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Categoría: Incestos

Gracias a los relatos xxx

Yo siempre fui un asiduo lector de las páginas con relatos xxx, sabia bajarlos e imprimirlos para después leerlos en el baño, era toda una rutina y mientras los leía me masturbaba, lo cual lo disfrutaba mucho.

Yo soy un hombre casado y la relación con mi mujer es genial en todo sentido, tanto en el matrimonio como en la cama y mi mujer tiene una sobrina, hija de un hermano de ella, la cual nos vino a visitar en unas vacaciones para estar con su tía, una rica jovencita de 18 años con unos pechos muy prominentes, una cola para el infarto, de 1.62 altura, ojos cafés, pelo largo hasta la cintura de color castaño claro y una carita de ángel. Lo cual elevó mi estado de excitación. Yo soy un hombre de 52 años, flaco, 1.70 altura, 70 Kg y bastante bien dotado sin ser presumido y la presencia de la joven tenía mis hormonas mucho más despiertas.

Imaginando que por las noches nos escuchaba a mí y mi señora cuando teníamos relaciones, dado que mi mujer es de las que goza mucho y grita como una gata en celo cuando acaba y yo estaba casi seguro que mi sobrina lo escuchaba desde su cuarto, que está pegado al nuestro y que seguro ella se masturbaría escuchando nuestras relaciones. Porque a la mañana, cuando desayunábamos juntos, después de una noche de sexo con mi señora, las miradas eran como cómplices.

Un día que estaba con mi rutina de leer los relatos porno en el baño y haciéndome una terrible paja, alguien golpea a la puerta para poder entrar. Era mi sobrina que le urgía las ganas de ir al baño, yo dejé de pajearme y metí los papeles en un cesto, esos de baño donde se tiran las toallitas intimas y los desechos del baño, para no salir con los papeles en la mano. Me acomodé mi pija, todavía erecta, en mi bóxer, subí mis pantalones y salí del baño con una erección muy notoria que se notaba por sobre el pantalón. Ella se dio cuenta porque me miró el bulto, se sonrojó y me dio una mirada cómplice.

Yo me fui a la cocina a tomar agua y regresé al baño cuando se había marchado a buscar mis lecturas, mucha fue mi sorpresa al no encontrarlas. Me arrimé hasta la habitación donde dormía mi sobrina, la puerta estaba cerrada y escuché como gemidos, me imaginé que se estaba masturbando leyendo los relatos.

De ahí en adelante empezó el juego de seducción para con ella, empecé a mostrarme más liviano de ropa o más ajustadas para que se notara mi bulto y mi erección y empecé a bajar relatos xxx de tíos con sobrinas, los imprimía y dejaba en el cesto de basura para que ella los encontrara y los leyera. Noté que ella también empezó a mostrar más de su cuerpo, sabia andar de camisón más trasparente por la casa, cuando mi esposa salía a hacer las compras salía de su cuarto con la excusa de buscar algo en la heladera, se agachaba mostrando todo su culito y lo movía mirándome de reojo para excitarme. Yo sabía también ir a la heladera con la excusa de buscar agua o algo que estuviera bien al fondo, para aprovechar a apoyarla sin ningún disimulo en su cola con mi pija bien parada, para que notara como me ponía y ella se apoyaba y masajeaba su culo contra mi pija y daba pequeños suspiros, se daba vuelta y me dejaba sus labios a centímetros muy escasos de los míos, pero yo no me animaba a darle un beso y entonces ella se volvía a meter en su cuarto.

A la noche cuando nos sentábamos en la sala a mirar películas, ella se sentaba delante de mí y dejaba sus piernas bien abiertas para dejarme a la vista sus tanguitas y parte de sus labios vaginales, es más, yo notaba que se metía sus tanguitas bien dentro de su concha para que queden casi descubiertos por completo, sus hermosos labios. Una noche que me había quedado mirando televisión hasta más tarde, puse una película porno y empecé a masturbarme solo con la luz del televisor, escuché pasos, pensé que era mi señora.

Al ver que no aparecía, miré a la puerta disimuladamente y la vi a ella mirándome y metiéndose manos en su conchita y apretando sus piernas, mirándome como yo me pajeaba y mirando las escenas de sexo en la pantalla. Ese juego lo repetí varias noches y ella siempre aparecía muy silenciosamente y repetíamos la rutina, ella se masturbaba en el marco de la puerta y yo en el sillón.

Otro día que yo había dejado uno de mis relatos porno en el baño, al volver al baño encontré sobre toda la ropa sucia, una tanguita que sabía bien que no era de mi señora, toda mojadita con flujos vaginales, me la acerqué a mi nariz y pude disfrutar del rico olorcito a concha que tenía. Me hice una terrible paja, dejando toda la tanguita llena de leche en el mismo sitio. Salí del baño y al rato entró ella. Cuando salió, entre yo y ya su tanguita llena de flujos y de mi leche no estaba más. Me imaginé que la había llevado a su habitación para masturbarse y seguramente para probar mi leche.

En otra oportunidad me acosté a dormir la siesta haciéndome que estaba tomado, aprovechando la oportunidad que mi señora se había ido a lo de unas amigas (mi señora siempre decía que cuando me tomo unas copas me pueden violar que no me entero por lo profundo que me duermo) así que me acosté dejando como al descuido la puerta un poco abierta y yo completamente desnudo tirado en mi cama boca arriba. Me hice el dormido y ella se asomó por la puerta, miró un rato hasta que se decidió a entrar.

Se acercó hasta la cama muy lentamente y me agarró mi pija, yo seguí haciéndome el dormido, pero mi pija enseguida se me puso dura como una piedra. Ella primero se asustó y la dejó de agarrar, pero al ver que yo no me movía empezó a manoseármela y acariciármela y hasta se dio el gusto de darle un beso en la punta de mi pija. Cuando yo me moví, ella la soltó y salió casi corriendo sin darme tiempo a nada.

Así que decidí dar un paso más, me compré una mini cam esas con wifi y la coloqué en su cuarto cuando ella no estaba, disimulada con unos adornos para que no se notara y apuntando a su cama así podía verla desde mu computadora. Y como todos los días desde que dejé mis primeros relatos −ya de esto llevaba casi 10 días− dejé un relato muy muy hot, donde un tío desvirgaba a su sobrina. Me fui y me encerré en mi cuarto esperando la acción, ya que mi señora no estaba en casa e iba a tardar varias horas, es más yo la tenía que ir a buscar así que estaba muy seguro que nadie nos molestaría.

Prendí la computadora, encendí la cam y me puse a esperar. Ella no tardó mucho en salir del baño, se dirigió a su cuarto y empezó a leer el relato y empezó por masajearse sus pechos y darles pequeños pellizcos a sus pezones. Después fue bajando una mano hasta su conchita y sobre sus bragas se empezó a acariciar, se fue excitando y se despojó de toda su ropa, se colocó frente a la cam como si supiera y empezó a masturbarse frenéticamente. Yo estaba con mi pija dura como una piedra y meta masajeármela, de pronto se puso en cuatro patas con su cola apuntando a la cam y se empezó a meter un dedito por su culo y gemía y se retorcía de placer y fue donde yo me decidí, me saqué toda mi ropa y me fui a su cuarto.

Entré de golpe, con mi pija bien dura, ella se dio vuelta, me miro y me dijo:

—tío por fin te decidiste, te estaba esperando, quiero que me hagas tuya, que me desvirgues, que me hagas tu mujer, tu amante, así como en los relatos que dejás en el baño.

—quedate, así como estás amor, no te muevas.

Y así, en cuatro patas como estaba, me arrodillé detrás de ella y empecé a besarle y chuparle toda su conchita y su cola mientras mis dedos masajeaban su clítoris, ella gemía y se retorcía de placer y me decía:

—así tío que ricooo.

Y se empezó a convulsionar y me di cuenta que había tenido su primer orgasmo, producido por otra persona que no fuera ella misma. Se dejó caer en la cama por unos segundos y me dijo:

—Tío fue el mejor orgasmo de mi vida que ricooo, quiero devolverte el favor.

Se sentó en la cama y agarró mi pija con su mano y empezó a chupármela, primero con torpeza, pero después con mis explicaciones, me la empezó a mamar de una forma descomunal, con pasión y adoración. Se la sacaba de su boca solo para decirme que rica y grande era mi pija y que le encantaba tenerla toda en su boca mientras me miraba a los ojos. Fue la mejor mamada que había tenido hasta ese momento en mi vida, se la saqué de su boca, la acosté sobre la cama y la comencé a besar en sus labios mientras mi pija se apoyaba en toda su conchita, que estaba súper mojadita y le frotaba su clítoris y todos los labios de su hermosa concha con mi pija. Fui bajando con mi boca por su cuello, lo mordí y le chupé el lóbulo de su oreja mientras mis manos masajeaban sus pechos, después continúe bajando con mi boca hasta sus pechos, los masajeaba desde abajo y le comencé a chupar sus pezones sin dejar de frotar mi pija. Ella tuvo otro orgasmo más y de su concha salían muchos jugos, yo mojaba mis dedos en ellos y se los daba a oler para excitarla más todavía y cuando vi que ya estaba lista, hice que apoyara sus piernas en mis hombros, se la chupé un rato para probar y oler sus jugos hasta que acabó de nuevo en mi boca, dándome a tomar sus sabrosos jugos.

Acomodé mi cuerpo y la punta de mi pija en la entrada de su conchita, ella me miraba con adoración y suplicándome, me pidió que se la metiera, que la desvirgara, que la convierta en toda una mujer, que quería tener toda mi pija dentro suyo. Ya así que empecé muy despacito a meter primero la cabeza de mi pija y después centímetro a centímetro y ella arqueaba su espalda para que le entre más y más, sentí chocar mi pija con su himen, le dije:

—estás lista amor, esto te puede llegar a doler un poco.

—siiiiiii claro que si estoy lista.

Y empujé mi pija hasta que noté que se rompía su himen, ella dio un pequeño grito de dolor. Me quedé quieto por unos segundos para que se recuperara, le pregunté que si le seguía doliendo y ella me dijo:

—ya no tío, por favor la quiero toda dentro mío, quiero sentir chocar tus huevos en mis nalgas.

Y así lo hice, se la metí toda y empecé primero despacito muy despacito y fui aumentando mi ritmo al ver que ella me arañaba la espalda con sus uñas y me pedía:

—asiiii tiooo que ricooo, dame más duro que me corro de nuevo, ahora sé porque mi tía grita tanto cuando le haces el amor tío, que placer más lindo sentir toda esa gran pija dentro mío ayyyy siiiiiiiiii que ricoooo me corroooo, ay que placer.

Y ahí sentí yo como si se desmayara del placer que estaba teniendo ella, acabó según me conto después, tres veces seguidas y como soy un hombre mayor tengo mucha resistencia sin venirme así que le dije:

—amor quiero que me des tu colita, te prometo que si te duele te la saco mi vida, pero lo voy a hacer muy despacito y con mucho gel.

Así que la hice poner en cuatro patas como estaba al principio cuando la encontré, le chupé bien el culito y usé mi lengua como si se tratara de una mini pija mientras con mis dedos le masajeaba su clítoris y su punto G, sin dejar de chupar su hermoso culo. Después unté mis dedos con un gel íntimo que uso con mi señora y se lo desparramé por todo su culo y empecé a meter primero un dedo, después dos y cuando mis dos dedos entraban fácilmente, unté mi pija con mucho gel, le hice abrir bien sus cachetes y le metí la cabeza de mi pija, que entró con mucha facilidad dado su dilatación. Le pregunté si le dolía y me dijo:

—un poco tío, pero seguí que me gusta.

Y fui de a poquito metiendo centímetro a centímetro toda mi pija hasta que mis huevos chocaron con sus nalgas, me quedé unos minutos así con toda mi pija llenando ese rico culito hasta que ella solita empezó con el movimiento de entre y salga, primero despacito y después ya le entraba y le salía toda mi pija completa de su culo con mucha facilidad, así que el movimiento empezó a ser más rápido y frenético, le sacaba toda mi pija de su culo y me encantaba ver lo grande y dilatado que lo tenía. Ella volvió a convulsionar y gritar como una gata en celo, mientras tenía un orgasmo según ella, el más lindo hasta ese momento y me pedía a gritos que le llene todo su culo de leche, así que aumenté mi ritmo hasta descargar toda mi leche dentro de su culo. Lo saqué de su culo chorreando de leche y se lo di a chupar hasta que me lo dejó reluciente.

Le di un beso en su boca y nos dispusimos a limpiar las sábanas manchadas por sus flujos de sangre y mi leche. Nos metimos a la ducha juntos y volví a cogérmela apoyada contra la pared de la ducha, después la hice sentar en el bidet, unté toda su conchita con crema de afeitar y se la dejé peladita como una rodilla, sin ningún pelito. Después para que se le pase el ardor, me dediqué a chupársela logrando que acabe dos veces más en mi boca, yo tirado en la cama boca arriba y ella arrodillada sobre mi cara dándome a comer de su rica fruta, mientras los flujos de su concha me mojaban toda la cara.

Nos vestimos me fui a buscar a mi señora, pero antes nos prometimos repetir la experiencia cada vez que mi señora saliera a algún sitio y ella me regaló en agradecimiento su tanguita llena de flujos y olor a su rica conchita, la cual tenía puesta antes de que la desvirgué.

De ese día en adelante pasó a ser mi amante y mi sobrina predilecta, así que empezó a usar polleras sin nada abajo para que cuando nos cruzábamos en la cocina o en algún lugar de la casa y mi señora estaba por otro lugar se levantaba su pollera, se metía los deditos en su concha y los sacaba todos llenos de sus jugos y me los daba a chupar y oler y si teníamos un ratito de tiempo se agachaba ofreciéndome toda su concha, yo sacaba la pija de mis pantalones (usaba de esos deportivos para que sea más fácil poder pelar mi pija y apoyármela en cualquier rincón de la casa) se la acomodaba en la entrada de su hermosa conchita y de una se la metía toda completita.

Estaba hecho todo un adolecente, me mantenía con mi pija casi todo el día al palo y ella aprovechaba cualquier situación o momento para masajeármela o chupármela. Vivíamos en un constante estado de excitación, cuando salíamos con el auto a hacer alguna diligencia ni bien nos distanciábamos una o dos cuadras de la casa, ella me sacaba la pija del pantalón y me iba chupando la pija hasta que le acababa en su boca y muchas veces nos íbamos hasta un Telo y pasábamos una horita de lo mejor, la dejaba toda llena de lechita.

Yo le compraba los anticonceptivos para que no quede embarazada y decidió pedirle permiso a su papá para quedarse a vivir con nosotros, con la excusa de los estudios ya que la carrera que ella quería seguir se dicta en nuestra ciudad y mi señora estaba muy contenta porque es su sobrina predilecta, aparte porque le ayuda en los quehaceres domésticos y como yo estoy como un adolescente, las relaciones sexuales entre nosotros o sea mi mujer y yo ha mejorado mucho y ella está muy feliz.

Si supiera porque yo estoy tan contento y calentón, seguro que se me arma la gorda o tal vez se prende con nosotros quien sabe.

Datos del Relato
  • Categoría: Incestos
  • Media: 9
  • Votos: 1
  • Envios: 0
  • Lecturas: 2391
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