de piel quedo al descubierto y al tirar hacia atrás emergió roja su cabeza, al meterla y sacarla de su boca ella la descapullaba causando sensaciones inéditas, Alana la dio vuelta y se trenzaron en un excitante sesenta y nueve que entre jadeos y gritos la hizo correr dos veces, entonces fue que Alana le confesó que le sería imposible hacerlo y la única posibilidad cierta si lo quería sentir debía ser por atrás tal su costumbre.
Miró el tamaño de la verga ya que su culo virgen no sabía de otra cosa que no fueran dedos o velas, pero esa verga de casi 30 cm ??? era otra cosa.
Pareciera ser que se asustó un poco, dudó otro tanto pero si había llegado tan lejos no iba a andar con vueltas, así que le pidió alguna crema, luego por seguridad le calzó un preservativo con su boca, mientras le acariciaba esas preciosas bolas lampiñas, con delicadeza se untó con crema, puso dos dedos dentro y se la puso ya toda adentro!!!
Se puso a bombear y allí se dió cuenta que no estaba totalmente penetrada, a las pocas embestidas logró penetrarla entera, allí mismo se corrió en forma intensa, él al sentir el orgasmo prosiguió en forma más frenética
Allí sintió el orgasmo mas intenso de su vida, tenía un hierro candente dentro del ser que la quemaba entera, lo sintió venir, le pidió que acabara dentro de la boca.
Se quito el preservativo, metio la polla en su boca
Gygy lo ayudó con la mano y le acabó dentro con grandes gemidos y espasmos, debió sentír correr la leche por la garganta, porque se atragantó más luego le lamió hasta la ultima gota. Después....
Después se quedaron charlando, de sus vidas, de miles de cosas, a ella no la volvió a ver, eso me consta, de ese encuentro le quedaron dos cosas, la nostalgia y la cola rota ya que esa enorme verga le produjo una fisura anal que aún hoy se nota......

martamarques
Datos del Relato
  • Categoría: Confesiones
  • Media: 5.24
  • Votos: 107
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