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Encontrándome a mi misma

Me ama… él me ama… mi novio me adora de verdad… con mis 18 añitos… A veces cuando estamos solos en su casa, Julián, de 20,  trata de acariciarme, abrazarme, mimarme, tocarme, siempre con delicadeza, suavemente, pero yo no lo dejo hacerlo…

—¡Basta, basta ya, deja de hacer eso, será mejor que me vaya!!!...

—Pero por qué, no te vayas, no me dejes así… ¡rayos!...

De esa manera dejo la casa de Julián y me aventuro a volver a mi casa para lo cual debo atravesar aquel parque abandonado al noreste de la ciudad, en ese parque sucedió una de las experiencias más bizarras de toda mi vida.

Hola, mi nombre es Jenny Soler, y esta es mi historia...

Una noche regresaba a casa desde el Instituto, llevaba un vestido enterizo en tela ligera ya que era verano y hacía calor, debajo solo llevaba el sostén y mis bragas, atravesaba aquel parque cuando sentí una presencia extraña por lo que decidí acelerar el paso, la sensación de no estar sola no se iba hasta que alguien me sorprendió por detrás colocándome un pañuelo en la boca y nariz.

Para cuando volví en mí, estaba en los baños del parque, unos baños que ya nadie usa, estaban en ruinas y emanaban un aroma a excremento y orina que me daban ganas de vomitar…

— Hasta que al fin despertó la perrita, ¿no?... Vamos, levántate…

Esa voz, no podía reconocerla, estaba oscuro, pero poco a poco mi vista se fue acostumbrando a la oscuridad y podía ver sombras…

— Donde estoy, que es este lugar, quien es usted…

— Son demasiadas preguntas, perrita, pero para todas voy a darte una sola respuesta… ¡jajajaja!!!

Me tomó de la cara y me besó, tenía aliento a alcohol, después rasgó mi vestido dejándome en sostén y bragas, me bofeteó fuertemente y me tiró al piso lleno de escombros, sentía como las piedras pequeñas lastimaban mi piel, mientras tanto lloraba y gritaba pero no pasaba nada, ya me habían dicho que este parque era peligroso pero yo siempre me arriesgaba a cruzarlo… y sola…

Yo estaba boca arriba y él se acostó sobre mí, desnudo, podía sentir su bulto apretando contra mi chochito, virgen aun ya que me estaba guardando para Julián y ser su regalo de graduación de la universidad. Me levantó el sostén dejando al descubierto mis senitos, no decía nada, solo gemía y chupaba con desesperación, me bajó las bragas y empezó a masturbarme, yo trataba de luchar, pero me bofeteaba de nuevo, y luego, sin darme cuenta, me penetró fuertemente y en un solo movimiento, grité, grité como loca y él me golpeó otra vez…

— Uhhhh, una virgencita, que delicia, que se siente ser ahora una mujerzuela barata, ¿eh??? Jajajaja…

Me violó por espacio de unas dos horas hasta que se vino dentro de mí, se levantó y vistió, como pude me puse los harapos que eran mi vestido y salí de aquel baño acompañado de él…

— Ya sabes, si necesitas un violador que te haga feliz, solo ven por aquí, estaré por este parque durante el verano, ya sabes dónde encontrarme, ¡jajajajajajaja!!!!...

A partir de ese momento mi vida cambió por completo, en mi casa, el instituto, mi empleo… con mi novio Julián… ya no era lo mismo… mi comportamiento ahora se tornaba violento, me deprimía con facilidad, recurrí al alcohol y a las drogas… todas las noches soñaba con lo sucedido, despertaba empapada en sudor, pero mi vagina estaba muy mojada, ya no sentía dolor, me gustaba tocarla mientras pensaba en el violador, luego tome una decisión realmente trascendental, nunca antes pensada ni siquiera por la mente más pervertida…

Me levanté esa noche, me bañé y vestí, me coloqué unas tangas hilo dental, y un sostén con broche adelante, un vestido blanco vaporoso que prácticamente dejaba ver todo lo que llevaba debajo, lo había comprado para la noche de graduación de Julián y pensaba llevarlo sin nada debajo…

Salí de casa rumbo a aquel parque, la verdad no sabía lo que hacía, tal vez quería demostrar algo, no podía soportar las ganas de ir, cuando llegué a aquel baño parecía estar solo, pero…

— Pero vaya sorpresa, a quien tenemos aquí… si es la putita que me tiré la semana pasada… ¿será que vino por más???

Estaba tras de mí, me sorprendió abrazándome por los senos, los tocaba y acariciaba con lascivia…

— Están más grandes que la última vez, has estado acariciándolos, esperando volver para darte tu otro merecido castigo, pero esta vez será diferente, esta vez solo te voy a tirar, mira…

Dijo señalando al piso, había otra chica, de unos 14 o 16 años tal vez, estaba amarrada de pies y manos, sus ojos vendados, su ropa destrozada, de su vagina salía todo el líquido del violador, parecía muerta hasta que la tomó del cabello y le gritó…

— ¡Despierta!!!... cuando venías estaba tirándome a esta… le gusta que la aten… así que no pienses que eres especial, ¿eh???, cualquier cosa que con tetas y chocho que camine por mi parque tiene su cuota de placer conmigo, pero por este parque solo pasan buenos culitos… ¡jajajajaja!!!

 “No eres especial…”, esa frase me hizo caer en cuenta de algo importante, sabía que nunca sería especial para ningún hombre, pensaba entonces que en este momento Julián debería estar tirándose a otra que, si se lo diera ya que yo no había sido capaz, pero ahora sabía lo que quería, me había encontrado a mí misma…

—Vamos, es tu turno…

Dijo mientras me tomaba del brazo y me lanzaba contra la pared de los orinales, en ese momento emití un pequeño grito que sonó más a que quería más…

—Hay que ver lo puta que eres, venir hasta aquí para que te proporcione el placer que tal vez tu novio no te dé, jajajaja, eres una puta barata e infeliz, ahora déjate culiar, vamos… eso es… igual no es la primera vez… jajajaja…

Esta vez no rasgó mi vestido, le quitó la venda a la otra chica para que presenciara lo que me haría, mientras tanto tocaba mis senos con esa fuerza de la otra vez, estaba tan mojada que lo notó de inmediato cuando bajó su mano a mi vagina, yo gemía como una perra en celo mientras él bajaba mis tangas y las colocaba en la cabeza de la otra chica, me penetró por detrás y de pie mientras yo lanzaba gemidos de placer cada vez más fuertes, tocaba mis senos apretando mis pezones, en realidad no lo podía creer, lo estaba disfrutando de verdad, me dio la vuelta y me besó en los labios, yo respondí al beso mientras lo abrazaba como si lo amara, la otra chica miraba estupefacta y decidí que no era justo dejarla viendo no más e incluirla en mi perversa aventura…

La acosté boca arriba mientras veía su depilado coño, lo veía brillante por el semen que se secaba poco a poco, estaba adolorida, se veía que le habían dado una buena mella por lo que empecé a lamerlo, primero por los bordes, lentamente, nunca lo había hecho pero mi mente estaba totalmente trastornada, primero ella empezó a sollozar porque le dolía mucho, pero luego gemía a intervalos, él mientras tanto me lo metía al estilo perrito hasta que me provocó un orgasmo, uno de verdad, yo limpiaba esa vaginita inocente con mi lengua, sus pequeños pezones se tornaron duros y subí a chuparlos, gemía, gemía como una pequeña perra mientras yo me convertía en la puta más puta de todas, una verdadera ramera infeliz…

— Ahhhh, par de putas sí que me tienen excitado, me voy a venir en la cara de ambas…

Le quité la mordaza a la chica quien quiso gritar, pero no quiso, la besé en los labios mientras ella cerraba los dientes, él acercó su pene a nuestros rostros y eyaculó mientras yo lo metía en mi boca y bebía su semen con muchas ganas…

Así seguimos toda la noche hasta el amanecer, me quedé dormida y cuando desperté, ni ella ni él estaban…

Ese día estaba en casa preparando algo para comer cuando vi en las noticias, en las notas judiciales, que le habían capturado, al violador del parque, yo veía la TV mientras pasaban su rostro en la oficina de la Policía Judicial, no lo podía creer, lo habían cogido preciso cuando yo me había encontrado a mi misma, cuando por fin había definido mi sexualidad, cuando por fin me di cuenta que me gustaba que me violaran, pero ustedes saben que esto no iba a terminar así… ¿o sí???

Decidí regresar al parque a la semana siguiente, entré a ese sucio baño donde había iniciado todo, me puse un vestido enterizo de una tela muy delgada, sin brasier ni pantis, me puse una banda en los ojos y esperé, esa noche decidí quedarme y esperar mi destino.

Llegó un hombre y entró al baño, estaba muy ebrio y se sacó su miembro para orinar, luego pude sentir como su respiración se detuvo... ¡ya me había visto!!!

—Señor —le dije —Yo no sé quién es usted y no me importa, si le gusta lo que ve entonces haga lo que tiene que hacer, le pido por favor, ¡QUE ME VIOLE!!!!

Y el resto... es historia...

Datos del Relato
  • Categoría: Dominación
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