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Categoría: Confesiones

En el garaje

Me llamo Norma, soy una mujer casada, tengo 35 años, les voy a platicar como ayer al salir del trabajo por circunstancias, caí en un taller de mecánica: Soy maestra de secundaria de adultos, me encanta ser la maestra y poder ponerme mis minifaldas y enseñar a mis alumnos la clase y mis piernas y pantys también, los pongo nerviosos. Hay un alumno que tiene 50 años, y van dos ocasiones que le veo su bulto parado tras su pantalón.

Ayer, después de dar mi clase, tomé mi automóvil para ir a mi casa, iba un tanto excitada y mojada, pues como les digo, a un alumno mío le vi su pene como se marcaba tras su pantalón, me imaginé lo duro y gordo que se veía ese pene, apretaba mis piernas porque sentía lo mojada que yo estaba. Iba en mi auto manejando, traía una falda corta de mezclilla y por obvias razones, tengo que abrir mis piernas para manejar lo cual no me incomoda, al contrario, me gusta hacerlo, lo hago de vez en vez para enseñarles a los chicos limpiaparabrisas para que me vean. Al ir circulando, de repente mi coche se detuvo por lo cual me orillé a un costado, se acercaron varios hombres a tratar de ayudarme, pero nadie pudo hacer funcionar mi coche, por lo cual llamé a mi seguro y me mandaron una grúa.

Llegó un hombre de unos 40 años, robusto y feo, con un overol de mezclilla, muy déspota, enganchó mi coche para llevarlo a mi casa, me subí con él en su grúa y me dijo que, como era fin de semana los talleres no estaban abiertos, pero que si gustaba él me llevaba a uno donde me atenderían, acepté y en el camino noté como ese hombre me miraba las piernas y se tocaba entre sus piernas. Sentí miedo, pero a la vez sentía placer.

Me cuestionó y me dijo que porque me vestía así, que provocaba a los hombres, que si no me daba miedo de que me cogieran, le dije que me gustaba vestir así porque me sentía cómoda, él respondió que si él quisiera me cogía en ese momento. Me dio miedo, pero sentí como agua helada por mi cuerpo, mis pezones se pusieron duros, me imaginaba como ese hombre de casi dos metros y más de 100 kilos de peso, me podía coger y yo no podía hacer nada por su fuerza física.

Marqué a mi esposo y me dijo que andaba muy lejos, que tratara de resolver el problema yo, me llevó por lugares desconocidos hasta que llegamos a un taller, que estaba vacío, metió el vehículo y cerró la puerta metálica, me tomó y de un jalón me bajó. Me dijo “esto es lo que quieres que te traten mal”, sacó su pene muy gordo, igual que él y me obligó a que se lo chupara, yo me negaba, pero me obligaba, mientras metía sus sucios dedos en mi vagina, era natural que estaba mojada. Metió un dedo en mi ano, me dolió mucho, pero era tanta mi excitación que lo permití, no podía apartar su pene de mi boca. El hombre me daba asco, pero no podía hacer nada, su pene muy duro y muy grande, nada que ver con el de mi esposo, no me cabía en mi boca.

Le dije que no me fuera a coger, que yo se lo chupaba hasta que se viniera, pero que no me fuera a coger, porque estaba en un tratamiento de fertilidad, obviamente, hizo caso omiso, me dijo que si no quería por la vagina me lo iba a meter en el ano, le dije que no. Me recargó en su grúa y me metió su enorme verga, al tiempo que seguía metiendo su dedo en mi ano, me hizo venir tres veces y él no terminaba.

Yo le dije que ya era suficiente y sin mediar palabra, puso su verga en mi ano, yo me quitaba, pero era imposible mover a ese monstruo, tomó saliva y me la puso en el ano y pasó lo inevitable, lo metió, sentí que me iba a desmayar, pero lo metía y lo metía mientras jalaba mis pezones y mordía mi cuello. Duró todavía 20 minutos más, mi ano terminó por ceder, nunca había tenido la experiencia de venirme con sexo anal, es increíble pero doloroso, parecía el hombre como un oso, sudando y un asqueroso olor a tabaco.

De repente sentí como algo me quemaba en mi ano, era su semen caliente que llenó y lo comencé a expulsar. Cuando pasó eso tuve un orgasmo más. Salimos en su grúa nuevamente y me abandonó en una calle sola, desmontó mi coche y se fue. Me dijo que, si decía algo, tenia mis datos y me iba arrepentir.

 

Les quiero compartir esto porque fue algo que me asustó, pero me encantó, saludos atte. Norma Adriana.

Datos del Relato
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